Diario del covid-19 (32)

No sé si por cinismo, por cansancio resignado o por querencias de partido, me dicen algunos que debería darnos igual el giro de acera de las caderas de Sánchez con la cuestión de las salidas de los menores a la calle. Lo importante es que la chavalería va a poder airearse y se aparca la barbaridad de permitirles solo que acompañaran a los progenitores a la compra, viene a ser la conclusión de mis interlocutores. Algo así como que está bien lo que bien acaba.

Será que esta semiclausura que ya supera los cuarenta días me ha vuelto aun más tiquismiquis, pero ni siquiera puedo aceptar eso último como realidad. Lo cierto es que todavía no sabemos cómo ha acabado. La única evidencia es que un titubeante Salvador Illa se marcó un Rajoy cuando le preguntaron bajo qué circunstancias se iba a hacer efectiva la medida. “Dar un paseo es dar un paseo”, sentenció el ministro. Al día siguiente, es decir, ayer, se filtró convenientemente a los medios amigos un documento difuso que abre la puerta a garbeos de hasta un adulto con tres niños. Tremenda diferencia respecto al original, ¿no les parece? Y más, si piensan que el tan bien ponderado Fernando Simón no parece tenerlas todas consigo en el asunto de relajar el confinamiento infantil. ¿Habrá nuevas rectificaciones? Yo, desde luego, no lo descarto en absoluto.

4 comentarios en «Diario del covid-19 (32)»

  1. El desastre organizativo es más que evidente ,y mientras tanto el pp sigue sin aportar nada y dedicando todos sus esfuerzos en criticar a Sánchez . Un país Peculia.Mas vale que dejen más control a las autonomías ,por lo menos para ver si se hacen las cosas un poco más pensadas .

  2. Habiendo leído en ELDIARIO.ES que la Guardia Civil está ya emitiendo informes sobre críticas a las instituciones y al gobierno en las redes sociales, digamos que:
    El PSOE lo está haciendo cojonudamente gracias sobre todo a la colaboración de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado y al papel de timonel incansable de Su Majestad Felipe VI.
    No vayamos a tener un disgusto.

  3. Pues entiendo que el ministro Illa es un filosofo y que evidentemente en esto de sanidad esta haciendo un master rapido de esos «masters casados», (no de boda) , y es muy entendible decir que «dar un paseo es dar un paseo», esto Javier aunque no te lo creas tiene su intringulis filosofica y quiere decir que pinto yo en este ministerio.
    Ademas el Sr. Illa no cae en cuenta de que los «iluminatis», los «Ysis» o los «osis» del PP si hubieran gobernado y si hubieran tenido el ministerio de sanidad o si no se hubieran dado las competencias de sanidad, o si no hubiera estatutos de autonomia, pues simple Illanamente el virus no se hubiera atrevido a salir de su confinamiento por que le hubieran metido un 155 que te cagas.
    Yo simplemente con este tema del virus prefiero que me de la Murga la consejera que por lo menos sabe algo de sanidad, de lo que habla.
    Claro que luego estan todos esos «que se fefinen como despues de visto, listo».

  4. A mí la situación actual me recuerda una anécdota (real) que me tocó vivir:
    Estaba acampado junto a unos amigos en los pirineos. Yo utilizaba una vieja tienda canadiense que había visto pasar sus mejores días.
    Tuve que ausentarme un día por motivos laborales dejando a mi hijo a cargo de los vecinos. Ese día se desató una tormenta y el ojal de uno de los pilares se rasgó un poco. Uno de los vecinos se aprestó a arreglar el entuerto con las siguientes herramientas: martillo y picas de hierro, alicates, hilo bala y una aguja gruesa.
    El resultado obvio fue que tuvieron que acoger a mi hijo los vecinos.
    Por supuesto, hubo que tirar la tienda, inutilizada para siempre.

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