Aquel Abundio, célebre por haber quedado segundo en una carrera contra sí mismo y por vender el coche para comprar gasolina, acaba de ser superado. Como al personal se le ha bajado por pelotas la fiebre consumista y se lo piensa cuatro veces antes de echar mano al bolsillo tieso, los asadores de manteca de Moncloa han decidido que la solución para que vuelva el despendole manirroto con su versión cañí del “give me two” es darle un arreón a los precios.
Por decirlo todo, es cierto que en los últimos años hemos dado muestras de ser lo suficientemente gilipollas como para que esa lógica —o sea, esa ilógica— no resulte tan descabellada. Les puedo presentar a unos cuantos que despreciaban en la charcutería del barrio la misma paletilla perruna de tres euros que compraban por quince en la vieja tienda de la esquina rebautizada como Delicatessen. Pero, una vez que no solamente le hemos visto las orejas al lobo sino que tenemos la huella de sus fauces en el nalgamen, van quedando menos chulitos de esos. Han regresado frente al mostrador de Manolo y en no pocos casos, para agenciarse mortadela cortada como papel de fumar.
Sospecho, pues, que por ahí no les van a salir las cuentas a las lecheras marianas. Y si lo que esperan es que el anhelado aumento de recaudación venga de las facturas de los sufridos autónomos, van dados. Si hasta ahora había que tener una conciencia cívica rayana en la santidad para no ceder a la tentación de despistar el IVA en las actividades que jamás olerá un inspector, el nuevo apretón de clavijas es una invitación en toda regla a pasárselo por el arco del triunfo. Al tiempo.
En cualquier caso, de este pan elaborado con unas hostias me queda un aprendizaje que les comparto. Cuando el PSOE subió el IVA, el PP montó la de San Quintín. Ahora que el PP hace vergonzosamente lo que dijo que no haría, es el PSOE el que echa espumarajos y toca a rebato. Y lo llaman política.
«Si hasta ahora había que tener una conciencia cívica rayana en la santidad para ceder a la tentación de despistar el IVA..». Creo que falta un «no» entre «para» y «ceder». Porlo demás, plenamente de acuerdo.
Lo que no sé ya es si las medidas tomadas por el Gobierno (?) están motivadas por la necesidad ofrecer una apariencia de esfuerzo fiscal a los mercados, es decir paises donde la disciplina fiscal del contribuyenteno no se basa en la ética, sino en la consciencia de que el fraude fiscal es una verdadera carga para tus conciudadanos y para el pais (ayudado, claro, porque sus políticos no hacen aeropuertos sin aviones) o bien por la estúpida ignoracia de que si suben la tasa, el comportamiento del consumidor no va a sufrir alteración. Esto último que en primero de Económicas se llama «elasticidad de la demanda» puede llevar a la sorpresa de que subiendo el IVA, se recaude menos por IVA, y tiene el desagradable acompañamiento de que no se le pueda echar la culpa al PSOE. Pero es que en el otro caso, a los mercados no se les engaña tampoco (de ahí la atonia de la bolsa y la erección pornografica que presenta la curva de la prima de riesgo desde que se anunció la subidita). Los planes y medidas de crecimiento y reactivación de la demanda siguen ausentes y ni se les espera, así que antes de cumplir un año de mandato vendrán los hombres de negro al rescate y haremos nuevamente elecciones, con resultado mixto PP-PSOE para salvar egpaña, maridaje cuyo resultado conocemos muy bien por estos lares. Las privatizaciones, plusvalias de fusiones bancarias y negocietes varios tipo renovables subvencionadas, autopistas de super pago, licencias de juego con camarero local y propietario de sombrero tejano, están servidas en bandeja.
Corregido el desliz, Julián. eskerrik asko.