No recuerdo un aniversario de la Constitución española más aguachirlado que este último. Y no solo por la pandemia, que nos ha ahorrado el ágape y los corrillos de rigor. Todo ha sido herrumbroso, como los sables que se agitan estos días en cartas, manifiestos y grupos bravucones de guasap. Qué gracia, por cierto, pensar que estos militarotes nostálgicos del bajito de Ferrol se reclamen como los últimos valedores de la llamada Carta Magna. Ya no se acuerdan los decrépitos uniformados lo poco que les gustó el texto en los días en que fue promulgado. Al final, parece que han acabado asumiendo, como la mayoría de los actuales palmeros de la cosa, que de todos sus artículos, los únicos que cuentan son los que proclaman la sagrada unidad de la nación española.
Por lo demás, no deja de resultar digna de alborozo la lista de los ausentes en los fastos. A los malvados que han convertido en tradición no estar en el cumpleaños se unieron esta vez la derecha ultramontana (lean Vox) y esa nadería que atiende por Ciudadanos. El PP del zigzagueante Casado —¡ahora dice que representa a los socialdemócratas!— no tuvo narices de faltar. ¿Y qué me dicen ustedes de los presentes en primer tiempo de saludo? Porque es verdad que el PSOE siempre ha estado, pero el entusiasmo de su socio, Unidas Podemos, mueve a la… ¿risa?
Me da que la constitución española ha sido empleada más veces como elemento coercitivo que como instrumento de convivencia, de ahí que despierte muchos recelos tanto entre quienes son golpeados por el sagrado texto en la cabeza en cuanto el nacionalismo español se cabrea, vascos y catalanes fundamentalmente, como entre quienes asumieron y asumen con desdén su necesidad y que sólo aplauden aquello que coincide con sus ideas, o sea los franquistas.
El boicot de éstos últimos es sorprendente, dada la elasticidad y permisividad absoluta de la constitución española hacia sus comportamientos e intereses.
Probablemente a los militares del 78 no les gustaba la constitución, pero de jefes para arriba sabían perfectamente, que la llave del control del estado la tenían ellos -por medio del artículo 8º – y que el portero sería el Rey de turno.
Recordáis aquello de «queda todo atado y bien atado»
Algunos lo vieron venir y se opusieron a la transición. Otros también lo vieron pero no se opusieron.
Por lo tanto el día que «esté en peligro la unidad de españa,» nos podrán poner firmes y «adaptar» la constitución a sus intereses, sin necesidad de pegar un tiro.
Ahora parte del ejército reclama su papel, sin olvidar que la guardia civil también es un cuerpo militar. Que coincidencia verdad ???
El tema está en como o quien decide que existe ese «peligro.»
Pues siendo el rey el jefe del estado y además su jefe………….. como suelen decir yo ahí lo dejo.
Por cierto lo que estamos viviendo no es para tomárselo a broma.
Tenemos la aparente paradoja de que los que ahora se llaman a sí mismos “constitucionalistas” son los que votaron en contra de la Constitución (con la excepción del PSOE, que por algo ocupa el centro). Claro que Vox y Ciudadanos no existían con ese nombre, pero no hay duda de lo que habrían votado (o fusilado).
En aquel momento esta Constitución, con todos sus residuos franquistas, era un progreso. Los que hoy dicen defenderla lo que defienden en realidad son esos restos de franquismo. Hoy esta Constitución nos ancla al pasado, es un estorbo al progreso. Si queremos ver el lado bueno, esto quiere decir que algo hemos avanzado en 42 años.
Sin pegar un solo tiro y amparados por la constitución, o sea cumpliendo con esta «democracia»
Así que Europa a callar.
Oxidada ha estado siempre, pero se han encargado de dar bien de servus a cierto articulos que hablan de la inviolabilidad del rey (Dios), la indisolubilidad de la grande y libre, y la abnegación sin límite de las gloriosas fuerzas armadas para el sostenimiento de esta sacrosanta chapuza.
El resto se la pela, ya que es todo relleno para que los posibles votantes, nos animásemos a votar por aquel entonces semejante bodrio.
Por lo demás, bonita imagen del marqués con sus mejores galas y su gesto de admiración hacia los espadachines desfilando.
Gran discurso de la paniaguada presidenta madrileña soltando barbaridades sobre civilizaciones, reyes magos, razas de colorines y la madre que la parió.
¡Hispanistan en estado puro!
Hasta el año que viene, o mejor hasta nunca con el circo este.
Aun admitiendo la necesidad de un texto legal que machihembrara un pacto de no agresión (que es lo que en realidad fue la transición) entre demócratas y fascistas, y con las concesiones de sapos a tragar por cada parte, es hora ya, 42 años después, de repensar las verdaderas necesidades de la sociedad española la vasca, catalana y demás, para proponer otro texto que no recoja los peajes impuestos por quienes tenían en su mano el mango de la sartén, que luego han demostrado que la sartén también.
Y digo a propósito «otro texto», porque una reforma del actual, aunque fuera en sus aspectos más sustanciales e importantes, seguiría recogiendo el virus enquistado de su origen dictatorial, impuesto como imprescindible en sus circunstancias.
A ningún verdadero demócrata le tendría que asustar el inicio de un proceso constitucional que tuviera como objetivo la satisfacción de todos los sentimientos políticos y de pertenencia, así como la estructuración de una verdadera relación de independencia de los tres poderes. Es decir un punto cero de un estado democrático que responda a libre decisión de sus ciudadanos.
Y de esto tienen responsabilidad en su promoción partidos históricos como PSOE, PNV, Esquerra, más aquellos que sinceramente quieran caminar hacia la convivencia de todos.
Lo demás son remedos, siempre causantes de trabas y problemas estériles.
Esnepel, yo entiendo tu buena voluntad pero la historia es terca.
Desde hace varios siglos – desde los Reyes Católicos- España es una nación cuartelera donde tiene mas valor la cojonera que el cerebro.
Han destruido todo lo que pudieron de la rica cultura árabe – ocho siglos en la península – ahora llevamos cinco siglos con los cristianos y le llaman reconquista, afanados ellos en destruir todo lo que no sea castellano/español
Fueron incapaces de negociar ningún acuerdo con ninguna de sus colonias y tuvo que salir de todas a palos. la última el Sahara.
Creo, que por lo menos en Europa, es el único estado donde proponer un cambio en la constitución, se considera un atentado contra las esencias patrias.
Yo siempre he distinguido entre españoles y gobernantes- tengo relaciones familiares con Madrid y conozco bien España – y ni lo sospechaba, pero a la vista de las reacciones de la mayoría de la población y prensa española a favor de la respuesta violenta contra Cataluña, volví a la realidad de lo que es ser ESPAÑOL COÑO.
En deporte, Las Guerreras, La Armada Invencible, Dios está con nosotros……….. y los nacionalistas radicales somos los demás.
No tengo ninguna esperanza de que esta gente cambie, pasarían de Europa si hiciera falta, y solo una guerra mundial o la guerra de los mundos nos podría librar de ellos.
Así que Esnepel ánimo.