Me da que hoy no voy a ser original al citar El gatopardo de Lampedusa y la máxima que lo ha hecho una obra universal: si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie. Es lo que ha hecho Pedro Sánchez con su crisis de gobierno sabatina. El culo importante del gabinete era el suyo, y ese continúa. A los cesantes, que son un porrón, gracias por los servicios prestados y ya veremos qué bicocas encontramos por ahí para la nueva vida como ex. Pierde el tiempo quien pretenda analizar con escuadra y cartabón la maniobra. Son, casi literalmente, las gallinas que entran por las que salen. Permítanme que me ría del rejuvenecimiento —¡cómo si fueran viejos los destituidos!—, del municipalismo o del feminismo que aportan los recién ungidos. No son más que nueva carne para la máquina, fusibles de recambio llamados a la mesa del señor bajo la condición de tener siempre la testuz presta para bajarla ante el amo y el lomo a punto para ser disciplinados en el lugar de quien los ha acarreado al Consejo de ministros. El o la que se mueva no saldrá en la próxima foto, si llega a haberla. Pero lo mejor es que tampoco los que batan récords de sumisión tienen asegurado su lugar entre los elegidos. Miren al pobre Iceta, que iba a ser el arquitecto de la federalidad y la hostia en verso, y habrá de conformarse con la cartera de Cultura y Deporte; los memes que le van a hacer al individuo. Claro que más allá de la subasta de nombres y cargos entre los miembros del partido del jefe, la jugada maestra ha sido no tocar la parte del gabinete que ocupan los socios. Unidas Podemos queda así retratada como casta que se atornilla a la poltrona.
Considerar que ponerle a Iceta como ministro de cultura es rebajar sus galones o el simple hecho de ponerle ahí como premio de consolidación deja bien a las claras la importancia de la cultura en España.
Y cuando ganen Casado y Abascal le pondrán a Toni Cantó.
He oído con asombro y rabia, que el señor Presidente del Gobierno de España, utilice como argumento para positivar el cambio de ministros, que en el nuevo gabinete están personas más jóvenes y más mujeres que antes.
Me parece tan ruin y pobre el argumento que siento, como he dicho antes, asombro y rabia.
¿Cómo es posible que el señor Presidente considere que el ser más jóvenes y/o mujeres, es en si mismo una garantía de mayor eficacia y mejor cumplimiento de sus obligaciones ministeriales?
No voy a discutir la diferencia entre ser mujere u hombre (sería otro debate) pero sí voy a decirle al señor presidente, que no desprecie todo lo que en materia de conocimiento, experiencia, sensatez, madurez, serenidad, prudencia y otras muchas más cosas, aportan los años.
Hay que decirle a Javier Vizcaíno, que si no cree en la religión allá. Cada cual es libre. Pero que por la misma causa, por no creer en ella, no debe utilizar palabras propias de ella, como “hostia” que no aportan nada a su razonamiento y pueden hasta introducir confusión en el
En varias quinielas se apostaba por Patxi López en sustitución de Celaá. Yo también apostaba por ello pero no ha podido ser. Lo demás todo bien; Robles, Marlaska y Escrivá en sus puestos.
El Señor Sánchez cree que cuanto más jóvenes son los ministros pues…muchíiiiisimo mejor, y si encima son mujeres pues…la repanocha. El que se ponga en valor su capacidad al márgen de la edad o su género no va con él, él es un ser especial lleno de luz y sabiduría.
Son como aspersores de mierda
No es de extrañar la poca simpatía que despiertan los políticos entre la gente sensata .
Pero parece que la escuela de personajes tóxicos como Inda está de moda
No es que Sanchez me guste , pero es que la oposición ya pega un cante difícil de digerir