Otra vez el Constitucional

Si no encerrara decenas de miles de dramas, resultaría una historia chusca, a la altura del partido y la institución judicial que la han protagonizado. En marzo de 2020, Vox exigió la suspensión de la agenda del Congreso “hasta que las autoridades sanitarias certifiquen que se ha recuperado el control y no haya riesgo para la salud”. Y los abascálidos no se quedaron ahí. Dado que uno de los primeros diputados en contagiarse fue Javier García Smith, alias Geyperman, sus 51 compañeros se ausentaron del hemiciclo y provocaron la suspensión de un pleno. En las audiotecas consta el cabreo de la todavía por entonces vocinglera mayor del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. “El Congreso no se pone en cuarentena. Eso es inaceptable e inasumible. Los parlamentos no se cierran ni en una guerra”, proclamó la hoy outsider genovesa, afeando la actitud sus aliados requetediestros. Andando el tiempo, y una vez reducida hasta lo sanitariamente razonable la agenda de las Cortes, a Vox se le inflamó la vena y se plantó en el Tribunal Constitucional a presentar recurso de amparo contra el cierre… que nunca fue total.

Como saben, lo penúltimo es que la altísima magistratura ha tumbado esa clausura que no lo fue por seis votos a cuatro. Un togado conservador —qué raro, ¿verdad?— cambió a última hora de opinión y deshizo el empate. El argumento es que el Congreso impidió el desempeño de las funciones de los diputados, cuando debió hacerlas compatibles con las medidas para frenar la pandemia. Otra vez muletazos de adorno a toro pasado. Ya puestos, la parte carca del Constitucional debería fallar contra el propio órgano porque también suspendió su actividad.

4 comentarios en «Otra vez el Constitucional»

  1. Todo está atado y bien atado, dijo el otro. Aquí se ejecuta el programa político de la extrema derecha nacionalista española. Si alguien quiere hacer algo que se salga de ahí, los jueces no le dejan. Democracia a la española. Y como se pueden estar sin renovar el poder judicial hasta que vuelva a gobernar el PP, cuando gobiernen ellos, vuelven a poner a otros de su cuerda y ya está. Y si, llegado el momento, el PSOE les hace lo mismo que hacen ellos, seguimos con los de ahora, que no está mal. Sólo se pueden cambiar cuando vayan muriendo. Yo ahí lo dejo…

  2. Casi mejor dejar a España por imposible. Es tal el grado de degeneración de la vida institucional que eso no hay nadie que lo arregle. Y lo malo es que tampoco quieren.

  3. Tanto la Constitución como su ley Orgánica no dicen que este amado Tribunal resulta el supremo interprete de la Constitución, con independencia de cualquier otra instancia y poder. Al respecto, quisiera indicar que las palabras de la Constitución no son una serie de adagios fuera de cualquier tiempo y lugar, sino que son valores operativos que necesita su cumplimiento para ser algo mas que buenos consejos. Esto es lo que parece que se les ha olvidado a los inclitos magistrados componentes, pues no solo su proceder ponen en cuestión el primero de los valores indicados sino también desconocen la realidad que debe de informar el cumplimiento y la interpretación de lo que dicen defender con tanto ardor. Parece que el principio de interpretación conforme a la Constitución acuñado por ellos, pasa a ser un manto de Noe que lo tapa todo, incluso lo mas absurdo, estrámbótico y desvergonzado que se les ha ocurrido en estas últimas fechas. Siendo así, no es de extrañar que se le considere un árbitro comprado, al que por necesidad constitucional y democrática, no estaría mal que le pusieran un VAR para poder juzgar sus resoluciones, puesto que algunas son dignas de esculpir en mármol.

  4. Ya sé que todo esto del Constitucional, del Supremo, etc., es muy serio, pero la verdad es que no lo parece. Lo que nos llega a los ciudadanos de a pie, es una versión tan poco seria de estas Altas Instituciones del Poder Judicial, que es como para pensar que todo es un cuento, una comedia, para distraer al personal.
    ¿Y así hasta cuando?
    Porque ser necesarias estas Instrucciones, lo son pero no así. No como están ahora.
    Por favor señores Jueces, dignifiquen su labor en este sistema democrático que tenemos, aunque no sea el mejor.

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