El periodista en excedencia que rige los destinos de la llamada radiotelevisión pública vasca dijo el miércoles en el parlamento de Gasteiz que el sanedrín directivo de la cosa se basta y se sobra para decidir la agenda informativa. No hacía falta ser Cal Lightman para notar bajo el soniquete petulante de sus palabras (el gato es mío y hago con él lo que quiero) la escasa convicción que en su fuero interno las respaldaban. Bien sabe Surio que ni él ni ningún otro de sus vecinos de la planta noble del rancho grande marcan nada que no haya sido previamente bendecido por quienes los pusieron de guardeses. Otra cosa es que, como la mayor parte del repertorio de consignas está perfectamente interiorizado y se conocen al dedillo los gustos del señorito, no sea necesario llamar todos los días para preguntar con qué se llenan los teleberris. Para facilitar la tarea y evitar versos sueltos, como es sabido, hay resoluciones parlamentarias que indican de qué se puede hablar y de qué no.
Lo que es noticia
Estaba de más, pues, esa lección de periodismo que, por añadidura, tampoco se ajustaba al manual. Nos llevaría a muchas discusiones deontológicas establecer quién impone la agenda informativa de un medio o un grupo de comunicación privado. En uno público, sin embargo, no hay la menor duda: es la propia actualidad, tamizada por el criterio profesional honrado, la que sitúa en las escaletas los acontecimientos dignos de ser contados. Cabe el error en la valoración (yo me acuerdo de mis ancestros cuando me doy cuenta de que he ordenado mal el material o me he comido noticias del tamaño de una catedral), pero no es de recibo la censura arbitraria, que es lo que se viene practicando respecto al caso Urchueguía en EITB.
Estoy absolutamente convencido de que si preguntáramos a cien profesionales del ente, incluidos editores y directores de programa, la inmensa mayoría vería noticiables los detalles que se han ido conociendo sobre las andanzas de la Delegada del Gobierno López en Chile y Perú. Quienes vacilaran al primer bote porque parecía cosa de un determinado grupo de comunicación -recelo comprensible-, lo tendrían claro cuando el asunto llegó a dos instituciones: el ayuntamiento de Lasarte-Oria y el propio Parlamento vasco, en la inolvidable sesión en que el lehendakari repartió estopa a mansalva. Lo uno y lo otro daban, como poco, para cuarenta segundos con o sin corte de voz, aunque fuera, según la costumbre, tras dos minutos dedicados a Lady Ga-Ga o al campeonato de tiro de rana de Bollullos del Condado.
Eres malo de atar, Javier. Métete lo que quieras con el rey de la transversalidad. Apalea sin piedad a quien proclamaba a los cuatro vientos la necesidad de llegar a pactos entre diferentes. Date con la cabeza en los muros de ETB por no haber cogido, a la primera, que se trataba de diferentes…………………..españoles! Pero, por Dios! no te metas con el campeonato de tiro de rana de Bollullos del Condado. Además, inculto, es Bollullos Par del Condado. Con un ídem!
que mal lo tiene Sr. Surio , cuenta con todos los medios y pensamos asi de Ud. cuando no tenga la vara de mando no le miraran ni los suyos , por no servirles una palmadita y agur
Surio tiene ganado el cielo mediático Español de aquí a su placentera jubilación y,cuando acabe la campaña,ristra de premios al «periodista valiente y comprometido con las libertades» o algo así.Y es que haber participado en la campaña del norte con una calificación de «excelente» según los cánones del comité central del aparato de propaganda y manipulación para la defensa de la causa nacional Española,tiene premio.
Manipular,falsear y censurar le va a resultar muy rentable a un gestor capaz de poner en huida a la mitad de la «clientela» en un año y de tener a la totalidad del comité de empresa de uñas con la dirección,todo en un año y a la vez.Nunca un inútil fue capaz de rentabilizar tanto su ineptitud,o mejor dicho,nunca un inutil metido a gestor tuvo tan claro para qué lo pusieron ahí.Nada que ver con la gestión,por supuesto,todo que ver con el toro de Osborne y sobre todo,con los cojones que le cuelgan.