Agenda de un Senador (5)

Sábado 3 de diciembre de 2011

En Barcelona con Sport Solidari – Una hallaca multisápida – Maldonado, el alcalde Trias, Victor Terradellas, Marta Ferrusola y Oriol Pujol -Montilla al Senado.

Josep Maldonado será  hasta el 12 de diciembre  un senador en representación de CiU. Posteriormente será elegido por el Parlamento catalán senador autonómico  y volverá a Madrid. Maldonado es un tipo peculiar. Con su barba de Papa Noel, no para. Y una de sus actividades, además de la deportiva, es la solidaria. Tiene una ONG que se llama Sport Solidari  trabajando fundamentalmente en África con chavales  y en diciembre organiza una cena  a la que acuden entrenadores, deportistas de todas las especialidades, managers, médicos, representantes, mecenas, periodistas, es decir todo lo que se mueve alrededor del mundo del deporte  para  al final hacer una subasta. Y me suele invitar. Estuve hace dos años y he estado este fin de semana. Curiosamente  fui el único político junto al alcalde Trias y al portavoz Oriol Pujol que fuimos invitados al evento, como ahora se dice. Le debo hacer gracia y yo le agradezco la deferencia.

Previamente viajé a Barcelona. Su aeropuerto es deslumbrante. De una gran capital. De allí al hotel Catalonia y como del hotel se veía la antigua plaza de  toros que ha sido vaciada y convertida en un centro comercial, acudí a verla. El complejo Arenas tiene de todo. hasta una terraza a la que se accede  desde fuera  por un ascensor panorámico y hay gente que solo acude a dicha terraza que estaba llena de gente y de la que se veían esos rayos aéreos que salen de la Feria de Muestras y que es una imagen típica de la capital catalana. Espectacular.

Estando allí me llamaron de Deia. Había fallecido Fernando Almandoz, alma mater del resurgir del PNV en Iparralde. Querían les dijera algo sobre él, pero uno se da cuenta que conoce a la gente, pero sabe poco de su vida. Discreción, trabajo de hormiga, no asustar al personal en una zona de Euzkadi tan sensible, dar confianza, atender a todo el mundo, trabajar, meterse infinitos viajes a Bilbao a las reuniones del EBB, callar…Una persona de las consideradas imprescindibles. Una pena.

Al volver al hotel, casi pegada a su puerta, me llamó la atención  un pequeño comercio de bebidas donde además se vendían hallacas, frescolita, arepas y productos venezolanos. Y compré una hallaca. No son baratas. Ocho euros. Es el turrón venezolano. Está hecho con harina de maíz, carne mechada, cochino, pimiento, pasas, alcaparras y otros ingredientes y todo envuelto en una hoja de plátano amarrada y cocida. Las chicas que atendían al personal me dijeron que ellas  eran caraqueñas. Y le pregunté si sabían como llamaban también a la hallaca. Se lo aclaré ”La multisápida”. ”¡Ah si! .Así la llamaba Arturo Uslar Pietri” me dijeron. ”Pues  no, así la llamaba Rómulo Betancourt” les puntualicé amablemente. Y con mi hallaca, volví al hotel y la metí en el mini bar.

A las nueve y media bajé al salón de abajo lleno hasta la bandera, En el rellano de la escalera Josep Maldonado, solo, con un cartelón de su ONG detrás y a medida que iba bajando la gente saludaba y se sacaba la foto. Es un artista.

Saludé a Marta Ferrusola y a su hijo Oriol Pujol.  Al lado estaba el alcalde de Barcelona Xavier Trias con quien coincidí en Madrid siendo él portavoz de CiU y yo del PNV .Nos dimos un gran abrazo. Me dijo que él quería un pacto con el PSC, pero quien le apoyaba era el PP. Y hablamos de Azkuna de quien es amigo ya que coincidieron siendo consejeros de sanidad los dos y ahora alcaldes. Y estaba allí Victor Terradellas, encargado de la Acción Exterior de CiU y una persona muy amable que me comentó venía esta semana a un acto de la Fundación. Editor de una revista catalana de política exterior  escrita y publicada toda en inglés coincidimos  la última vez en el Alderdi Eguna y en el día de Santiago en Galicia. Y hablando con él nos llamaron para entrar al gran salón donde nos acomodamos 490 personas.

Una cena que duró cuatro horas y en la  que tras cada plato había una actuación, una entrega de diplomas, unas palabras, el pase de un video, la actuación de un mago como Enric que me pareció fantástico, un tipo que del publico salía dando voces, fotografias, música, canción de Marina Rosell, cante de Peret con su rumba catalana, saxofón  de  Luis Cobos, muchos abrazos, palabras del alcalde diciendo que Maldonado es un líder pues quien hace eso no es cualquiera, y hasta Luis del Olmo que fue el único que habló en castellano y al que Maldonado envuelve en sus campañas. Y un presentador de esos caseros pero que le daba mucho ritmo al espectáculo y un  cierre de Maldonado  haciendo  balance de lo hecho en el año. A Josep le trajimos a dar una charla en la Fundación Sabino Arana sobre la cooperación en África.

Todos los meses de agosto Maldonado se pierde en África. Visita países, monta campeonatos, dona equipación y balones, promueve la construcción de campos de futbol como manera de socializar a unos chavales que no tienen nada. Yo le suelo decir que lo que es en el fondo es un ojeador del Barca, y se ríe. Pero hace un trabajo que no creo  en Euzkadi pudiera hacerlo nadie desde la política. Muchas veces nos creemos muy listos, pero nos falta más engarce con la sociedad civil. Y habría que hacerlo y organizar una cena de ese tipo en la que además la gente sabe que Maldonado es de CiU, ha sido Director de Deportes y trabaja por los demás.

En la mesa me tocó entre el ex jugador del Barca y de la Selección Lobo Carrasco y Justo Molinero, fundador de Radio Taxi, locutor y empresario. Había además periodistas del Mundo Deportivo y de Informe semanal y una cantante cuyo nombre no retuve. Lobo Carrasco me alabó las virtudes del fútbol vasco. El y Molinero habían nacido uno en Alcoy y otro en Córdoba, pero se sentían catalanes a tope. Todo el acto fue en catalán. Ni una palabra en castellano. De lejos le ví a Julio Salinas y a Mónica Terribas, que la víspera había logrado un gran éxito de audiencia a cuenta de una entrevista hecha al presidet Artur Mas con preguntas duras sobre los recortes presupuestarios.

Ese día se hablaba en Catalunya de la decisión del anterior president de la Generalitá José Montilla de ser elegido senador autonómico. Le habían criticado mucho ya que como ex presidente tenía sueldo y una oficina con personal a su servicio. ”Tengo 56 años y mi situación no es la misma que la de Pujol que se retiró con 73 años” se defendía el hasta ahora líder del PSC. Y a mi me parece bien que venga al senado. Allí estará con Juan José Lucas, Antich, Marcelino Iglesias el ex presidente de Aragón, Tomás Gómez el fallido de Madrid y Joan Lerma, el valenciano. Y no estaría mal que éstos ex lideraran una reforma del Senado. La experiencia es un grado y un político de verdad mientras respira, aspira.

En fin, que fue una cena solidaria que por su alegría y conexión con la sociedad catalana me dio sana envidia. Y agradecí que en ese mundo se acordaran de este senadorcito que es amigo de estas cosas solidarias.

Paco Maruenda ¿Es catalán?

Conocí al hoy director del periódico La Razón, cuando éste era Secretario de Estado de Relaciones con Las Cortes en los tiempos de Mariano Rajoy ministro de la Presidencia. Iba a las Juntas de Portavoces y luchaba sobre todo con Jesús Caldera y María Teresa Fernández de la Vega. Hay que decir que Francisco Maruenda es catalán. ¿O no?.

Pues bien. El pasado martes, en uno de esos comentarios editoriales de su periódico, escribía Maruenda o su plumífero, ésta perla:

Los hospitales, a CiU por un puñado de votos

Los nacionalistas de CiU salieron ayer al res­cate del Gobierno. Su apoyo permitió que la Comisión de Trabajo del Congreso diera luz verde a alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. No fue un acuerdo fácil para el Gobierno. Ni barato para los españoles. A cambio de su apoyo, el Ejecutivo socialista se comprometió a ceder la propiedad de la red de hospitales de Cataluña a la Generalitat. Que el Gobierno intercambie votos por patrimonio del Estado es la mayor prueba del agotamiento de la legislatura”.

Partiendo de la base de que la noticia está tergiversada solo co­mentar dos cosas. Catalunya es tan estado como Madrid, y, si no, que lo digan. Bueno ya lo dijo esperanza Aguirre cuando la fusión de Endesa y comentó que se la llevaban de España. Pero Catalunya pertenece jurídicamente al estado español que dicen es un estado de las autonomías. Mientras no se cambie la actual Constitución, presentar el hecho como si Artur Mas con Pujol se hayan llevado los hospitales a Monserrat y allí los tienen bajo siete llaves, cuando los hospitales siguen en su sitio, dan atención ciudadana y lo único que ha cambiado es la titularidad para dar mejor servicio, clama al cielo.

Que un catalán de derechas como Maruenda  haga estos comentarios significa que siguen sin asumir el estado de las autonomías.

Es curioso. Maruenda calienta el puchero en Madrid, Alicia Sánchez Camacho lo enfría con Xavier Trias en la alcaldía de Barcelona e IU, les da a los del PP la presidencia de la Junta de Extremadura, mientras por aquí el titiritero de Basagoiti quiere presentar mociones para echar a Bildu de las Instituciones. ¡Ay que miedo dan estos del PP!.

Para que luego aplaudamos el hecho de que quieran elecciones anticipadas. !Que Dios nos coja confesados con ésta gente tan demócrata y autonomista!.

CiU logra lo inesperado: La Diputación de Barcelona

Esta semana en el pleno del Senado hemos felicitado a los catalanes del Grupo CIU. Su portavoz Jordi Vilajoana, estaba exultante. Y nos decía: “Hace siete años no teníamos nada, pero es que nada de nada. Ni un sitio donde caernos muertos que es además lo que quería el tripartito del PSC, ERC e ICV. Y hoy lo tenemos todo. Para que veáis lo que es la política”.

“La gente se cansa de experimentos y eso va a pasar con Bildu, continuaba. Si mantenéis bien el tipo las aguas volverán a su cauce. Pero lo que más nos ha extrañado ha sido lograr la Diputación de Barcelona. El ayuntamiento era posible, pero no la Diputación y ésta es una plataforma de poder extraordinaria. Estamos que flipamos”.

El mapa resultante de las elecciones del domingo 22 ha dado la vuelta al reparto de fuerzas en la Diputación de Barcelona. El organismo provincial, gran desconocido para muchos ciudadanos, tiene una enorme potencia en medios humanos, materiales y económicos. Para todo aquel que quiera administrar recursos públicos es un caramelo. Y, no menos importante, quien lo controla tiene en sus manos un instrumento de considerable influencia territorial.

CiU ha logrado la mayoría, aunque necesitará pactos para gobernar. De los 17 diputados con que partía, ha subido a 20 -la absoluta está en 26- superando al PSC, que de 24 ha bajado a 19. El PP ha obtenido seis (antes tenía cuatro), ICV-EUiA cuatro (los mismos que en el anterior mandato) y ERC dos (también se queda igual). Sólo en las primeras elecciones, las de 1979, CiU había vencido al PSC (19 a 17). Aquel año se formó un gobierno de unidad encabezado por Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat provisional. Un año después, accedió al cargo Francesc Martí Jusmet, fruto de un acuerdo PSC-PSUC. Desde entonces, la entidad siempre ha estado controlada por la izquierda.

Los responsables de CiU no contaban con ganar en la Diputación y los del PSC con perderla. Una cosa era un vuelco en el Ayuntamiento de Barcelona, posible según indicaban las encuestas desde hacía meses, pero otra muy distinta reproducir el vuelco en el ente provincial. Para ello, el 22-M la federación nacionalista debía imponerse en la mayoría de partidos judiciales, las unidades territoriales que sirven de base para la elección de los diputados. Y lo hizo.

Materializado este cambio -la constitución de la Diputación se hará después de la de los ayuntamientos del 11 de junio- toca pactar su gobierno. En los últimos mandatos lo aseguraban PSC, ICV-EUiA y ERC. Ahora, hay varios escenarios. Desde un acuerdo CiU-PP, que algunas fuentes ven como el más posible, hasta la sociovergencia, una opción que no puede descartarse. Todo podría depender de si el órgano provincial forma parte de una negociación más amplia que incluya ayuntamientos con mayorías aún abiertas. Lo que parece claro es el que su próximo presidente, que sustituirá al socialista Antoni Fogué, será de CiU.

En cualquier caso, nadie quiere renunciar a gestionar esta entidad. Con un presupuesto consolidado para este año de 661,8 millones de euros (un 6,5% menos que el 2010), despliega, pese a la crisis, una ingente cantidad de fondos en cooperación con los ayuntamientos. Allá donde estos no llegan solos pueden hacerlo con su ayuda. Para ello hay un plan de concertación mediante el que se apoyan inversiones en infraestructuras, equipamientos, servicios y actividades en prácticamente todos los ámbitos, entre otros, bienestar social, cultura, educación, deportes, comercio, desarrollo económico, salud, consumo, medio ambiente, espacios naturales, urbanismo o vivienda.

La Diputación cuenta con una plantilla de 3.980 personas, de las que 1.031 son de organismos autónomos. El gasto de personal asciende a 260,9 millones de euros, el 38,4% del total del presupuesto. A pesar de este volumen, los últimos años el número de trabajadores se ha reducido (en un 15% desde el 2005). Las retribuciones de su presidente -si tiene dedicación exclusiva- asciende a 9.184 euros al mes, una cantidad superior a la del alcalde de Barcelona. Los diputados con cargos ejecutivos rozan los 7.000 euros. La voluntad de CiU y del PP es adelgazar esa institución, en estructura y en empleados. Actualmente está dotada de doce áreas, además de la presidencia, cada una con una laberíntica organización de gerencias, oficinas y servicios repletos de cargos. Y sus brazos se extienden mucho más allá, mediante entidades con personalidad propia de lo más variadas, entre las que están el Instituí del Teatre, el Consorci de Comunicació Local o el Patronat d’Apostes.

No me extraña que Vilajoana nos dijera lo que nos dijo. Paciencia, siete años de travesía del desierto y ver como la ciudadanía catalana se da cuenta que el cambio está muy bien, pero es mejor que las aguas vuelvan a su cauce. Y volverán a nada que trabajemos y lo hagamos bien.