Los colores

Es enternecedora la candidez de los aficionados de un equipo de fútbol. Contra toda evidencia y, más inaudito, a pesar del sinnúmero de veces en que les han dejado el corazón en la raspa, se empecinan en la vana ilusión de que sus héroes pateabalones aman la camiseta que llevan como ellos mismos y matarían antes de lucir en el verde cualquier otra. La fantasía incluye la convicción absoluta de que no hay dinero en el mundo capaz de romper el idilio. Creen a pies juntillas que lo que el Dios esférico ha unido no lo separará el transfer. No intuyen —o seguramente sí, pero les da lo mismo porque en el fondo tienen vocación de autoflagelantes— que su ceguera es una hipoteca del enésimo desengaño. Tarde o temprano acaba llegando un cheque lo suficientemente grande y el amante bandido hace las maletas con nocturnidad y alevosía, sin detenerse a dejar en el espejo un mal post-it diciendo que fue bonito mientras duró. Lo más, un tuit de oficio, que sólo hace crecer la rabia del forofo despechado. Serás ca…

Si esta coreografía repetitiva del chasco se da en los clubs que tienen por norma echarse chulazos de alquiler que han chutado a puerta con mil y un escudos en el pecho, en aquellos en los que todavía quedan unos restos del romanticismo original, aunque estén ya muy aguados, la cosa adquiere dimensiones de tragedia. Confírmese en cualquier diario local y no les digo ya en blogs de la cosa o redes sociales. Unos clamando venganza y otros despatarrados de la risa por la cusqui que le han hecho al vecino. Primer pensamiento: que todos los dramas sean como este y que siempre que renunciemos a cenar sea porque no queremos, no porque no podemos. Segundo: si en tanto valoramos los sentimientos, no vayamos por ahí regalándolos a quienes hacen caja con ellos, y que conste que no hablo del jugador, que sólo ha cumplido el guión previsto. Tercero y último: asumamos que va a volver a pasar.

Un comentario en «Los colores»

  1. Está claro que el fútbol es un negocio, una profesión, un curro etc pero el fútbol tb es simbólico y es normal que la gente se sienta traicionada, tampoco va a ir más allá el asunto, pero la gente o alguna le tiene más afecto a su selección nacional que a cualquier otra cosa, nosotros como no tenemos, lo más parecido es el Athletic…. Por lo demás, ahora cuando vuelvan las cosas a su cauce tras el 21 O ¿Quién va a volver a su casa, al rancho grande, eh???????????? Apuesto por Julio Ibarra como director de EITB o de ETB y tú como presentador de más que palabras de nuevo o de boulevard…. o incluso de director de RE ¿qué me dices, habibi?. ¿Se tomará esto tb como un transfer??? Si es que este país no es normal.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *