De nuevo, la memoria escandalosamente selectiva. La Mesa del Congreso de los Diputados ha rechazado la solicitud de EH Bildu para que el siniestro ministro de Interior José Luis Corcuera compareciera en la Cámara para dar explicaciones sobre la campaña de envíos de cartas bomba a simpatizantes de la izquierda abertzale que se saldó con la muerte de un cartero de 22 años en Errenteria en 1989. En el mismo viaje, también se ha tumbado la petición de la coalición soberanista de que el actual ministro, Fernando Grande-Marlaska, informara sobre lo que piensa hacer o dejar de hacer su Gobierno tras las revelaciones que certifican que el Estado estuvo detrás de ese episodio de guerra sucia, o sea, de terrorismo institucional.
La peregrina excusa para el rechazo es que la demanda no se ajusta al reglamento del hemiciclo, manda narices. Lo triste es que ni siquiera podemos sorprendernos. El PSOE y el PP se pueden tirar los trastos a la cabeza en casi todo menos en lo que atañe a cualquier cosa que ameneace con poner al aire las vergüenzas de lo que con actuaciones como estas no cabe llamar sino régimen. Por la parte de los de Casado, no hay demasiado que decir. En cuanto a los socialistas, que tanto se llenan la boca hablando de la necesidad de esclarecer determinadas situaciones del pasado, resulta un escarnio que sigan optando por la mirada hacia otro lado, el despeje a córner o la puesta en duda de unos hechos que, como acaba de desvelar nada menos que el ABC, diario de orden donde los haya, están lo suficientemente documentados como para que, por lo menos, se investiguen. Así de triste
Pues eso. Que tire las piedras verbales el que esté libre de pecado, no los asesinos ni sus encubridores ni una sociedad cobarde que calla ante hechos así.
Nada une más, que tener un «enemigo» común. Y eso le pasa al PP y al PSOE. Su enmigo común es, entre otras cosas, el terrorismo de Estado que se practicó contra ETA en los años euros de la actividad de esta organización. A ninguno le interesa que se mueva el tema, que se investigue, y que al final podamos conocer toda la verdad y saber quienes fueron los responsables.
Yo creo que tendrán que pasar aún muchos años mas, para que todo aquello quede aclarado. Y será cuando ya los culpables estén sometidos la «Justicia Divina». Triste y pobre consuelo. Sobre todo para las víctimas.
Alquien le ha pedido perdon a la familia del cartero?
Corcuera es un fanatico, ignorante y muy peligroso.
En este país se han hecho cosas muy graves por parte del estado, hechos delictivos nos guste o no y muy pocos han tenido que responder por sus actos y lo han hecho de forma muy leve.
Durante muchos años se actuó por parte del estado con total impunidad y oscurantismo y sino que se lo pregunten a Corcuera y al Sr X con toda su banda que se movía a su alrededor.
No pero no hay que preocuparse, la sociedad Española tan sana ella, pondrá inmediatamente a su clase dirigente en su sitio y obligará a investigar unos hechos que tan buena gente no puede consentir.
Lo único que hoy no, mañana.
Enternecedor abrazo de Sánchez y González. Público en pie, aplausos a rabiar, emoción, PSOE en estado puro; Esto no debe ser una humillación para la familia de Zabalza, Lasa y Zabala y tantos otros, no, esto es de puta madre, democracia, paz, convivencia y respeto a las víctimas, las suyas claro, a las otras que les den por culo. Pues nada, Bildu corriendo a aprobarles los presupuestos progreguais. todo en orden.
Y de propina la «abolición» de la prostitución. Y digo yo que puestos podían abolir las guerras el paro o el hambre. Los jetas y los cínicos que no los abolan que se quedan sin dirigencia.