Mucho me temo que sobran los signos de interrogación en el encabezado. Los últimos números, da igual en Euskal Herria, el Estado o en el entorno europeo, apuntan exactamente por ahí. Cabe, como mucho, la bizantina discusión técnica: si es todavía la segunda ampliada o una tercera de nuevo cuño. Da igual. Basta mirar el gráfico. Desde que hace un año tuvimos que encerrarnos en casa hasta hoy, se ven claramente tres montañas y el inicio de una nueva cuesta arriba. Justo cuando nos las prometíamos felices recuperando (en el caso de la CAV) la movilidad entre los territorios y acariciando la posibilidad, una vez pasada la Semana Santa, de dar saltos mayores, volvemos a darnos de morros con la realidad.
Somos Sísifo subiendo una y otra vez por la pendiente con el pedrusco a cuestas. Y para que el chasco sea mayor, cuando empezábamos a pasar del trantrán en el ritmo de vacunación, se obliga a dejar en el congelador miles de dosis del suero de AstraZeneca sin que los mismos expertos sepan muy bien por qué. Será inevitable la caza del culpable. Unos dedos señalarán a la pachorra de la ciudadanía. Otros negarán la mayor y apuntarán a las autoridades por hacer y, ya puestos, por dejar de hacer. Este humilde tecleador no tiene moral para apuntarse a este o al otro bando. Bastante trabajo da seguir en pie.
Como dice Javier, ya estamos perdiendo la cuenta del número de ola en la que estamos, o que podemos llegar a estar.
Por eso yo ya sólo me fijo en dos datos: el número de personas en las Unidades de Cuidados Intensivos y en el número de fallecidos, y es que eso es incuestionable, y nos da la medida pura y dura de la gravedad del problema que tenemos.
Un problema que, en mi opinión, deja sin sentido otros «problemas», y que no son tal, cómo el dónde o cómo pasaremos el «puente de San José» o la Semana Santa.
Y es que el bosque no nos deja ver el árbol.
Menos datos, menos hipocresía, menos echarnos la culpa unos a otros, menos aprovechar la situación para hacer oposición política, menos atacar las decisiones que toman quienes tienen la responsabilidad de hacerlo, ¡y todos a por el árbol!, ese árbol llamado COVID-19, que entre todos demos talar, y hacer astillas con el, y finalmente echarlo a la hoguera, que estaria bien poder hacerlo allá en junio, en las hogueras de San Juan. Que así sea.
A lo mejor se trata de una perogrullada de tal calibre como que estas cosas son lo que son y duran lo que duran. Se hará mejor o peor, estaremos más o menos cansados….una vez que el virus estalló…tiene su recorrido pese a la vertiginosa velocidad a la que se ha dado con las vacunas y pese a las muy drásticas medidas que se han tomado (ahora hablamos de ellas con naturalidad pero….que estamos hablando de confinamientos y toques de queda).
Yo creo que nos queda poco. Dos o tres meses haciendo la goma y que el verano ya será bastante normal. Creo o espero.
Unos meses en los que tenemos que recordar que la razón principal de todos estos esfuerzos es proteger a las personas mayores y más vulnerables. Pese a todas nuestras mezquindades, eso no está mal del todo.
Y vendrán la quinta, la sexta, la séptima y hasta un tsunami.
Es hora de poner los puntos sobre las íes, y empezar a barrer la escalera de arriba hacia abajo, todo lo contrario que han hecho las consejeras del gobierno vasco que han cargado la culpa del maremoto a la inmadurez y poca altura de la sociedad, una sociedad de la que se excluyen todos nuestros gobernantes.
Se han cometido desde el primer dia muchos errores, algo disculpable al principio, pero después de un año, nadie de arriba ha aprendido nada.
Vacunas desastre total, bonos borracheriles del Sr Aburto (un millón de € del pueblo) botadura de la gabarra, municipios cerrados, comunidades y frontera abierta con Francia unidireccional, y así podría seguir una lista interminable de errores y canalladas personales e institucionales.
!Basta ya! Se ha caído el mito Osakidetza, la mejor sanidad del Estado.
Ahí solo son sobresalientes sus trabajadores.
Se ha caído el mito de que somos diferentes, y lo que somos es un desastre demostrado, que para el mismo caso o enfermedad, cada comunidad, provincia o municipio hace lo que se le ponen las pelotas, poniendo recetas diferentes e incoherentes.
Ahora me gustaría ver a Urkullu convocar elecciones, pero volveré a ver el cortejo de Kobaron.
Están gobernando como zombies, y no es de extrañar cuando la política actual está llena de individuos mediocres y pesebreros, aquí arriba y allí abajo,
Pues yo y estoy bastante harta de la cortedad de miras de nuestros compañeros de planeta…la 4ª ola repuntando, broncas y frustración entre quienes ven peligrar su puesto de trabajo sanitarios extenuados viendo cómo personas con una (razonable) salud las pasan canutas en la UCI y a varios de los más jóvenes les tienen que enseñar de nuevo a andar…y un buen número de simpáticos y chirenes forofogoitias sólo se les ocurre anunciar lo bien que se lo van a pasar el día del primer partido de Copa en Sevilla y olé.
Las autoridades, con mayor o menos nivel de competencia, creo que lo hacen lo mejor que saben, exceptuando el Gran Guiñol ayusano y unos cuantos más.
Pero los ciudadanos? joder, que no queremos aprender, somos egoistas y txoriburus y actuamos como si no hubiera un mañana.
En pocos años habrá otra pandemia de tipo zoonótico por la presión demográfica, el daño irreparable a la Naturaleza, la globalización…por todas estas razones y alguna más que no sepamos prever y me temo que el grueso de los habitantes de la tierra seremos de nuevo los idiotas aquellos del holoceno que repitieron uno tras otros los mismos errores.
Alguien ha pegado cartelitos por el centro de Bilbao con los siguientes textos:
¿POR QUE LE LLAMAN VIRUS A LA RADIACION?
SEGUN UN ESTUDIO LAS MASCARILLAS NO PROTEGEN DE LA RADIACIO
Soy incapaz de imaginar el perfil de las personas que ponen estas cosas.
No estamos ni en una cuarta ni quinta, ni primera ola.
Tenemos un virus que ha venido a quedarse y con ello las mascarillas.
Aprendamos a vivir con ello y a tomar las medidas preventivas correspondientes, como con cualquier otro virus. Tan solo la gripe común mata a unas 6000 personas al año en el estado, esta mata más, y otras vendrán peores al igual que también hubo pandemias peores que esta en nuestra historia, peste, tifus, cólera, gripe española, …
“ Este humilde tecleador no tiene moral para apuntarse a este o al otro bando. Bastante trabajo da seguir en pie.” Pues sí, Javier, estoy de acuerdo contigo, sin que sirva de precedente. Visto lo visto lo único que nos puede salvar, o al menos dar una tregua, es la vacunación masiva. Y nos hace falta “respirar” un poco. Y, salvo demostración fehaciente de que alguna vacuna es peligrosa, hay que vacunar por “tierra, mar y aire”. De otra manera es seguir en una agonía sin perspectiva.
Y bueno, para tranquilizar a alguna contertulia, estaría encantado con que me “banderilleasen” con dos vacunas o las que fuesen necesarias. Yo soy de los que en la mili nos vacunaban de doscientos en doscientos, en perfecta formación y en posición de firmes.
probablemente la gestión podía ser mejorable pero hacen lo
que pueden para contener semejante desastre . Nada fácil de gestionar visto como andan por todo el mundo
La ciudadanía o una parte de ella sólo sabe protestar y actuar como auténticos irresponsables haciendo trampas al solitario ,no se arregla ni con multas y meternos otra vez en casa resulta una decisión demasiado difícil de asumir ,así que no queda otra que aguantar tantas olas como lleguen y cruzar los dedos para no ser el próximo entubado .
Esto va como en el surf: la siguiente ola será la buena. Al final; selección natural.
Yo como soy muy simple tengo una teoria con respecto a las gripes, y como yo pues una teoria simple como no podia de ser de otr forma: » baja la temperatura suben la gripe y contagios, sube la temperatura bajan la gripe y los contagios,
como siempre para hacerla frente la vacuna, y yo creo que la vacuna que se daba antes de la pandemia, la de la gripe normal, algo de efectividad hubiera tenido lo digo por mi que llevo doce años tomandola.
Despues de visto listo, apuntame si quieres.