Una noticia directa a la boca del estómago: la factura mensual de las pensiones ha caído por primera vez por las muertes por coronavirus. La Seguridad Social tuvo que hacer frente en mayo a 38.508 pensiones menos que en abril. Es altamente probable que en la explicación detallada de semejante descenso entren otros factores, pero a nadie se le escapa el brutal mensaje que contiene esa cifra. Nada, por otra parte, que no se nos hubiera pasado por la cabeza ni que nos resulte extraño. Esta pandemia se ha cebado cruelmente con las personas mayores.
Se antoja especialmente siniestro que hayamos conocido este hecho apenas unas horas después de que el artista del alambre Fernando Simón nos informase de que de un día para otro habían desparecido casi dos mil personas del saldo oficial de muertes. ¿La explicación? Ninguna convincente: que las comunidades autónomas no saben contar. O peor aun, que cambiando de criterio, los números salían menos feos. Miren que trata uno, casi con fe de carbonero, de no poner en duda el criterio de los que saben, pero en este caso cuesta un mundo. Máxime, si como hemos venido intuyendo, hasta la fecha las muertes se han contado de menos y no de más. Eso, sin pasar por alto lo más doloroso, que es la reducción a mera estadística de vidas que se han quedado por el camino.
Nos ha pillado a todos tan en pelotas que no sabemos contar los muertos. Si hubiera estado el PP en el gobierno hubiera encargado el resumen final al picoleto ése tan famoso, el que hace los informes copiando a Inda.
Y le hubieran salido muchos menos, por Dios por la Patria y el Rey.
Pero si solo han muerto 27000 y pico de personas, y no todos absolutamente pensionistas, no me cuadra que haya 38000 jubiletas menos para cobrar. Porque, aunque las instituciones han estado semi cerradas o cerradas cal y canto, imagino que habrá habido altas también en el censo de pasivos, vamos, sigo yo.
«Lies dripping off your mouth like dirt, lies in every step you walk, lies whispered sweetly in my ear, lies, how do I get out of here?» Mick Jagger.
Está claro que la «caja unica» de la seguridad social «respira» mejor con la ayuda del COVID-19.
Todo un éxito. ¡que hipocresía».
Algunos estarán pensando que «no hay mal que por bien no venga».
Y muchos de los que piensan así, serán los que luego, en sus discursos, citan al colectivo de personas mayores, como»….»nuestro mayores».
Si observáramos en el registro civil los fallecidos en los meses de Marzo, Abril y lo que vaya de mayo de los 5 años anteriores a 2020, hallamos la media y lo comparamos con los fallecimientos inscritos (por cualquier causa) en los mismos meses de 2020, tendremos la desviación que se ha producido este año, sin necesidad de certificados médicos, datos facilitados por comunidades, errores, duplicidades, etc…
Pienso yo que no costaba nada el dar los dos datos: los facilitados por los hospitales, residencias, consejerías de sanidad, etc. y esta desviación.
A veces pienso que el INE está para dar de comer a los amiguitos…
También pienso que todo este barullo no es incompetencia. Es opacidad intencionada.