Si no fuera por la rabia y la impotencia que provoca, tendría su punto cómico. Lo de anunciarnos las crisis por entregas, digo. Tengan la absoluta certeza de que nos va a caer otra porque los signos son un calco, casi una caricatura, de la vez anterior. Empiezan con un datito vago, siguen con media docena de indicadores que dan mala espina, un puñadito de desmentidos nada convincentes, un ramillete de correcciones de crecimiento a la baja o, por quedarnos en la fase en la que estamos, un llamamiento a ir apretando los esfínteres. A partir de ahí, efectivamente, toca rezar lo que sepamos y pedir que la guadaña se cebe con nosotros lo menos posible. Pero sí, dense —démonos— por jodidos: viene otra temporada de vacas flacas, o sea, de vacas convenientemente adelgazadas.
Les juro que soy muy poco dado a las teorías de la conspiración. Sin embargo, cuesta mucho no pensar mal cuando ves cómo se repite por enésima vez una coreografía que apesta a profecía que se cumple a sí misma. Anuncian que va a ocurrir y, efectivamente, ocurre, ensañándose siempre en los mismos, o en los siguientes en la lista, y pasando sin siquiera rozar a otros que, por lo visto, no nacieron para martillos. Ojo, que no necesariamente hablo de Ortegas, Roigs y demás archimillonarios. Unos cuantos escalones más abajo, hay una porción de suertudos sociales, es decir, económicos —muchos de ellos, los que más van a poner el grito en el cielo— que no solo se libran sistemáticamente del tantarantán, sino que les vendrá de perlas que bajen los viajes, los adosados, los coches, los gintonics y las raciones de ibéricos. Los demás, pónganse a temblar.
La «Nueva Crisis» -la anterior sin acabar; y es normal: no ha sido «crisis», ha sido otra vuelta de tuerca al proceso infernal de transferir la tela del Sector Productivo al Parasitario- la «Nueva Crisis» decía, publicitada a los cuatro vientos y en todo momento para que la peña -asustada por lo que ha vivido- acepte otra batería de medidas que van en contra de ella.
¿Y los periodistas?
Hay una página enorme de la COESPE (Coordinadora para la Defensa del Sistema Público de Pensiones) que explica con pelos y señales la que quizá va a ser la Medida Estrella de PDRO SNCHZ, el Exhumador, para Hispanistán, exigencia ordenada por los que dirigen la cosa: La Mochila Austriaca…
Mochila Austriaca… pero con sueldos y estructura financiero-empresarial de Hispanistán. Es decir, hablamos de un lugar intervenido y casi en bancarrota
Adjunto link para general conocimiento. (No es rollo político: es técnico)
http://www.lacasademitia.es/articulo/comunicados/coespe-mochila-austriaca-nuestrovotocuenta10n/20191024100810092217.html
De nada
De momento 5.600 parados más en Euskadi, y subiendo……
Es cachondo lo que pasa.
Pero no pasa solo en este blog: pasa en casi todos en los que mosconeo. Y son bastantes. Y de bastantes lugares distintos. Y de ideologías plurales.
¿Tema económico? No hay apenas comentarios
¿Tema Memoria Histórica y cosas así de hablar mucho-no hacer nada-vivir mucha peña del cuento? Codazos por comentar.
La ciudadanía de aquí, allá y acullá, no tenemos casi nada que hacer
Efectivamente, a los de letras (expresión viejuna dinde las haya) nos gusta mucho hablar y comentar todo tipo de asuntos siempre que no se nos enfrente a la evidencia; la falta de conocimientos técnicos y científicos que harían estos encuentros en Chez Vizcaino mucho más interesantes.
Lo jodido es que quienes en teoría sí los tienen y tienen mando en plaza tampoco saben o ven mucho mas allá de sus narices, o no quieren, o no han sabido aceptar que no saben lo suficiente como para dirigir nada…
Hace unos días vi un titular en una de esas revistas digitales donde decían que en España, desde el año nosecuántos (de letras, ya lo he dicho antes) después de la crisis, había mas de X millonarios y se planteaba en el subtítulo; «Eso es bueno o es malo»?
Hombre, Borja Mari, teniendo en cuenta todas las circunstancias y lo casi nada que han aprendido nuestros gurús, yo diría que malo, verdad?
También en Rusia y en China, y hasta en La India hay muchisimos millonarios recientes y la diferencia socieoecónmica entre unos y otros es cada día más profunda.
Mañana se cumple el 90 aniversario del Martes Negro del Crack de 1929. (Casualidad, también es martes.)
Si bien la semana anterior a ese fatídico Martes también hubo leña en Wall Street, esta leña se pudo contener -más o menos- gracias a la inyección masiva de pasta a cargo de un grupo de banqueros.
Pero el fin de semana fue fatal -los periódicos se cebaron con la noticia- y cuando el lunes siguiente comenzó la semana bursátil, corrió la sangre: ningún grupo de banqueros tenía fuerza suficiente para contener la avalancha de acciones que quería vender la peña, avalancha que resultó monstruosa ya que:
-La gente era –y es siempre- muchísima
-La gente había comprado acciones a crédito, con apalancamientos de 1 a 10 (Tú pones, por ejemplo 100 euros, y el Sistema te deja comprar hasta 1.000) Es decir, no hay base dineraria Real para la cantidad de papel que se maneja.
Y el Martes fue la caraba.
Con el fin de la IGM acabó una época y comenzó otra. Otra época caracterizada por el optimismo, el crecimiento salvaje (después de una catástrofe, el crecimiento es inevitable), nuevas innovaciones tecnológicas (petróleo-coches- electricidad- electrodomésticos- producción en cadena-compras a plazos…) y la astucia de unos tipos muy brillantes –e hijos de puta- de Wall Street.
Estos carroñeros se dieron cuenta de que durante la guerra, mucha gente había comprado Bonos Liberty al Gobierno para que éste financiara la campaña militar. (Un bono es un dinero que tú prestas a alguien y ese alguien te lo devuelve… y con intereses.)
La gente ganó dinero con los bonos, pero hizo algo mucho más gordo y trascendente: acostumbrarse a invertir con fines especulativos o rentistas, algo que hasta ese momento SOLO ESTABA RESERVADO A PROFESIONALES, PORQUE EL PÚBLICO, IGNORANTE, TENÍA MIEDO.
Gente como Groucho Marx se aliaron con Wall Street para trivializar la compra de acciones y animar a la gente a pedir préstamos apalancados para hacerlo
Bien, voy cortando el rollo. Y lo hago, recordando y proponiendo esto:
-Recuerdo: Siempre que tú compras acciones a «alguien», ese “alguien” las está vendiendo. (¡Ojo! Que puede tener más conocimientos que tú, y la venta la hace por algo)
-Propuesta: hay muchos documentales interesantes que explican qué pasó. Algunos están en castellano, tienen imágenes de época, y están comentados por gente muy buena que lo cuenta todo con un lenguaje accesible. Son divertidos de ver –para mí, más que la mayoría de películas de cine y programas de TV que hay en la actualidad- y es culturilla.
De todos los que conozco, propondría estos (en youtube, en abierto)
https://www.youtube.com/watch?v=oqfNgt6bzfc
https://www.youtube.com/watch?v=yu8eP7pfcAE