Un aplauso inmerecido – Unas cuentas tardías, incompletas y confusas – Una democracia muy débil- El acuerdo del Congreso contra Alfonso XIII

Miércoles, 28 de diciembre de 2011

La X legislatura, formalmente, dio comienzo el martes 27 de diciembre con su apertura formal. De hecho, si no hubiera habido tal acto, la legislatura hubiera comenzado ya que lo más importante en una democracia no son los discursos sino el voto del ciudadano. Pero como en democracia las formalidades tienen su lugar, el acto formal se hizo y para mí no fue un acto más sino la ratificación de la manga ancha, y de la dejación de responsabilidades que tienen unas Cortes Generales a las que durante 34 años se le han hurtado las funciones de control y seguimiento para encima aplaudir enfervorizadas a quien lo ha impedido durante tres décadas. Para mí es algo inconcebible y cuando se dice que es mejor para España una monarquía parlamentaria que una República, que se mire un minuto a los Estados Unidos, país en el que la conducta privada del jefe el estado se mira con lupa. Aquí ni lupa, ni control, ni seguimiento, ni sanción. Solo un enfervorizado y largo aplauso, inmerecido y falto de moral. Si, de moral. Porque una monarquía que no ha sido ejemplar ni en el 23-F, una Casa Real que se ha reído de la democracia, una Constitución que consagra la primacía del varón sobre la mujer a la hora de la sucesión, una ley de leyes que dice que la persona del rey es inviolable y no tiene responsabilidad, un jefe del estado que dice que la justicia es igual para todos, menos para él, y que ha encubierto a su yerno durante una década y encima le aplauden. ¡Qué decir!, solo que faltan palabras para describir ésta muy débil democracia. Alabo a los que no fueron y a los que no aplaudieron.

En relación con la dación de cuentas solo decir que llegan también con treinta años de retraso. ¿Por qué ahora?. Pues por las actividades delictivas de su yerno.

En ningún momento se tomaron en cuenta las preguntas y las iniciativas parlamentarias en esta “monarquía parlamentaria”. Tiene gracia lo del aplauso cuando las Cortes Generales tienen asignado el control de todo lo que se hace. Es decir, para el rey, la Casa Real y los distintos gobiernos, lo propuesto por el Congreso y el Senado eran papel mojado y ha hecho falta que un miembro de la ejemplar familia esté casi imputado para que decidan abrir un poquito la persiana del negocio. Pero solo un poquito. Nada que ver con el detalle británico.

Pero aquí faltan datos. Muchos datos.

Siendo miembro de la Mesa del Senado, tuvimos una reunión de las Mesas conjuntas, Congreso y Senado. El letrado mayor Manuel Alba detallaba las partidas. Una de ellas era para la publicación de los discursos del rey. “¿Qué pintamos nosotros pagando los discursos del rey?» pregunté. «Es un uso de la Casa» me contestaron. Y si así se pagan sus discursos me imagino que en los distintos ministerios están salpimentados sus muchos gastos: parque móvil, recepciones y protocolo, personal, manutención, desplazamientos, regalos, mantenimiento de los palacios… Y eso al parecer, no computa.

Sacar con semejante expectación una batería de partidas muy globales, sin caer en su detalle es querer decir a la ciudadanía que son muy transparentes sin serlo. Acostumbrados a la opacidad, ¡como para que ahora nos cuenten su modus vivendi!.

Pero así como el martes lo aplaudieron a rabiar, ahora también con ésto, aplauden a rabiar. Y es que esta parte de España es así, señora baronesa. Nada que ver con el acuerdo del Congreso republicano en noviembre de 1931 en que casi por unanimidad acordaron lo siguiente:

Texto definitivo que aprobaron las Cortes por mayoría absoluta pasadas las 3:30 de la madrugada entre el día 19 y 20 de noviembre de 1931.

“Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a Don Alfonso de Borbón Habsburgo y Lorena. Privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional.

Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, dere­chos y títulos, que no podrá ostentar legalmente ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de sus representantes elegidos para votar las nuevas normas del Estado, le declaran decaído, sin que pueda reivindicarlos jamás para él ni para sus sucesores.

De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba dárseles.

Esta sentencia, que aprueban las Cortes soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones”. Hasta aquí lo que aprobó la democracia.

Me gusta más ésto, que el inmerecido aplauso. Y fue aprobado por un Congreso de los diputados democrático. Franco con la espada y la guerra, acabó con él. Y ahora estas Cortes Generales aplauden a rabiar a su sucesor y miran a otro lado con sus cuentas. Ejemplar democracia.

Aralar era un proyecto definido – Contactos de Navidad – Nació Julen

Martes 27 de diciembre de 2011

Parecería que Amaiur es ya un proyecto consolidado donde todas las aristas de EA, Aralar, Alternatiba, Independientes y HB, están ya limadas. No estaría mal. Pero me da que todavía este puchero tiene que bullir algo más. De hecho en Aralar las cosas siguen sin estar asentadas y hay manifiesta incomodidad en la pertenencia a un proyecto que los está engullendo.

Lo decía claramente Aintzane Ezenarro en Deia el pasado 11 de diciembre: “La violencia ha sido el mayor escollo; no el único. Más impor­tante que el número de diputados en Madrid es reconocer por qué nos ha costado tanto llegar a esta conclusión, que se verbaliza en una frase: la pervivencia de la lucha armada hasta los días de hoy ha sido un error estratégico, polí­tico y humano. Y eso lo tenemos que decir todos, para cerrar defi­nitivamente todas las puertas a una posible reedición del ciclo de la violencia”.

En ese sentido leí una reflexión de Lorth Needa que me llamó la atención. Decía así:

“Está claro, y no por lo que digan Zabaleta o Ezenarro, que hay una clara diferencia en Aralar entre quienes provienen de la mal llamada Izquierda Abertzale y quienes jamás militaron en ella pero creyeron que Aralar tenía un proyecto político que consistía en ser la izquierda nacional vasca alejada de dogmatismos, ensoñaciones, matonismos y seguidismos a una organización criminal y mafiosa.

“Los primeros piensan que el obstáculo para volver a la disciplina batasuna ya se ha eliminado. Qué coño, si el único problema era que ETA atentaba.

“Los segundos piensan más allá: El problema de la mal llamada Izquierda Abertzale no reside únicamente en actuar como monaguillo de ETA, ni el único obstáculo que encontraban para votar o militar en Batasuna era ése. El problema radicaba y radica en la nula identificación del electorado de Aralar, que se ha categorizado como voto joven, urbano, instruido y radicalmente enfrentado al votante tradicional de la IA, con las poses circenses, la absoluta vacuidad de los planteamientos políticos, los bandazos ideológicos, el dogmatismo estalinista y el permanente recurso a una épica vacía y a la amenaza que es la marca de fábrica de la mal llamada “IA auténtica”.

“Son personas que estaban dispuestas a aguantar que les insultaran, que les pintarrajearan las sedes, que les amenazaran e intentaran amedrentarles. Lo sé porque varios amigos míos son de ellos.

“Lo que no están dispuestos a soportar es que les regalen su partido a la misma gente a la que jamás hubieran votado. Y por lo que parece, con mayoría en Aralar, por mucho que manipulen los congresos. Votantes originarios de Aralar que ahora se encuentran traicionados y sin partido, un partido que siempre hemos respetado”.

Hasta aquí lo que me han enviado. Tiene interés.

Como tiene interés otros aspectos de la Navidad como es el saludo de gentes a las que habías perdido la pista o que ya no sabes que hacen porque viven fuera y te vas olvidando de ellas. Y pongo ejemplos. Me llamó Andrés Mitxelena desde Valencia. Andrés era un sacerdote que nos venía a la sede de Radio Euzkadi en Caracas al piso tercero del edificio La Sierra en la Avenida Bolívar. Euskaldun, nos grababa programas en castellano y en euskera y dejaba en la nevera fonográfica trabajo para la semana. Entonaba perfectamente, era muy disciplinado, una magnífica, persona. Pues bien. Me llamó en Navidad. Dejó el sacerdocio, se casó con una maracucha (de Maracaibo) y vive con sus tres hijos en la ciudad del Turia. Me alegró mucho saber de él.

Clemente Sanz fue senador por Segovia del PP. Hicimos buenas migas en algunos viajes parlamentarios. Me invito a la boda de su hija y estuve con mi mujer este verano en La Fuencisla y después cenando con Jesús Posada, el nuevo presidente del Congreso, del que es amigo. Me llamó para pedirme paciencia ante la mayoría del PP ante el nuevo año parlamentario. Tampoco podía faltar la vigorosa felicitación del gudari Moreno. Con 93 años y el espíritu de combate de un chaval, es un orgullo hablar con gente así .También establecí contacto con Juanjo Otxoa de Eribe, fuimos parlamentarios en el Parlamento Vasco y en Madrid. Y parecía que siempre estaba de mal humor, pero esa actitud encubría un carácter socarrón crítico y agudo..

Otra llamada fue la de Bingen Amezaga Iribarren, médico de éxito en Caracas, hermano de Arantxa Amezaga, e hijo de Don Vicente que fue delegado del Gobierno Vasco en Uruguay y secretario del Centro Vasco de Caracas, además de haber sido un gran intelectual que tradujo los clásicos griegos al euskera. Bingen fue presidente en Euzko Gaztedi y quien me llamó para que le sucediera en el cargo. Ahí empecé yo en 1968 mi actividad política. Hoy vive en Caracas, compone canciones, escribe, atiende a sus pacientes y añora a una Euzkadi que conoce como nadie aunque nunca ha vi­vido en ella. Tiene tres hijos. Uno de ellos en París, otra en Madrid y otra en Guadalajara. Una pena. Quisieron volver a la tierra de sus mayores, pero no encontraron cobijo. Hablamos de ésto, de la mala vida que les da Chávez, de sus proyectos. Fue como volver a vivir cosas de hace cuarenta años.

Y me llamó Pérez Bouza, el senador gallego que ha formado parte de nuestro Grupo parlamentario en Madrid. Ha tenido una niña, está tratando de rehacer su vida ya que no salió elegido en noviembre diputado por Ourense y me comentó con preocupación la situación del Bloque haciendo consideraciones sobre cómo romper la muralla de votos en la que están encerrados. Es un tipo de primera. Ojalá no deje la política.

Contacté con Félix Martínez de la Cruz, quien trabajó en la presidencia de IU con Anguita y ahora vive en República Dominicana. Es persona activa que trabaja en proyectos de Cooperación, estuvo detrás del homenaje a los artistas republicanos llegados a aquel país y se mueve mucho. Como Laura Robles que se ha visto obligada a dimitir ya que los resultados del 20 de noviembre han propiciado un cambio de gobierno. Asesora del Secretario de Estado de Exteriores, lo era con Juan Antonio Yañez y es una persona muy eficiente. Asturiana, joven, socialista tiene mucho recorrido por delante.

Y seguiría. Solo decir que la víspera de Navidad me llamó Joseba Zubia para decirme que su hija Goiuri había tenido su segundo hijo, es decir él, su segundo nieto y que había logrado le pongan de nombre Julen. Joseba se llama Joseba Mirena Julen Erapel y uno de ellos le había caído al nieto.

Estaba feliz. Zorionak.

Un tranquilo Señor de Provincias

Lunes 26 de diciembre de 2011

El 25 de abril del año 2000 José María Aznar fue elegido con 202 votos presidente del Gobierno, tras una borrascosa sesión de investidura. Además del PP, le apoyaron CIU y Coalición Canaria. El PNV votó en contra. La sesión fue muy bronca. Joaquín AImunia había dimitido la noche electoral en la sede de Ferraz y aquel trámite le había correspondido al portavoz socialista, el asturiano y ex ministro Luís Martínez Noval a quien Aznar ninguneó, porque toda su batería de hostilidad la reservó para nosotros buscando acuñar el binomio nacionalismo igual a ETA. Fue una sesión durísima hasta el punto que Erkoreka y Azpiazu que acababan de llegar a la Cámara, se pregun­taron: «¿A dónde hemos llegado?».

Once años después, el PP vuelve a tener mayoría absoluta pero hay dos cambios fundamentales. ETA ha anunciado su cese y Aznar dio paso a Mariano Rajoy, que el martes 20 fue elegido presidente. A esto se le une el protagonismo otorgado a Amaiur al impedirle formar Grupo Parlamentario propio, un tremendo error, pero recordé cómo, como antecedente, la extrema derecha asesinó a Josu Muguruza el 20 de noviembre de 1989 cuando éste quiso hacer lo hecho el martes por Iñaki Antigüedad.

Estamos pues, inmersos en una crisis, pero también ante un nuevo tiempo y con un nuevo presidente en La Moncloa. Por eso puede ser interesante saber algo más sobre quien es Don Mariano.

Acabo de leer un librito titulado «Los Mandarines» de Rafael Nadal, un periodista de Girona que fue director de El Periódico de Barcelona. Es un libro que se lee en un pis pas. Son 19 semblanzas en las que Nadal, saca el jugo de su entrevistado y en una de ellas lo hace con Mariano Rajoy. Son ráfagas de una conversación con el nuevo presidente hecha en una comida a dos en Manduca de Azagra en 2009. Y entresaco algunos de los hechos que le han marcado en estos ocho años de oposición.

Le decía a Nadal, Don Mariano:

-Yo fui puesto a dedo. Aznar se inventó aquello de los tres candidatos, pero en realidad lo tenía decidido: porque yo no quería, pero me dijo que Jaime (Mayor Oreja) no podía ser porque era un radical y Rato tenía sus asuntos. Te sonará todo lo raro que quieras, pero fue exactamente así.

O sea que acepté y a los dos días ya me estaba diciendo que hacía mala campaña. Y luego, la que me montó el 11-M pasará a la historia mundial. Y claro, pasé los siguientes cuatro años más derrotado de lo que nadie pueda imaginar; lo pasé muy mal.

-Luego me montaron el auto sacramental de Valen­cia, pero se pasaron. Y los delegados votaron contra Aznar, hartos de tanta agresividad. Y ahora no dependo de nadie. Yo con Valencia, con Losantos y con Pedro J. acabé diciendo: hago mi camino y ya está. ¡A tomar viento!

Todo ésto casa con lo que dijo el martes en el debate de Investidura: “No me veo prepotente ni perdiendo las formas.» Algo es algo, o mucho es mucho, porque en democracia las formas son el fondo, y Aznar las perdía a cada instante. Sobre todo con nosotros.

De él, Mariano Rajoy, me dijo en una ocasión: «Iñaki, no te olvides que Aznar es una víctima del terrorismo». «Si, y lo respeto, pero con eso me dices que no es el hombre para abordar con serenidad un final dialogado de la violencia», le contesté. Sonrió.

Este lunes, Rajoy se presentó ante la Cámara como si fuera una especie de novato en política, sin pasado y con la sola intención de encauzar la salida a la crisis económica. Y sin embargo es todo un veterano, y un superviviente de muchas guerras, sin olvidar que ha sido ministro de Administraciones Públicas, de Educación y Cultura, de Interior, Vicepresidente y portavoz del gobierno de Aznar, y jefe del PP los últimos ocho años. Y seguidor del Real Madrid.

Siendo ministro de Administraciones Públicas fui con el entonces vicelehendakari Juan José Ibarretxe a visitarle a su despacho de Castellana 3 y entre otros asuntos le pedimos abordara la solución del caso del condado de Treviño. Sin inmutarse nos contestó: “Tenéis razón, pero cualquiera organiza una consulta. Si Treviño en lugar de estar en Álava estuviera en Castilla el asunto estaba hecho». Por lo menos fue claro.

De lo que no hay duda es que Don Mariano es un buen hidalgo español y no precisamente un fanático de lo autonómico, aunque nada hará para poner en crisis el invento de las nacionalidades históricas. Xabier Arzalluz solía contar como le impresionó que en un debate en las elecciones en Galicia, se negó a hablar en gallego. Todo un dato. Posteriormente Arzalluz ha dicho que «de esa panda es el mejor». Pues sí. De los Aznar, Mayor Oreja, Astarloa, Acebes, Cascos, Rato, sí es el de mejor cuajo.

De todas maneras, éste señor de provincias no desentonó bajo el gobierno Aznar. Presentado en el Parlamento Vasco lo que llamaron «Plan Ibarretxe», el gobierno español hizo pública una declaración institucional de guerra a muerte. Al día siguiente, el 25 de octubre de 2003, Rajoy, rodeado de todo el PP vasco, reivindicaba el Estatuto de Gernika, que en 1979 habían rechazado, y bajo el Árbol lanzó una gravísima acusación que fue toda una ignominia: «El plan hace suyos los objetivos de ETA». Asimismo cuando culminamos en Santiago el viaje trilateral de la Decla­ración de Barcelona, que encendió todas las luces rojas en Madrid, Rajoy públicamente nos dijo que Santiago no era el lugar más adecuado para que se reunieran  formaciones que «tienen una visión reduccionista de la vida». En esa reunión estaba Artur Mas en representación de una CIU que estaba aún lejos del hoy demandado pacto fiscal. Públicamente le recordamos que otro  gallego, Castelao, había dicho al llegar corno diputado al Congreso que lo primero que había que hacer era quitar del frontispicio del hemiciclo las estatuas de los Reyes Católicos que con su yugo y las flechas y la unidad de España en base a la Inquisición y a la caballería, habían estropeado una convivencia de siglos.

Pero también hay otro Rajoy. Cuando en 1996 Aznar quiso negociar con el PNV su Investidura, tuvimos que ir a Madrid varias veces a discutir hasta donde estaban dispuestos a pactar. Uno de esos días fuimos al hotel Majadahonda donde aparecieron Rato, Montoro, Rajoy, Mayor Oreja y Salmones. En plena discusión sobre el transporte mecánico por carretera, Rajoy se levantó y salió de la sala. Todos creímos había ido a consultar con Aznar. Al poco salí yo. Estaba en la habi­tación de al lado, con los pies encima de la mesa, fumándose un puro y viendo un partido de fút­bol. Y quien hace esto, hay que colegir que también tiene su parte cachonda y menos patética que Aznar. Para triunfar en Madrid tienes que saber pasar entre faquires, tiradores de cuchillos, vendedores de crecepelo y lanzadores de llama. Y de momento, Don Mariano lo ha logrado.

También hay que decir que como todos, tuvo dos abuelos y uno de ellos, Enrique Rajoy Leloup fue promotor del primer estatuto de autonomía de Galicia en la República. De todas formas nada hará, como nada han hecho Zapatero ni Jauregui, para sacar a Franco del Valle de los Caídos.

El caso es que en Moncloa, a partir del miércoles, hay un señor de provincias que manda mucho. En las Cortes, en el Gobierno, en las autonomías y en los medios. Mucho. Y ante eso podíamos haber hecho tres cosas. Votar SI, como si fuéramos UPN, que no lo somos. Votar NO como si fuéramos IU, que no lo somos, o, abstenernos. Y como a él le agradaba la abstención, aunque no nos necesitara, nos dijimos: “Vamos a tratar de mantener un hilo caliente porque ante nosotros tenemos dos retos de envergadura. Consolidar la normalización del país y salir de la crisis económica”. Y el No, de alguna forma, nos marginaba en estos dos trabajos. Y además con cinco diputados, podemos hacer una labor más provechosa que CIU con sus 16 diputados que han votado NO.

Sí, ya sé que todo esto es una apuesta que puede salir bien o puede salir mal. Pero esas son las cartas y si además, Amaiur, en una jugada táctica, inteligente hacía lo mismo, todo el superpurismo abertzale, por lo menos se lo piensa. Y eso que el mismo día salía en Gara una esquela con una frase del dictador comunista coreano fallecido Kim Jon II que decía: «Aunque se releven las generaciones, la revolución no puede detenerse. La lucha tiene que continuar». A eso le añadimos lo que aprendió Rajoy cuando perdieron en Galicia la moción de censura de 1987: «Me di cuenta de que en el Parlamento no gana quien tiene razón, sino quien suma más votos. La vida son resultados». Pues eso.