A su edad, con su currículum, su carácter y su patrimonio, Mario Fernández es uno de los pocos seres humanos de nuestro entorno que pueden permitirse el lujo de no andar midiendo las palabras. O de conducirse con una sinceridad que, rozando la soberbia en algunos casos —Kutxabank c’est moi —, resulta singular cuando lo que se lleva alrededor son los sobreentendidos, los eufemismos, las miradas hacia otro lado y, como muchísimo, las medias verdades. Quizá hubo un tiempo en el que el expresidente de la-entidad-más-solvente-de-españa tuvo que vestirse de lagarterana, pero parece que ya no está por la labor. Y la prueba es la torrencial nota que hizo pública el viernes, coincidiendo con su declaración ante la fiscalía del País Vasco por el caso (más bien casillo) de los 243.000 euros perdidos y hallados en el templo.
Sin pelos en la pluma, Fernández deja negro sobre blanco que quien le pidió el favor de buscarle una canonjía remunerada a Mikel Cabieces fue “un líder del PP”. Bonito ¡zasca! para la sustituta del aludido aunque no nombrado, Arantza Quiroga, que días atrás había bocabuzoneado que el marrón era obra del binomio PNV-PSE. Anotado el enésimo ridículo de la irundarra, no perdamos de vista el meollo, que está en la justificación de los hechos que, como si tal cosa, deja caer el veterano banquero. La colocación de cesantes obedece a “una ‘ley no escrita’ que ha funcionado con todos los gobiernos y todos los partidos durante los últimos 30 años”. Si bien se refiere a cargos relacionados con la lucha anti-ETA, no recuerdo una explicación tan clara del funcionamiento de las puertas giratorias.
Nada más que añadir. Por eso hay tanto inútil ocupando plaza, se lo reparten todo entre ellos, ¿cuántas RGI se pueden pagar con el sueldo de un cero a la izquerda socialista?. ¿Qué va a hacer ahora el abducido cuando deje su cargo de tocapelotas y su partido no pinte nada ni en España ni en Euskadi?.
Entiendo, desde cierta lógica, que un cabeza visible de la lucha anti-ETA tenga que ser «post- mantenido» después del desempeño de su cargo, en función de sus méritos y peligrosidad del puesto. Pero no es entendible que se dé por sabido que esta compensación tenga que ser en un puesto inútil. ¿Es que sólo acceden al cargo políticos inútiles (y esto no es necesariamente un oxímoron) que luego hay que pagarles sin hacer nada?.
Y, como cada vez creo menos en las casualidades y sí en las causalidades, también me pregunto: ¿Qué había que pagarle a Cabieces, además de su exposición al riesgo y méritos en su lucha contra la hidra de siete cabezas?. ¿Por qué Basagoiti es el que se lo pide, y, sobre todo, por qué Fernández, evidentemente en nombre de la BBK y no en el suyo, accede obedientemente a este favor?
Que el PNV o PSE estén o no en medio, o que la irunesa se haya atropellado con EH Bildu en la carrera para destapar la supuesta relación de cama de los partidos rivales, en mi opinión, es lo de menos, comparado con lo realmente esclarecedor que sería descubrir estas preguntas, que por lo menos por mi parte, no son sólo retóricas.
Se confirma que… «no los que más hablan, tienen algo que decir».
Leyes
no escritas» osea, un secreto a voces que algunos ingenuos
desconociamos, aunque sospechábamos.
El ex sheriff de Santurtzi, Juan Cruz Exposito, quien los últimos cuatro
años pasó en concupiscente compañia del PP y de unos cuantos
constructores – amigos-patrocinadores (fue el precursor de la Guia
Espiritual de Coscojales, Portugalete, don Francisco Lopez) recolocó en
su -nuestro -ayuntamiento a toda una pléyade de inútiles y perdedores
que en los municios circundantes perdieron su acolchada concejalia, con
unos 70.000€/año en contratos de «asesoramiento» para cada un@.
El se lo montó mejor y se buscó un trono de mas relumbrón y dividendos
en el coto cerrado del Puerto de Bilbao y creo que ha seguido escalando
hasta cruzar el charco.
Lo escandaloso no es ya que el Sr Fernandez haya verbalizado contanta contundencia
lo que otros mas torpes que el han estado ocultando durante
años.
Lo verdaderamente escandaloso es que a la ingente cantidad de chistes
sobre los corruptos que nos cruzamos en las redes sociales a diario
tengamos que añadir una buena dosis de ingenio para adaptarlas a un
defecto orgánico que es aún mas desastroso, como es la evidencia de
que a veces no se trata sólo de corrupción y pobredumbre moral, tambien
es incompetencia, inutilidad, estulticia…y parece que en la cultura
mediterranea uno prefiere ser recordado como mangante antes que zopenco.
A la Sra Quiroga le pediría que contrate a un asesor de imagen un poco mas inteligente, uno que sepa aconsejar cuándo conviene cerrar el pico.