Bueno, pues ya están las dos grandes almas del soberanismo catalán donde querían los de enfrente. Cierto es que las rencillas, amén de ser inevitables por la pura naturaleza de cada formación, vienen de muy largo. Si la antigua Convergencia echada al monte y la vieja Esquerra que ha abrazado el posibilismo han llegado hasta aquí, ha sido por compartir, más que un objetivo, un enemigo hostigándoles literalmente por tierra, mar y aire. Ahora que el unionismo gobernante ha cambiado (solo de momento y por pura necesidad) las porras por las cucamonas negociatorias, las contradicciones se han agudizado hasta el punto de ser imposibles de ocultar.
Sé que los más convencidos de nuestro terruño, mis tiernos procesistas de salón, clamarán que no hay división alguna y que la meta está cada día más cerca. Que Santa Lucía les conserve la vista y San Cucufato, o sea, Sant Cugat, el voluntarismo irredento ante la evidencia. Junts y ERC o, personalizando, Torra y Torrent, están a mandoble limpio. El primero, representante a este lado de los Pirineos del expatriado Puigdemont, ha visto cómo el segundo le ha levantado la condición de diputado sometiéndose al yugo judicial del estado opresor. En términos que tanto gustan a los más encendidos e incendiados, el barbado president del Parlament ha actuado como un cipayo de tomo y lomo. Lo secretamente divertido para mi es que quienes usaban tal epíteto a todas horas forman en la actualidad sociedad de gananciales políticas con el partido que se ha bajado los pantalones. Confieso que ardo en deseos de escuchar las explicaciones de quienes viven las fantasías propias en carne ajena.
No pasa nada, ni se apellida Atutxa ni es del PNV. Todo bien.
Se han invertido los papeles, es eso.
Si el 3 de octubre de 2017 Junqueras exigía a Puigdemont declarar la independencia para no abandonar el gobierno, ahora su partido, dominado por el miedo, nos quiere vender la moto del «pragmatismo». Digo moto porque de poco pragmatismo se puede hablar cuando no hay resultados: seguimos con presos políticos y exiliados, con la policía intervenida «de facto» y con las arcas públicas intervenidas ilegalmente.
Los antiguos convergentes ya pasaron por esa época y, al menos una parte, ya tienen claro que ser un esclavo obediente no hará que el amo deje de pegarte sino que te pegue más. Cierto es que estar liderados por un indepe de toda la vida como Puigdemont se nota. Lo que se entiende menos es el paso atrás de ERC salvo que su independentismo sea de la misma calidad que la democracia española.
Sólo falta que se convoquen elecciones y los catalanes decidan si les gustaría ser independientes o si quieren serlo.
Los del PNV deseando que todo el procés catalán de vaya a tomar vientos, y que ERC y JxCat se den de leches, para decir eso de » ya os dije» y no quedar como el pu… cu…
El PNV es un quintacolumnista de tomo y lomo que va contra la consecución del estado catalán y por supuesto del estado vasco.
Al menos los de VOX van de cara.
Sí, Neronek, de cara como usted, con un seudónimo. Pero ya está acostumbrado uno. Lo menos, sería reconocer la cantada, ¿no? Porque sí, no sé si lo dijo el PNV, pero yo sí lo dije. Como siempre con mi nombre y mi apellido, de cara y sin ventajismos de trol. Ya ha pasado varios niveles de insulto en otros comentarios a usuarios que simplemente expresaban su opinión.
Neronek no, leches. No seas antiPNV porque si. Esto es ajeno, y el blog apunta terceros interesados. Pero no el PNV. Otra cosa es que no se quiera traer aquí lo que hemos visto, mal camino.