Nota preliminar: no solo los partidos perdedores deberían aplicarse a una autocrítica sincera, sosegada y lejana tanto de la mortificación como de la tentación de absolverse sin propósito de enmienda. También a los que han obtenido un buen resultado les sería de provecho pararse a reflexionar sobre por qué esta vez sí y las anteriores no o darle una vuelta a si el respaldo que han recibido puede durar o es flor de un día. En los cimientos de las futuras derrotas estrepitosas suele haber triunfos pasados mal digeridos y peor analizados. Creerse el rey del mambo se paga a la larga, que en realidad es pasado mañana.
Y si donde han pintado oros hay que andarse con calzado de buzo y no bajar la guardia, con más motivo allá donde las urnas han sido crueles y esquivas. Claro que primero hay que ser capaz de interpretar que ha sido así. Con la excepción de Mikel Arana —siempre dimiten los mejores y los que menos culpa tienen—, los dirigentes de las formaciones que se han hostiado van por ahí en plan chulopiscinas retándonos a que les comamos la pirulilla. En su versión, el único reproche hay que hacérselo al pueblo, esa manga de gilipollas que, como el negro del chiste, no saben ni abanicar. ¡Mira que no haber envuelto en trillones de papeletas a los que tanto y tan bien han hecho por ellos! Matiz arriba o abajo, es lo que han dicho en las últimas fechas Pastor, López y Pérez Rubalcaba.
En las otras siglas estrelladas, el examen de conciencia tampoco da ni para un Muy Deficiente. Basagoiti sigue empeñado en que todo es producto de una conjura masónica, no de los masones, entiéndase, sino de Mas, de nombre Artur. Después de haber pasado en Araba de primera a cuarta fuerza y en Gasteiz de primera a tercera por los pelos, el Diputado General Javier De Andrés se felicitó ayer mismo por haber reducido distancias [sic] con PNV y PSE. Que San Mariano le conserve la vista. O el rostro de cemento.
Autocrítica y empatía, dos lecciones pendientes para la cuadrilla de cantamañanas escañeros, que ponen todas sus energías no en remar todos a una, sino en depurar su técnica de zancadillear todas y cada una de las iniciativas que salgan de otros partidos.
Luego no se explican que muchos no votemos. Pero en fin, eso se la trae floja hasta un mes antes de las próximas elecciones.
Si practican el noble arte de la autocrítica se verá (o no) en el cambio de rumbo que le impriman a su derrota, palabra ésta de doble sentido en las circunstancias actuales…
En la medida en que no hagan absolutamente nada práctico por evitar otra debacle y corregir errores fatales, podremos comprobar si ha habido o no algo de autocrítica.
Por lo demás, lo que digan en público y delante de una cámara viene a ser la otra interpretación erronea y narcisista de lo que algún psicólogo en ciernes les ha dicho que se llama autoafirmación, reforzamiento del yo, defensa proactiva de la identidad…narcisismo tonto de andar por casa y falta de clase y estilo, que así acabamos antes.
También deberían hacer algo de autocrítica los ganadores, o mas bien «reflexiones a priori de», porque quizás no acaben de darse cuenta de que ha ganado el rechazo «al otro» y no tanto una marca concreta.
Podrian aprender de los errores ajenos, que siempre sale mas barato y menos traumático que darse un batacazo electoral en la siguiente convocatoria.
Al menos, los ciudadan@s que les hemos votado preferimos que aprendan en piel ajena y no en nosotros mismos.
La verdad es que los que han perdido, nunca ganaron.
Y hacer la segunda autocrítica , para ellos, era ya insoportable,imposible e im-presionate, parece ser.
Pena el partido comunista.
Expectante en ver ,que proyecto socialista defiende la izquierda abertzale.
Todo sigue igual,parece que fue ayer.
Noto que haber mandado a tomar por la popa a la patulea sociata y a su cabecilla,el PLL, me ha relajado politicamente hasta demasiado.Todavía me quedan un par de «amigos» sociatas a los que «saludar» y lo cierto es que estoy desganado,me siento extraño,hasta desconocido…..
Espero que Urkullu y sus asesores hayan tomado nota del desastre de debate que se cascaron(quién sabe si costó el último de Araba) y me la suda que la banda sociata y morrala mediática adjunta se autocritique o no.Espero a la auditoría que anunció Urkullu y espero que esta sea minuciosa y departamento por departamento,cajón por cajón….espero también la conveniente fumigación en el tribunal de cuentas,en Lakua en general y en las empresas públicas en particular,espero también a la desratización a fondo en EITB y en la ertzantza.Tras todo esto,espero que miren para adelante,que hayan aprendido de errores pasados y contar con un gobierno de gente preparada e implicada con el país(con el NUESTRO,Basagoiti) que se mate a trabajar.O sea,espero todo lo contrario de lo que hemos tenido.Amen.
Ya sé que soy malo y sectario,pero es que contra las hienas o eres un cabrón o te comen.
Lo de los comunistas merece análisis aparte: ¿Cómo pueden disolverse como en agua un azucarillo, ahora que podían abanderar las ansias antisitema con mucha más facilidad que antes?. ¿Cómo han dejado que los árboles no les dejen ver el bosque?. ¿Por qué esa ofuscación con problemas de aparato, cuando tienen uno de los patrimonios éticos más esperanzadores para mucha gente corriente? Me resisto a creer que su mensaje social es mentira y son todos como los trepas aquellos alaveses que negociaban «programa» con sus puestos de trabajo, y dinero para el partido.