En noviembre pasado me llamó Cecil Gerrikabeitia, presidente de la Coral de Bilbao. ”Chaval, hemos acordado darte el alfiler de la Coral junto a Begoña Salinas, Josune Aristondo, Edu Madina y Antón Damborenea porque fuiste quien abriste en los presupuestos la partida para la Coral” me dijo. ”Pues muy bien. Es la primera vez en mi vida que me dan algo así por lo que te agradezco el recuerdo y el acuerdo” le contesté. ”El acto será la semana después de las elecciones” me precisó. Y así fue.
El viernes 28 de noviembre, en la capilla de La Misericordia tuvo lugar la misa oficiada por D. Ander Manterola y con participación de la Coral que interpretó varias piezas pero me quedé con dos sublimes. El “Aita Gurea” del P. Madina y el Aleluya de Handel. Fantásticos. La capilla estaba llena en la celebración de Santa Cecilia.
Y de allí, al salón contiguo de la Coral donde Cecil hizo un resumen, a veces comentado con anécdotas graciosas, sobre lo hecho en un año para pasar a entregar los alfileres de oro a quienes llevaban más de 25 años y a los mencionados. Tuve la oportunidad de saludar a Begoña Salinas y a pesar de que en Deia solo nombran a Josune Aristondo, en un título que no reflejaba la realidad, quien lo puso debía de haber elegido, en todo caso a Begoña Salinas, verdadera alma mater de mil actividades musicales y con un espíritu de superación tras su accidente que le dejó casi ciega, verdaderamente encomiable. ”Musika, Musika” no sería hoy lo mismo sin ella. Los demás, los que recibíamos el alfiler, lo que hemos hecho por la Coral ha sido por el puesto que ocupamos. Lo de ella es auténtica vocación y además con acierto.
No recogió la presea Eduardo Madina ya que debía irse a Madrid habida cuenta que tenían el sábado Comité Federal. Cecil le había entregado antes el alfiler en ceremonia privada.
Eduardo Madina me reclamó que le dijera que él saca los votos en Bizkaia pero su apuesta vital está en Madrid. Aquella afirmación me la corroboró una vez más con su espantada. Para él siempre prima lo madrileño y lo español, respetable, pero descriptivo de en donde prima sus afectos.
Y un socialista me comentó ese viernes la situación anímica de su partido. ”Zapatero ha quemado una generación. Ahora no tenemos banquillo. Su obsesión era cargarse a Solana, Almunia, Solchaga pero él ha sido incapaz de dejar un mínimo banquillo. Chacón no lo es. Los andaluces no la pueden ni ver y en campaña se ha portado muy mal con Rubalcaba.
“Yo apuesto por Rubalcaba -me decía- pero éste está ahora sin fuelle. Queremos que sea el secretario general y luego si sale algo apostar por alguien nuevo pero solvente y que no se cargue al partido como Zapatero. Éste se cargó todos los debates.
Me dijo este socialista que Zapatero no dormía y que su obsesión es dejar la presidencia sin que España sea intervenida. ”Es lo único que le importa” ”Se portó muy mal con Alfredo en campaña al entrevistarse con Rajoy y sus relaciones han quedado muy deterioradas. El último mitin de campaña en lugar de darlo en Madrid lo dio en Soria porque nadie quería tenerlo cerca. Creo que en eso también nos hemos equivocado. Y el editorial de El País lo ha hundido más. Y para colmo lo de José Blanco, la mano derecha de Zapatero, el hacha de guerra del secretario general que se va después del escándalo de la gasolinera”·.
El culto a la personalidad, el cargarse el debate en un partido, el creer que la política es solo marketing lleva a esas cosas.
Bueno pues éste es el panorama un día de noviembre donde la Coral de Bilbao sigue en sus trece es decir manteniendo en alto la bandera de su gran calidad. Y agradezco sinceramente el alfiler. Lo llevaré con orgullo.