Recurso a Estrasburgo y una manifestación el 26 de octubre. Es todo lo que se puede hacer ante un atropello que ha ido creciendo en cada vuelta de tuerca. Lo primero, la apelación, aun con resolución favorable, llegará cuando los jóvenes de Altsasu encarcelados hayan consumido todos o casi todos los años de su desproporcionada condena. Lo segundo, llenar las calles con la rabia por montera, por muy meritorio y loable que sea, no va más allá del derecho al pataleo, el único que queda medio en pie.
Son pésimos tiempos para creer en las instituciones en general y en la Justicia en particular. Por más acopio de ingenuidad y de esperanza que hagamos, la mayoría de las decisiones de las altas instancias judiciales acaban alimentando una sensación de desamparo infinito. De las más recientes con relieve mediático, quizá quepa como excepción la vía libre a la exhumación de Franco. El resto han sido el calco de los peores presagios, hasta con una especie de cínico y cruel recochineo, como ha sido el caso de la que comentamos, que muchos medios han vendido haciendo ver que las rebajas de condena eran un chollo para los que las cumplirán y, al tiempo, la muestra de la bondad de la legalidad vigente y de sus administradores. De propina, sin posibilidad de crítica, siguiendo esa doctrina amordazante que van impartiendo significados representantes de los tres poderes clásicos. Repasen los titulares de estos días atrás y verán desde cuántos flancos se nos ha advertido con gesto adusto de que las sentencias no solo se acatan sino que se respetan y punto. La próxima, dicen que hoy mismo o el lunes, la del Prócés. Prepárense.
Que precisamente esta columna venga tras la de ayer es significativo y explica tantas cosas… ¿Existe o no existe una campaña orquestada pars expulsar a esta gente por quién son? Incluyendo limpieza contra cualquiera que, siendo del pueblo, no comulgue con el ostracismo decretado contra ellos, como es el caso de una de las agredidas. Una mujer, qué pronto se olvida eso de creer a las mujeres cuando no es del grupo.
Pongamos que eso mismo se lo hacen neonazis a un grupo de gitanos, inmigrantes, homosexuales, o cualquier otro objetivo durante años de odio. Pongamos que estosnse defienden diciendo que «solo es una camisa rota y un tobillo torcido» cuando tienen hematomas varios y hasta uno de ellos, sin saberlo al momento, en la cabeza (sí, un puñetazo, caído o patada en la cabeza.. ).
Pero todo el pueblo clama que los que han recibido la paliza son los responsables de verdad.
A veces hay que dejar de tener fé y analizar los hechos. A pesar de que sean feos. Y aquí tenemos un ejemplo.
Gracias por publicar el comentario incluso si discrepamos radicalmente. No es, desde luego, obligación tuya dar espacio a otras opiniones en tu blog, y se agradece.
Pues preparándonos estamos en Catalunya ante la segunda entrega del «A por ellos».
Sólo puedo decir que la gente tiene más miedo de la inacción e ineptitud de los políticos «indepes» que de las porras y amenazas de los piolines, la prensa del Régimen o Nuestro Amado Pedro.
Y tenemos muy reciente el secuestro de siete activistas acusados mediante oportunas filtraciones – mágicamente desaparecidas – de terrorismo y blablablá.
El punto en el que estamos es en el de ver lo que es realmente España y que no hay más alternativa que irse.
Otra cosa es cómo lo hacemos: en contra, unos líderes que no lo son y el desconcierto que provoca.
A favor, que empezamos a superar el choque del 1-O y la resistencia empieza a dar paso a una vuelta a tomar la iniciativa. Llevará un tiempo pero llegará.
Eso sí, miedo sólo lo veo en algunos políticos. En el pueblo, el hartazgo y la consciencia de lo que hay en juego es lo que predomina.
No hay duda de que,a pesar de gente como Aj, el juicio de los de Altsasu no hay por dónde cogerlo. No digo que no hubiera habido bronca, no digo que no hubiera habido heridos (en casi todas las peleas hay heridos), lo que digo es que un homicidio (no digo asesinato) en esas circunstancias habría tenido menos condena. Por otro lado, yo no me explico cómo pueden poner esas condenas a gente que «agrede» a Guardias civiles de paisano (y presumiblemente medio borrachos agresores y agredidos) y a varios guardias civiles les atacan con botellas rotas, bates de beisbol y otras lindezas cuando salen de comer y la acusación es «atentado contra agentes de la autoridad, desórdenes públicos y riña tumultuaria». No se ve por ningún lado «delito de odio» ni «terrorismo»… quizás porque no estaban en Altsasu. Los agresores no tienen prisión preventiva— ¡¡Como para creer en los sistemas judiciales!!
En el caso de altsasu sucede que el resultado final arroja unas penas que son absolutamente desproporcionadas en relación con las consecuencias de los hechos. Al mismo tiempo y según dicen muchos que han seguido el proceso ha habido irregularidades en el aceptación y apreciación de pruebas y no está claro cómo fueron los hechos y parece que en el tribunal había muchas ganas de quedarse con una versión de los mismos de parte. Incluso si todo ha sido correcto y se ha aplicado bien el sistema algo habrá que revisar en el sistema porque el castigo es muy bestia para lo sucedido.
Ahora bien. Tampoco compro lo de los pobres y sanos «chavales» castigados por una pelea de bar como las que hay todas las noches de jarana.
Es falaz eso de comparar hechos aislados de sus contextos.
Por ejemplo. Un garrotazo a alguien con un palo…es eso. Debe ser considerado igualmente en cualquier contexto?
Si un tío en una bronca entre, yo que sé, aficiones de fútbol rivales le sacude un palazo con el palo de su bandera a una aficionada del equipo rival es una cosa. Si un tío le pega con un palo a su pareja o a su ex en mitad de la calle o en su casa…es otra cosa. Aunque las consecuencias o lesiones sean las mismas y el hecho en sí también (un golpe con un palo) en el segundo caso la pena serà mucho mayor porque concurren figuras delictivas derivadas de un contexto de violencia machista que no se dan en el primero. Yo creo que se entiende fácil.
Aquí a muchas generaciones de «chavales» se les ha inoculado un matonismo de pandillero que es el gallo del territorio y decide quién puede pasear o potear en su territorio. Que deciden que si alguien no les gusta tienen todo el derecho a acosarle, intimidarle y si con eso no consiguen expulsarle…agredirle. Eso se les ha hecho mamar…y…claro…tienen esa inercia y esos tics. Y aquí hay algo o mucho de eso. Ahora las consecuencias son gravísimas y esos condenados y sus familias sufren y me creo ese sufrimiento. No me creo ese dibujos casi de jóvenes gandhis. Si no se les hubiera inculcado con naturalidad ese matonismo nos habríamos ahorrado muchos disgustos. Ellos el mayor.
Sucede que el sistema debería tener fórmulas (las tiene pero no se han querido aplicar…y ahí reside el tinte político y vengativo de la sentencia) para ajustas unas penas a lo que es proporcional y de sentido común en relación a los hechos y resultados.
Lo que pasa es que cuando hay policías implicados y afectados…en occidente…la cosa se pone fea. No digo solo en españa sino en occidente (hay un gallego que hemos visto todos el video que se ha jodido la vida y se pudre en una carcel de usa por soplarle a un policía en una pelea chorra de dos manotazos en un partido de la nba…). Ojito con estrasburgo que a lo mejor no dice lo que todo el mundo da pot hecho que dirá.