Sonrío entre la resignación y el cinismo ante las imágenes de las movilizacones del primero de mayo. Si servidor fuera un abogado de esos juicios de serie de Netflix o HBO, entonaría el clásico: no hay más preguntas, señoría. Como banda sonora, Chimo Bayo. Esta multitud arracimada sí, esta otra, no. O al revés. Qué mal, las concentraciones ante el autobús del equipo de nuestros amores, pero qué bien si se trata de pasarse por el arco del triunfo la distancia interpersonal y los cierres perimetrales para menesteres dizque reivindicativos. Todo justísimo y de lo más necesario, seguro, pero abiertamente contradictorio con lo que se proclama a voz en grito. ¿No estamos tan horriblemente mal por culpa de la autoridad (in)competente que no nos ha encerrado en casa como el año pasado? ¿Qué hacen entonces los espolvoreadores de tal matraca arengando a la peña a echarse al asfalto en alegre y promiscua biribilketa?
Ni siquiera espero una respuesta. Todo esto va de la feroz hipocresía que es seña de identidad del siempremalismo rampante. No oculto, en todo caso, que esa querencia desparpajuda por la ley del embudo empieza a resultarme cansina hasta el borde de la náusea. Supongo que es mi versión personal e intransferible de la cacareada fatiga pandémica. Qué hartura de ventajistas que siempre ganan.
A mí hoy me ha dado pereza existencial la portada digital de un diario bilbaíno o así, en la que se plantea como asunto primordial el siguiente:
«¿Qué pasará con el txikiteo tras la pandemia?»
Junto a tan evocador y popular planteamiento y como cada día, que no falte el titular machacón de que la cosa no mejora ni un pelo en la CAV y que somos la comunidad autónoma que peor está haciendo las cosas. Les falta decir a los cuanto peor mejor para ellos que ojalá tuviéramos de Lehendakari a Ayuso, lo que cuadra con un cartel pegado en el exterior de un bar de Santutxu, calle Santa Clara, en el que se expone al peatón la idea de que «Urkullu y sus amigos» condenan al hambre con «sus» restricciones a los muy honorables señores tasqueros.
En la India tenían que estar los juntaletras y los mesoneros chuscos.
¡Qué pereza, cuánto soplagaitas!
Siento ser pesado, pero a estas alturas ya solo queda vacunar.
Lo único positivo de esta actitud es que tengo ya declaraciones de un montón de bocazas profesionales y amateurs para cuando se pongan a quejarse de que la gente no cumple las normas…
Pues sí, Javier, sí: no estoy convencido de que las medidas restrictivas sean realmente efectivas o, más bien, un ¡ALGO HAY QUE HACER, POR HACER ALGO! Pero está claro que también en esto de las restricciones existen algunos/as/es, que se dan mucho menos concernidos/as/es que otros/as/es. Ya he expuesto aquí que la subida de la 4.a ola no es explicable por el “efecto Semana Santa” o las “finales”. La curva empezó a inclinarse hacia arriba el 10/03, tres semanas antes del inicio de la Semana Santa. Y claro, nos olvidamos de que unos días antes del citado 10/03, se celebraron masivas manifestaciones en todos los pueblos y ciudades del país. Manifestaciones que fueron vehementemente desaconsejadas por las autoridades políticas y sanitarias, pero que, a pesar de ello, se celebraron. Una vez celebradas nunca más se volvió a hablar del tema, como si aquí no hubiese pasado nada. Si realmente no tuvieron ninguna consecuencia para el transcurso de la pandemia, creo que dichas autoridades políticas y sanitarias deberían dimitir o mínimamente pedir disculpas por intentar crear una sicosis en la población en contra del legítimo derecho de manifestación el 8M. Y ahora el 1M, mañana el 4M y a seguir dando la matraca al personal de infantería con lo de la “distancia social”, “cierre perímetral”, “confinamientos”, etc. Y mientras tanto, los/as/es que son iguales pero MUCHO MÁS IGUALES, hacen de su capa un sayo y aplican la ley del embudo sin ningún rubor. Pues nada, a seguir.
Escuchaba el otro día que el DR Otegi, uno de los máximos exponentes del «siempremalismo rampante», comparaba algún dato de vacunación de la CAV con Nafarroa y, o síííí, con el resto de CCAA del estado. Creo que no se le escapó lo de «con el resto de España» pero todo llegará a no tardar. Pero no habíamos quedado, aburrido estoy de escuchárselo a próceres de Sortu, que las comparaciones debían ser con Europa?. en fin, a seguir.
Estimado Javier.
Perdona que hoy no aporte ningún comentario, y es que estoy muy CANSADO….. con este tema.
Lo del correo Español es increíble publica la malísima situación en Euskadi sin mentar que otros ya la pasaron antes y que hacemos el doble de PCR que el resto de comunidades. Lo paso fatal Valencia y pudo cerrar la hostelería y recuperarse y La Rioja por ejemplo a la cual Euskadi prestó ayuda y tampoco habla de la repercusión de abrir la hostelería estando en zona roja gracias al juez txikitero
Publica en primera plana la foto de una señora vacunándose ayer en Sevilla en la cartuja ,cono si aquí no se vacunará a nadie ..Aspira claramente como ya señala aquí alguno a tener en Euskadi una Lehendakari tipo Ayuso …Por cierto sigo viendo en terrazas y bares a gente haciendo lo que se le pone ,ayer mismo me quejé en la terraza de un bar al camarero porque en la mesa de al lado tenía sentadas a seis personas fumando todo el tiempo y sin mascarilla ,la respuesta fue mirarme con mala cara pues que sepan los señores hosteleros que con mis impuestos reciben las ayudas que les llegan ,no se si muchas o pocas pero algunos poco se las merecen .
Lo de los diarios digitales y no, para nota también; si bajan los infectados y sube la positividad «sube la positividad». Si suben los infectados y baja la positividad «subida de casos». Si bajan los casos y baja la positividad «UCIs desbordadas». Si bajan casos en fin de semana «hay que matizarlo porque se han realizado menos pruebas en relación al último día laborable» aunque el anterior fin de semana los casos hubieran sido más con las mismas pruebas…..de la vacunación y la selección de parámetros y ámbitos a comparar para el titular ni hablamos.
A todo esto, en el G.V o van de sobrados o son unos auténticos canelos.
Ya nos podemos ir preparando para el 9M, que el juez que abrió los bares tiene ganas de irse a la disco a echar unos bailoteos. Unos pasodobles, por supuesto. O el «Cara al Sol», vete a saber.
Y mientras tanto el virus que no sabe leer y no se va a enterar de que el día 10 tiene que desaparecer. Seguro que se le puede procesar por sedición.
Otra cosa que quizá sí merezca la pena comentar, es que en Euskadi hemos vivido una ola de la relajación.
Dado que las medidas decaen el 9 y la vacunación no formará una muralla completa, tampoco apostéis a que no puede haber una en comunidades que ahora ríen ufanas.