Cómo pasa el tiempo con y sin pandemia. En Estados Unidos ya ha transcurrido casi un ciclo electoral completo. O sea, cuatro años menos un mes de vellón desde que el lunático (le hago precio de ganga) Donald Trump ganó los comicios presidenciales del que sigue siendo país más poderoso del planeta. Tanto como apelamos a la memoria, sería bueno no olvidar que aquella funesta noche de noviembre de 2016 ocurrió lo que toda suerte de listos listísimos aseguraban que era imposible que ocurriera. Hasta la misma víspera del Trumpazo, los más reputados analistas de dentro y fuera del imperio daban por segura la victoria de Hillary Clinton, incluso aunque buena parte de las encuestas más serias y el puro sentido común apuntaban exactamente lo contrario. Qué más daba: ya desde que el fulano se presentó a las primarias del Partido Republicano, idénticos visionarios habían ido pronosticando que jamás llegaría a ser proclamado candidato.
Algo se podía haber aprendido de aquel letal dominó de vaticinios fallidos, pero parece que no ha sido así. A un mes de la cita con las urnas, el equipo profético habitual anuncia la derrota del siniestro Trump a manos del decrépito Joe Biden. ¿Apoyándose en qué argumentos? En que tiene que ser así y como refuerzo de última hora, en el positivo en coronavirus de Trump. Nivelazo.
Uno de los «legados» del petardo esté ha sido la pérdida de prejuicios por parte de la llamada ultraderecha internacional para presentarse a elecciones y ganarlas.
Que un psicópata exhibicionista y fascistoide como el loco anaranjado ganara unas elecciones democráticas más o menos para alcanzar el trono de la supuesta primera potencia mundial, dio alas a muchos fascistillas de medio pelo para copiarle.
Léase Bolsonaro, Johnson o esa maraña de ultras despendolados de Centroeuropa.
Incluso el pueblerino español de Amurrio pudo dar un paso adelante y rascar cinco millones de votos entre las ricas y variadas regiones españolas.
Visto lo cual, manifiesto y sólo en este caso particular una ligera comprensión por el nefasto virus, que quizás es un sarpullido de la Naturaleza como defensa contra perturbados depredadores como el zanahorio yanki.
Para más coña la asesora que le transmitió el virus maldito se llama HOPE HICKS que en castellano manchego quiere decir ESPERANZA PARDILLA.
Todo encaja perfectamente.
Aquéllo tiene cada vez más pinta de que va a haber un golpe de estado encubierto, mediante anulación de millones de votos por correo en los dos meses tras las elecciones e incluso anulación o impedir emisión de votos presenciales, incluyendo intimidación en las urnas por parte de individuos armados.
No sería nuevo esto último, ya lo hicieron los republicanos a principios de los 80s y, por sentencia judicial hasta 2018 han tenido que comprometerse ante juez a jurar que no lo harían de nuevo en cada elección presidencial que ha habido.
Parafraseando una frase famosa, “No es Trump, estúpidos, es el partido republicano”
De acuerdo con lo que dice Fernando.
Ignoro la verdadera consistencia democrática de los USA y su capacidad de transformación en una distopja de ésas que tan de moda están en la tele.
Huyo de las generalizaciones pero ese país me da la impresión de ser un polvorín en el que se almacena la pobreza extrema junto a la riqueza mas inmoral, el azote de las drogas y la estrechamente ligada delincuencia, los prejuicios raciales malamente encubiertos, el fundamentalismo religioso más retrógrado e inculto y la violencia permanentemente representada por la facilidad para disponer de armas por parte cualquier paleto supremacista.
Un loco (ya tienen), una cerilla y a tomar por saco el invento.
Bueno, serán imaginaciones mías.
Suscribo lo que dice Cáustico. Aunque es posible que la razón más importante del éxito del fascista de Amurrio sea que un enano matón e ignorante dejó muchas cosas atadas y bien atadas en España cuando murió en el 75.
Les educó durante casi 40 años…eso se paga.
Bueeeno ¿somos superiores moralmente a los estadounidenses? Tengamos en cuenta que, salvando la democracia universal y consuetudinaria implantada por el patriarca Aitor por estos lares, la democracia estadounidense es la más antigua del mundo y, en mi opinión, envidiable en muchos aspectos. ¡Hombre! A Trump lo eligieron los americanos y”vox populi, box dei” Y ya puestos, no solo damos lecciones de democracia a EEUU, sino a Gran Bretaña y al mundo mundial. Nosotros, que tenemos un “olfato democrático “ finísimo a la hora de elegir a nuestros dirigentes, no hay más que ver lo que hay y lo bien que nos desempeñamos política, económica y sanitariamente. Ya, Trump lo ha hecho mal con lo de la pandemia, y Boris y Bolsonaro, pero nosotros, con Pedro, Isabel e Iñigo a la cabeza, peor que ellos. Un poco de humildad, por favor. EEUU votará dentro de menos de un mes y, fundamentalmente hay que desear que, sea el que sea, el resultado sea claro e incontestable. El sistema constitucional estadiounidense es complicado y puede dar lugar a tensiones e interpretaciones indeseadas. Es muy interesante un artículo escrito por Fareed Zakaria hace unos días en El Confidencial, que descubre posibilidades legales y políticas insospechadas en el caso de que se tuviera que dar un escrutinio prolongado y disputado. Peeeero, desde Hispanistan lecciones de democracia las justas.
Me temo que el señor Landa, Cáustico y un servidor sospechamos que va a fallar la democracia en USA este año no porque seamos superiormente morales a los americanos ni porque les queramos dar lecciones, sino porque son muchos los americanos que lo sospechan y lo están diciendo claramente. Si alguien lo duda, no tiene más que leer este artículo en la prestigiosa revista The Atlantic:
https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2020/11/what-if-trump-refuses-concede/616424/
Hombre, Hametiknabil, meter en el mismo saco a Sánchez, Ayuso y Urkullu para compararlo con Trump, Johnson y Bolsonaro es un poco como forzado, digo, aunque queda muy bien sobre todo para enmierdar al último de ellos, cuyas responsabilidades llegan a un territorio con una situación pandémica que ya quisieran los otros tres.
Yo no sé si a la hora de votar me gustaría estar en USA o en España o Inglaterra o Euskadi. Probablemente me sentíria mejor representado en donde lo hago a hora. Lo que sí estoy seguro es que a la hora de necesitar atención médica o educar a los hijos, elijo el mundo desarrollado europeo. Que, aunque parece que es otro tema, es también parte de la democracia.
Por muy mal que lo haga Sanchez, Ayuso o Urkullu, no llegan a recomendar tragar lejía, ni defienden que el bicho no existe, ni culpan a conspiraciones extranjeras, ni defienden a grupos armados en manifestaciones, ni culpan a la prensa, o potencias extranjeras …
Proteger de nuestras lecciones morales a esa democracia que cree un derecho de la población el poseer armas, que permitió votar a los negros sólo en los sesenta (del s. XX), no abolió la esclavitud (pero no la discriminación) hasta 1863, que fomentó (y sigue haciéndolo) los golpes de estado en países de su interés, además de intervención bélica en cualquier zona del mundo, puedo entenderlo porque algo tendrán mejor que nosotros. Pero calificarla de «más antigua del mundo», obviando la creación de la cámara de los comunes en 1607 (cuya representatividad por distritos fue copiada por el sistema electivo estadounidense), e ignorando la asamblea francesa en 1787, y otros sistemas representativos holandeses, daneses, etc.. es ya demasiado.
Para defender un sistema neoliberal no hace falta caer en comparaciones forzadas.
Las elecciones americanas se solventarán como mejor les venga a las élites económicas, como siempre ha sido. Y no creo que éstas estén muy contentas con el escaso resultado que le ha resultado la bajada de impuestos de Trump para el crecimiento de la economía. De hecho, el parón de crecimiento y de consumo, anterior a la pandemia, ha sido denunciado por la gran banca e industria, y ya los analistas de Moody’s y Goldman Sachs (poco sospechosos de izquierdosos) están inclinándose por el programa económico de Biden, más inversor. La influencia que puedan tener estas recomendaciones en los inversores y grandes fortunas, tanto tecnológicas como de consumo, y que luego suelen ser trasladada a la clase media, es la clave del resultado. Sin olvidar el atractivo de la candidata a vicepresidente, mujer, mucho más joven y negra.
Las encuestas daban una victoria muy ajustada a Clinton. Y el resultado fue una victoria muy ajustada… en votos. Que, en el caso de los demócratas y por la demografía de los dos campos, no sirve para ganar el colegio electoral presidencial. Que es quien elige presidente directamente. No importaria tanto si los votos electoralea fueran proporcionales, pero van por «su ganas aquí, aunque sea por un voto, te lo llevas todo».
Aun y con todo… quiero señalar que los males que tenían Clinton tampoco eran mucho peores que los que habría sufrido el otro candidato demócrata…y al que han apartado esta vez sin contenolaciones porque Biden no tiene por qué tener aquellos miramientos. Cosa de tener la pandemia y a Trump delante, te permite no tener que aguantar al ala más infantiloide y pequeñoburguesa.
Vamos a ver, voy a intentar contestar a las cuestiones planteadas, más o menos, que son muchas y variopintas. No creo que Urkullu salga tan bien parado en la comparación, mirar las cifras y no fijarse en este momento concreto, mirar lo ocurrido desde marzo. Si votase en USA o en GB, al menos sabría que SU diputado le debe su puesto a vd., no a su partido, que es el que le ha incluido en las listas y al que se debe en cuerpo y alma. En cuanto a que en temas sanitarios o educativos elige el sistema “europeo”, estará conmigo que no es decir nada, pues los sistemas de salud y educativos europeos son totalmente divergentes entre sí; hábleme de los sistemas españoles , o vascos, de salud y educación Y compárelos con los yankees.
La esclavitud, sistema en que se basó la economía durante milenios no desapareció por El Progreso moral de la sociedad, lo mataron la revolución industrial y el maquinismo, los intereses de la gran burguesía industrial y financiera. La “Cabaña del tío Tom“ fue posterior y vino a vestir al mono. Por cierto, gran parte de esos pobres esclavos negros que penaban en los campos de algodón del Sur de EEUU fueron traficados por negreros vascos. La historia de la comunidad negra en ese país es triste, pero habría qué preguntarse porqué es la única minoría que no consigue despegarse de su triste destino. Italianos, irlandeses, chinos, coreanos, sudamericanos …, todos con dificultades van saliendo e integrándose en la sociedad yankee, los negros, como comunidad, NO. Las excepciones, como Obama, son eso excepciones.
En cuanto a la antigüedad de la democracia americana, ya hacía yo la salvedad de la implantada por el patriarca Aitor en Euskalherria, entre medio, pues claro, la Atenas de Pericles, la republica Romana y todo lo que vd cita, pero me reconocerá que, incluso la cámara de los Comunes palidece ante la majestad de la Constitución de los EEUU. Aunque claro, también se puede comparar esta con la Carta Magna o el Fuero Viejo de Bizkaia.
Y, por supuesto, EEUU es el IMPERIO por ahora y actúa como cualquier imperio que se precie, no existen imperios benévolos, defienden sus intereses, si hace falta con la VI flota, que para eso la tienen. Y el que no la tenga pues a “tragar” y a prevalecerse de su insignificancia, que es un triste consuelo. Y por supuesto, si que creo que los grandes poderes financieros prefieren a Binden, probablemente con razón, con SU RAZÓN. De todas formas, en el fondo, no creo que difiera tanto la política que pueda desarrollar Trump de la de Binden, como digo el poder financiero y el entramado militar/industrial es demasiado potente como para permitir salirse a cualquier candidato de unos márgenes predeterminados.
Eso sí, con Trump nos divertiremos más; sus salidas de pata de banco, magnificadas “ad infinitum” por los medios pijoprogres de la costa Este al menos alegran los titulares matutinos de los medios. Ya sé, ya sé, Trump CACA, CULO, PIS pero, me tendréis que reconocer que el Binden es un “moñas”.
Pues sintiéndolo mucho, a mí no me divierte nada Trump, ni veo nada democrático el hecho de dominar el Mundo con la VI flota, ni considero democrático a un país que segrega a los individuos de raza negra o latina, ni considero divergentes los sistemas educativos y sanitarios europeos, además de que mi comparación con los americanos no tiene más sentido de que en Europa son de tipo público, lo cual yo considero parte de la democracia, ya que buscan la igualdad de oportunidades para los ciudadanos, y en Estados Unidos esto no sucede.
La economía no es igual en periodos demócratas o republicanos, aunque insisto en que son las élites económicas las que deciden con su financiación, lobbies y tomas de posición pública. Y deciden precisamente por la aceptación del programa económico de unos u otros.
En resumen, difiero de su planteamiento y sobre todo de la frivolidad con que se comparan y califica a gestores de lo público, que tienen en sus manos el dinero de todos, y la posibilidad de que mucha gente, muchísima, lo pase mejor o peor.
En resumen, si gana Trump, no me reiré, es más , me procuparé, ya que el déficit que produzca su bajada de impuestos lo pagará el mundo con inestabilidad comercial y militar. Si gana Biden, estaré espectante por ver si cumple su programa de inversiones necesarias para rehabilitar la economía americana, que algo nos afectará. Que sea un «moñas» o no lo dejo, si se me permite, para los que les importa mucho eso.
¿Quién es Binden?
¿Desde cuando La GESTIÓN de la sanidad es pública en Alemania, por ejemplo? ¿Conoce vd. la diferencia entre un sistema “Beveridge” y un sistema “Bismark”? Prácticamente los países de laUE se dividen al 50% en la adopción de estos dos sistemas de salud y en el sistema Bismark la GESTIÓN es PRIVADA. Y en educación tres cuartos de lo mismo, los sistemas son muy divergentes. Por cierto, Euskadi, Navarra incluida es la región con más porcentaje de educación privada en niveles obligatorios. Y por cierto, en EEUU existe una educación PÚBLICA realmente potente.
En cuanto a al posible militarismo de Trump, pues yo diría lo contrario. Con su inefable estilo Trump ha sido más as bien un presidente pacifista, bastante más que Obama. A Trump le pierde la boca. Eso sí, a Obama, antes casi de haber tomado posesion del cargo le otorgaron el premio Nobel ¿por? Incógnita.
Para terminar, volviendo a la Constitución de los EEUU y su diferencia fundamental con el pensamiento europeo. En Europa, sobre todo por parte de los partidos y gobiernos de izquierda, te prometen la FELICIDAD, siempre que renuncies a la LIBERTAD y dejes tu destino en sus manos. La Constitución americana, es más prudente y en su preámbulo simplemente proclama que todo hombre tiene derecho a la BÚSQUEDA de la felicidad. Y el estado únicamente tiene la obligación de garantizar el ejercicio de dicho derecho.
PP: por cierto, es verdad, Bidea, no Binden, mea culpa.