Jueves 22 de mayo de 2025
Ha fallecido en Errenteria (Gipuzkoa) un histórico abertzale a los 96 años. Se trata de Iñaki Gainzarain, uno de aquellos jóvenes inquietos de la década de los cincuenta que querían hacer algo bajo aquella dictadura y sufrieron las consecuencias de su protesta.
Casado con la andereño Karmentxu, exiliados en Caracas, vivieron allí hasta que otra dictadura, la chavista les hizo volver y residenciarse en Errenteria. Su hijo Iñaki, profesor de la Universidad Simón Bolívar, le ha cuidado con mimo hasta el final, fallecida su ama.
Hace cuatro años fui con Eugenio Ibarzabal a visitarle a Donostia y consecuencia de aquel encuentro escribí lo siguiente:
“La fotografía es de padre e hijo. Los dos se llaman Iñaki y se apellidan Gainzarain. El aita tiene 93 años y es una referencia histórica de los años cincuenta en Euzkadi. En 1956 tuvo que irse a Venezuela ante el acoso policial. Le habían detenido seis veces y nos contó, a Eugenio Ibarzabal y a mí, el trauma que le supuso la primera detención y las cinco restantes de forma arbitraria, por el inmenso delito de repartir información considerada ilegal. ”Euzkadi es la Patria de los Vascos” es lo que reivindicábamos”, nos dijo.
“Logré que no me torturaran la primera vez, pero las siguientes podían tenerme diez días en una celda larga, húmeda, lóbrega de treinta metros que estaba entre la Iglesia de los Capuchinos y el María Cristina en Donostia. Eso me dejó la secuelas del insomnio que padezco”.
Ibarzabal tenía curiosidad de saber cómo se relacionaban y que pensaba los jóvenes de aquella generación previa a la formación de ETA y cuáles fueron sus valores. ”Mi aita era un alto ejecutivo de la Caja de Ahorros de Bilbao y tuvo que refugiarse en Burdeos donde vivió y aprendió francés y alemán. Leía mucho a quien fuera premio nobel de literatura, Francois Mauriac, escritor católico que levantó su voz en defensa de los vascos junto a Maritain, Bernanos, y varios más. Pero nuestra preocupación era el euskera, que no se perdiera y conocer los movimientos emancipadores de Irlanda y de Israel. Trabajamos con Carlos Santamaría un profesor que con el movimiento Pax Romana tenía contactos internacionales a pesar de vivir en aquella sociedad tan cerrada y reprimida”.
Fueron el germen del grupo Ekin que con el tiempo, Txillardegi, Julen Madariaga, Benito del Valle y varios más dio lugar en los sesenta a ETA, aunque para entonces Gainzarain estaba ya en Caracas. Su hijo nació allí teniendo que dejar aquel país en 2014 con la intensificación del régimen chavista.
“Me gusta el euskera del Lehendakari Urkullu y creo que se ha hecho en estos años una gran labor”. Su esposa Karmentxu fue andereño de la ikastola que tuvo el centro Vasco de Caracas. Aquella fue una labor maravillosa hecha en el exilio y poco conocida y reconocida.
Fue una larga conversación con un hombre que se definió como tímido, siendo un intelectual culto y de gran horizonte, testigo de una época que desaparece y con una sonrisa de buena persona clavada en su semblante.
Toda una experiencia el haber conversado con él.