He estado en la Plaza Nueva en la celebración del Aberri Eguna. Delante le tenía al lehendakari Ibarretxe quien me ha dicho que acababa de llegar de Irlanda, se iba a Estados Unidos y terminaba su periplo pedagógico en Colombia. Le veo activo e ilusionado. También ha ido Zubia, que empieza a dar sus primeros pasos tras tres meses de baja por un episodio de salud.
El BBB del PNV instituyó esta fiesta en 1932 bajo influencia irlandesa. Los domingos de Pascua de Resurrección de antes no son los de ahora. La Iglesia tenía un papel fundamental y la idea de la Resurrección de la Patria era muy atractiva. Eran días de estrenar traje y películas. Y así como la ikurriña fue asumida en 1936 por todos los partidos el Aberri Eguna, de la misma manera, fue hecha fecha nacional que en la clandestinidad bajo Franco era la gran cita del año y era la acción más significativa del Gobierno Vasco en el exilio y así ocurrió hasta 1979, pero ya en 1980 el PSE dejó de celebrarla. Se acercaba al gobierno en Madrid y no era el caso celebrar Patrias Vascas, aunque la fotografía de Rubial, Redondo y Benegas con una pancarta reivindicando el derecho de autodeterminación siga siendo algo que no les gusta ni papa se les recuerde.
Y siempre que se celebra el Aberri Eguna hay en los medios la misma crítica de fondo: los nacionalistas celebran el Aberri Eguna separados. No destacan la celebración de la fecha, sino que lo hagamos separados. Es como si dijeran que los católicos han ido a misa el domingo pero cada cual en su parroquia.
Lo dicen porque quien no lo celebra el Aberri Eguna es el PSE, y no digamos el PP. Si lo hicieran no abusarían de esta majadería anual de decir lo mismo. De hecho nos instituyeron a la brava en el Parlamento Vasco la celebración del “Día de Euskadi”, con concepto de fiesta regional. Fue la única ley aprobada en todo el año. Increíble. Y esa si la celebran ellos unidos en acto de afirmación de españolidad. Como el 12 de octubre.
Si la situación se normaliza el tiempo irá logrando que esta celebración sea asumida poco a poco por todos los partidos menos por aquellos que no tienen a Euzkadi como su Patria. Y nadie dirá eso de que los nacionalistas celebran la efemérides de forma separada. Porque lo importante es celebrarla, no como se celebra.
¡Claro que sí, senador! Eso de decir que los euskérikos celebramos el Aberri Eguna por separado es una provocación sin fundamento. Todos los hermanos que luchamos por la libertad de la Gran Euskal Herria, su lengua y su raza, estamos más unidos que nunca. Estos días celebramos también la liberación de Troitiño, uno de los más bravos luchadores por nuestra patria, que espero que esté en un lugar seguro. Desde aquí un abrazo de peneuvista a él y su familia.
He estado es la Plaza Nueva celebrando el Aberri Eguna. Me ha gustado mucho verte en el escenario, porque el año pasado te quedaste detras de mi, y eso señor Senador no esta bien. Sigo siempre tu blog. Me encantó ¡Matadles!, conoci a Javier Batarrita y Sra. y me sorprendio que escribieras su historia tan fielmente. Enhorabuena por tu trayectoria.
Lo importante Iñaki, es celebrarla todos juntos, y esta debería de ser la forma de celebrarla.
Un pueblo dividido, nunca será un pueblo.