Todo un naufragio

Hemos tenido pleno esta semana en el Senado. Un pleno escoba ¡con siete proyectos de ley con innumerables enmiendas a todos ellos!. Las admitidas, irán al último pleno del Congreso la semana que viene pero todo ha sonado a fin de curso. Como en el colegio. Con muchas despedidas y con cajas en los pasillos llenos de boletines, libros e informes. Van a darle una mano de pintura a los despachos y se necesitan éstos libres a partir del 26, día en el que Zapatero como en el miércoles de ceniza disolverá las Cortes Generales y en polvo nos convertirá.

Y en todo momento, la pregunta: “¿Te han dicho algo?”. Se refieren a si las ejecutivas de los partidos cuentan con los allí presentes. Ni en el PSOE, ni en CIU, ni en el PP salvo contados casos, nada sabían. En el PSOE, tras los resultados de las elecciones municipales, hay cantidad de náufragos que o bien son presidentes de diputación, o presidentes de comunidad, secretarios provinciales que piden paso por encima de la nueva generación que había llegado a los escaños y realizado un buen trabajo y ahora, en plena crisis al mileurismo. Priman los Marcelino Iglesias, los Tomas Gómez, los Antich, los capo en las comunidades. Y por eso en cada proyecto de ley, la mayoría de los senadores se despedía. «Ha sido un honor formar parte de esta cámara y haber trabajado con ustedes a los que les deseo lo mejor….»  Parecía la novela «Los Diez Negritos” de Agatha Christie. Uno a uno iban desapareciendo y contrastaba la pugnacidad en la defensa de las posturas políticas frente a despedidas entrañables De verdad una pena. Despedirse es morir un poco. Y dejar de ver a gentes con las que en cuatro años has trabajado, viajado, peleado, amigado, es morir otro poco. Y es que hay partidos por ejemplo Esquerra que está abocada a no tener ningún senador. La fórmula de la Entesa (PSC, ERC e ICV), no contará con Esquerra que se suicida por optar ir sola.

Y Pio García Escudero, el portavoz del PP, en su última pregunta, estuvo incluso afectuoso con Zapatero con el que ha discutido ocho años cada quincena a cara de perro. Lo mismo hicieron Bouza y Narvay en sus preguntas de los martes. Le desearon suerte en la vida. Y estuvo bien. La política no tiene por qué ser un picadero de carne.

Interpretando a Obama

Zapatero. El presidente fue ayer el único que no valoró las palabras de Obama alertando del grave problema que puede ser España si los mercados presionan. Con un “no, gracias” rechazó hasta en dos ocasiones hacer comentarios al respecto.

RubaIcaba. Para el candidato, lo que quiso decir el presidente de EEUU es que hay que evitar que Grecia contagie a Es­paña e Italia porque “todo sería más complicado para el conjunto del mundo”.

Salgado. Aseguró que Obama insta a la UE “evitar el contagio de la crisis griega a otras economías más fuertes”.

Duran Lleida. En su opinión, Obama pecó de irresponsable. Duran afirmó que el presidente de EEUU “no está en condiciones de dar lecciones al mundo”.

Veremos que pasa el 20-N pero si en el Senado el PP ha tenido mayoría, aunque no absoluta, corremos el riesgo de que tras el 20-N la tenga y la democracia se va a empobrecer de manera sustancial. Es el miedo que se nos ha quedado en el cuerpo tras haber visto un PSOE muy desfondado y un PP, dando por hecho de que no solo ganarán, sino arrasarán. ¡Dios mío!.

Pesimismo antropológico en el PSOE en el cambio constitucional

Conté aquí  lo que dijo Peces Barba de los referendums. Los esencialistas españoles les tienen pavor. Los experimentos con gaseosa. Y lo comprobé este miércoles en el Senado, en el pleno extraordinario que aprobó la modificación constitucional. Grandes palabras en favor de la carta Magna. Grandes y retóricos discursos del PSOE y del PP hablando el mismo idioma. Y, lo de siempre. Las minorías  han quedado preteridas a cuenta de las prisas por el cambio, de la carta de Merkel y del temor reverencial a solicitar la palabra al pueblo. Rodillo a tope.

Y una intervención especialmente chirriante: la de la senadora de UPN. Al parecer la foralidad de Navarra a la señora senadora se la trae al pairo. Lo importante es la españolidad de la reforma. ¡Que intervención!. No sé como en Navarra siguen votando a UPN creyendo que es un partido navarrista. Ni Rosa Diez hubiera mejorado sus «prietas las filas».

Por su parte nuestro senador del Bloque, Pérez Bouza les dijo a los senadores del PP y del PSOE: «le sugiero una cosa. Preséntense juntos a las elecciones con la sigla PPPSOE. Según la argumentación que esgrimen aquí no es fácil distinguir a los dos partido».

Otra de las chirriantes tomas de postura fue la de la Entesa Catalana del Progrés. Esta plataforma está compuesta por el PSC, ICV y ERC. En el fondo esta alianza se montó para que CIU no tuviera senadores porque es que la Entesa no tiene un programa común salvo hacerle la puñeta al partido de Mas y de Duran. Y se ha visto en esta votación: El PSC votó  del brazo con el PSOE. Iniciativa en contra pero quedándose en la sala. Y Ezquerra saliendo de la misma después de protestar a modo.

Muchísimo periodista, muchos ministros aunque no Zapatero, y muchas caras largas. El PSOE está muy tocado. Me ha impresionado. Es un taller sin dueño. El ex presidente de la Rioja que ha arremetido en su intervención  contra CIU, se ha despedido. Su secretario general lo manda al paro. Una senadora de Huesca nos ha dicho que en su partido no valen el mérito, la capacidad y el ser mujer. La retiran para dar acomodo a un ex presidente de Diputación. El aparato. Un senador de Castila La Mancha, después de catorce años se quedaba en su casa «porque como va a Barreda al Congreso, mueven todo y además se van a perder las elecciones y hay mucho ex alto cargo en paro». Mucha frustración, mucha resignación, mucho pesimismo. Me preocupa, tras ver esto, una mayoría del PP. Con ese espíritu no sacan ni 120 diputados.

Fin de ciclo, cambio constitucional en una semana, crisis económica, un PP  crecidísimo y una sensación de fin de  la historia  tremenda.

Es lo que hemos vivimos hoy miércoles en el Pleno del Senado.

La política como vocación

«Desengáñate Iñaki, la política ha dejado de ser una vocación para convertirse en una profesión» me decía Narciso lrureta, “El Vasco Irureta», antiguo ministro democristiano chileno en Santiago de Chile. Dura reflexión no aplicable a Enrique Curiel, fallecido a los 63 años el pasado 2 de marzo. La bandera del PCE cubrió su féretro.

Le conocí en el Congreso. Fue punta de lanza en el esclarecimiento de la desaparición del famoso Nani. Le vi desplegar posteriormente toda su mano izquierda cuando aprobamos el Pacto de Madrid contra el terrorismo para que IU no quedase fuera de aquel acuerdo parlamentario. Conocía lo vasco y le gustaba opinar sobre Euzkadi. «No existe mayor error en la gobernación que tratar con simpleza lo complejo. Y caben pocas dudas de la complejidad del encaje de lo vasco. Ojalá me equivoque y no tengamos que lamentar los errores de hoy, como ocurrió en el pasado». «¿Por qué  no abordar una reforma del estatuto de Gernika y reflexionar sobre el margen de maniobra que nos permite la Disposición Adicional Primera de la Constitución?». «Arzalluz no engañó a nadie. Basta releer las actas del debate constituyente y la abstención en las votaciones de las Cámaras y en el referéndum constitucional para comprender que el problema político se aplazó, no se superó». Tres opiniones recogidas de sus muchos de artículos y reflexiones sobre lo vasco.

Nacido en Vigo allí inició su militancia contra el franquismo. Vicesecretario general del Partido Comunista durante cinco años, renunció a su escaño por Córdoba y abandonó veinte años de militancia en el PCE liderado por Julio Anguita. Lo explicaba así: «El motivo de mi baja definitiva, del PCE, no es otro que expresar mi radical desacuerdo con el alejamiento progresivo del proyecto eurocomunista, en un proceso que podría calificarse de dogmatización del PCE, de un cierto viaje al fundamentalismo del PCE”. En octubre de 1990 fue elegido en las listas del PSOE como concejal en el Ayuntamiento de Madrid y diputado por Pontevedra donde le conocí en las comisiones de Defensa, Constitucional y Exteriores. En la legislatura anterior (2004-2008), elegido senador, fue el secretario general del Grupo Socialista en el Senado y quien llevaba el día a día del Grupo parlamentario. Con él tuvimos que negociar infinidad de enmiendas a los muchos proyectos que entraron en ésta Cámara.

Desgraciadamente por estos zancadilleos de los partidos los socialistas gallegos no lo incluyeron en las listas de la presente legislatura y con sesenta años se quedó con el cielo arriba y la tierra abajo, sin pensión, sin cesantía, sin esos “privilegios» que tanto le gusta denunciar a Rosa Díez y a una prensa antisistema que solo busca el desprestigio de la política, ensalzando los lunares y silenciando trayectorias como las de Enrique Curiel. Falleció ganando 700 euros como profesor asociado en la Universidad Complutense. Acaba de fallecer con grandes dificultades para poder atender su propio tratamiento médico. El partido socialista como tal, le trató muy mal. Sus compañeros lo reconocen.

Al enterarme de su fallecimiento llamé al presidente del Senado para que activase un acuerdo que habíamos aprobado en la anterior legislatura y que consistía en poner un libro de firmas en la Cámara, para luego entregárselo a la familia, y, en el primer pleno, organizar una intervención en memoria del fallecido. Y este acto se llevó a cabo el pasado martes 8 de marzo pero al mismo le faltó emoción aunque no un inmenso aplauso. Enrique Curiel merecía una intervención de todos los portavoces porque todos hubieran glosado positivamente su figura ya que era persona que se hacía querer. Merecía que la tribuna hubiera estado llena de amigos y personalidades que le conocieron, del PCE, de IU, del PSOE y de todos los partidos. Merecía que los medios hubieran hecho un despliegue especial. Merecía un video a proyectar. Nada de esto se hizo. EI acto fue como la personalidad de Curiel. Sencillo y discreto. Habló Joan Lerma que había sido el portavoz parlamentario del PSOE en la anterior legislatura y lo hizo con sentido y sobriedad, pero habiendo estado bien a la sesión le faltó algo más. Posteriormente hemos visto artículos y glosas varias muy laudatorias pero a la clase política española le han faltado reflejos para destacar una trayectoria limpia y decente como la de Curiel con el fin de contraponerla a los casos de corrupción, a los políticos profesionales y no vocacionales, a los arribistas clientelares, a los hipócritas y populistas, a los que un día dicen una cosa y al siguiente lo contrario, a los que solo les mueve el interés y no la vocación de servicio, a los ingenuos como Enrique frente a los resabiados, a los que todavía creen que la política es una actividad a reivindicar como militancia social frente a los logreros. Y esa contrafigura a todo lo que nos venden era Enrique Curiel un político vocacional y honesto, limpio y bienintencionado, bien formado y buena gente. «Entre la impotencia de la socialdemocracia y el desastre político acumulado por los residuos de los viejos partidos comunistas europeos, se vistan como se vistan, la izquierda se encuentra bloqueada y amputada. Quizás es la hora de realizar una apuesta nueva, intensamente reformista y coordinada» decía.

Ojalá el recuerdo y el ejemplo de Curiel alumbre la búsqueda de una nueva forma de hacer política para que los medios de comunicación destaquen más los ejemplos de los muchos Curiel que existen y trabajan silenciosamente el día a día como marca de fábrica de lo que debe ser la POLÍTICA, hecha con mayúsculas.