No pierde su vigencia el clásico acción-reacción-acción. Con indisimulada alegría, la inefable presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, proclamó ayer en un sarao montado por Pedro Jota que por supuestísimo vendrá mañana a Gasteiz. “Van a intentar que no vaya y eso es imposible. El País Vasco es España. Flaco favor le haría a la libertad si me dejo imponer por los totalitarios”, se adornó la emperatriz de Sol. Se refería, como saben o imaginan, a la convocatoria de actos de protesta (también saben o imaginan a cargo de quién) contra la presencia de la simpar lideresa en la capital de la demarcación autonómica vasca.
Al final, todos contentos. Ella sentirá acrecentada su leyenda épica ante la gresca callejera en la que, con altísima probabilidad, no faltarán cargas de la Ertzaintza, lanzamiento de todo tipo de objetos contundentes y abundantes destrozos del mobiliario urbano. En la contraparte, los partisanos de aluvión creerán haber protagonizado una nueva acción de resistencia contra el ultraliberalismo fascista opresor que representa la individua. Como banda sonora del cansino psicodrama, propongo al añorado Aute pidiendo que se casen los troyanos y los tirios porque son tal para cual. Bien es verdad que, en el caso que nos ocupa, cabe un matiz. Ayuso es perfectamente consciente de que sus odiadores (y mejor cuanto más violentos sean) van a trabajar por su causa y no lo disimula. Los de enfrente, sin embargo, ni son capaces de caer en la cuenta de que la supuesta extrema derecha que ellos pretenden combatir (o dicen que pretenden combatir) saldrá reforzada del envite.
¿Vendrá también la odiadora Jamardo a pedir que se bombardee a los gazteitarras?
¿Hablará Pedro Jota de la conspiración del 11M y ETA?
¿Le darán otra medalla a IDA por su gestión de la pandemia?
Todo eso es violencia tolerada.
Llevas razón. A los de enfrente les falta frente, medida en dedos.
Pues seguro que los tontos muy tontos de siempre se las ofrecen con su infinita torpeza , y así ya le hacen subir a los altares de los mártires con su consiguiente subida en votos 🗳
No hay mayor desprecio que no hacer aprecio.
La visita de Ayuso se puede encuadrar en la típica oferta comercial de «dos por uno».
UNO: que tal vez consiga que alguna Empresa se marche para la Comunidad de Madrid.
DOS: que los radicales le den argumentos para seguir diciendo que en Euskadi somos malos malísimos.
Y esto último sin ningún coste para ella, pues los radicales, que sí los hay aunque sean minoría, están «de ronda» y corren con los «gastos «, aunque la reparación de lo que rompan, más allá del prestigio y la imagen del País Vasco, lo pagamos a escote entre todos los ciudadanos y ciudadanas.
Pues para eso mejor que no venga, pero si viene, lo dicho: «no hay mayor desprecio que no hacer aprecio «
Y el Hermano de Ayuso también viene a Gasteiz??
Si viene MAR recomiendo escondan el crianza, el reserva y hasta el cosechero.