Quizá sea solo impresión mía, pero veo a los cuantopeormejoristas bailando congas a cuenta del brote del hospital de Basurto. Con lo mal que llevaban que cada una de sus profecías apocalípticas sobre las miles de muertes que provocaría la vuelta a la actividad no esencial hayan sido sistemáticamente desmentidas por la realidad, ahora sienten que han pillado en bruto y tienen sabrosa munición para disparar sobre su pimpampum favorito. Cómo evitar la dulzona tentación de culpar al perverso capitalismo y a su mano ejecutora desde Lakua del fallecimiento en un centro dependiente de la Sanidad pública vasca de un hombre con pluripatologías y de veintipico contagios a la hora de escribir estas líneas. Oé, oé, oé, We are the champions, ya decíamos que la sociedad vasca no está para elecciones ni para echarse un rule hasta Laredo.
Y sí, todo muy bien, una chulada para los titulares gritones, si no fuera porque lo que ha ocurrido había sido radiotelegrafiado hasta la ronquera por los que pedíamos de rodillas que no nos merendásemos la cena. No quito un ápice de responsabilidad a las autoridades sanitarias, que para eso las pagamos, pero si somos medio justos en el análisis de lo que ha ocurrido en el pabellón Revilla, concluiremos que ha habido una bajada de guardia de libro. Ojalá que no pase de ahí.
Esa misma sociedad que aplaudia con fervor a las 20 horas, se está hinchando a presentar denuncias contra sanitarios para pillar cacho o por pura maldad.
Las fábricas se abrieron a mediados de mayo. El subidón de las terracitas y la interacción social de «es que a nosotros no nos pasa», hace dos semanas.
Blanco y en botella. Como cuando el burbujón de las casas que no se podía permitir y echando pestes de invertir en ptras cosas.
No es la malvada patronal obligando a cuchillo, es la gente normalita creyéndose más lista que nadie y arrastrándonos al desastre. U-n-a v-e-z m-á-s.
Es muy complicado.
Lo que se está intentando hacer ahora es la cuadratura del círculo y eso es imposible.
Basta con salir a la calle para darse cuenta. O se tiene a la gente en casa o en cuanto se vuelve a pseudocuasinormalidad…el rollo de las distancias y tal…es imposible. Y no hablo ni siquiera de irresponsabilidad; que sí, que hay casos ya de escarnio, de irresponsabilidad extrema, censurables, pero es que el 99% del personal está ya con conductas de riesgo. Que no son otra cosa que quedar, juntarnos, vernos…nos puede la inercia…y hacemos lo de antes pero de vez en cuando con la mascarilla puesta.
Queda, creo, muy claro, que en ese primer momento de explosión era o confinamiento severo o confinamiento severo. No había otra porque las medias tintas son imposibles.
El tema es cuánto tiempo se puede alargar eso, cuánto tiempo puede aguantar así la sociedad (y la economía; esto algunos lo solucionan diciendo que las empresas aguanten lo que tengan que aguantan, que están forradas, que no despidan a nadie, que no ajusten costes salarios, que reabran cuando toque como si nada…y que además se les cruja a impuestos para pagar a todo el mundo una renta de 1000 euros).
Así que igual que a lo mejor no quedaba otra en su momento que confinar…ahora no quedaba otra que «soltar» y rezar, quien crea, para que no se dispare otra vez y se pueda mantener bajo control.
De lo ocurrido en el pabellón Revilla el más afectado es el señor Revilla que igual se queda sin sus vascos el lunes.
A ver. Yo soy «cuantopeorpeorista». Aquí los que estaban bailando la conga eran los que había pasado medio minuto de la vuelta a la actividad y no había habido rebrote. Como haya, la culpa será de los ineptos que han jugado con fuego, no de los «profetas cuantopeormejoristas».
Y una mierda, patxi. Y una mierda.
Siento que muchas veces me paso, pero es que estamos hablando de miles de vidas y de un descalabro económico de mil pares. La actividad industrial volvió a ponerse en marcha casi al instante. Y no tuvimos rebrote.
Se han abierto los bares, se ha podido salir y…. ¡Como un maldito reloj suizo, damas y caballeros! ¡Rebrotón!
Me acuerdo en 2006, que se me echaba la gente encima por decirles que nadie les obligaba a hipotecarse de por vida, que había otras formas de prepararse para el futuro, que pensar en vender a cuatro veces lo comprado era suicida. ¿Y cuándo estalló la burbuja? «Malditos bancos, que nos obligaron.» Y una mierda, repito.
Repito: recuperar la actividad productiva real: siguen bajando los casos. Recuperar el colegueo: muertes. Pero la culpa es de Confebask, de los críos, de quién sea. Menos de quien se lo pasa todo por el forro, claro.
Llamadme «balconazi», fascista, lo que os dé la gana.
Pero la gente se ESTÁ MURIENDO AHORA mismo. ¿Es que no os cabe en la maldita cabeza?
Y no bailo la conga porque este asunto me pone de mala h. Ahora veremos los efectos de lo que ha ocurrido hace un par de semanas y dentro de un par de semanas el efecto de lo que hacemos ahora y la gente está comportándose con una irresponsabilidad cada vez mayor porque en seguida perdemos la noción del tiempo y de las circunstancias (los que la tuvieron). Es preocupante.
La «heroicidad» que supuso estar metiditos en casa por puro acojono dio rienda suelta a una euforia playera y terracera bastante histérica y una despreocupación infantiloide y ñoña, compartiendo espacios y despreciando las medidas de autoproteccion.
Con todo el dolor de una muerte y el pesar por los contagiados en Basurto, hasta creo que ha venido bien para echar un poco el freno cada uno por su cuenta y con responsabilidad.
No creo que sea ya función de autoridad alguna fijar normas sino que debería bastar con el sentido común. Y salvo las clásicas excepciones de los descerebrados habituales, de eso abunda por aquí, o debería.
Te pido disculpas, patxi. Me doy cuenta de que me estoy pasando. Me daría una vuelta para airearme si no me diera miedo saber lo que podría provocar yo mismo.
AJ. Dejar las fábricas abiertas y los bares cerrados. Otra posibilidad, vale. Pero no entiendo muy bien esa discriminación por no ser «actividad productiva real» ¿O sea que la fábrica de botellas sí pero el que las compra no? ¿qué coño producirías si nadie te compra? Todo forma parte del engranaje. Tampoco comparto tus teorías del 2006. No, no había otra salida que hipotecarte. No, no había otra que entrar en la burbuja. Aunque no quisieras, entrabas en la burbuja. Compras una casa para vivir, sin intención de especular, la vendes porque te cambias de ciudad, por ejemplo, y ya has entrado en la burbuja porque no la vas a vender al precio que te costó sino al precio que están dispuestos a pagar.
Que todo esto es malo para la economía, estoy de acuerdo, quién no va a estar de acuerdo en eso, pero estamos hablando de qué es peor: cuarentena más radical por un par de meses (digamos) o todo a medio gas por medio año (digamos, también).
Caustico con todo mi respecto , no me parece que sean excepciones , por lo menos en Bilbo que donde yo vivo , en la zona centro se ven bastantes ( debe ser por temor a la multa) pero si vas por los barrios es una sensación de que tú que llevas mascarilla eres un » apestado» , hasta ves que la gente en muchas ocasiones se retiran cuando vas a cruzarte con ellos, salen del metro y automáticamente se quitan las mascarillas e incluso ya he visto alguna persona en los andenes sin ella. También me gustaría oir a ELA y LAB y ese Sindicato de Estudiantes que en su momento pusieron el grito en el cielo a cuenta del reinicio de la actividad en empresas y las clases presenciales en los institutos , decir algo para que sus supuestos «defendidos» dejasen de no solamente juntarse sin ningún tipo de protección sino incluso hacer botellón y toma de cañas como si aquí no ha pasado nada.
¡Ay, quitarme 14 años de encima! Eso es mejor que cualquier vuelta, gracias.
Cuando cambiabas de ciudad, lo práctico no era meterte de cabeza en una compra, sino el alquiler (la burbuja del alquiler la tenemos ahora…). Igual que el problema del alcohol entre los jóvenes o incluso menores de edad, que solo se ha relajado en los últimos años porque ni pueden permitirse pagar el pimple, que haya una gran presión social para que hagas algo no significa que no deja de ser tú decisión, tuya personal, meterte en ello. Había opciones. Desde ese momento, no me trago el «me obligan». Nadie nos obliga a punta de pistola.
Sobre lo otro. Da más o menos igual. En el modelo a medio gas quizá haya más ahorro y si ese dinero se reinvierte en cosas productivas…. Jajajajaj. Perdón, perdón. Ese dinero irá otra vez al ladrillo. Sí o sí, el cortoplacismo económico nos lleva a una destrucción masiva de sectores sin alto valor añadido. Pero podemos evitar que mueran decenas de miles de personas por el camino.
Aj, acabo de caer en la cuenta que tu teoría de que la culpa de todo es de los bares no puede ser. También han abierto bares en Gipuzkoa, en Araba o en Cantabria y allí no ha habido rebrote como en Bizkaia. Tiene que ser por pasar de fase antes de lo debido.
Hay que reconocer que la gente actúa de forma muy descuidada y con muy poca responsabilidad en muchísimos casos .Yo la verdad he pensado todos estos días de juerga y socialización que no tener un rebrote sería milagroso …y como no creo en ellos ahora contendré la respiración esperando que no se nos escape de las manos
Venga, muchachos, un poco de tranquilidad y miremos las cosas en perspectiva. Nos dijeron que teníamos que encerrarnos durante una temporada para darle «martillo» al virus, y que después vendría la «danza». ¿Os acordáis? Desde el principio nos dijeron que no íbamos a eliminar el virus, solamente podíamos limitar su extensión, y también nos dijeron que la «danza» sería larga. Ahora toca seguir cada brote aguas arriba hasta eliminarlo.
Sed realistas: los epidemiólogos sabían y nos dijeron que iba a haber brotes. Si se consigue controlar los brotes de Basurto y Txagorritxu, no solamente estaremos en el buen camino sino que ganaremos en seguridad y confianza.
Y por Dios, quien sabe del tema son los médicos y sobre todo los epidemiólogos (los forenses menos, je, je….), ni los políticos ni los periodistas ni los opinadores como nosotros. Todos podemos opinar pero no perdamos de vista a quién hay que hacer caso. Se pueden equivocar ellos también, claro, pero siempre estaremos mejor en sus manos que en las de otros que saben menos del tema.
Txagorritxu debe de ser el nombre de un hospital de Bizkaia y los babazorros no nos hemos enterado.
Casos nuevos = casos presentes × riesgo de transmisión × exposición.
La exposición ha aumentado muchísimo desde que se ha reabierto la hostelería y se han relajado las distancias sociales, esto es un simple hecho. Y solo hace falta un único caso asintomático colándose en una fiesta para que esas provincias «en las que no pasa nada» tengan docenas de casos.
De hecho, el escenario más probable para una segunda oleada es que primero se cueza en territorios que llevan un buen rato sin casos y que para cuando se detecte sea imposible de controlar sin volver a cuarentenas estrictas.
Tiene toda la razón Txelu. Ya lo sé pero quería ser menos CAUSTICO que de costumbre.
Ayer en la afueras del bilbaino instituto Unamuno vi muchos chavales, recogiendo sus notas o sus libros supongo, todos bien pegadoitos en la la calle, abrazándose, sin mascarillas y sintiéndose por encima del bien y del mal.
El número de descerebrados es desgraciadamente muy alto y en crecimiento sostenido.
Por no hablar de las patéticas ampliaciones de terrazas que nos han puesto por todo Bilbao, feas y focos de contagio para quien pase por allí o para los mismos usuarios.
Yo creo que es impresion particular y sola tuya.
Me parece muy triste ver lo intransigentes que somos con los demás y lo tolerantes que somos con nosotros mismos.
Lo cierto es que nuestra sociedad hace tiempo que hemos decidido que nuestros mayores y enfermos no son tan importantes.
¿Se imagina alguien que este virus matara a los niños en vez de a los mayores?
¿Quién se atrevería a salir sin mascarilla?
¿Quién se atrevería a incumplir una sola norma por muy ridícula que nos pareciera?
¿Quién pensaría que cuanto peor mejor?
Se llama hipocresía.
Y si asumimos de una vez por todas que vivimos en una sociedad capitalista y hay que producir y consumir aceptando que eso nos cueste la vida?
Golosapiens. De nuevo echamos la culpa al inhumano capitalismo. La culpa de las muertes es del sistema que necesita volver a la actividad económica
Que no.
Que ya muchas semanas pero muchas que volvió la actividad económica no esencial. Hace muchas semanas que mucha gente está ya trabajando y la curva de contagios ha seguido descendiendo.
La casuística es amplísima y habrá de todo pero en los ámbitos laborales es relativamente sencillo aplicar medidas de seguridas. Estamos acostumbrados a procedimientos de prl…hay una supervisión o una…horror…jerarquía…hay quien se preocupa de que eso se cumpla más o menos.
Uno va a una fábrica, a una oficina…y es muy normal ver a todo el mundo con sus mascarillas, guardando las distancias…
El despiporre viene en nuestra vida social, personal y de ocio. Ahí es donde es incontrolable. Porque nos juntamos con los colegas…que hace tiempo que no nos vemos…y no ves un grupo de amigos en el merendero…en la playa…en las terrazas…que estén todos con mascarilla. Ni uno. Y todos bien juntitos. Playas abarrotadas…terrazas abarrotadas…
Y…esta semana ya hay…fútbol! El domingo juega en Athletic. Y a la gente se le ha dicho que no puede haber público…y se juntarán en las casas o en los bares. Porque «el conceptu» no se termina de entender.
Y esos que despotrican del sistema y de lo malvadas que son las empresas que quieren que vuelvan al trabajo poniendo en peligro sus vidas…estarán juntos y arrejuntados viendo a su athletic y soltando gritos exalando de todo..etc…etc.
Señalar a las Personas Mayores como un colectivo de riesgo, ha hecho pensar que los no-mayores no tienen ningún peligro, y por tanto en cuanto se han ido aliviando las normas de confinamiento, los de no-riesgo, los no-mayores, han pensado que la pandemia ha pasado, cuando en realidad sabemos que el virus sigue estando entre nosotros, para infectarnos, hacernos propagadores suyos, y si puede para matarnos.
Y frente a esto prudencia y cumplimiento de las normas.
No hay otra.
Ayer. en Donosti, un colegio de los que había empezado a funcionar en algunos cursos cerró porque un chaval se puso a toser. Después de la liada de organizar la vuelta de alumnos y profesorado…unas toses…y a la casilla de salida.
Proyectemos eso a nivel general. Fábricas, empresas, negocios…otra vez a ERTEs…no es sostenible.
Pero…entonces…¿mantenemos sine die el confinamiento…porque se ha demostrado que sin él…la interrelación social se desparrama? ¿Cuanto tiempo? Y llegará el otoño…las gripes…las toses..los estornudos…¿vuelta a empezar?
Es complejísimo. Desde ese punto de vista…incluso llego a entender el planteamiento incial de Boris Johnson. Al menos me pareció honesto aunque fue tachado de cruel e insensible y tuvo que recular.
Pero al menos planteó las alternativas reales. O nos cargamos la economía y ponemos del revés nuestro modo de vida…o asumimos un volumen determinado de bajas que afectarán a colectivos vulnerables.
Lo que no me vale es la pose o postureo de quienes van de rebeldes y amantes románticos de la libertad y hablan desde el desprecio a los borregos del rebaño que se dejan someter a una dictadura (en columnas cercanas se ha llegado a llamas fascistas a los médicos que avisaban de los excesos que se estaban produciendo en la desescalada y se ha dicho «no me salven que ya me salvo yo solo») pero no dicen ni cual era su alternativa al confinamiento (bueno, que con haber apelado a la responsabilidad de la sociedad madura para tener cuidado habría bastado; los hechos demostraron que no era así) ni asumen el volumen de muertes que eso provocaría.
No se dice que habría que haber hecho con gente que llegaba a hospitales con ictus o infartos o accidentados y no había UCIs disponibles. No dicen qué se podía hacer ante el agotamiento del personal sanitario (ya digo…les insultan por querer infundir miedo a la sociedad borrega).
La realidad es que vivimos en unas sociedades que se han construido sus propias áreas de comfort (tan de moda) que se desvelan bastante irreales. Nos hemos envuelto en unas sensaciones de invulnerabilidad falsas. Hemos construido tabúes sobre la idea de la muerte, de la inseguridas, de la volatilidad de la vida.
Y mentalmente no estamos preparados para una de estas…que…aunque suene insensible…es flojita. No es un peso pesado. Es un peso ligero. Y nos ha mandado a la lona. Porque como individuos y como comunidad no tenemos media bofetada.
Pero no es que los malvados gobernantes hayan urdido un perverso plan para someter a la ciudadania a un recorte de libertades. Los gobiernos han ido a remolque…por detrás y al principio precisamente remisos a tomar esas decisiones de restricciones. No podían medir lo que se les vino encima.
Y se juntó la debilidad de una sociedad acomodada y blandita con la falta de medios…que es otro debate. Y no hubo más remedio.
Creo que fue en el 75 cuando en diciembre y enero…una epidemia de gripe muy agresiva se estuvo llevando por delante en Bilbao pues a unas 50 personas diarias. No fue lo de ahora pero tampoco mucho menos. La gente siguió con su vida normal, san mamés se abarrotó para ver al real madrid…y el reflejo fue una noticia en páginas interiores de algún diario en que un dueño de una funeraria decía que no daban abasto con la de gente que moría de gripe. Ahí quedó la cosa (y por supuesto quedó en las personas que perdieron a sua seres queridos).
Pero eso no es posible ahora en una sociedad hiperinformada, hiperprotectora, más blandita y miedosa..
¿Era mejor lo de antes o lo de ahora? Pues no lo sé. Quizás es bueno que se le dé tanta importancia a intentar evitar que muera gente. O quizás nos pasamos. O quizás es hipócrita. O quizás no se trata de si es mejor o peor. Quizás no hay mejor o peor.
Se trata de que ahora somos como somos y ese planteamiento no es posible.
Repito. Boris Jhonson lo intentó y a su propio pueblo, heredero del que mantuvo la flema y la hora del té frente a los bombardeos de la aviación alemana, se le hizo insoportable el ritmo creciente de bajas.
Y tuvo que recular.
Pero al menos fue honesto y puso encima de la mesa las dos realidades posibles y el precio de cada una.
Lo que no me vale es llamar borregos y fascistas al personal pero no asumir el precio de la alternativa.
El tiempo da y quita razones.
Con el brote de Arrasate, ya están los tres territorios de la CAV. ¿Seguimos creyendo que es cosa del malvado capitalismo o empezamos a actuar con cabeza?