El penúltimo pacto

El bipartidismo español agonizante se retrata sacando el eterno conejo de la chistera: un acuerdo contra el terrorismo. En este caso, se supone —y así se vende en los titulares— que contra el yihadista. Sin embargo, basta leer los pobretones ocho puntos del texto y el campanudo preámbulo para entender que la parte contratante de la primera parte contratante se reserva el derecho a decidir en el futuro qué comportamientos o actitudes serán asimilables al terrorismo. Conociendo el paño, es decir, los usos y costumbres del PP en la materia, procede prepararse para lo peor. Podría ocurrir que todo lo que no sea amor y adhesión inquebrantable a la patria española y sus instituciones sea tipificado como acto terrorista. ¿Exagero? No será por falta de precedentes.

Por lo demás, si el objetivo real del convenio es disuadir a los yihadistas, tipos dispuestos por definición a dejarse el pellejo en sus acciones, llama la atención que la gran baza para hacerlo sea la amenaza de la cadena perpetua disfrazada de prisión permanente revisable. No parece que a un suicida le vaya a surtir gran efecto la eventualidad de ir a la cárcel de por vida. Otra razón para sospechar que lo del entrullamiento vitalicio está pensado para otros casos. Exactamente para los que ustedes se están imaginando.

Fuera del concurso de despropósitos, el PSOE, o sea, su actual líder pan sin sal, prometiendo que llevará al Tribunal Constitucional lo que acaba de firmar con su sangre de horchata. Y Rajoy, pensando para sus adentros lo fácil que le ha resultado volver a chulear a su antagonista y la pena que le da que el chollo se acabe.

6 comentarios en «El penúltimo pacto»

  1. La cadena perpetua les da igual. Su objetivo es conseguir llegar al paraíso… Deberían conocer a su enemigo, leer el Corán y averiguar qué actos en vida o en muerte les impiden la entrada al paraíso… Por ejemplo, a aquellos que se les pille después de sesinar con vida darles a comer carne de cerdo -sin que ellos lo sepan y gravarlos en vídeo- a los que después de atentar fallezcan y quede un cuerpo que sepultar … enterrarlos en un lugar indeterminado envueltos en una piel de cerdo -pasaporte directo al infierno hasta lo poco que llegan mis conocimientos del Corán si no me equivoco-

    No digo que fuese la solución definitiva pero, al menos, seguro que semejantes malvados se lo pensaban dos veces la próxima vez.

  2. Este pacto, penúltimo o antepenúltimo pues los pactos son necesarios para fijar unos mínimos, aparece por esa mala praxis política que consiste en retocar las leyes al calor irreflexivo de los acontecimientos llamativos.
    En mi opinión es un gol que le ha marcado el PP al PSOE con la desgracia de que éste ya lo sabía pero no le quedaba otra opción en estos momentos en que se ríen de él tanto desde el PP como de ese Circuleo vacío.
    Dices que el Bipartidismo declina, más bien diría yo que muda de collar y acompañando a un PP que ya, por fin, ha diseñado su estrategia para esta txanpa final de legislatura, estará, o eso se prometen algunos espabilados, esta nueva «?» circular que cuenta a quienes se lo creen, que la Arcadia feliz se encuentra a vuelta del pequeño gesto de meter su papeleta, con cromito y todo, en una urna.
    Por si alguien lo desconocía, tanto la religión musulmana como la judía PROHIBEN consumir productos del cerdo, de ahí que a quienes, como el primer antepasado que llevó mi apellido, los llamaran marranos pues tenían que comer cerdo para atestiguar su renuncia al judaismo.

  3. Podrían explicar en qué consiste el pacto de los dos partidos actualmente en lo alto del pódium, digo yo. Me he leído las cuatro páginas y no veo que aporte nada nuevo o que fuera necesario para la pretendida protección antiterrorista. ¿No existen ya leyes suficientes? Hay gente condenada por respaldar ideológicamente a ETA y ¿hace falta una nueva ley para enchironar a alguien que se vaya a entrenar o alistar con los yihaidistas?
    Más bien creo que es un pacto de atracción de votos ante la amenaza «podemista». Hay que presentar al electorado lo responsables y sesudos que son ambos partidos, la coherencia, centralidad y unidad frente a lo peligroso de lo que viene, y lo despreciable que son el resto de los partidos separatistas, radicales, marginales, rompe-Españas…
    Lo de la prisión perpetua revisable es una pura anécdota, como la mayoría de los gestos del Psoe… Probablemente le pondrán otro nombre.
    Una sola corrección a lo de «marrano»: «Muḥarram» es anatema, error, en árabe clásico. En castellano existe marrar, fallar, equivocar; y es un término que utilizaban los moriscos, que a los judíos los catalogaban de equivocados, (marranos) y que los cristianos castellanos adoptaron, como muchos otros términos de procedencia árabe.
    Para probar que eran judíos y que rechazaban la comida les podían dar conejo, liebre, que también lo tienen prohibido y que son (sobre todo entonces) animales más baratos.

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