Publikoa

Mourinho, presidente de la asociación de peñas barcelonistas. ¿Se lo imaginan? Por qué no, si Patxi López se acaba de presentar como el gran adalid de lo público. Bueno, en realidad, de lo “Publikoa”, para que se vea que le lucen los 48.000 trompos anuales de su euskaldunización novillera. Más que un conejo sacado de una chistera parece un ornitorrinco aparecido de una txapela. O la perfecta adaptación de la leyenda del bombero pirómano. Tres años calcinando las urgencias de los hospitales, abrasando la sustituciones en la educación, reduciendo a cenizas el metro de Bilbao y otros transportes dependientes de la administración cambista, y llega ahora con la manguera salvadora.

Y no crean que la cosa queda ahí, porque el juego polisémico permite un latrocinio múltiple del mismo término. Sin necesidad de ir al diccionario, sabrán que “público” no sólo es lo que depende de las instancias oficiales o lo que pertenece a todos. En la primera acepción es algo “notorio, patente, manifiesto, visto o sabido por todos”. Efectivamente, estamos hablando de lo que ahora se nos da en llamar transparencia. También ese significado se lo ha echado a la buchaca el mismo López que considera un atropello que hayan salido a la luz datos no muy edificantes de un alto dirigente de su partido y familiar suyo. Datos, hago notar y me sorprende que nadie lo haya señalado hasta ahora, que la ciudadanía tiene todo el derecho de conocer sin necesidad de que nadie se los filtre.

Lo chistoso y a la vez esclarecedor es que el cuñado aludido fuera, en su calidad de artillero electoral en la sombra (siempre en la sombra) del PSE, uno de los muñidores del sarao donde se hicieron mangas y capirotes con la palabra convertida en fetiche. El otro era, no creo que haga falta que les diga más, Rodolfo Ares. Seguramente por ello no se detuvo a nadie en lo que fue un atraco a demagogia armada para quedarse con lo público.

4 comentarios en «Publikoa»

  1. De lo «publikoa» no digo nada, pues la verdad, ni me he molestado en leer nada… No tengo tus hígados…

    De lo del cuñaaaooo y hacer públicos sus «errores» fiscales, pienso lo que alguna vez se ha comentado en tu programa GABON.

    Creo que esos datos fiscales, no debieran ser públicos, en el sentido de «sabidos por todos». Como ocurre con esas declaraciones patrimoniales que deben hacer los políticos. Una cosa es que esté controlado (por un juzgado «especial» o por el mismo Parlamento que corresponda), y en ese sentido sea público, y otra cosa es que se cuelgue en las puertas de los WC públicos para escarnio y cotilleo público.

    Sería esperable que estos «affaires» públicos se resolvieran por un «comité interno» del propio partido, aunque no se publiquen los detalles, pero no parece que esto funcione.

    Se debiera legislar sobre esto, y determinar una inhabilitación para todo político con cargo público que siéndolo cometa fraude fiscal, entendiendo como tal, aquél que haya supuesto una sanción administrativa grave y firme por encima de X euros, si se quiere, aunque no sea delito fiscal (por su importe). Y esa inhabilitación se iniciara mediante un informe de la administración tributaria al parlamento que corresponda, o al juez «especial» que se determinara.

    Es una vergüenza que un cargo público meta mano en lo público y/o comenta fraude fiscal. Tolerancia CERO.

    Lo malo es que quien legisla son sus señorías, que no tienen vergüenza para afear a su compi de partido, al menos en público, quizás porque «hoy por ti, mañana por mi…», así que una legislación así…

    Y si cuñaaaoo tuviera un poco de decencia, que dimita de sus cargos, ponga el carné a disposición del partido y pida disculpas públicas, please, porque se lo debe a su público y a quien lo acepta/soporta como cargo público, aunque no lo haya votado.

    Y espero que Patxi sea inteligente y no vuelva a hablar en público del fraude fiscal…

  2. Este tío y sus ocurrencias tontunas cada día me recuerda más a los de Monty Python en la vida de Brian(la escena del frente judío es de morir) a la conjura de los necios (si alguien no lo ha leído lo recomiendo vivamente, a confederacy of dunces, en original) y a Chiquito de la Calzada. Algún día harán programas de humor con esta cuadrilla de lelos y no podremos creer que han estado ocupando el gobierno.

  3. jonis, discrepo parcialmente. Vale que lo de hacer público el patrimonio de cada político sea una soberana estupidez, a nadie le importa lo que tiene un político con o sin cargo público. Hasta ahí de acuerdo. Pero a partir de ahí, no.

    Un tío que me pide el voto (aunque yo no puedo votar en Euskadi soy vasco y me arrogo la virtud de poder juzgar a los políticos vascos), sea del partido que sea y tenga o no un cargo público o como dicen los chachis ahora (Tontxus, Txarlis, Patxis… qué jatorras los del «finde a Castro»!) «Publikoa», moralmente me deben algo… pongamos, una actitud ejemplar, y de la que la Hacienda sepa que le ha caído un manojo de billetes de color morado (por cierto, aquí en Holanda no existen ni las monedas de 1 y 2 Cts ni esos billetazos de 500!!, son algo teórico, pero nadie los ha visto jamás… como lo oís!) y se ha pagado un chaletón en otra región a la que quieren dotar de un tren pagado por Bizkaitarras, lo siento pero solo puedo estar agradecido al filtrador con quien me solidarizaré cuando le caiga el purito correspondiente por su «fechoría».

    eso sí debería estar regulado… que se conozca su patrimonio me parece de cotilleo barato siempre y cuando cumpla ejemplarmente pero de la que se Melchorgilaricen sus actos, se haga público de inmediato! nos lo deben éticamente quienes nos piden su apoyo cada tantos meses… no crees?

    Agur Iparretik

  4. Hay un perfil no definido (sfumatto diría Leonardo) ente lo público ylo privado. Los registros de la Propiedad y mercantil son registros públicos. Hacer público que te has comprado un casa es ir al notario y, para que terceros lo conozcan y realmente tengas ese derecho reconocido por todos lo haces en escritura pública ante un Notario y lo inscribes en el registro de la propiedad, al cual pueden acceder todos aquellos que manifiesten un interés legítimo (posible comprador, un financiador que utilizará el inmueble como garantía de un créditoa conceder, unos herederos, etc) Lo cual no quiere decir que pueda acceder alguien por cotilleo.
    Pues bien, dicho esto, el que los políticos hicieran de sus declaraciones de renta, de sus bienes y acciones patrimoniales actos públicos, con sus corespondiente fe pública y registral, no sería en modo alguno contrario a los criterios democráticos. ¿No tienen cargos públicos?, pues sus rentas, públicas tambien.
    Además, así no habría filtraciones. Fíjate qué alivio.
    Por cierto me gustaría que fuera pública la lista de los ladrones perdonados por un 10 % del botin. Para que nosostros, el público que cotiza, sepamos con quien nos jugamos los cuartos (y los perdemos, claro).
    No han pedido ideas para la Ley de transparencia?. Esta es una.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *