El presidente de la patronal de Gipuzkoa mezcla en un par de frases muy poco afortunadas el hambre, la juventud, China, India, chicas y chicos monísimos y alguna hierba más. Qué caramelo para escandalizarse marcando todas las posturillas chachiguays del catálogo de la indignación de poliespán. De acuerdo, incluso para mosquearse genuinamente, pero puesto que seguí el fenómeno como entomólogo social aficionado, les puedo asegurar que los berridos más estentóreos no los soltaron precisamente chavales de a seiscientos euros al mes con pagas prorrateadas, qué va. Se vinieron especialmente arriba individuos ya talluditos de nómina gorda asegurada por, ejem, odiosas y despreciables instituciones que hay que derrocar. Palabra que no sabía uno si llorar, reír o ciscarse en lo más barrido ante los exabruptos de tipos que llevan atornillados a pingües escaños de diversas escalas administrativas —incluso de más de una al tiempo— desde que, hace ya unas lunas, tenían la edad de los mentados por Pello Guibelalde.
Me consta lo celebradísimas que llegarían a ser estas líneas si desde la primera, la hubiera emprendido a zurriagazos con el autor de las perlas. Insisto en las formas manifiestamente mejorables y en el error (amén de la injusticia) que siempre conlleva el uso del genérico. Es de cajón que no todos los jóvenes caben en el mismo cubil. Pero si apartan la farfolla discursiva, vencen la tentación de quedar muy bien y van al fondo de las palabras, lo cual resulta incómodo y antipático, comprobarán que hay materia para darle un par de vueltas. Claro que si no lo ven así, pidan la guillotina para mi.
Vamos a ver. La crítica a la juventud es legítima. Pero de todos los factores que realmente se podrían sacar: sobreprotección, paro, falta de expectativas, falta de iniciativa… Quiero señalar que exactamente UNA, la falta de iniciativa, es exclusivamente endógena. Todo el resto es una decisión impuesta por la generación a la que pertenece el presidente de la patronal, y, con todos los respetos, pertenece el periodista Javier Vizcaíno. El baby boom. Que se aferra a todo: trabajo, riqueza, capacidad de decisión y a la vez tiene la desfachatez de juzgar a la siguiente.
Lo que le lleva a uno pensar, si lo único que se puede hacer para librarse de una generación encastillada en sus privilegios (sí, con todas las letras), es esperar a que vaya jubilándose, sufriendo senilidad y simplemente abandonando este mundo. ¿Qué puñetera iniciativa va a tener la juventud?
Evidentemente, mucha solidaridad intergeneracional no se puede esperar de aquella generación a la que la anterior les ha robado el futuro para garantizarse unos beneficios presentes. Ténganlo en cuenta.
Yo, joven vasco, llevo trabajando fuera de Euskadi desde que acabé la carrera (van 5 años ya). Tengo amigos que literalmente se están jugando la vida por 1.000€ (las inspecciones de trabajo brillan por su ausencia en Euskadi). Todo porque personas de bien como el señor Guibelalde han convertido el país en un erial para las personas con estudios y un taller marroquí para los trabajadores de la industria. Decir que a los afectados no nos indigna semejante bravuconada es una justificación ridícula que señala quién te da de comer.
A mí me encantaría volver a mi país a trabajar, pero con las patronales que manejamos lo único que va a quedar es un parque de atracciones abierto en verano en el que dos cervezas te cuestan 15€.
Señor Vizcaino no se adjudique usted la portavocía de la juventud vasca.
Hombre, J, si algo hago es no adjudicármela . Bien claro dejo que nadie puede hacerlo.
Usted indica que algunos no pueden apropiarse de la voz de los jóvenes (cosa con la que estoy completamente de acuerdo).
Sin embargo su escrito parece indicar que ese es el problema del asunto y no que una de las personas con mayor capacidad de decisión en materia laboral del territorio llame acomodados a los jóvenes (intentando apropiarse así en mi opinión la voz de los jóvenes) .
Me parece que es un intento de mover el foco y no «mojarse» en un asunto que no es menor.
Esas declaraciones no son admisibles para una persona de esa entidad. Por ejemplo, ¿qué credibilidad tiene la mesa de dialogo social si una de las partes usa ese lenguaje?
Esperaba de su parte al menos una crítica al presidente de la patronal y no tratar de sacarle los balones fuera, sin acritud.
El Sr. Pello Guibelalde es uno de los responsables del paro que existe en Euskadi. Es el responsable de que jóvenes bien formados y con su red de relaciones en Euskadi puedan desarrollar su profesión, crear riqueza y construir país en su ámbito geográfico, a lo cual tienen derecho. Gente como Pello Gibelalde son los que han creado la pantomima de la crisis para repartir mejor el PIB a su favor y, a la vez, reformar legislativamente el mercado de trabajo para que sus beneficios se consigan con menos costo. El sr. Gibelalde no tiene categoría moral ninguna para hablar de los jóvenes a los que no da puesto de trabajo.
El Sr. Gibelalde es simplemente un sinvergüenza.
Creo que el artículo iba por criticar a aquellos que se llevan las manos farisaicamente a la cabeza mientras disfrutan de sus posición y/o sueldo bien acomodados.
No veo en el artículo una defensa clara del des-empleador Gibelalde, pero indirectamente la lectura del artículo queda enfocada sobre un foco que no es el que verdaderamente podría interesar, y no sé exactamente por qué. Recordemos que mientras un dedo señala a la luna, el que mira al dedo… se equivoca.
A mi, y creo que a muchos, lo del catálogo de posturitas chachiguay ante las declaraciones, nos importa más bien poco. Lo que nos hiere, y mucho, es que oigamos esas declaraciones mientras tenemos en casa, yo por lo menos, un hijo con dos formaciones de grado superior en actividades de nuevas tecnologías, trilingüe, y sin haber cotizado aún ni un periodo seguido de tres meses en sus treinta años de edad. Sin poder casarse, sin poder independizarse y teniendo que vivir de un parado de larga duración, como es su padre. Si la solución es irse a China, el Gibelalde este es un verdadero incompetente y un sinvergüenza. Da asco.
Es fácil decir que los jóvenes marchen 10 años a la India o China, cuando él, Pello (con este nombre también tan chachiguay de empresario hecho a si mismo y patatin y patatán) Guibelalde, lo más lejos que ha llegado a estar es en Gerona.
En fin.
Hombre Julián, pues a lo mejor en vez de insultar y llamar sinvergüenza a los demás y echar la culpa de tus males y los de tu niño de 30 años a los demás…podías darle tú un empleo al chaval en tu empresa. o…mejor aún que tu chaval, ya con 30 años, todo un mozo y encima trilingüe y superpreparado…monte su empresa para salir adelante, se genere su propio empleo y además así puede generar empleo para otros y riqueza para esta tierra en vez de andar llorando por las esquinas y esperando a que otros lo hagan y le paguen un sueldo.
¿El «desempleador», dices? ¿Cuántos puestos de trabajo has creado tú? ¿Cuántos ha creado tu hijo? Sin saber el dato…ya te digo yo que menos que Peio Gibelalde, que en los 70 montó en Olaberria una empresa pequeñia con su mujer y hermanos y hoy da trabajo a unas 200 personas.
¿Les vas a da tú trabajo?
El Sr. Gibelalde es, me consta, poco diplomático y muy rudo en sus comentarios muy a menudo; a la vieja usanza. Y debe tener cuidado porque mucha gente lo está pasando mal.
No todo el mundo tiene la capacidad, las dotes personales, la suerte o la oportunidad de tirar para delante con su propia empresa.
Pero no maltratemos a quienes lo hacen y crean empresas que generan empleo, enriquecen el tejido industrial, trabajan además en sectores de valor añadido, etc, etc. Es muuuuy fácil despotricar, echar la culpa de todo a los demás pero esperar…o, peor, exigir que otros te saquen las castañas del fuego y si no lo hacen es que son muy malos.
Es decir, Larry, para defender al Gibelalde me dices que haga lo que ha hecho él. Pues lo estoy haciendo. El dice que mi hijo es un blando y un mimado, que no se prepara, que no se le puede mandar a China, en fin que tiene la culpa de su situación. Yo digo que la tiene él y gente como él, y que es un des-empleador, porque son los empresarios quienes deben crear puestos de trabajo, y no lo hacen. Son los que crean el paro. Yo hablo también un poco tosco, a la vieja usanza, un poco rudo.
Y que es un sin-vergüenza, lo repito. Y no por lo que ha hecho en la vida, que tiene muchisimo mérito, no como otros que no lo tenemos. Sólo hemos trabajado 38 años dando de comer a gente como Gibelalde, para estar parados ahora sin trabajo y sin subsidio alguno. Gibelalde es un «sin-vergüenza» porque habla sin vergüenza. Y no tiene consideración ni respeto, al hablar, a gente como yo y mis males y los que andamos llorando sin ponernos a trabajar por nuestra cuenta. Yo solo he dicho que da asco lo que dice y que gente como él ha provocado la crisis, que ha sido un cuento para poder quedarse con más parte del PIB.
Es un «sin-vergüenza» porque echa la culpa a los demás de sus males (él lo hace primero, date cuenta)- No le insulto. No tiene vergüenza. Yo, con mi consumo, con el pago de mis impuestos (seguro que más que él) y lo que han sacado las empresas para las que he trabajado de mi salario habré creado muchísimos más puestos de trabajo que Gibelalde. Todos los que estamos parados hemos creado más puestos de trabajo y más beneficios que los que crean ahora todos los empresarios.
Pero voy a hacer lo mismo que Gibelalde: Decirle que se vaya a China y que busque allí una sociedad mejor con chicos emprendedores que se casan con chicas guapas.
Otra cosa: no sé por qué dices que a mi hijo («tu niño» es muy despreciativo) le debo contratar yo en mi empresa: Yo no tengo empresa, ni trabajo, ni dinero. Y no sé por qué deduces que no está poniéndose por su cuenta y haciendo algo para no depender de gente como Gibelalde. Supones mucho. Eres un faltón. Como Gibelalde.
Haya paz, por favor. Creo que hay argumentos muy interesantes que se pierden por el tono. Sé que sabemos aportarlos sin faltar al resto de los interlocutores.
Por mi parte, de acuerdo. Retiro mis dos comentarios y todo lo que se ha vertido en él: Mala sangre, odio, indignación y hartazgo. Si he molestado a alguien, pido sinceramente disculpas.
Hombre Julián; pues yo seré faltón pero sinceramente creo que mi tono y mis expresiones han sido bastante proporcionado a las que has utilizado tú. De hecho, si he usado ese tono ha sido en justa correspondencia al utilizado por tí, porque la verdad es que no suelo hacerlo habitualmente. Pero que es algunos tenéis una vara de medir muy curiosa. Sois hipersensibles y os ofendéis enseguida cuando se dirigen a vosotros pero tenéis barra libre para insultar a los demás. Sí, insultar, que es exactamente lo que has hecho aunque ahora pretendas una extraña pirueta escribiendo «sin- vergüenza» separado (que ya me dirás qué diferencia hay y en todo caso lo habías escrito bien juntito la primera vez). Ponte todo lo digno que quieras. Llamar a alguien «sinvergüenza-junto o separado- que da asco» es insultar. Pero los faltones son los otros…ya.
Mi humilde recomendación es que si no te gusta que utilicen ese tono contigo, no lo utilices tú con los demás. Si no, no seas luego tan sensible cuanto te toca a tí.
Dicho lo cual; por mi parte encantado de abandonar dicho tono y hablar desde el respeto. Pero si tú usas tonos ofensivos, eso es exactamente lo que recibirás. Tú mismo.
Lo que ha dicho Gibelalde uno lo puede escuchar a todas horas en los más diversos contextos; en charlas de barra de bar, entre amigos en un txoko, en la calle, etc, etc. Es un topicazo hablar en esos términos de la «juventud de ahora a la que le dan todo hecho» etc, etc, etc…
Y como todo tópico tiene su parte de verdad. Pero también su parte tremendamente injusta. Y es ahí donde Gibelalde patina porque tira de tópico de barra de bar y eso que lo haga…en el bar, no en su condición de representante de Adegi; o sea, que por ese lado…muy mal Gibelalde.
Habrá casos de todo: efectivamente hay casos de gente que, por ejemplo, por no trabajar un fin de semana…pues prefiere quedarse en casa hasta los 50 tacos; no se pueden independizar pero…oye…para el último Iphone, el coche o moto y las copas del sábado… ni tan mal.
Pero hablar en esos términos parece como si se añorase que la gente pase hambre para que tenga que apechugar con todo. Yo soy mucho más blandito que mi padre y los de su generación ¿eso es bueno o malo?
Repito, grave error por su parte hablar como si estuviera en el bar.
Pero la respuesta no creo que sea la de tirar igualmente de tópico contra el malvado empresario. Trabajo por cuenta ajena; necesito que alguien trabaje como una mula y se juegue su patrimonio y ahorros para sacar adelante un proyecto y me dé cabida en él y me pague, por mi trabajo, claro, un salario todos los meses. Con eso me vale; el resto ya es problema del empresario.
Empresas, industrias como la de Gibelalde son la mayor riqueza de este país.
Y lo siento; tú trabajo y el mío son muy válidos. Por supuesto. Aportamos. Claro que sí. A las empresas para las que trabajamos y a la sociedad. Con nuestro trabajo, con nuestros impuestos, con nuestro consumo. Pero…nada que ver con lo que aporta quien es capaz de emprender y montar una empresa que además da trabajo a muchos otros. Yo me quito el sombrero ante ellos porque a mi para eso me faltan huevos, creatividad, capacidad y necesito que otros lo hagan para que me puedan dar un empleo y pagarme un sueldo. Si la empresa se va a pique..pues yo cobro el paro y busco otro empresario que me quiera y pueda pasar otro salario (el empresario, si la empresa se va a pique, pues a lo mejor lo pierde todo y se hunde con ella).
Lamento que estés en paro por largo tiempo y lamento la situación de tu hijo. Es lo que más lamento de mi escrito anterior. El tono empleado hacia ti…no; repito; creo que quien usa ciertos tono…los da por buenos, no debe extrañarse si le hablan en el mismo tono. Pero en lo de tu hijo no debí entrar.
Ojalá tenga suerte y pueda empezar a salir hacia delante lo antes posible y si tener que irse a ningún sitio. Pero para eso vendrían muy bien más Gibelaldes montando empresas.
Javier cuidar el tono no consiste solo en utilizar palabras gruesas. Utilizar un tono alto, un tono hiriente, o un tono intencionadamente sezgado es proteger, sobre todo en estos momentos que vivimos, los argumentos de la oligarquia vasca. Este empresario es responsable e impulsor del cambio de las estruccturas economicas del llamado estado de bienestar, cambio que se ha impuesto con el miedo. Miedo a no poder pagar el alquiler o la hipoteca, a no poder realizar tu proyecto de vida, miedo a no poder tener un futuro minimamente digno. Cambio de estruccturas economicas, como las relaciones laborales, que se han impuesto para que este empresario pueda ganar mas y para hacernos mas pobres a la gran mayoria. No hay menos pastel a repartir, hay un reparto diferente.
Y esto traducido al dia a dia, crea mucho sufrimiento en muchas personas. Por eso no entiendo tu propuesta de profundizar en las palabras ofensivas y dichas desde la impunidad de este capataz. Puede que tengas razon, puede que demasiado chachiguays tengan de oficio crear opinion publica. un saludo.
No conozco la realidad de la empresa de Gibelalde. Bueno; sé que es una empresa, un grupo, de bombas o sistemas hidráulicos, creo que anda también en renovables…
Y sé que es un grupo fuerte. Que ha crecido, que se ha expandido, etc. Para mí eso en el sector industrial es oro puro para esta tierra. Y eso partiendo la nada o de algo muy pequeño…tiene mérito. A partir de ahí no sé cual es la realidad de quienes trabajan en esa empresa; no sé si están bien pagados o si por el contrario están esclavizados o con contratos precarios…
Pero sí conozco la realidad de bastantes empresarios, con empresas más pequeñas, claro, con entre 8 o 12 trabajadores en sus empresas. Y yo, trabajador por cuenta ajena normalito (no soy un alto ejecutivo con un sueldazo) no me cambio por ninguno de ellos. Es más, uno de ellos ya echó la persiana y se puso de nuevo de currela por cuenta ajena y aunque le ha costado adaptarse a tener de nuevo un jefe…está feliz; con su horario, sus horas extras remuneradas, sus vacaciones pagadas, su bajas (en caso de cogérsela) laborales, su salario, su indemnización y paro si le echan…sin tener a su cargo el sustento de 10 familias…
Los otros están locos por hacer lo propio. Alguno a punto de arruinarse y algunos de sus trabajadores encima poniendo palos en la ruedas de la empresa.
Gente que contrata personas a las que forman y una vez formados se van y vuelta a empezar, etc, etc.
Enfermos de estrés, etc, etc.
repito; no me cambio.
Leñe, no vi el anterior de Julián pidiendo también por su parte disculpas. Bueno, me está bien empleado.
Larry, creo sinceramente que tus argumentos estan llenos de topicos superficiales. El empresario que se va a pique y pierde todo (entiendo que te refieres al piso, a un futuro digno), como tu dices, son autonomos que en realidad son trabajadores, no capataces de escuela rancia, como este señor. Este señor, compite con el valor añadido, dices? Por favor! seamos serios, este señor compite con los costes laborales mayormente. Es decir, que trabajemos mas por menos dinero. Y eso, y no otra cosa nos esta diciendo a los jovenes. Este señor compite, en esa jungla en que han convertido las relaciones laborales,con su reforma laboral, con el sufrimiento de muchas familias para llevar adelante sus proyectos de vida: ahora tienen que trabajar mas y por menos dinero, si es que tienen la «suerte» de tener un trabajo. Y este señor y la elite que representan cada vez ganan mas dinero. De que hablas tu? Claro que la actividad empresarial no tiene por que ser rancia y agresiva! pero este señor y Adegi y Confebask, son responsables directos del sufrimiento de muchas y muchos vascos, jovenes y no jovenes.
Y hablas de tonos? y tu eres un trabajador por cuenta ajena? y en los ultimos años tienes las mismas condiciones laborales? Y te has creido, que lo que ocurre es que no hay dinero?
Una breve (y personal) apreciación;
Los empresarios no generan riqueza. Los empresarios generan empleo. Que ese empleo genere riqueza,ya es otro cantar. Esa creación de empleo me produce un gran respeto y reconocimiento hacia quien la hace posible. Solo hecho un poco en falta ese mismo respeto recíproco por quienes doblamos el lomo 8 horas diarias,(con suerte),dedicando nuestro esfuerzo a hacer lo mejor posible una actividad que,en muchos casos,ni nos agrada,ni nos interesa. Respeto y admiración,sí. Pero de ida y vuelta.