Siempre parece imposible que el huésped de Ajuria Enea supere sus récords sucesivos de canelismo político, pero lo hace sin despeinarse. Y esta vez, además, avisando de antemano para que la cantada tenga aun más eco, como si en el fondo disfrutara haciendo el pardillo en público. Con asesores así, quién necesita enemigos. El martes por la tarde las cejas enarcadas llegaron al techo de las redacciones al recibir una convocatoria en la que se informaba de que su excelencia coscojalera iba a dirigir un mensaje al mundo sobre su postura respecto al conflicto en el metro de Bilbao.
Más allá de la estupefacción ante lo que suponía pasarse por el arco del triunfo a su consejero y a la panda de ineptos que han convertido en un mal tren chuchú lo que fue un notable servicio público, los alucinados plumillas empezamos a cruzar apuestas por el disfraz que llevaría en la comparecencia. Dos o tres almas cándidas barruntaban que saldría de bombero conciliador. Los demás, que conocemos el paño, estábamos convencidos de que aparecería aviado de pirómano, con una tea y un bidón de gasolina en ristre.
Con López pensar mal y acertar es todo uno. Ahí que se plantó el faro de Portugalete a advertir a los malvados sindicalistas de que se les caería el pelo si por su culpa un solo ciudadano se quedara sin su talo, su txakoli o el calendario de la BBK el día de Santo Tomás, aberri eguna de la transversalidad. Para que luego se dude del vasquismo del PSE. Del socialismo, mejor no hablamos, con servicios mínimos del 95 por ciento y la amenaza de mandar a Lanbide a los levantiscos para que Gemma Zabaleta los remate con la mano izquierda.
Podrá contar a sus nietos que una mañana heroica fue como el campeón Pepe Blanco o la lideresa Esperanza Aguirre. O mejor, como el modelo de ambos en las escabechinas obreriles, Margaret Thatcher. Desde ayer Patxi es Margarito, caballero de latón, que a hierro no llega.
Creo que fué en la serie Millennium. «El Lehendakari que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina». Si la puerta de su despacho permaneciera cerrada (con él dentro), no quedaría tantas veces en evidencia.
Siento decir ésto, pero me da vergüenza nuestro Lehendakari y su equipo de Gobierno (en conjunto, algunas personas de él me merecen mucho respeto).
Aunque no comulgue políticamente, y aunque haya salido gracias a la magia de los números que no votos, es el Lehendakari.
Promesas electorales a la porra: «No gobernaré de la mano del PP» «No gobernaré si no somos la lista más votada» Ringg Ringg «Pachi, prepárate que vas a ser lendacari» «Sus órdenes».
Su amplia valia profesional. Sin comentarios.
Su respeto por el euskera. «Piper egin» ikasi zuen, bai.
Inoperancia legislativa.
Los que respetaban la legislación vigente y las normas que nos hemos dado: Se pasan la LTH por el forro: los festivos, las «propuestas» fiscales, el intento de crear un cuerpo de inspectores en el Gobierno Vasco…
Constantes declaraciones públicas de su gobierno, desmentidas por la portavoz a la que se le desmiente al día siguiente para decir, en el mejor de los casos, algo parecido a la primera…
Y eso buscando cosas más o menos objetivas y de menos calado político o identitario.
Lo único bueno que le ha pasado es que ETA ha decidido colgar la chapa, antes de que estuviera otro por ahí. Y encima a él le pilló (o quiso que le pillara) mirando para otro lado…
Patxi, go home (Francisco, vete pa’casa, has el favor)
Hay que ver, casi cuatro años ya en Ajuria Enea y que aún no se haya enterado de que «por la boca muere el pez», y es que cada vez que la abre, se acerca más al tocado y….hundido.
Yo ya he comentado alguna vez que nos merecemos un lehendakari que no dé vergüenza ajena,pero no hay manera……….
Por lo demás,al 100% con Ortuzar.De enchufar alguien,al menos que sepa donde tiene la mano derecha además del carnet del partido.Aunque empiezo a dudar que ambas cosas en el actual partido desgobernante sean compatibles.
¿Alguien puede decirme en qué ha cambiado el metro en estos años, como para calificarlo ahora de tren chu-chú? ¿Antes no fallaba? A no… antes no había huelgas por motivos políticos.
«No soy, ni de lejos, partidario de solucionar los problemas tirando de la soldadesca, pero ya que han entrado en juego los tercios, no lloraría demasiado si un chusquero pusiera a hacer flexiones en pelotas en medio de la pista de aterrizaje a esta cuadrilla de aristócratas del laburo. Luego, claro, una fregona, y a dejar las letrinas como los chorros del oro antes de la consabida imaginaria en los hangares.» Primo de Rivera? No. Javier Vizcaino hace un año y pico en su columna.
Metro. El cambio es más que evidente. Ahora mismo, bajar por la escaleras que llevan al andén es no saber con qué te vas a encontrar. Si antes había retrasos o interrupciones de servicio, ahora eso se ha multiplicado por diez. Y no hablo de cuando hay paros parciales. No; cualquier día normal.
La lanzadera de mi barrio es el horror de los horores. Puedes estar veinte minutos o media hora esperándola. El servicio actual es un cagarro.
Remember:
Eso lo escribí Y LO MANTENGO sobre la chulería que hicieron los controladores aéreos sin previo aviso y, para más vergüenza, alegando que estaban enfermos. Todos de golpe. Ahí hablaba de unos tipos que cobran DIEZ veces (algunos incluso más) lo que un trabajador o trabajadora del metro. Esta huelga se convoca después de doce paros parciales, todos ellos convocados legalmente.
Me harté de explicar entonces y ahora estoy aun más convencido de que no considero a los controladores aéreos trabajadores por cuenta ajena normales y corrientes. No los son desde ningún punto de vista, empezando por el hecho de que sólo un grupo muy pequeño de privilegiados tiene acceso a los cursos. Así que sí, «I remember». ¿Tanto te costaría, por cierto, firmar con un nombre propio?
En el fondo, ¿de qué se trata?
El PSOE, al igual que el PP trata de cambiar la estructura de la empresa pública. Pero no para conseguir abaratar costes (no dejarse confundir por el cortoplacismo). Lo que tratan es de desalojar e ir haciendo sitio para, en la proxima luna, empezar a colocar a gente de su cuerda en dichas estructuras. Lo han hecho en la cabeza, pero ahora faltan los votantes.
Y es que el Gobierno Vasco se ha convertido en el clavo ardiendo al que se agarran tipos, de bajo nivel capacitivo en lo que a esfuerzo se refiere, para tener un buen sueldo en época de vacas flacas, pero se acaba el plazo de renovación y es perentoreo hacer más «amiguitos»
Eres un fenómeno, Vizcaíno. Disfruto mucho leyéndote (más incluso que oyéndote). Si fueras pintor, serías mejor que Da Vinci retratando a estos chupópteros petimetres mequetrefes.
Un fuerte abrazo, txapelduna!