Era lo que faltaba. Aplausos en la última comparecencia diaria de la Junta cívico-militar para el uniformado que 24 horas antes había contado sin filtros que el cuerpo que dirige, la Guardia Civil, trabaja “para minimizar el clima contrario a las decisiones del Gobierno”. Con cara de atribulamiento muy mejorable, y sin llegar a decir nunca que la había pifiado, el tipo se escudó en sus cuarenta años de servicio en los que siempre había puesto a las personas en el centro y tal y cual, Pascual. Claro, todos sabemos que José Manuel Santiago, nombre del benemérito mayor, ha llegado a Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil por su compromiso sin fisuras con los Derechos Humanos, igual en Mostar que en Itxaurrondo o La salve.
Pero ya les digo: recibió la ovación de sus compañeros de cuartelada matutina transmitida en directo… y para pasmo de unos cuantos, también de la crema y la nata de la misma progritud que denunciaba con denuedo la malhadada Ley Mordaza. ¡En honor al tipo que acababa de confesar que sus aguerridos subordinados se dejan la piel para localizar y castigar a los disolventes que osan no postrarse de hinojos ante las decisiones del Gobierno español! Si no fuera una tragedia, resultaría hasta cómico que los que nos alertan de una salida autoritaria no vean que ya estamos en ese punto.
¿De qué te sorprendes? Como si no tuviéramos en casa ejemplos sobrados de legitimidad on/off según si la bofetada a los derechos viene de dentro o de fuera. No existe el autoritarismo propio, solo «lo necesario». No hay tampoco que buscarle demasiados pies a la cosa. Con mandar fuera al apestado de turno, también se cumple.
Pues resulta que en un punto concreto de la frontera entre China y Rusia ha aparecido un nuevo foco de una cepa mutada.
Supongo que los listos de turno incluido el CNI estarán ya investigando al respecto y decidiendo las posibles medidas a tomar. Quenluego no digan
Bueno, Javier, tampoco es para ponerse “estupendo”; fíjate que hay algunos que están difundiendo que la “cantada” del “milico” no sería un “lapsus”. La explicación correcta sería que el general Santiago, protodemocrata y en un alarde de valentía, habría “filtrado” públicamente en la comparecencia en cuestión el control que el gobierno intenta imponer a los medios y redes sociales, precisamente para sacarlo a la luz y denunciarlo.
Ya sé, esto no es “conspiranoia” es “lo siguiente “, pero para que veas lo que da de sí tener a tanta gente confinada y con mucho tiempo para darle al “magin”.
Más bien, «Junta Milico – Cívica». Los milicos ganan por tres a dos a los civiles.
Para el posible rebrote del próximo Invierno igual sacan ya los tanques a la calle. Es algo que les encantaría hacer.
No olvidemos que el primer militar español es Felipe VI.