Aquí andamos, cuarenta y pico días después del casi toque de queda, no está muy claro si camino de la luz al final del túnel o de vuelta a la casilla de salida. No sé a ustedes, pero a mi me acongoja una hueva que en el mismo informe para la desescalada del comité de sabios del autócrata vocacional Sánchez se exija a las comunidades autónomas que garanticen la capacidad para duplicar las camas de UCI. Suena bastante al refranero español que tanto gustaba citar a uno de los milicos ahora excluidos de las ruedas de prensa oficiales: A Dios rogando y con el mazo dando. También puede ser la sentencia bíblica que sostiene que la mano derecha no debe conocer lo que hace la izquierda. O tal vez sea el latinajo de rigor, a saber, excusatio non petita…
Se diría que seguimos jugando a cara a cruz o, como poco, a frenar y acelerar a la vez. Los mensajes oficiales oscilan de un segundo a otro entre la idea de que ya está todo chupado y la de que como nos confiemos, nos vamos a dar una piña de campeonato y que más fuerte será la recaída. “Un paso atrás sería más grave que lo vivido hasta ahora”, proclamó ayer el infalible hechicero monclovita Simón, pasando por alto que, por mucho que los demás podamos aportar quintales de responsabilidad individual, es él quien tiene que recomendar las medidas adecuadas.
Hay que copiar al empollón de la clase, no al más torpe.
Dentro de las pocas capacidades que el MANDO UNICO ha dejado a EUZKADI deberíamos ver y aprender lo que hacen en Alemania. Alli no se andan con rencillas y odios sino que van al grano: salir de ésta lo mejor posible.
Estamos ya cansados de instrucciones ambiguas o contradictorias y de que algo (poco) sale bien es cosa de Madrid y si sale mal la culpa es de Urkullu.No es momento para hienas.
Siento ser pesado, pero están suponiendo la estacionalidad y la inmunidad permanente por infección. Sin la primera, seguiremos teniendo epidemia durante el verano. Sin la segunda, no hay inmunidad de grupo que sirva, simplemente el virus dará vueltas por el mundo, como hacen sus parientes lejanos, los coronavirus del catarro común (sí, es habitual pillar el mismo virus del catarro dos o incluso tres veces al año).
Ya veremos. Repito mi propósito de penitencia pública a finales de junio si las cosas realmente mejoran. Será muy agradable…
Frase del ministro de Sanidad Suizo: «Hay que actuar lo más rápido posible, pero tan lento como necesario». Se ha convertido en una camiseta para recaudar fondos…