Para que no haya dudas —aunque las habrá igualmente; conozco a mis clásicos—, empezaré diciendo que las imputaciones que pretende cargarle a Pablo Iglesias el juez García-Castellón suenan un congo a paja mental de su señoría. Díganme si no lo aprecian en este fragmento del auto, cuando el togado califica los hechos como una “consciente y planificada actuación falsaria desplegada por el señor Iglesias con su personación, fingiendo ante la opinión pública y ante su electorado haber sido víctima de un hecho que sabía inexistente, pocas semanas antes de unas elecciones generales”. Ya me contarán cómo carajo se va a probar que lo que movió al líder de Podemos fue hacerse el mártir para rascar votos. Tiene toda la pinta de que este fuego de artificio quedará en humo.
Por lo demás, en el momento procesal actual, Iglesias no es culpable de nada. Ni siquiera presunto culpable. Será el Supremo quien determine si procede imputarlo (o investigarlo, según la jerga nueva). ¿A que el principio es de cajón? Debería, pero ya saben que no. Solo se aplica cuando los pleitos afectan a los intocables. Cualquier otra persona sobre la que se emprende una acción judicial es automáticamente culpable. Es la eterna doble vara. Por cierto, este juez tan malvado es el mismo que instruye el caso Kitchen. Denle una vuelta.
Lo que está claro es que políticamente el fuera de juego de Iglesias y Podemos es tremendo. Incluso estando en el gobierno su irrelevancia es tremenda.
Con todos los errores y su mala gestión da la impresión de que los ministros del PSOE (y Sánchez, claro) están para gobernar y los otros son unos comparsas que están a sus cosas, a sus quitas judiciales, a alguna ocurrencia, algún rifirrafe parlamentario, alguna entrevista menor…
En el ordenamiento jurídico de los países anglosajones existe una figura llamada «malicious prosecution=enjuiciamiento malicioso», y que es un delito que cabe atribuir específicamente a aquellos jueces que abusan notoriamente de sus capacidades jurisdiccionales y las utilizan de acuerdo con «motivaciones subjetivas y dolosas».
En España, el artículo 446 del Código Penal permite acusar a un juez de prevaricación, pero de una manera tan poco factible que, una vez más, franquicia cualquier impunidad….por lo que difícilmente alguien que haya sufrido la desviación de poder de un juez pueda apelar a un mecanismo eficaz de defensa de derechos.
A Nire Egiak:
Estaría bien que se incorporara ese tipo delictivo en el ordenamiento español. Pero no creo que se lleve a cabo: se produciría una gran oposición… y curiosamente tal vez la sostendrían con más fuerza aquellas asociaciones o partidos que se dicen defensores de los derechos y libertades; aunque pudiera ser también ciertamente que tratándose del poder judicial los partidos más jacobinos (no en el sentido de centralistas, sino en el de defensores de la supremacía del legislativo, en tanto que representante de la soberanía popular, sobre el ejecutivo y el judicial; acepción más propia de las izquierdas) hiciesen una excepción…
Lejos están de PODEMOS mis simpatías políticas pero esto huele a acoso judicial al gobierno que los españoles eligieron en las urnas, así como a venganza de la más rancia ultraderecha franquista por las críticas a la monarquía.
Este estado está completamente podrido y cada día salta al menos una alarma sobre su descomposición mientras la sociedad española mira para otro lado.
Mira qué es jodido estar cómodo en España, como algunos dicen.
La píldora judicial de hoy es que el TSJM ha seguido las instrucciones del PP y ha actuado tal y como quería la exótica IDA.
Esperemos que la locura española no nos afecte por aquí y que se maten ellos solitos sin contagiarnos a las gentes normales y corrientes.
Pirados.
La Justicia española es una Franquicia. La monarquía otra Franquicia. Y los 3 partidos de extrema y descerebrada derecha, otra Franquicia.
Adónde vamos con esa gente? O mejor preguntado, ¿donde nos van a llevar?
Me temo q la respuesta es: al siglo XVIII.
¿Y porqué no esperamos a que cada instancia judicial se vaya pronunciando, antes de presuponer malvadas maquinaciones?
El juez Garcia Castellón es e mismo que está “empapelando” a la anterior cúpula del PP en caso Kitxen (o algo parecido). Se ve que da a derecha y a izquierda.
simplemente es la politica de los no politicos del poder judicial, no son politicos no señor: no hacen politica, no señor; por que tratan a todos por igual si señor; eta abar.
Y no pasa nada, pueden hacer lo que quieran por que los no politicos de su partido no politico se encargaran de ello y asi sucesivamente.
POrzierto a mi el Iglesias me la refanfunfla.