Estos ciento y piquísimo primeros días de Rajoy se están pareciendo mucho a un capítulo de House. De la trepanación a la amputación pasando por la liposucción y la sangría con sanguijuelas, cada tratamiento decidido al tuntún empeora al paciente por segundos. Quien conozca la serie sabrá que sólo hay dos desenlaces posibles: o bien después del sádico encarnizamiento terapéutico se descubre de chamba que el mal consiste en un simple catarro curable con jarabe y gárgaras de miel con limón o se llega a esa misma conclusión… pero en la autopsia. Tiene bemoles que haya que rezar para que la opción que nos depara el destino sea la primera, aunque al ritmo de fiascos en el diagnóstico del doctor pontevedrés y su pinturero equipo, me temo que tenemos bastantes más boletos para el requiescat in pace.
De hecho, ya nos han dado por muertos. ¿Qué otra cosa sino eso es la advertencia de que el paro seguirá creciendo en toda la legislatura? Hay que tenerlos blindados. Hace cinco meses pedían el voto asegurando poco menos que para su recua de sabios esto era una ñapa de dos tardes. Ahora que ya están atornillados al machito, avisan que se van a tirar otros cuatro años demoliendo por aquí y por allá para dejar las cosas peor de lo que estaban. Con una mayoría pluscuamabsoluta como salvoconducto. Su sensación de seguridad y suficiencia es tal, que se permiten anunciar medidas —de esas a las que se oponían con uñas, dientes y cara de asco— a doce meses vista. Y al que no le gusten, que proteste.
Esa es la otra, que también tienen amortizadas las protestas. A ver qué pasa hoy, primero de mayo y cierre de puente, en las calles. Mucho me temo que nada que vaya a evitar que el viernes en la hora maldita de la sobremesa suelten la enésima patada en la boca del estómago de lo que todavía llamamos, qué ilusos, estado de bienestar. Dirán que es una terapia vanguardista contra el lupus, como en House.
Pues a mí sí que me gusta House. Se le perdona todo porque Hugh Laurie tiene una mirada espectacular y porque el personaje de ficción es un genio aunque no se fía de las personas porque piensa que todas mienten.
Al revés que Mariano que tiene mirada de acojonado, no es un genio y el que miente es él a todas horas . Esto cada vez se parece más a «1984» cuando le torturan al personaje principal y le preguntan ¿con quién está en guerra Océana (creo que se llamaba así). Después de decir que con éste y lo contrario, por fin cae el aterrorizado en la cuenta y dice con quien tú digas. Ésa es la respuesta acertada….. nos marean, nos aturden, para que no podamos pensar…. les importa un huevo la gente.
Oye y si van a privatizarlo todo y hay que buscarse la vida cada uno como pueda…¿para qué coño sirven los políticos?.Sí que sois el enemigo, vaya que sí.
Javier a Mariano le han endosado la marron y caliente kaka esos mismos que estan hoy detras de la pancarta!
Cuantas veces hemos comentado esto en este blog?
Ya hemos visto en este mismo periodico a Pastor con Sordo ! Al parecer todos han estado sordos y ciegos de la que venia! Porque nadie se movio hasta el 15 de Mayo pasado? Quien mueve los hilos ? Y si mandaron a los del 15 de Mayo a meter ruido era porque los de IU tenian miedo de desaparecer! Necesitaban votos asi que movilizaron a los parados y han obtenido parte de los votos de la UGT! pero no somos tontos! y ser buen orador en el hemiciclo y poner verde al gobierno es facil!
Pero la verdadera politica es dar alternativas factibles y a tiempo! No con la autosia como dices!
Y la primera alternativa es productividad, profesionalidad y competitividad en las empresas y eso es labor de los sindicatos! Asi que si queremos cambios empezcemos por cambiar por la base!