TVE se viste de Ruiz de la Prada

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Hay que tener muy baja la autoestima, o mucha necesidad, para aceptar el nombramiento de director de TVE, en medio de la interinidad del Gobierno central, con el partido que lo sustenta en los juzgados y un desastre total en sus espacios informativos. Nada de eso ha hecho desistir a Eladio Jareño de un cargo sin apenas horizonte temporal y con un contenido que no va más allá de administrar el desenlace de una de las eras más penosas de la televisión estatal. Quizás por el hecho de haber sido el jefe de prensa de la exdirigente del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, y vivir cómodo en el ámbito fronterizo donde se confunde el partidismo periodístico con la función institucional es por lo Jareño, sin dignidad, toma el mando del ente, un cadáver podrido.

Algún día no muy lejano, espero, y en el contexto de una profunda regeneración ética y democrática que incluya al conjunto de la sociedad, habrá que resolver la elección de los equipos rectores de las cadenas públicas. Deprime ver a los partidos riñendo por el favor informativo a sus líderes y cambiando de opinión sobre una misma gestión según si están en el poder o la oposición, de lo que se valen los canales privados para invocar su desaparición. Los buitres de UTECA huelen la carroña que es hoy la emisora del pirulí, como la olfatearon con Zapatero para sonsacarle los 550 millones de la publicidad de TVE, el regalo más antisocial que haya hecho un político al empresariado desde la dictadura.

El deterioro moral de TVE alcanza a su programa estrella, «En la tuya o en la mía», que puede llevar a Bertín Osborne a emigrar a Telecinco porque al presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, le ha disgustado la entrevista a Agatha Ruiz de la Prada y su marido, Pedro J. Ramírez, y se ha desquitado paralizando la extensión del contrato con el cantante-presentador. La dimisión del antecesor de Jareño ha estado motivado por esta rancia vendetta del PP. Así de sucias bajan las aguas de Torrespaña. ¿Qué harán los emergentes con la tele institucional? Temo que lo mismo de siempre.

El lado cómico de Rajoy

Hablamos de televisión

10 marzo 2016

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1.A debate

La realidad virtual de la tele

La gente sabe, por escarmiento y por conocimiento, que todo lo que ve en la tele no es del todo cierto; que hay mucha falsificación. Y tiene razón. Hay una gama muy amplia en esta falsificación de la realidad, y va de la exageración de las cosas a la mentira pura y dura. La tele exige, en general, cierta teatralización, que puede ser aceptable, como muchas cosas en nuestra propia vida cuando tratamos con los demás; pero en no pocas ocasiones, habitualmente, rebasa el límite de lo aceptable.

Vamos a poner tres ejemplos: el caso de la pareja feliz en el programa “Casados a primera vista”, que resulta que acaban de forma violenta; el programa de Bertín Osborne y la circense puesta en escena de su ruptura con TVE para la renovación del contrato y las tensiones prefabricadas en “Gran Hermano VIP”.

Lo de “Casados a primera vista” ya lo conocéis. Una pareja, formada por Sabrina y Jonathan, sale felizmente casada del programa. Deciden seguir adelante entre besos. Es lo que vimos ante las cámaras. Sin embargo, a los pocos días se ha conocido que la aventura ha acabado incluso en los juzgados, con una denuncia de malos tratos por parte de ella y el hecho de que todo aquello era un amaño para la tele. En efecto, el programa necesitaba que alguna de las parejas saliera feliz y contenta. Y para ello, no dudó en forzar la realidad y escondiera las desavenencias entre el hombre y la mujer. Podíamos no habernos enterado de la teatralización; pero la cosa se les ha ido de las manos. A este hecho falsificado hay que añadir otro más: la posibilidad de que esta pareja, sobre todo ella, quieran aprovechar el tirón del programa para sacar rendimiento de su historia en los platós y las revistas. Podemos verla a ella en la portada del Interviu o en las tertulias de los programas de cotilleo.

Algo parecido es el caso de Julián Contreras, un fijo en las tertulias de Sálvame, cuyo mérito es ser hijo de Carmina Ordoñez, que había entrado como concursante al reality Gran Hermano VIP, como una de sus estrellas. Este chico pidió salir del programa debido a las tensiones que se habían generado en la convivencia de la casa. Cuando salió tuvo el coraje de reconocer que, aun siendo normales las relaciones en el interior de la casa, la dirección del programa (sin citarla) había provocado artificialmente desavenencias a efectos de dar mayor atractivo a la audiencia, que parece que lo que quiere ver son eso, broncas y peleas de todo tipo. Este chico lo dijo al salir: han provocado la bronca y dejó en evidencia la estrategia de la provocación del reality. Todo eso que se ve de peleas es casi siempre mentira, puro teatro, y luego los que se pelean, al salir del plató se van a tomar unas copas.

El caso del programa de Bertín Osborne (un gran programa el de ayer, con el presentador de TV Juan Imedio) es un sainete. Como sabéis se ha informado que TVE no le quiere renovar el contrato más allá de cinco entregas más, y Bertín pide más entregas, hasta 18 más. En realidad, se trata de una escenificación de cara a la galería. Aún no sabemos si es una comedia de Bertín para sacar más dinero en su subasta del programa para negociar al alza con otras cadenas, o es una teatralización de TVE para dar notoriedad a lo que puede ser, seguramente, una renovación satisfactoria del programa por una temporada más. Cualquiera de las dos puede ser; pero es seguro que están jugando con nosotros a desinformar y hacer comedia. Hoy se dice que Telecinco ya tiene amarrado a Bertín. Y en TVE, que está a la deriva, con nuevo director y con un gobierno en funciones, creo que se parten de la risa.

En fin, es lo que hay. No os creías nada, porque nada es lo que parece.

 

2. El impacto

Rajoy sigue dando la nota

Lo del presidente español en funciones es mucho más que una torpeza verbal. Es todo un síntoma de una derrota personal, que se traslada de lo político a lo personal. Una vez más, un discurso improvisado deja en evidencia no ya su falta de discurso, sino algo mucho peor, su simplicidad intelectual. Una cosa es un traspiés verbal, una alteración de las palabras o un lapsus linguae. Pero lo de Rajoy es un empecinamiento en equivocarse y provocar la risa. Es como si se estuviera cayendo al suelo una y otra vez, creando una sensación de comicidad en torno de su figura.

Entiendo que si una personalidad pública no hace nada por remediar esta sensación patética de su imagen es porque carece de autoestima y acepta su deterioro personal y que su carrera política le importa un carajo y se hunde en sus propias equivocaciones una tras otra. Si no fuera penoso lo que le ocurre a este hombre, sería de risa.

 

3. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

Hablábamos antes del programa “Casados a primera vista”, en Antena 3, y sus falsificaciones. Ha terminado su primera temporada y puede decirse que ha sido un éxito inesperado. En el último programa ha alcanzado su propio récord, con un 16% de cuota de pantalla y 2.713.000 de espectadores, una cifra muy alta para un reality de estas características, lo que quiere decir que tenemos programa para una o varias temporadas más. No importa que sea malo, propio de la telebasura. Importa, como siempre, si tiene audiencia.

En el otro extremo, un programa de alta calidad, delicatesen, “Salvados”, en La Sexta, sigue triunfando los domingos a la noche. La semana pasada lo recomendábamos como uno de los espacios estrella del fin de semana. Con una temática muy interesante, los esclavos del franquismo, el programa de Jordi Évole obtuvo casi tres millones de espectadores y un 14,3% de la audiencia.

El seguimiento es muy alto para ser un programa netamente informativo. Lo hemos dicho varias veces y lo repetimos: este es de lo mejor que hoy nos ofrece la tele. Y sin embargo, se cierne sobre él los riesgos de ser retirado, a causa de las presiones por parte de determinados sectores económicos. “Salvados” incomoda con sus verdades a cierta élite del poder en España.

 

4. La buena publi

Los mensajes en la frontera, pero con gracia

Este es un anuncio muy inteligente, por su mezcla de humor (el de de sonrisa, no de risa) y mensaje potente. El anuncio quiere decirnos que podemos solicitar un crédito en esta entidad financiera sin necesidad de seguir determinados requisitos, sin dejar de seguir con nuestro banco habitual, donde tenemos domiciliada la nómina y todo lo demás, que suele ser una exigencia de los bancos. Y por eso, lo plantea como una “licencia amorosa”, pero que no llega a infidelidad.

El anuncio es muy equilibrado, porque toma como protagonistas a dos mujeres y a dos hombres, de diferentes edades, cada uno de los cuales tiene su propia infidelidad. En todo caso, se trata de infidelidad con la mirada y el pensamiento, que es algo que no se puede no debe explicarse, porque pertenece a lo íntimo, a lo que solo uno sabe. Un hombre de mediana edad que mira (aunque no se ve a quien) a alguien que le provoca “eso”, la infidelidad que no lo es.

La canción elegida de fondo es muy acertada, “Jardín prohibido”, que en su día cantó el cantante italiano Sandro Giacobe, con esa letra de “lo siento mucho, la vida es así”, para justificar los cuernos habidos. Ayuda esta canción a resaltar el sentido del mensaje y su sonrisa.

Los mensajes sobreimpresionados en pantalla son eso que es pero que no es: que se te vaya la vista, imaginar, puntuar al nuevo (se entiende nuevo compañero de oficina) y seleccionar en el metro (se entiende que a las chicas que te gustan) no son infidelidades.

Lo mejor de este mensaje se dice al final: “Lo que pasa en ING Direct se queda en ING Direct”. Es muy bueno, porque tiene lo que tiene que tener un buen anuncio para ser atractivo y eficaz: que cada uno completamos el mensaje con nuestra propia aportación intelectual y emocional. Magnífico una vez más ING Direct.

https://www.youtube.com/watch?v=LS2_JnHAtZ0&feature=youtu.be

 

5. Recomendaciones para el fin de semana

Dos propuestas diferentes

Vamos con una película y con una propuesta informativa.

El domingo, a las 23:00, La Sexta nos ofrece un bombazo, con la entrevista en exclusiva a Edward Snowden, dentro del programa “El Objetivo”, que presenta Ana Pastor. Es un auténtico bombazo, pues se trata de un ex agente de la CIA, actualmente huido y escondido en algún lugar de Rusia, que se exiló con innumerables secretos sobre el modo en que los Estados Unidos espían a todo el mundo, incluyendo a cada uno de nosotros. Es algo que no podemos perdernos, este domingo a la noche, en la Sexta, después de “Salvados”.

– Para el sábado a la noche, una película sueca, excelente: Tierra de ángeles. A las 22:00. Se trata de un drama musical, romántico y de cierta nostalgia. Esta película fue candidata al Óscar a la mejor cinta de habla no inglesa y un éxito de taquilla en su país, Suecia. Vale la pena, para los que quieren cine diferente, no comercial, de calidad.
¡Hasta el próximo jueves!

Estamos todos en modo debate

 

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Estamos en modo debate. Dícese de la circunstancia según la cual la ciudadanía, sus medios de comunicación y líderes de opinión, todos a la vez, se encuentran entregados a la tarea de opinar sobre la fórmula de gobierno más conveniente y el tipo de acuerdo que deberían conformar los partidos para resolver el actual vacío de poder y sus incertidumbres. Las cadenas de televisión han interpretado la situación de diferente manera. La Sexta está ofreciendo la mejor respuesta y su programación es una continuidad de espacios de discusión, incluyendo contenidos de ironía, a los que la mayoría, anhelante de criterio, acude para entender el barullo político. Y de ahí su triunfo absoluto en el seguimiento de las ceremonias parlamentarias de la investidura y ese 8% de cuota, que la consolida como cuarta emisora en audiencia.

Mediaset no ha entendido nada. Ensimismado en sus realities y en la muy rentable telebasura, parece haber desistido de unirse a la discusión de enjundia. Acaso lo ha intentado en Cuatro, donde tarde y mal ubicó una tertulia en hora punta, que apenas ha durado lo que “lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”, a decir de Sabina. Apenas dos semanas ha aguantado Miguel Ángel Oliver con «Toma partido», una fallida fórmula que trataba de hacer entretenido lo que en sí no tiene ninguna gracia. Y si el sector social proclive al cambio político se encuentra cómodo en La Sexta, los conservadores, al igual que los huidos de la justicia en el medievo, han buscado asilo en la Iglesia, cuya tele ha doblado sus audiencias estos días. La polarización izquierda-derecha, Sexta-13TV, reduce la opción de los demás canales y empobrece el debate.

Quizás porque estamos ante un asunto español es por lo que ETB tiene menos cancha. El espectador vasco, interesado en algo que no percibe tan lejano, se asoma a las televisiones estatales. Como los votos robados por Podemos a EH Bildu, una parte de la audiencia de Euskadi, de cierta sensibilidad, mira lo que ocurre en España. Quiere estar también en modo debate.

El Congreso fue un plató de televisión

 

Hablamos de televisión

4 marzo 2016

Contenidos del programa de Onda Vasca, con Begoña Beristain

 

1.A debate

Vuelta de tuerca de Podemos en la tele

Intensa semana de contenidos políticos en la televisión, con un buen seguimiento. No es verdad que la gente esté siendo indiferente con lo que está ocurriendo en la alta política. Independientemente de lo que cada uno crea que debería hacerse, se ha manifestado un alto interés por el debate de investidura y todo lo que lo rodea. Los informativos y sus audiencias son buena prueba de ello.

Lo más destacado de las sesiones del martes y miércoles ha vuelto a ser la capacidad de Podemos y su líder, Pablo Iglesias, de sacar un alto rendimiento en imagen pública. Sigue dominando el medio con maestría. Ha sido, insisto, más allá de las posiciones ideológicas, el ganador de este debate, al memos por ahora. Solo la imagen del beso en la boca entre Iglesias y Domenech, que ha sido noticia en todo el mundo, ya vale lo que hicieron juntos el resto de participantes en el debate. ¿Que es un puro teatro, que es una tontería, que eso no debe hacerse en una cámara política…? De acuerdo, hay opiniones para todos, pero la notoriedad obtenida por este gesto y el carácter de renovación estética y de estilo que implica para Podemos este hecho no tiene precio. Y resulta muy positivo para el sector social que apoya a esta nueva formación.

Al margen de este hecho, el debate desde el punto de vista de comunicación pública, nos ofreció las siguientes claves:

– Una imagen insuficiente, como líder, de Pedro Sánchez. Estuvo muy nervioso, con unas formas de poca densidad, carente de la potencia y solemnidad que se puede esperar de un momento tan trascendental para él, dejó pocos mensajes memorables, estuvo más bien a la defensiva (como todos lo que tienen miedo) y no estuvo convincente en los argumentos. Perdió una gran oportunidad.

Rajoy se tomó una revancha con Sánchez, pero volvió a evidenciar que es un líder derrotado. Se equivocó de estrategia, porque debió ser más hombre de Estado que líder de partido: hubiera ganado mucho si hubiera elaborado un discurso constructivo. Parecía el líder de la oposición.

– Pablo Iglesias consolidó su perfil alternativo. Suyos fueron los mensajes para el recuerdo de la sesión, sobre todo en lo que se refieren al pasado de Felipe González, conceptos como la “naranja mecánica”, etc. Por un momento, el Congreso parecía un plató de TV.

– Rivera sufre en la tribuna. Es poco explicable que el líder de Ciudadanos se ponga tan nervioso en los momentos fundamentales, como ya vimos en campaña. Le falta aplomo en la solemnidad. ¿Falta de seguridad? ¿Le viene grande el escenario español? Posiblemente, pero nos muestra unas carencias tremendas como líder político.

– Si el ganador fue Pablo Iglesias, el perdedor fue Patxi López. No habíamos visto un moderador más torpe en décadas de democracia, y más bien arecía Celia Villalobos que anteriores presidentes del Congreso. Es un verdadero desastre como imagen de presidente, que debe moderar el debate.

El ganador en TV ha sido La Sexta, que ha barrido a las demás cadenas, particularmente a Cuatro a TVE en el seguimiento del debate. Ahí están las cifras de audiencia que lo acreditan La Sexta le tiene cogido el tranquillo a cómo se debe informar y comentar el acontecimiento político, mientras que la televisión pública española parece que no le interés demasiado. En TVE se vive una cierta sensación de interinidad.

Nos quedan un par de sesiones. Y lo que te rondaré morena, porque esto huele a elecciones y a atracón político hasta el verano y aun después. Ahí estaremos.

 
2. El impacto

A la sexta nominación, Oscar para DiCaprio

Aunque la ceremonia de los Oscar de este año ha sido bastante sosa, con muy pocas emociones y bastante conflictiva antes y durante la entrega de los premios (por los asuntos de la supuesta discriminación contra los negros, y las diferencias salariales entre actores y actrices), en una cosa sí se habían puesto todos, absolutamente todos de acuerdo: en que Leonardo DiCaprio tuviera su Oscar al mejor actor. Esa unanimidad flotaba en el ambiente y estalló al sonar su nombre. Fue muy previsible, pero también muy emocionante. Era su sexta nominación y ya resultaba excesivo que, después de su papel épico en la película El Renacido, no le dieran la estatuilla.

Luego DiCaprio hizo su discurso ecologista, como corresponde con una película que se desarrolla en medio de montañas y ríos de una belleza salvaje y absoluta.


3. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

Menos espectadores en la ceremonia de los Oscar

No sabemos el número de espectadores que la ceremonia de los Oscar obtuvo por aquí, porque es durante las primeras horas de la mañana; pero sí sabemos las que hubo en Estados Unidos: 32 millones de espectadores, una de las peores audiencias desde hace siete años. La ceremonia fue deslucida, presentada por el actor cómico Chris Rock, que no me parece que sea la persona adecuada para el caso. Por cierto, que este actor negro ya hizo diversas alusiones a la ausencia de persona negras en la lista de nominaciones.

Audiencias de febrero

Pocas novedades en las audiencias del mes de febrero. Telecinco sigue en cabeza, con el 14,/% del total de los espectadores, seguido a más distancia que otros meses por Antena 3, con el 13,1%. TVE es la tercera opción, con el 10,2% y le siguen La Sexta, con el 8%, que sigue subiendo, y luego Cuatro, con el 6,5%, que no puede con La Sexta.

En cuanto a ETB, vuelve a perder apoyo, y se queda con el 7,5% en ETB2, y 1,7% en ETB1. Malos datos, esa es la verdad, para nuestra televisión pública.

La emisión más vista fue el partido del Barça contra el Arsenal, el 23F, con 5,6 millones de espectadores, y después Bertín Osborne, en su entrevista a Iker Casillas y Sara Carbonero, con más de 4 millones de espectadores.

 
4. La buena publi

Neutrogena reivindica a las mujeres

El anuncio de hoy es una campaña de alcance internacional y fue estrenado con ocasión de la ceremonia de los Oscar. Es un anuncio delicioso, grande, de marca. De esos que quieren ser un poco épicos y de lo más emocionales. Es un canto a la mujer. Pero a la mujer de hoy: deportista, culta, urbana, fuerte, la nueva mujer que manda por lo que vale, la mujer luchadora de siempre. Este discurso ya lo han puesto en marcha otras marcas de cosmética, como Always o Dove, campañas que estimulan la autoestima de las mujeres.

La campaña gira en torno del eje “verás que es posible”. Y es una hermosura de campaña que hace más grande esta marca noruega. Por cierto, que hace patria con la bandera del país. Noruega no solo es bacalao y fiordos. También es esta gran marca.

http://youtu.be/q2yco3uEYds
5. Recomendaciones para el fin de semana

Dos propuestas para el primer fin de semana de marzo

Fin de semana desapacible, con lo que invita a coger la mantita, el café y el sofá y ver un poco más de tele, entre partida de parchís o de trivial con las personas que quieres.

El sábado, en Antena 3, a las 10 de la noche, una peli entretenida, sin más, pero de acción. “Caza mayor”. Es un thriller en el que se ve envuelto el avión del presidente de los Estados Unidos. Con un actorazo de primera, Samuel L. Jackson, uno de los preferidos por el simpar Tarantino.

Y el domingo, en La Sexta, a las 21:30, Salvados. El programa de Jordi Évole, sin duda, es un referente de la conciencia social. Ya ha traspasado los temas políticos puntuales e inmediatos, para ir a los temas más profundos. Es un programa indispensable, e impagable desde el punto de vista democrático.

¡Hasta el próximo jueves!

Esperanza Aguirre y Rita Barberá o la autodestrucción del PP

Cuando aparecen los problemas tenemos dos opciones: que las cosas nos vayan mal por un tiempo o nos vayan peor para siempre. El PP ha elegido la segunda alternativa, que consiste en responder a las dificultades con una conducta innoble y desabrida para salir completamente derrotado. La tele nos están retransmitiendo el patético espectáculo de cómo una organización entera, muy poderosa hasta hace poco, se esfuerza en añadir a su final de ciclo su total autodestrucción. Incluso más acelerada que la de Rosa Díez, que ha preferido un callado retiro tras romper los hilos de su guiñol, UPyD. Dos mujeres y un hombre son actores principales de esta tragedia.

Esperanza Aguirre, “vasca por los cuatro costados”, según el programa de ETB «Todos los apellidos vascos», representa el paradigma de la autoinmolación por estulticia. Su actitud odiosa hacia los periodistas, el afán por exhibir una furiosa antipatía, su infundada superioridad y el desdén que le procura su solvencia económica nos han mostrado a una difunta oficiando su funeral como lideresa, entre muecas de desprecio y fracaso ético. Empeñarse en el poco ocurrente insulto a La Sexta, a la que denomina “la Secta”, no es más que el corolario de su indigno fallecimiento político, empeorado hasta el bochorno.

La otra mujer, Rita Barberá, interpreta su propia tragicomedia. En vez de enfrentarse en el tribunal de la tele a su presunta culpabilidad por corrupción con disposición humilde y honrosa, la exalcaldesa valenciana ha optado por caricaturizar su bajeza y remarcar lo más vulgar de su persona. Su sonrisa forzada y los silencios la condenan de antemano por fealdad moral. ¿Es que nadie enseña a los políticos los rudimentos de la estética para tiempos de desolación? Deberían saber que la tele lo capta todo, hasta lo invisible. Y mientras su partido se autoliquida, a Mariano Rajoy le bailan las palabras, le cantan los hechos y aguarda a que los errores ajenos le produzcan un milagro. Eso no es heroísmo, es pura agonía. Veremos esta semana el penúltimo capítulo del sainete.