Agenda de un Senador (14)

Lunes 12 de diciembre de 2011        

 Cosas de Iñaki

Cuando Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón se casaron en Barcelona, el Lehendakari Ardanza les hizo un buen regalo. La actuación del Orfeón Donostiarra en la vistosa ceremonia de su catedral gótica. El padre del novio era un afiliado del PNV, el joven se llamaba Iñaki, Jose Mari Gerenabarrena era amigo de la familia y todo el mundo estaba encantado. Fue el clásico espectáculo de masas del que nunca supimos su costo, pero como los cuentos de hadas no tienen valor, pues todos les deseamos fueran felices y comieran perdices.

A mí me supuso que me vasquizaran el nombre en el ABC. Bautizado y registrado como Iñaki Mirena, Luis María Ansón la tenía emprendida contra al nombre sabiniano. A raíz de aquella boda, recuperé mi nombre original en el periódico de la derecha española. No tengo pues la menor animadversión contra esta pareja sino mucho respeto y solidaridad hacia los padres del ex jugador de balonmano, al que acaban de bautizar como «talón-mano «.

Con este antecedente la pregunta que uno se hace es como un chaval bien parecido, deportista y con una vistosa familia, se haya metido en semejante barrizal que ha destrozado su vida y le ha clavado a la monarquía española un rejón de fuego. ¿Un submarino republicano para dinamitar desde dentro la Institución?. No parece. ¿Una incursión en los negocios con la misma mentalidad de lo que veía a su alrededor?. Quizás ésta puede ser la explicación, pues es difícil haya otra.

Bien es cierto que el status de la familia real no está contemplado en la Constitución. No existe. Y tan es así que el heredero solo aparece a efectos sucesorios. Para nada más. Toda esa ridícula parafernalia de reverencias de las señoras, besamanos, lectura de pregones, presidencia de actos de todo tipo, entrega de premios, tiene el mismo valor que si usted, con su hijo se ponen a hacer lo mismo, pues ese papel no les está asignado en ningún artículo de la Constitución. En ella solo habla del rey. De nadie más.

De ahí que todas esas presidencias de organismos y de la credibilidad que se le atribuía a sus negocios «pues detrás está la Casa Real», no es más que la evidencia de una Corte corrupta, de la idiotez del español a la hora de hacer la pelota a un ciudadano normal y sobre todo de las falta de control político hacia una Institución a la que el erario público mantiene porque su acción ha de basarse en la ejemplaridad. ¿Ejemplaridad la de Juan Carlos de Borbón?.  ¡Vamos hombre!.

Yo rompí con todo ese mundo de mentiras a raíz de la guerra de Irak. Hasta entonces habíamos seguido con esa ficción del Pacto con la Corona que jamás percibí, pero tras mantener con el rey un diálogo duro en el que me dijo que él era militar y le gustaban las guerras y yo contestarle que se fuera él y le mandara a su hijo, revisé la Constitución y vi que el artículo 63 le daba un papel como jefe de las Fuerzas Armadas. Y tras negarnos una audiencia a los Grupos de la Cámara, salvo al sumiso Zapatero, en una de las sesiones, bajé a la tribuna del hemiciclo del Congreso y denuncié al rey por su pasividad, su falta de coraje, la dejación de sus funciones y su poca personalidad ante un Aznar que se había reunido en las Azores con Bush, Barroso y Blair y quería mandar tropas a una guerra «para sacar a España del rincón de la historia”.

Se armó la de Dios es Cristo

Aún recuerdo el abucheo de Rajoy, Acebes, Rato, Mayor Oreja y Arenas. Era la primera vez que desde aquella tribuna Pulgarcito se atrevía a meterse contra Goliat, el gigante de la transición y además desde un partido nacionalista. Eran tiempos de mayoría absoluta de Aznar y en aquella Cámara solo había, rodillo y tente tieso.

Tras esto y puestas las cosas en su sitio me dediqué a preguntar sobre las cacerías con osos borrachos, viajes extraños, gastos inútiles, uso de aviones sin ton ni son, cambio constitucional para que no exista primacía del varón sobre la mujer en la actual y muy machista Constitución española, los Premios Príncipes de Asturias a mayor gloria del heredero, costo de la boda de Felipe y Letizia, presupuesto de la casa Real, papel del Rey el 23-F, y cosas así.

El gobierno jamás me contestó. Respondían con dos líneas diciendo que el rey es irresponsable, es decir no responde ni ante los jueces, ni ante Dios, ni ante la historia y que haría mejor en condenar a ETA. Curiosamente los más beligerantes eran los socialistas a los que todo esto les incomodaba y dejaba patente su poco respeto al republicanismo de su historia.. ¿Y en ­casa?. «Cosas de Iñaki”. Pero a la gente le gustaba se fuera contra éste abuso continuo de poder.

Pero no eran cosas mías. Independientemente de que el rey Juan Carlos está ahí porque nos lo dejó un dictador cruel y sanguinario y él jamás ha condenado aquella dictadura sino se ha beneficiado de ella, e independientemente de que en la Constitución se metiera de matute la monarquía parlamentaria sin referéndum como hubo en Italia, la actual Jefatura del Estado no puede ser irresponsable ante la ley y no puede usar fondos públicos sin que haya un ojo público para vigilar sus gastos. Y estas evidencias no pueden ser «cosas de Iñaki» sino de algo tan simple como la salud democrática de un país. Yo no soy el Peñafiel vasco como alguno ha querido describirme para anular mis denuncias, sino un parlamentario que tiene la obligación de controlar al gobierno y a ser posible, a la Jefatura de un estado, que permite se viva en la corrupción mientras se le orla con el premio a la virtud.

Mi denuncia fue la única y la primera. Luego vino Tardá de ERC y ahora IU, pero a efectos de notaría, fue el PNV, porque yo hablaba en nombre del PNV, quien puso el dedo en la llaga. Que Amaiur tome el dato.

A raíz de toda ésta tormenta, la editorial «La Esfera de los Libros” me pidió en 2007 escribiera un libro con mis experiencias en este campo. Y lo hice y titulé «Una monarquía protegida por la censura». En ella hablaba de mis vivencias con ese mundo de ficción, desde dentro del sistema, y denunciaba los negocios de Iñaki Urdangarín desde la página 101 a 104 en el capítulo “La Familia sí recibe». Pero a mí no me recibieron. Torpemente la editorial envió el libro a la Casa Real y ésta negó su publicación. Pero al poco el libro se editó. Lo hizo Javier Ortiz pero la sordina que le pusieron como para escribir otro libro con lo que había supuesto superar aquella carrera de obstáculos.

Curiosamente el libro se publicó un año después de que la pareja y sus niños fueran enviados a Washington en 2006, nombrándole al duque de Palma, consejero de Telefónica. ¿No sabían en que negocios andaba el yerno?. Por supuesto. Pero el Rey quiso encubrirle sacándolo de circulación. Y el encubrimiento, para la gente normal, es un delito tipificado en el Código penal. Pero el rey es «irresponsable».

Cuando nadie sabe el presupuestos exacto de la Casa del Rey, cuando nadie controla sus gastos como ocurre con otras monarquías, cuando el rey recibe regalos de todo tipo y no pasan a la contabilidad del Patrimonio del Estado, cuando la opacidad es total y los medios aplauden semejante corrupción, cuando primeros coches, primeras motos, comisiones de jeques petrolíferos han hecho de Juan Carlos de Borbón uno de los hombres más ricos de Europa, cuando nada de todo esto se podía investigar, llegó a semejante patio de monipodio un chaval al que lisonjearon, reverenciaron, tentaron y el hombre y su gentil esposa cayeron en el pozo hasta el punto que in­cluso metieron a sus hijos menores en empresas y enjuagues impropios de una familia respetable. Se creían inmunes, impunes y protegidos por la censura y la bobaliconería de la Villa y Corte. Y eso, es para mí,  lo que ha pasado. Porque en La Zarzuela si alguien se atrevía a decir algo, seguramente responderían: “Cosas de Iñaki». Pero de Iñaki Urdangarin, Duque de Palma.

La pregunta es. ¿Por qué Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina, socia en todo este montaje, no están todavía imputados si ya lo está Diego Torre, el socio y los responsables de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia que firmaron esos contratos con esa ONG con ánimo de lucro?.

Me imagino que el PP, Trillo y la Casa Real estarán metiendo horas extras para tratar de salvar algún mueble que otro, sobre todo a la Infanta.

Lo malo es que quien creó el microclima para que ésto sucediera seguirá ahí felicitando las Pascuas en su mensaje de Navidad, como si nada hubiera ocurrido. Pero quien de verdad está desnudo, es el propio rey. No solo su yerno y su hija. Y quien está tocada de verdad, es esta monarquía heredera de un dictador.

Agenda de un Senador (13)

Domingo 11 de diciembre de 2011

Rubalcaba y Rajoy son del Real Madrid – El comunicado de Urdangarin tiene cinco años de retraso – Mi libro “Una Monarquía protegida por la Censura” tenía razón – El sumiso Embajador Estrella  reverencia a  Felipe de Borbón este fin de semana – El libro del PRI – Cuatro libros.

El sábado ganó el Barca. ¡Que disgusto en Madrid!. Y una curiosidad. Pérez Rubalcaba, nacido en Solares (Cantabria) y Mariano Rajoy nacido en Pontevedra (Galicia) no son seguidores de sus equipos locales sino los dos lo son  del Real Madrid.  Puro desarraigo.  Se me dirá que son del mejor equipo del mundo, del que mejor defiende y proyecta la españolidad, del tarro de las esencias, del equipo del régimen, pues si.  Pero también  los describe bien a ellos. A los dos. Y sinceramente he de decir que no me gusta. Quien le pega a su propia familia se arruina. No estaría nada mal sintieran algo por su  “patria chica”.¿O no?.

Como  también describe bien al rey, a la Casa Real, a  Urdangarin y a la Infanta el infumable escrito que enviaron el sábado a los medios de comunicación, porque esa nota no es de Urdangarin, a pesar de su contenido.  Urdangarin hoy no es libre de redactar notas de este tipo. Está condicionado por lo que le han  impuesto que diga  que es tratar de salvar la imagen de un rey que está reaccionando con cinco años de retraso y cuando ya comienzan a arder las cortinas de su despacho y el de la Infanta, a la que salvarán de la implicación “porque la hija del rey no puede ni debe ir a comparecer ante la Justicia”. ¡Faltaría más!.

El problema al parecer no es  lo que ha  hecho él y sus fechorías sino “ante la acumulación de informaciones y comentarios aparecidos en los medios de comunicación relativos a mis actuaciones profesionales”.  Es decir, el problema es la acumulación de información  porque  sus corruptelas, deben ser “actuaciones profesionales”.  Pero lo importante para ellos  no es el hecho, sino el daño a la imagen de un monarca que no resiste una auditoría a sus actuales bienes.  Y todo el mundo callado, sabiendo como se sabe que Urdangarin cayó en la trampa pensando que la impunidad del suegro era trasladable al yerno. Si no ¡de qué se iba a meter en semejante pantano!.

 A pesar de lo que diga la nota quien ha perjudicado la imagen de la familia Irreal  ha sido el propio Urdangarin y no la acumulación de informaciones y quien debe pedir disculpas a la ciudadanía es él, así como devolver lo robado. Y eso como primera medida. Indicios hay más que de sobra.

El sábado en La Noria éste muerto no encontró dolientes. Pero les  faltó apuntar hacia el verdadero responsable que no es más que Juan Carlos I. Nacido en el seno de una familia expulsada del país tras una sesión del Congreso de los Diputados, criado y alimentado en la Corte franquista más corrupta, protegido por la censura durante la transición para que nada se supiera  sobre sus amoríos y sus negocios, las fechorías de Urdangarin han comenzado a hacer pensar a la gente que si a esta familia le falta lo único que se le pide que es la ejemplaridad ¿para qué la queremos?.  Y no es mala pregunta.  Ya lo apunté en mi libro, que a raíz de todo esto, me lo piden más y más.

En él contaba experiencias de todo tipo entre ellas algunas con embajadores.  La Carrera por antonomasia (Diplomacia) sigue teniendo el estigma del franquismo, un régimen  al que los diplomáticos de la dictadura solo reverenciaba al poder ejecutivo, porque el judicial y el legislativo estaban ahí para aplaudir. Y  lo malo es que hoy siguen creyendo que la democracia solo tiene un poder, el ejecutivo. Y tengo decenas de experiencias personales  al respecto.

Lo que me sigue extrañando es el hecho de que eso no solo  lo haga la antigua casta del régimen y las gentes vinculadas al PP,  que tiene su explicación, pero no un dirigente socialista. Y me explico. Habrán visto como a la segunda toma de posesión de la presidenta argentina Cristina Kirchner acudió este fin de semana en representación de España, Felipe de Borbón.  Lo tienen para esto, aunque nunca dé cuenta de sus viajes ni de lo que habla en sus entrevistas. Terreno vedado para el control parlamentario.  Pues bien, allí estaba a pie de escalerilla el embajador Rafael Estrella, dirigente socialista de Granada, que ha sido portavoz del PSOE en la Comisión de Asuntos Exteriores, senador y quisquilloso personaje que en su época de diputado montaba pollos a los embajadores porque no salían a recibirle al aeropuerto.  Y con razón. Lo hicieron embajador porque Duran le madrugó la presidencia de la Comisión de Exteriores.

Pues bien. Nombrado embajador político hace seis años cuando  el año pasado se organizó el Foro Parlamentario Iberoamericano en Buenos Aires , ni acudió a recibir a la delegación presidida por el Presidente del Senado ni a despedir.  Rojo protestó por el trato y Estrella se la guardó.  Cuando pasamos por Buenos Aires en octubre solo atendió a Bono, en su viaje que no coincidió con el nuestro.  Y sin embrago ahí estaba este sábado como un perrito faldero haciéndolo gracias a Felipe de Borbón que no tiene papel alguno en la Constitución, salvo suceder a su padre,  tras pasar por encima de sus hermanas.

El problema en estos años ha sido  el de este socialismo de chichinabo, complaciente con el poder, con los banqueros, con una Familia Real por la que se desviven y así les va.  ¡Que papelón el de Rafa Estrella, socialista granadino!.

En el mismo continente, Enrique Peña Nieto metió la pata hasta el zancarrón. Peña es el candidato mexicano con más posibilidades de ganar las elecciones presidenciales. Es del PRI y sin pensarlo mucho estuvo la semana pasada en la Feria del Libro de Guadalajara (Mexico).  Tras su intervención y a preguntas de un periodista sobre los tres libros que mayor influencia han tenido en su vida y, no siendo Cantinflas, lo pareció.  El tipo no supo contestar.  Porfirio Muñoz Ledo, ex PRI y ex PRD le dijo: “México no puede volver a ser gobernado por un analfabeto.  Podía haber citado a Blanca Nieves y a los sietes enanitos”.

No sé qué libros lee Rajoy ni Zapatero, pero si sé que hay políticos que no han leído un libro en su vida.  Es cuestión de  saber si les han enseñado a leer, si han aprendido a hacerlo y si les gusta.  A mi me gusta y me encantaría que junto a los libros, te vendiesen tiempo y concentración, para hacerlo. Y este fin de semana he ido de librerías y he comprado algunos.  La edición del diario del  que fuera presidente de la República Española Niceto Alcalá Zamora escrito los meses que precedieron al golpe de estado parlamentario que le obligó a dimitir por iniciativa de Azaña y Prieto.  Es muy interesante. Alcalá Zamora que había sido ministro con Alfonso XIII hizo bascular el ambiente político a favor de la llegada de la República tras una brillante intervención en Valencia que dio paso al Pacto de San Sebastian.  Católico y liberal, la derecha nunca le tragó al considerarlo un traidor y la izquierda no le defendió pues no era de los suyos.  El quiso crear un centro moderado republicano que en aquellos años de polarizaciones extremas nunca llegó a cuajar. Tiene el libro muy buena pinta. Otro es una biografía de Victoria Kent, Directora de prisiones en tiempos de la República que se peleó con Clara Campoamor a cuenta del voto de la mujer.  Amiga de Manuel de Irujo éste nos la remitía siempre ya que dirigía la revista Ibérica desde Nueva York donde escribía la oposición española.  Luciano Rincón lo hacía bajo el seudónimo de Juan de Oñate.  Cuando lo detuvieron se mantuvo el nombre pero quien escribía la crónica era Alberto Elosegui.  Otro libro es uno pequeño de quien fuera el director de El Periódico de Barcelona Rafael Nadal. Se titula “Los Mandarines” y son muy pequeñas entrevistas con gentes que mandan, pero sacándoles, en una respuesta, todo su jugo. “Federico Sánchez se despide” es el tercero. Escrito por Jorgen Semprun da cuenta de su paso por el Ministerio de Cultura y, finalmente, un libro muy didáctico que explica qué es el capitalismo, el liberalismo, el socialismo, el nacionalismo, es decir todos los ismos. Lo compré para mi hijo Iker porque en cualquier momento me hace preguntas  como  éstas: “Aita, ¿qué es el nazismo?, ¿qué es el capitalismo?”. Y el libro también  tiene buena pinta. Espero me deje echarle un vistazo. Y siempre  se aprende.

Agenda de un Senador (12)

Sábado 10 de Diciembre 2011

La patadita del Senado – ¿Qué democracia es ésta que todavía no sabemos los nombres de los integrantes de las Mesas? – Partitocracia abusiva – Claveles sobre mi tumba

«¡Piii!» suena mi móvil. Lo abro. Mensaje del Senado. Dice lo siguiente: “Desde inicio día 13 interrupción servicios correo electrónico e Intranet a Senadores IX Legislatura. Reanudación Servicios a Senadores X Legislatura al final día 13″. Seco y cortante mensaje para decirles a los no reelegidos, y a los que se retiran, que si te he visto no me acuerdo. Se rompe así el último cordón umbilical que les quedaba a los elegidos hace cuatro años con la Cámara en la que han vivido. Dicen que lo peor que le puede pasar a un político es que su teléfono no suene, pues esto se hará carne el martes y 13. Buen día, para anunciarlo.

Es lo único que se sabe de la sesión del día 13. Que nos quedamos sin conexión. Houston, tenemos un problema. Pero lo es en grado máximo el hecho de que a tres días de las Magnas Asambleas nadie sabe quiénes serán nuestros ilustres rectores de las Mesas del Congreso y del Senado. Lo dirá Moisés tras bajar del Sinaí el lunes. Y a esto se le llama «democracia parlamentaria”. Los diputados y senadores solo tienen derecho a votar si, no, abstención. Pero a nada más. Y sería bueno que por lo menos eligiéramos a nuestros mandamases por cuatro años. No. Es el dedo divino quien baja del cielo y lo dictamina. Y, en principio, se lo reparten a dos, PP y PSOE, y si os portáis bien, puede que entre CIU, y puede que entre IU. ¿No sería mejor que entraran todos los Grupos de la Cámara con voto ponderado?. Pues sí. Sería más democrático y participativo. Pero no se hará. Una mano, lavará la otra. Y luego los que hacen estas chapuzas se quejan de que a la gente no le motive la democracia. Normal. EI guión, ya está escrito. A aplaudir.

Sobre esta partitocracia abusiva hablaba Gabriela Cañas el otro día en “El País”:

“De la partitocracia hay abundantes señales. Las más obvias son los sistemas cerrados y casi siempre por aclamación mediante los cuales los partidos encumbran a sus líderes y la numantina resistencia de las grandes formaciones a perder los privilegios que les otorga un reparto de escaños evidentemente injusto. Porque la distancia que hoy castiga en escaños al PSOE frente al PP puede volverse en su favor en los próximos comicios y viceversa. Los partidos se aferran al poder conquistado y rechazan también la posibilidad de perder puestos de trabajo en los que colocar a los suyos, bien sea en las Diputaciones, bien en el Congreso, bien en el Senado, bien en las Administraciones autonómicas”.

Pero no solo hay que abordar todo lo que venga- del Senado, sino, ¿por qué no? con la Casa Real hasta ahora intocable y superprotegida por la censura. El espectáculo de estos días con sus desmentidos habla bien de la crisis existente. Y habrá que preguntar el por qué el CIS no inquiere al ciudadano sobre esa inmensa corrupción.

El CIS del pasado octubre también revelaba que para el 29,7% la Casa del Rey suscitaba poca o ninguna confianza, un dato que José Luis Dader tilda ya de «peligroso» para los intereses de la Zarzuela. Torres del Moral atribuye el desplome de la calificación precisamente al «halo de misterio, de ocultación, de falta de transparencia» que pesa aún sobre la Casa.

La monarquía era, en octubre, la tercera institución mejor valorada, tras el Ejército (5,65) y los medios (4,97).

Nunca me he creído estos datos, habida cuenta de las preguntas inducidas que daban estos resultados, de la opacidad del sistema y de preguntas solo para encontrar respuestas afirmativas.

Pero esto empieza a acabarse. Como la impunidad y la inmunidad de Urdangarín y ojalá de su intocable esposa.

Y finalmente el recuerdo a un republicano cántabro que acaba de morir. Se llamaba Francisco Guerra y era un médico exiliado que triunfó en estados Unidos. Enseñó Farmacología en la Universidad de Yale y publicó más de 70 libros. Pudo volver en tiempos de Franco y nada más llegar acudió al cementerio para desparramar claveles en el lugar donde los asesinos de la posguerra arrojaban a sus víctimas como a animales: ¿Qué hace usted?» le increpó el vigilante. «Echo claveles sobre mi tumba. “Pero usted está vivo”. “Sí; pero si no llego a irme, estaría enterrado aquí».