Escucho entre el pasmo, la pereza infinita y algo muy parecido a la indiferencia el clamor festejante unánime por la vuelta de la Filosofía como asignatura obligatoria a los programas educativos del bachillerato. Si tanto molaba, se pregunta uno a santo de qué convirtieron en optativa la untuosa materia que ahora devuelven con los votos de todo el arco parlamentario español, como la piedra que es, a las mochilas de los atribulados cachorros de la tribu. No se esfuercen, que sé la respuesta: cada reforma educativa de un gobierno lleva como hipoteca de vencimiento fijo una contrarreforma a cargo del siguiente gabinete. Y en este caso, parece que del millón de aspectos muy derogables de la anterior ley, se ha decidido empezar por este bonito fuego de artificio para la galería.
Como hace bastantes lustros dejé de estar en edad de frecuentar aulas, ahí me las den todas. Me limito a dejar constancia de mi solidaridad con la chavalada que, igual que centenares de generaciones anteriores, tendrán que apechugar con una serie de enseñanzas perfectamente prescindibles. Su única suerte será que den con un docente que les suministre las dosis de nada con cierta gracia. Huelgo decirles, porque son lo suficientemente avispados para estar al cabo de la calle, que la tal filosofía no les hará “instalarse conscientemente en el tiempo y en el espacio”, como exageró, rozando el desabarre, la ministra Celaá. Tampoco les “enseñará a pensar” ni “desarrollará su conciencia crítica”, según la chachiversión oficial. De tales menesteres deberán encargarse ellas y ellos, igual que de aprobarla en como se llame ahora la Selectividad.
El pasmo es el mío ante tanta crítica y calificación de la signatura de filosofía como innecesaria para la formación.
Entiendo que la filosofía es la ciencia del conocimiento. Es la ciencia de las ciencias, la que, teóricamente nos sitúa a las personas en la existencia. Otra cosa es que se dé bien o mal. Pero siempre he pensado que quitarla como obligatoria era prescindir de la formación del individuo como ser pensante para formarle sólo en el campo de la producción y el consumo. Y que la vuelta a la troncalidad era reconocer el carácter de formación humanística básica que hace al alumno una persona con capacidad crítica y perspectiva de las cosas que le sucedan en donde está.
Estoy totalmente en desacuerdo con el mensaje de su artículo Sr. Vizcaino. a diferencia de la mayoría de las otras veces que mi pudor me permite hacer un comentario.
Con el tiempo se criticará que a los niños se les enseñe a leer y escribir, porque no será más que otra carga en su ya atribulado curriculum de asignaturas inútiles dentro de un mundo de comunicación por la imagen e «inteligencia» artificial.
Ya sé, pillín, qué asignatura era tu hueso cuando ¿estudiabas? como todo es cuestión de puntos de vista y filosofías subyacentes, te diría que para mí asignaturas prescindibles podrían ser la física, la química, las matemáticas…. y no la filosofía (no me malinterprestes que ni soy filósofo ni tengo nada que ver con tal asignatura) pero el cúmulo de sandeces que has escrito en pocas líneas te coronan como el cuñado (intelectual, por supuesto,) del año.
Zori onak
Pues mire usted, estimado anónimo que «pasaba por aquí». Ocurre que saqué estupendas notas en Filosofía, y en Selectividad me curré un comentario de texto sobre «Así habló Zaratustra» que mereció un 9. De cuñado, poco, bastantye menos que los comentaristas anónimos que sueltan boutades sobre las matemáticas, la física o la química. Es lo que pasa cuando uno piensa que «ha aprendido a pensar» o «ha desarrollado su pensamiento crítico». Y me sirve como gran ejemplo.
Qué diferencia con el comentarista Esnepel, que sí utiliza argumentos que encuentro muy procedentes. También en mi página de Facebook hay un debate muy interesante, con casi todos los comentarios exponiendo argumentos contrarios a los míos. Lo agradezco infinitamente. A usted, señor «pasabaporaquí», también. La próxima vez no me insulte, ¿podría ser?
Gracias por la amabilidad de su respuesta.
Sinceramente creo que tiene razón en que he perdido el tono y lo lamento a la vez que le pido disculpas, pero, sinceramente me he sentido bastante molesto por el tratamiento, creo que despectivo, que en su artículo da a la filosofía. Las notas que usted sacara en selectividad no son un argumento para nada de su capacidad para enjuiciar lo filosofía.
Creo que el argumento es el mismo si yo le digo que mis comentarios sobre las matemáticas, física y química son tan «boutades» como los suyos (mis notas eran 10 en matemáticas, 8 en química y 8 en física)
Con respecto al anonimato debe de ser cosa de que Usted es un blogero y yo un lector anónimo, pero usted tiene mi correo privado, y yo sólo tengo el suyo público (lo siento lo del facebook, instagram y todo eso me viene grande)…
Allá voy.
Esta vez, como muchas otras y eso es lo bueno, discrepo de la conclusión general (la que yo saco) del artículo.
Sí comparto el escepticismo antes tanta unanimidad y entusiasmo por la filosofía del personal y lo interpreto, una vez más, como postureo.
Sin embargo, en cuanto al fondo del asunto, sí considero la asignatura de filosofía…si no necesaria…sí al menos útil o conveniente. Y si no es la filosofía..sí al menos una asignatura más general, que se imparta a lo largo de varios cursos (como ocurre con la Historia) que trate sobre la historia del pensamiento humano, o algo así. Quizás pueda englobarse dentro de la asignatura de Historia, pero creo que la Historia ya bastange tiene que abarcar ella sola.
Me refiero a que los estudiantes hagan un recorrido por cómo ha afrontado o se ha enfrentado el ser humano a sus inquietudes esenciales, los interrogantes básicos, el sentido de la vida, vaya. Y…cómo ha influido todo ello en nuestros sistemas de valores, en las formas de organizar nuestras sociedades, en nuestros sistemas políticos y jurídicos. Quizás no haga falta entrar al detalle en que si los presocráticos (típicos de Selectividad), Kant, Hegel, etc, etc…y sí incluir en este repaso a las distintas religiones (el fenómeno religioso como vertiente de la filosofía), el derecho romano, los sistemas políticos y jurídicos (esto quizás más propio de la Historia).
No olvidemos eso que se dice de que los pilares de la cultura occidental son…o han sido (ahora quizás lo son Juego de Tronos, Pokemon y la Champions League) la filosofía griega, el derecho romano y la religión judeo-cristiana.
Obvio decir que soy de letras. Muy de letras. Lo cual es también un error. No se puede permitir que los más torpes con los números tengamos escapatoria definitiva en un momento dado podamos precindir de cualquier relación académica con los números. Luego llegamos al mundo real, a la empresa, etc…y nos tiemblan las piernas ante un balance, un control presupuestario básico, etc.
Pero lo mismo al revés. Es necesario que la gente sepa entender textos y argumentos y que sepa elaborarlos, exponerlos, transmitirlos. Y me temo (aunque no tengo hijos y no lo sé de primera mano pero por larelación que tengo en el día a día con gente joven y no tan joven) que estamos en un momento trágico en ese aspecto, que nos aboca a la catástrofe.
Creo que hay un porcentaje no menor de analfabetos hoy día en España. Tal cual. Analfabeto no es hoy en día quien tiene que firmar con la huella del dedo gordo (recuerdo una inconmensurable escena de «Los Santos Inocentes») porque no puede juntar dos letras. Eso puede que no exista ya. Pero…sí hay mucha gente, mucha, que no es capaz de expresar una idea simple con una mínima claridad y coherencia (de ortografía, sintaxis…ni hablamos) porque probablemente no es capaz ni siquiera de elaborar una idea o pensamiento o argumentación coherente.
Ya sé que esto va mucho más allá de filosofía sí o no. Pero es que existe también un analfabetismo brutal en materia de valores, de principios muy elementales de cultura política, democrática, etc.
Ya sé que me ido del tema; pero está todo unido de alguna manera. Y dentro de este panorama…no creo que la filosofía estorbe..
Además, puede ser tremendamente divertida para los chicos. Como con todas las asignaturas, depende del profesor. Pero si te toca uno bueno, de verdad, apasionado por la filosofía, el bien, en su formación humana, que puede hacer ese curso en los chavales, no es desdeñable
No sé si es un «error técnico» o un retrato psicológico…. o sólo una cuestión de tiempo.
¿Porqué no sale publicado el comentario en el que pido disculpas por la forma de decir las cosas (no por lo que digo)?