Confidencias catalatanas

El martes, en el Senado, los senadores de CIU estaban eufóricos, aunque contenidos. Su victoria electoral doblando al Partido Socialista y la goleada del Barça al Real Madrid la víspera, les hizo estar todo el día con la sonrisa en los labios. No era para menos.

Desde el domingo 28 por la noche habían sido noticia percutiente y por eso quisimos conocer de viva voz su estado de ánimo y sus comentarios.

CIU estaba especialmente satisfecha porque hacía siete años la consigna, tras 23 años de gobierno de Jordi Pujol y el pacto entre el PSC-ERC e ICV, era la búsqueda de la desaparición de CIU. Pero habían logrado mantener el partido, hacer oposición, liderar el país, mantener la moral, marcar el rumbo y aguantar la travesía del desierto sin cantimplora. Una mezcla de méritos propios y deméritos ajenos basados en el Pacto del Tinell que había sido un Pacto a la contra. No a favor de hacer cosas, sino de desalojar definitivamente a CIU que seguía ganando todas las elecciones pero le habían quitado el ejercicio del poder en dos ocasiones.

Por otra parte los siete años de oposición hacen ahora que Mas sea Mas y no ya el heredero de Pujol. No será su mandato Pujolismo sin Pujol, sino Masismo con Mas. A Jordi Pujol le respetan mucho, pero ellos son otra cosa.

Y el tercer comentario que nos hacían era el cambio que había experimentado ese día el PSOE hacia ellos. Todo era condescendencia, felicitaciones, arrumakos. Como de la noche al día. Te quiero Inés por interés.

Por su parte los de ERC estaban bajo la ola y el senador Bonet había pedido ya la dimisión de Puigcercós que había logrado en esas elecciones la mitad de escaños que logró en su día Carod Rovira a quien Puigcercós en un gesto insólito se lo había cargado sin miramiento alguno. Pero Esquerra es así. Un partido asambleario que paga cada cierto tiempo sus incoherencias. Y ya se sabe. Quien le pega a su familia, se arruina.

Finalmente un senador de Iniciativa, y que hace un magnífico trabajo en el Senado, nos comentó que lo grave para la izquierda catalana era la pérdida del discurso estratégico. Se habían quedado totalmente desarbolados. “Ahora la realidad catalana será la que diga La Vanguardia y CIU. Hoy por hoy no tenemos proyecto”. Comentaba que el gran error había sido pactar con Esquerra por segunda vez.

Los socialistas hablaban de la alta participación, del señorío de Montilla la noche electoral y del error de no haber sabido vender su gestión habiendo convertido el gobierno a veces en un gallinero. Estaban contentos de que Rosa Díez hubiera sacado menos votos que el transformista Carmen de Mairena, que la subida del PP con 68.000 votos no era para tanto, que estaban contentos de que un partido xenófobo no hubiera tenido ningún escaño y que les va a costar levantar cabeza y elegir un liderazgo atractivo.

Nos decían que la situación en relación con Euzkadi era distinta porque el PP no forma parte del gobierno, aunque lo apoye y porque el pacto en Euzkadi es entre dos españolismos y no entre un partido de ámbito español como el PSC y otro de ámbito catalán e independentista como ERC que les ha hecho tener un discurso muy equívoco para su gente. Y uno tiene que ser lo que es y no lo que las encuestas o el marketing les dicte lo que tienen que hacer.

En el fondo, estaban desolados, sobre todo, porque veían a sus compañeros del PSOE contentos de que Catalunya no les de los dolores de cabeza que les ha dado con el Estatut o viendo a Montilla en una manifestación nacionalista. En fin. Es lo que hay.

Claves del porqué de la prórroga de Montilla

Mañana martes, presentado por Josep A. Durán, ofrecerá en el Ritz de Madrid el candidato de CIU, Artur Mas, un desayuno informativo.  Allí estaremos, como hemos estado en todos los desayunos y cenas de este tipo que ha ido ofreciendo estos años.

Me hacía gracia el diálogo que Mas y un periodista cachondo del programa “Salvados” mantenían el 11 de septiembre, “La Diada”.  “A la tercera va la vencida ¿verdad?”. “Si, así parece. Lo dice bien el refrán”. “Usted como buen catalán no tira la toalla”. “Eso. Los catalanes no tiramos nada”.

Y es verdad. Mas ha ganado dos veces y dos veces le han arrebatado la presidencia el PSC, ERC e ICV. Dos veces.  Pero están reforzados y todas las encuestas dicen que van a ganar. Han hecho una buena travesía del desierto en siete años.

Hablaba de todo esto  con un diputado de CIU que me comentaba que les hubiera gustado que  las elecciones  se celebraran ahora.  “Montilla las ha retrasado hasta el 28 de noviembre cuando el pescado está ya todo vendido y el gobierno catalán anda renqueante y hasta Pascual Maragall diciendo que ahora toca Mas”.  “¿Pero porqué este retraso” le preguntaba. “La clave puede estar en un anuncio del fiscal para declarar pieza separada contra nosotros todo el caso del Palau. El tripartito le ha llevado a CDC al fiscal por el caso del Palau –Felix Millet  aunque unos ni descartan, ni afirman que Convergencia recibiera fondos ilegales.  Quieren acusarnos de financiación irregular y para cuajar esta  sospecha  necesitan un poco más de tiempo.  También para acabar con Laporta, que no ofrece nada más que repetir hasta la saciedad la palabra independencia y la cuerda y el argumento se  le está acabando. Esa es la clave”.

El ratonero PSC utiliza las mismas malas mañas  de este PSE con la apertura en el Parlamento Vasco de una comisión de investigación del mal llamado caso Miñano.  Algo que está sub-judice, lo quieren enmerdar para que asocien al PNV con todo este affaire y además ayudados, solo aquí, por un PP que en el caso Gurtel, no actúa de la misma manera.

Pero a pesar de todo, CIU, ganará las elecciones el 28 de noviembre.  Tranquilos.

Artur Mas y La Noria

artur_mas[1]Artur Mas, líder de CIU y futuro presidente de la Generalitá catalana estuvo el sábado en el programa de Tele 5  LA NORIA. ¿Debería haber ido a un programa de ese tipo? .Rotundamente SI.

Su presencia le permitió darse a conocer a una audiencia millonaria y lo hizo muy bien. Relajado, fresco, agudo, cercano y desmontando tópicos ante María Antonia Iglesias, Isabel Durán, Alfonso Rojo y Pilar Rahola, cinco cancerberos que no dejan pasar ni una. Y un buen político se crece en este tipo de lances. Jordi González, el conductor del programa, lo hace muy bien y al final le regaló un libro de Baudelaire y de Saint Exupery, EL PRINCIPITO. Mas demostró cultura, leyó poemas y  pronunció una frase de ese libro icono. No solo no es un patán, sino es un hombre de amplias lecturas. Y además el comentario sobre la enfermedad de su mujer nos lo presenta como alguien de carne y hueso y no un robot articulado como nos lo pretenden presentar.

Tengo que recordar que yo he ido dos veces a ese programa. Y creo fui el primero. Una para hablar de temas generales y otra para hablar del rey la víspera del Alderdi Eguna de hace dos años. Previamente consulte con el partido pues a ese programa no iba nunca ningún político. Con buen criterio me dijeron: tiene audiencia, y hay que aprovechar todas  las ventanas en estos momentos en que nos han cerrado todas las puertas. Y lo comprobé al día siguiente en el Alderdi. Lo había visto casi todo el mundo.

La fórmula de La Noria permite ocuparse de la actualidad política y de la sentimental o rosa y quizás esta impregne la imagen de un programa de audiencia supermillonaria en una televisión donde apenas se debate nada, más que la vida privada de cuatro famosillos indocumentados. Pero solo sé que tras aquella presencia mía vinieron las de Anguita, Guerra ,Blanco, Bono, Mas y la semana que viene Trinidad Jiménez, que nunca hubiera ido si Tomás Gómez no hubiera abierto fuego.

Sin Artur Mas delante  los comentarios de Enric Sopeña, Isabel Duran y un fachilla que no sé cómo se apellida, no me gustaron ya que faltaba él para rebatirles, y lo hubiera hecho con esa maestría que ha ido adquiriendo a través de la dura experiencia de siete años de desierto político. Y fue muy claro cuando habló de su relación con un Zapatero que le engañó.

En resumen. No hay programas malos si hay invitados interesantes y tienen algo que decir. Lo malo de esto será que hecho el primer gasto pionero, vendrán los Basagoitis a dar la vara para ser llevados a esta plataforma informativa un sábado en el que para ver este debate, había que simultanearlo con el partido del Athletic. Nunca sería el caso de Basagoiti. Entre él y San Mamés siempre será un placer cambiar de canal. Y lo dicho. Como recomendaba el Lehendakari Aguirre. ”Si nos invitan a un congreso de bomberos, allí hay que estar. Silla que no ocupas, silla que te ocupan. Y luego no te quejes”. Pues eso.