Cuando supe que la Liga de Fútbol Profesional había presentado recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco contra la limitación de aforos en los estadios determinada por el Gobierno vasco, no tuve la menor duda de cuál sería la resolución. Sí, justamente la que ha sido. Al ya celebérrimo juez Luis Ángel Garrido solo le faltaba aliarse con el incalificable Javier Tebas, y lo ha acaba de hacer en este dictamen que se ha sacado de la sobaquera de la toga en medio santiamén. Se trata de una nueva muesca en su mazo en lo que se refiere a decisiones contrarias a las medidas puestas en marcha atendiendo a criterios sanitarios.
Cabrá decir que este último auto tampoco es tan grave, pues con la pandemia remitiendo, era cuestión de días que se aumentaran los aforos de los recintos deportivos. Todo apuntaba a que, como poco, el LABI tenía pensado subirlo hasta el 50 por ciento. En cualquier caso, no estamos ante una anécdota sino frente a una categoría, un patrón de conducta que se ha venido repitiendo sistemáticamente desde la irrupción del virus. Prácticamente en cada oportunidad que se ha presentado, la Justicia en general, la vasca en particular y este magistrado aun más en concreto se han decantado por dictámenes que dificultaban o directamente impedían los intentos de frenar los contagios. No negaré, como me señaló el sabio Juanjo Álvarez, que se han enviado a los tribunales patatas calientes que deberían haber sido resueltas en otras instancias o que la política ha sido perezosa para mejorar la (según dicen) poco útil legislación previa. Pero, con todo, muchas de sus señorías deberían hacer examen de conciencia.
El Lehendakari busca por enésima vez y con paciencia de santo un consenso sólido en el Parlamento Vasco. Tendrá que contar con la judicatura antes de nada no sea que le chafen el acuerdo.
El alcalde de Bilbao anuncia que Bilbao va a ser el no va más de la libertad, que Bilbao ya está en pie y va a despegar.
Su adunto, el Sr. Gil nos quiere obligar a todos los bilbaínos sin limite de edad a andar en bici y viviremos más, siempre y cuando no nos aplaste un bus.
Los jueces quieren que vayamos al fútbol.
¿Por qué vamos a ser entonces ppesimistas? Seamos opptimistas.
Todos velan por nosotros.
Lo más grave de estas resoluciones judiciales es, por un lado, desarmar a nuestra Administración para hacer frente a la pandemia, creando una inseguridad jurídica especialmente nefasta en esta situación. Esa contumacia de «nuestros» jueces (ojo, el TSJPV decide colegiadamente) en su postura cuasi-negacionista se une a su labor de zapa frente a las competencias propias de Euskadi, también en esto. El deterioro silencioso también viene de los jueces, de allá y de acá.
Da lo mismo el tema del que se trate. Hay que dejar claro al Gobierno Vasco que no puede salirse de la uniformidad «democrática» española.
Como diría nuestro añorado protestón, una muestra más de marca España.
Y yo que pensaba que el españolísimo juez sería más de toros que de fútbol…
En todo caso tampoco me gusta la actitud pasiva del Gobierno Vasco ante lis desmanes de los jueces de Vox. Eso de no recurrir por sistema no lo entiendo. Y también hay que aprovechar los resquicios que deja el “poder judicial”. Por ejemplo el Supremo acaba de permitir que se exija el pasaporte Covid en interiores de bares y restaurantes (algo habrá tenido que ver que el recurso fuera del gobierno gallego, del PP). Sería una buena medida, ¿a qué esperamos?
Puede que esta decisión conlleve el contagio de algunas personas que morirán, pero es un riesgo que el juez Garrido está dispuesto a pagar. La idea es que, si todo el mundo ha entendido la responsabilidad que contrae al contagiarse, ¿quién es él para decir a la gente lo que tiene que hacer? Si es para mantener España unida o cosas importantes, se le dice, pero para estas tontadas…
Volvió a salir el juezazo .
Tenían que pagar por sus decisiones en el caso de que vuelva otra vez el bicho con fuerza y volvamos una vez más a la casilla de salida . El orondo señor siempre estará en contra del GV por sistema otra cosa sería si la propuesta viniera del PP . Se les ve el plumero de lejos .. Que cruz ✝️
Son tantas y variadas las «cosas» que están pasando durante esta pandemia que es difícil opinar sobre todas.
Pero al ser ya muchas, lo que queda claro es que tienen un denominador común: atacar al Gobierno Vasco. Debilitarlo, poner en «tela de juicio», y nunca mejor dicho, sus decisiones.
¿Y quién se encarga de ello?: los señores Jueces, que saben de todo, hasta de lo que es bueno, justo y necesario para controlar la pandemia. Pura arrogancia, por no decir injusticia, pues quedaría mal tratándose de Jueces.
Creo que se está produciendo una grave disfuncionalidad, y es que los jueces quieren gobernar, cuando lo suyo es administrar justicia, que no es poco.
Yo siempre he oído decir que un árbitro de fútbol, que no deja de ser un juez, tiene una buena actuación, cuando ésta pasa desapercibida. Pues si aplicamos este criterio a los Jueces y Magistrados, en mal lugar quedan los que aprovechan su función para hacerse famosos, ganar protagonismo, y hacer política desde la Administración de Justicia.
No entiendo que los jueces estén poniendo en duda las directrices de los médicos y expertos en sanidad.
Parece que se han equivocado de profesión y quieren ser los protagonistas en el terreno sanitario, y especialmente el juez Garrido, como si no tuviera otras cosas que resolver.
Vuelve el juez Garrido a juzgar lo que no tiene que juzgar.
No decide sobre si la Liga tiene derecho a aplicarle el derecho emanado del consejo interterritorial (ojo, como propuesta del Mº de Sanidad central) o debe ajustarse a lo decidido en la Comunidad Autónoma Vasca.
Tampoco decide sobre la titularidad de la competencia para fijar estos límites, ni contradice los argumentos jurídicos y sanitarios recogidos en las 887 páginas aportadas por el Gobierno Vasco.
El entretenedor de la Cope sobre cuestiones pandémicas y virales se gusta a sí mismo decidiendo que, dado el proceso de remisión de los contagios, la Liga tiene razón y los Clubs Vascos no tienen porque limitarse a los aforos marcados por su Gobierno Vasco como límite (que, por cierto cumple el límite del comité interterritorial).
Ante la reclamación de perjuicios económicos de la Liga, podría haber razonado que como los aforos no se están llenando ni en los estadios del 60% ni en los del 30% no ha lugar a enmendar la plana a los técnicos y que no hay tal pérdida. En este caso Tebas le diría que él qué sabe sobre afluencias a los estadios y que se dedique a aplicar lo que está mandado por los barandas de Madrid.
Parece, una vez más, que la labor de un juez no es aplicar el derecho emanado de las leyes, sino lo que él opina de las circunstancias de la realidad y de como deben actuar los políticos y los médicos con un cursillo.
Esto es una democracia plena, claro.
Por otro lado, mal el Gobierno Vasco en no recurrir. El Supremo debería decidir si el pintxero tertuliano lleva razón, o se respeta el Estado de las Autonomías. Más que nada para conocer qué nos espera con el desarrollo del autogobierno. ¿Vamos a depender del juez que nos toque?. O sea, que como en los partidos del Athletic: Como nos toque Mateu…
Sucede que, siendo cierto que hay árbitros con afán de protagonismo, un árbitro pasa normalmente desapercibido cuando el partido es normalito, sin muchos barullos en el área, sin jugadores haciendo entradas salvajes, ni haciendo piscinazos, ni enredándose en tanganas, etc. En esos casos el árbitro lo tiene jodido porque al decidir siempre va a cabrear a uno de los dos equipos o aficiones. En un Madrid-Barça de los tiempos de Mourinho, tenían muy chungo pasar desapercibidos. Y tampoco lo tienen fácil si el reglamento es confuso o poco claro (que si «ocasión manifiesta de gol», «intencionalidad» «posición antinatural del brazo»…).
Y hay que decir que en esto de la pandemia el reglamento no es que haya sido confuso, es que ha sido un galimatías continuo y cambiante y de eso no han tenido la culpa los jueces.
Y por otro lado, todo aquello sobre lo que se han pronunciado los jueces ha sido a instancia de parte. Cada vez que los jueces han tumbado un decreto o unas medidas ha sido porque alguien, un partido político, una asociación de hosteleros, otro gobierno o institución, etc, etc,…ha impugnado o recurrido esos decretos o medidas. Y desde ese momento pues también entran en juego los argumentos jurídicos y la diligencia en la exposición de los mismos de unos y otros. A partir de ellos, el juez decide…porque le han pedido que lo haga.
Y los políticos no han sido capaces, ni en una situación así, de consensuar unas medidas y se han dedicado, sí, a recurrir las decisiones de gobiernos de otros partidos pasando la pelota a los jueces. Y los ciudadanos hemos hecho lo mismo, cada uno en función de nuestros intereses; y han recurrido los hosteleros, los del ocio nocturno, los de los gimnasios, los del deporte escolar, los promotores de conciertos y festivales, los del sector de técnicos de sonido, los moteros, etc, etc, etc.
Unos y otros se han dedicado a llevar las medidas a los tribunales porque o bien les servía de ariete político o bien afectaban a sus intereses.
Me recuerda a lo de los casos de divorcio o herencias: personas que se supone que se han querido, que son familia…que tienen hijos en común llevan su asunto al juzgado porque entre ellos son incapaces de llegar a un acuerdo y van a cuchillo unos contra otros y al final tiene que decidir un juez, que resulta que será el malo de la película.
No quiero centrarme en el caso de Garrido porque también hay muchas cosas que me chirrían tanto en sus resoluciones como en su actitud y pose. Es una reflexión más general.
Qué malos los jueces pero si somos incapaces de abordar los temas con un mínimo de lealtad y buena fe entre nosotros y altura de miras y todo termina en los juzgados, al final van a decidir ellos (o ellas) y a una de las partes no le va a gustar.
Y si encima la normativa es una chapuza….pues..la cosa acaba como acaba.
Al final y desde el principio de la pandemia creo que cada uno en su tema está jugando a ver quien la tiene mas grande-
Curiosa situación en la que un furibundo dirigente de la rama juvenil de Fuerza Nueva y confeso simpatizante de Vox hoy en día, demanda al Gobierno Vasco elegido con los votos de los ciudadanos y decide sobre el asunto, un juez negacionista que reniega de forma habitual del sentido del voto de los ciudadanos.
Cosas veredes, Sancho.
He oído que a partir de ahora el «sr » Garrido se va a encargar del VAR en los partidos del Athletic a petición del caudillo Tebas . Nos vemos en 2º lagunak .