Comparecencia del Ministro de Defensa y su opinión sobre Afganistán, Libano, Piratas del Índico, la Defensa Europea, los archivos y las ciberamenazas

Lunes 19 de marzo de 2012
Por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado (EAJ-PNV), tiene la palabra el señor Anasagasti Olabeaga.
El señor Anasagasti Olabeaga: Muchas gracias, señor presidente.
Sr. Valdivieso. Nos volvemos a ver en una Comisión de Defensa. Antes en el Congreso y ahora en el Senado. Bienvenido también, señor ministro. Le deseo la misma suerte que al Athletic contra el Manchester, me imagino que estará usted de acuerdo con lo que digo. (Asentimiento por parte del señor ministro de Defensa.)
En las anteriores legislaturas, tanto en la VIII como en la IX, en las que han sido ministros el señor Bono, el señor Alonso y la señora Chacón, las relaciones que ha habido del Ministerio con esta comisión han sido muy fluidas, incluso de una buena colaboración, porque la Comisión de Defensa del Congreso funcionaba relativamente poco, en cambio de Comisión de Defensa del Senado era muy activa. Había una buena interlocución. Yo me felicitaría si en esta legislatura —la X— hubiera la misma relación y la misma fluidez a la hora de cualquier planteamiento que se le quiera hacer; incluso que se puedan realizar algunos desplazamientos para conocer directamente cómo funciona el Ministerio de Defensa así como sus instalaciones. En segundo lugar, señor ministro, usted ha mencionado al ministro de Exteriores, García Margallo. El ministro Margallo tiene ante sí seis comisiones que atender, usted tiene dos: una en el Congreso y otra en el Senado, y sí, fíjese, yo, con una cierta experiencia parlamentaria, le digo que solo me conformaría con que usted compareciera por lo menos una vez por período de sesiones —no son tantas, serían dos veces al año en esta Comisión de Defensa del Senado—, digo esto porque al principio de la anterior legislatura —y eso lo sabe bien el senador Muñoz Alonso— cuando se discutió en la Ley de Defensa Nacional el envío de tropas al exterior, el proyecto de ley inicial decía que la discusión se realizaría en las Cortes Generales, y, por un mero cálculo del Ministerio de Defensa, se le cercenaron las competencias de la Comisión de Defensa al Senado y se residenció ese debate solamente en la Comisión de Defensa del Congreso, con la paradoja de que luego el ministro de la Presidencia venía a la Junta de Portavoces a informarnos sobre algo que ya era público —no anterior, sino ya posterior— y que aparecía en todos los periódicos como en el caso de la guerra en Libia. Por tanto, le pediría que se volviera al espíritu del primer borrador de aquel proyecto de ley y pudiéramos opinar aquí sobre asunto tan importante.
Entrando ya en temas más concretos, señor ministro, el tema álgido quizás, sobre todo porque hay una campaña electoral norteamericana a ocho meses vista, es que en Afganistán se va a hacer lo que quiera Estados Unidos; desgraciadamente es así; además, estamos viendo ejemplos repugnantes y poco dignos en los últimos quince días. La presencia española en Afganistán ha sido muy importante. La ministra Chacón cifró el coste de la misiones en el exterior en el año 2011 en 860.000 millones, más del doble que en el año 2004. España tiene una presencia en Afganistán muy importante. Creo que ha habido 97 muertos —ha sido la misión más sangrienta y cara en el exterior de España—, y en la actualidad hay 1521 militares y 40 guardias civiles, aunque para nosotros lo más importante que se está haciendo es dando asistencia a la creación de un nuevo ejército afgano, que falta le hace, cuando quieran funcionar como país libre.
El ministro Bono nos invitó a acompañarle a un viaje parlamentario que hizo a Kabul, y la verdad es que vinimos impresionados del mismo porque parecía que lo que se estaba haciendo allí era solamente una labor de protección de las propias tropas. El trabajo que se estaba realizando allí, no era muy entendible ni compensaba a la hora de ver si tenía algún sentido, sobre todo con la presencia norteamericana, tan importante, y la presencia británica. El presidente Zapatero anunció que en este año se iba a reducir un 10% y el 40% en el 2013 y el resto en el 2014. ¿Ustedes van a cambiar esta política?.
Y por qué no, de una vez por todas, toman la decisión de traer las tropas a España. Sabemos que las tropas desplazadas están trabajando en contribuir a la solución de las fuerzas locales en seguridad, en su desarrollo y en gobernanza, pero la verdad es que, como la situación económica aquí es tan mala, ahora sí sería entendible que una partida tan importante como la que se está gastando en este momento en Afganistán de alguna manera subviniera a otros gastos que tiene el propio ministerio de defensa. Como le he dicho al principio, hemos visto ejemplos muy poco edificantes, porque que, después de la matanza de dieciséis civiles, entre ellos nueve niños, y un intento de quemar sus cadáveres por parte de un sargento, que en el fondo no es más que un gran fracaso de controles del ejército norteamericano, pues ayer mismo le vimos al presidente Obama y al primer ministro Cameron irse a un partido de baloncesto y, además, condicionar, el propio primer ministro británico, la retirada o no de las tropas británicas de Afganistán a la política norteamericana, independientemente del hecho de que va a haber una reunión en Chicago dentro de muy poco tiempo, y dijo que iba a hacer su política de la mano de Obama. Obama está en este momento en campaña electoral, y las encuestas dicen que un 60% de la población norteamericana ve inútil esa guerra y están pidiendo que las tropas regresen.
Entonces, algo que es tan caro, y que la opinión pública norteamericana rechaza y ante el hecho de que el presidente Obama va a funcionar en función de sus intereses electorales, ¿por qué España no toma una determinación desde ahora, sin estar tan vinculado en su política exterior unos señores que no cuentan para nada con ustedes?. Indudablemente el hecho tiene que ser consultado, pero también en Francia va a haber elecciones y, si gana las elecciones François Hollande, ha dicho que va a retirar las tropas de Afganistán. Es decir, aquí creemos se puede hacer un amplio esfuerzo a la hora de eliminar gastos, independientemente de la importancia que ha tenido la presencia española en Afganistán. Ya le digo que ante esos noventa y siete muertos el respeto tiene que ser absoluto, pero hoy España no pinta nada en Afganistán. Lo que tenía que hacer ya lo ha hecho.
En El Líbano −y también le tenemos que decir que la ministra Chacón nos invitó a que le acompañáramos al viaje de la toma de posesión del general Asarta; creo que en este 28 de marzo se va a producir el relevo del general Asarta por parte de un general italiano− está la crisis Siria de por medio; ahí hay una situación muy fluida que puede cambiar en cualquier momento; confiemos en que la situación Siria se vaya reconduciendo porque es una vergüenza lo que está ocurriendo en aquél país y ojalá logren ustedes involucrarles cuanto antes a Rusia para que cesen las matanzas.
También le voy a plantear un tema en el que también España tiene una presencia muy importante y que usted conoce de una manera muy especial, el Índico. España es con Francia la principal impulsora de la flota europea contra la piratería; creo que en la actualidad tiene un buque y un avión y, en segundo lugar, en la época de intermonzones, cuando la piratería es mucho más activa, también tienen otro buque, y luego está la seguridad privada, que en este momento les está pidiendo a ustedes la posibilidad de utilizar otro tipo de armamento más contundente. Nosotros celebramos que se prolongue la operación Atalanta. Me gustaría saber por qué se han reducido los efectivos y si van a contemplar en cooperación con la seguridad privada si van a posibilitar que cambien de armamento para que tengan un armamento mucho más eficaz.
También me gustaría saber, cómo le ha planteado el portavoz socialista, señor Abad, sobre qué opina de la utilización somalí para atacar las bases piratas en la costa y cómo se van a hacer esas operaciones y si nos van a informar. El anterior Gobierno nos informó no en comisión, en público, sino en visita privada al ministerio sobre lo que estaban haciendo allí, sabiendo que es una situación muy complicada sabiendo de la voluntad que tenían de trabajar en una zona estratégica fundamentalmente, entre otras cosas, para la propia España, por los recursos pesqueros.
El portavoz catalán, señor Roig, ha hecho un apunte que a mí me ha parecido muy importante, y que es el tema de la seguridad europea. El pasado mes de julio, la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Catherine Ashton, presentó, en el Consejo de Asuntos Exteriores, un informe sobre cómo avanzar en la política común de seguridad y defensa europea aprovechando las nuevas herramientas que el Tratado de Lisboa ofrece para hacer más eficaz la acción exterior de la Unión. En el informe se exponía la necesidad de crear un cuartel general permanente de nivel operacional para el planeamiento y conducción de operaciones militares que el Consejo europeo decida lanzar. Y esa idea está en consonancia con el informe de mayo de 2010 de un grupo de expertos sobre el futuro de la Unión Europea en el horizonte 2030, en el que se afirma que es necesario crear un Estado mayor europeo realmente operativo y dotado de personal suficiente encargado de planificar, desplegar y supervisar operaciones civiles y militares en el exterior. Sabemos que esto colisiona con la política exterior británica, que no les gusta a los ingleses absolutamente nada que exista este cuartel general; incluso, la señora Thatcher, en el año 2000, escribía que el impulso hacia una defensa europea separada es más político que en el militar y el proceder de Francia tiene como objetivo rivalizar con una OTAN liberada por Estados Unidos en lugar de colaborar con ello. Nosotros queremos que se colabore, lógicamente, con Estados Unidos, pero Europa tiene que tener su propia política. Ante eso, ¿cuál es la política de su ministerio ya que usted no ha hecho mención a ello?.
Para terminar, señor presidente, le voy a hacer algunos apuntes muy por encima.
Sobre la Unidad Militar de Emergencia, la famosa UME, para catástrofes y calamidades, tienen que funcionar de acuerdo a las tres administraciones del Estado, el propio Estado, las comunidades autónomas y las locales; tiene siete bases en España. ¿Qué van a hacer?. ¿Cómo funciona esa coordinación, ya que en algunos aspectos no ha funcionado demasiado bien?
Otro tema es el de los astilleros en Navantia en Cartagena, que usted ha hecho un apunte sobre él. Están construyendo dos nuevos submarinos, Clase S−80 y que pese a los recortes, usted ha dicho que seguirá. Pero también me gustaría que nos hiciera un apunte no solamente sobre lo que está ocurriendo en Cartagena sino sobre otros astilleros, que de eso usted también conoce algo de cuando fue consejero de SEPI.
Otro tema, señor ministro, que ha sido noticia por otro asunto es el de los archivos, en este caso, los archivos de Indias, con el tema del Odyssey, que tiene su importancia también. Usted sabe que, a mediados de julio del 2008, el archivo general del Cuartel General de la Armada, situado en una zona de sótanos, sufrió una inundación por la rotura de una tubería principal del canal Isabel II, y el nivel de agua alcanzó nada menos que un metro de altura, dañando seriamente la documentación, y el patrimonio documental, que es tan importante, de valor excepcional, está funcionando en un subsistema saturado y falto de regulación orgánica en instalaciones inadecuadas y que, además, tiene gravísimas carencias de personal y de recursos materiales. Este tema que parece menor, sobre todo ahora de recorte presupuestario, consideramos que tiene su importancia. ¿Qué van a hacer ustedes ya que no nos gustaría que se volviera a repetir esta situación, porque ahí está acumulada la experiencia de siglos?. Es curioso que Madrid, que no tiene mar, cuide tan mal sus documentos.
Otro asunto que usted ha repetido es que va a trabajar con mucho consenso pero solo con el principal partido de la oposición. Nos parece lógicamente muy bien. Pero los demás también formamos parte del Senado y del Congreso, de las Cortes Generales, y le recordamos que cuando, por ejemplo, se aprobó la Ley de Tropa y Marinería, nosotros negociamos con el propio ministro Bono nuestras enmiendas, y de las que presentamos creo que fueron admitidas cuatro, y mejoraron la ley. No sé si usted solamente tiene su compromiso con el Partido Socialista y los demás no tenemos algo que contar en todo esto porque, si fuese así, lógicamente actuaríamos en consecuencia.
Finalizando quiero exponerle un tema que también tiene mucha importancia, que son las ciberamenazas. Vivimos en un mundo globalizado y, lógicamente, hay unas infraestructuras críticas y el crimen organizado funciona también en el ciberespacio y España es un modo importante de muchas redes. Sabemos que hay un Centro Criptológico Nacional, que está residenciado en el Consejo Nacional de Seguridad por el tema de espionaje, pero usted también sabe que, en el año 2004, la Agencia Europea de Seguridad quiso trabajar en las redes para que éstas tuviesen un alto grado de seguridad. Querían propiciar una cultura de seguridad que no existe y, en tercer lugar, homogeneizar la legislación penal al respecto. Éste es un tema que también afecta al ministerio de Defensa porque no solamente las amenazas vienen por tierra y mar; en este caso sobre todo por el aire.
Vuelvo a repetir, señor ministro, le deseamos mucha suerte y, sobre todo, nos gustaría que compareciera, por lo menos, una vez cada periodo de sesiones.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor Presidente: Gracias, señor Anasagasti.
Le puedo garantizar que esta Mesa, con el apoyo de todas sus señorías, intentará que esta Comisión tenga la importancia y la actividad que proceda.
El ministro de Defensa, Morenés Eulate:
Señor Anasagasti, gracias por su bienvenida. Yo también soy del Athletic, como podrá usted comprobar si compra El Correo Español uno de estos días. Yo quiero mantener con usted unas magníficas relaciones y le agradezco que usted también quiera mantenerlas con el ministro de Defensa. Creo que esto es importantísimo. Yo he dicho hoy aquí que quiero mantenerlas con todo el mundo, no solo con el Partido Socialista. Quiero que se sumen a este consenso cuantos más mejor. Se lo ofrezco como se lo he ofrecido a todos los demás y estoy seguro de que el debate, la conversación o el intercambio de criterios con su señoría, enriquecerá muchísimo –y sé lo que digo- esta política de la defensa.
Mire usted, nosotros no nos vamos a ir de Afganistán unilateralmente, a no ser, como he dicho antes, que haya una ruptura porque alguien se cargue, con perdón de la expresión, el acuerdo, en cuyo caso nos sentiremos perfectamente liberados para tomar la decisión que mejor convenga a los intereses de España, sobre todo, a los directamente vinculados con la seguridad de nuestras fuerzas. No comentaré nada respecto a los señores Obama y Cameron. Aquí cada uno tiene su vela y su palo. Yo tengo mi vela y mi palo y ese es el que aguanto. Si se van los barcos de alrededor, ya veré hacia dónde vira el barco, pero, por ahora, vamos todos en la misma dirección; todos juntos dentro, todos juntos fuera, y eso es lo que vamos a respetar.
En El Líbano se ha producido hace ya un mes y medio el relevo del general Asarta. En estos momentos España continúa teniendo responsabilidades en el país. Alguno de ustedes me preguntaba por la valla. Lo que estamos haciendo no es construir, sino recomponer la parte de valla que se encuentra en mal estado. Sabemos que esta situación puede crear algún tipo de conflicto. Por ahora, no tengo información de que se haya producido inestabilidad o movimiento extraño, aunque estamos extraordinariamente atentos a lo que pueda ocurrir.
Respecto al Índico, quiero decir que estamos allí por un interés internacional en que se produzca tráfico marítimo fluido y seguro en la zona, pero también por una directísima vinculación de nuestros pesqueros. Ahora mismo estamos en negociaciones con el Gobierno de Seychelles, que se opone a que determinados pesqueros puedan transportar armamento de calibre superior, incluso, al de las propias Fuerzas Armadas de Seychelles. Sin embargo, me han llegado noticias de que este asunto podría quedar solucionado en las próximas semanas. Cuando tenga esa noticia, como su señoría ha mostrado interés especial en este asunto, se lo comunicaré.
En cuanto a la autorización del Gobierno somalí para atacar las bases en tierra, puedo decirle que todavía no se ha tomado una decisión al respecto. No obstante, la Armada española, a través del P-3 Orión, estaría capacitada para coordinarse en dicha acción. Se trata de una acción estudiada y que cuenta con una serie de requisitos operativos, pero no adoptaremos la decisión hasta que no se produzca un consenso internacional que respete las reglas que España quiere establecer para dicha operación; que estoy seguro se respetarán, pues son compartidas por todos. Por lo tanto, sí pediremos una normativa de operación escrupulosa en sus requisitos -uno de los cuales citaba usted en su intervención cuando aludía al concepto quirúrgico.
Por otra parte, la seguridad de Europa es algo que hacia lo que hay que tender –como mencionaba el senador de la Entesa-, pues no será Europa si, además de ser sólida económicamente, no es fuerte políticamente, ya que no tendrá capacidad de influencia y presencia en el mundo, lo cual multiplicaría el refuerzo de las naciones que la componen. Por lo tanto, no debemos renunciar a una Europa políticamente fuerte y con una política de defensa y seguridad común fuerte, pues toda la vida se ha dicho que Europa era un gigante económico y un enano político porque le faltaban estas políticas. Señoría, 2030 está todavía lejos –aunque luego esté cerca-, y Europa y el mundo cuentan con unos problemas de inestabilidad que medimos por semanas, tal y como acabamos de ver. Por tanto, estoy de acuerdo en que se debe reforzar Europa, pero es también el señor Gates –quien financia OTAN, seguridad importante para Europa- quien ha dicho: ya está bien, señores europeos, paguen y contribuyan ustedes a su seguridad y no piensen que siempre va a estar Estados Unidos sacándoles las castañas del fuego, como ha ocurrido hasta ahora. Este es un mandato que tenemos todos los Gobiernos de Europa, con el fin de ser capaces de unir nuestros esfuerzos en defensa. En ese sentido, por ejemplo, los británicos –que, como señalaba su señoría, han sido algo reticentes a este concepto- han creado una alianza estratégica y de defensa con los franceses, ni más ni menos. Por lo tanto, debemos estar muy atentos a esa alianza, porque esperar a que veintisiete países se pongan de acuerdo en este asunto es muy complicado. ¿Qué han hecho los ingleses? Tomar la iniciativa y, a partir de ahí, que se enganche el que quiera.
El señor Presidente: Muchas gracias, señor ministro.
Si algún portavoz solicita la palabra para hacer alguna precisión o concreción, la Mesa estaría en disposición de concederle un turno brevísimo. (Pausa.)
Señor Anasagasti, tiene la palabra.
El señor Anasagasti Olabeaga: Señor presidente.
Muchas gracias.
Simplemente me gustaría aclarar que cuando se presentó en esta Cámara el proyecto de ley de defensa nacional, la decisión de permitir que las tropas tuvieran acciones en el exterior se residenciaba en las Cortes Generales. Sin embargo, en la propia tramitación de la ley desapareció Cortes Generales y se residenció en el Congreso. Por lo tanto, la Ley de Defensa Nacional consagra al Congreso. Entonces se arbitró una fórmula un poco rara de que el ministro de la Presidencia informara a la Junta de Portavoces de esta casa de lo que estaba ocurriendo; y el ministro Jáuregui informó sobre las operaciones en Libia. Sin embargo, como esto es una anomalía, sería bueno que pudiéramos cambiarlo durante esta legislatura.
Por lo tanto, se trataba simplemente de hacer este apunte.
Muchas gracias.
El señor Presidente: Muchas gracias, señor Anasagasti.
¿Algún portavoz más quiere hacer uso de la palabra? (Pausa.)
Señor ministro, ¿quiere añadir algo?
El señor Ministro de Defensa (Morenés Eulate): Muchísimas gracias.
Solo señalar que he olvidado decir al principio que me siento muy honrado de haber comparecido aquí.

No le voy a votar a Obama

Domingo 18 de marzo de 2012.
Si, ya sé que no puedo hacerlo. Pero mentalmente si. Hace cuatro años lo hice. En diciembre no lo haré. Y no es tan raro que pueda votar en América. De hecho lo haré el 7 de octubre en las elecciones venezolanas. Pero estamos con Obama. Un tipo que me ha decepcionado. Y no significa que la alternativa, Romney, me guste un pelo. Pero sé que hay una panoplia de candidaturas de las que nunca se habla de ellas. Y sé que cualquiera sería mejor que las del aspirante demócrata.
Esta semana ha recibido al primer ministro Cameron y los dos, tras pactar la política exterior inglesa a rebufo de la norteamericana, se han ido a seguir un partido de baloncesto y mostrarse comiendo un perro caliente. Muy edificante Por dos razones. No me fío de la gente cuyo gusto se centre en las hamburguesas y los perros calientes. Y lo peor. Solo una semana antes, un sargento norteamericano había matado a 16 civiles en Kandahar, entre ellos nueve niños, y había intentado quemar sus cadáveres. Que semejante fallo de control del ejército norteamericano se premie con que no se le pueda juzgar en Afganistán y que no sea probable de que vaya a ser sometido a juicio, habla mal de Obama y su humanidad. Y peor de su mal gusto estético que, con semejante baldón, se vayan a celebrarlo a un partido de baloncesto y a comerse un perro caliente. Una vergüenza. En Eruropa la gente es más comedida. Guarda mínimamente las formas.
Ya sé que no hay que extrañarse de estas conductas infantiles e irresponsables. Ya lo demostró cuando salió eufórico anunciando que habían matado a Bin Landen. La lógica de Bin Landen para matar norteamericanos es la lógica de Obama para matar a Bin Landen. La misma. Ojo por ojo y diente por diente. La ley del talión, la ley de la selva. Una obscenidad para el presidente de una democracia occidental el jactarse en vivo y en directo de la muerte de un ser humano por muy criminal que éste sea. Aquello me dio asco y me creó una total desafección con el personaje.
Pero hay más. Prometió acabar con la vergüenza de Guantánamo y esta base sigue ahí abierta y sus prisioneros sin posibilidad de juicio alguno.
Ahora, no en función de como va a dejar al pueblo afgano sino de sus exclusivos intereses electorales estudia la posibilidad de retirarse de aquel conflicto. Y no por razones humanitarias, sino por razones electorales. Y una constatación. Si lo hace, el gran demócrata Obama, habrá dejado un país como Afganistán sin la democracia prometida, sin derechos para las mujeres y siendo un paraíso para la corrupción. Vaya balance para la millonada que han invertido, las muertes que se han causado y la destrucción que dejan. Y todo rodeado del glamour de ser la potencia más importante del mundo y que además viven mirándose al ombligo. A su sucio ombligo.
Un siquiatra norteamericano que escribió en su día un libro “Bush en el diván” acaba de hacerlo sobre Obama y le ha criticado que en los dos primeros años en los que tuvo mayoría para hacer cosas, no le hincó el diente a nada serio en esos dos años de gracia. La reforma sanitaria salió capitidismuída, no se enfrentó al gran capital de Wall Street como prometió y demostró que no es un peleador, sino una especie de profesor que busca que le quieran todos, por lo que no es un político transformador sino un tipo mesiánico que busca que le quiera todo el mundo y ahora hace, lo que los republicanos harían. Y para ese viaje no hacían falta semejantes alforjas. Una verdadera pena.
En relación a Israel, las cosas están como siempre, Irán se le sube a las barbas y en Siria es incapaz de parar la hemorragia. Y en relación a Sudán ha hecho falta que George Clooney se manifieste contra la escalada de violencia en el país africano que amenaza a medio millón de personas. ¿Y qué hace Obama?. Nada.
Por eso me gustaría que perdiera las elecciones y en su lugar ganar alguien con coraje para hacer lo que Obama prometió y ha sido incapaz de cumplir. Por eso no le voy a votar. Y sé que cuando se entere se va a llevar un disgusto. Pero él se lo pierde.

Los últimos Mohicanos

Sábado 17 de marzo de 2012
En un mes nos han dejado dos personas claves en la historia del PNV, de esas que “no hicieron nada” en la larga noche del franquismo. Y cuando digo “nada” me refiero a poner una bomba, organizar un secuestro, disparar un tiro en la nuca. De eso, no hicieron nada. De lo otro, mucho, muchísimo. Se llamaban Iñaki Durañona y Ramón Agesta. Iñaki Durañona falleció el 17 de febrero. Ramón Agesta el pasado domingo 29. Ley de vida esto de clarearse las filas, pero también deber nuestro recordarles.
De Iñaki Durañona, podríamos hablar de su etapa sindical, o como representante del PNV, o de hombre roca, pero escojo solo la de su bien hacer en la segunda Radio Euzkadi. La primera radio funcionó en 1936 en el Carlton, la segunda cerca de Bayona, la tercera en Venezuela, y la cuarta es la actual. Y se ha llegado a ésta, porque antes hubo aquellas tres.
La idea de la segunda Radio Euzkadi fue de un hombre de la envergadura de Joseba Rezola que había sido secretario de defensa con Aguirre y en el calabozo de los sótanos de la Dirección General de Seguridad, el actual palacio de Esperanza Aguirre en la Puerta del Sol, ideó un medio de comunicación y propaganda para romper el muro de silencio y deformación de la censura franquista.
A pesar de la precariedad de medios con las que contaban, Rezola creía firmemente que podían lograrlo a principios de 1946, y José Antonio Durañona, hermano de Iñaki, recogió los aparatos emisores que el consejero de Gobernación José María Lasarte y el secretario de la presidencia Antón Irala habían comprado en la Collins Radio de lowa. Dichos aparatos, con los técnicos que debían hacerlos funcionar y los locutores se ubicaron en Mouguerre, cerca de Baiona. Y en Villa Briseis, en Donibane Lohitzune, se instaló la «redacción», dirigida por Rezola e integrada por Ander Arzeluz “Luzear”, Leonardo Salazar e Iñaki Durañona. Durañona y Salazar se encargaron de las tareas administrativas, de confeccionar los guiones con el material enviado por los colaboradores y de estructurarlos y mecanografiarlos para que su lectura por parte de los locutores resultara lo más sencilla y clara posible. Durañona, además, trasladaba a diario los programas confeccionados a Baiona, donde uno de los locutores, desplazándose en bicicleta desde Mouguerre, los recogía.
El propio Durañona reconocía que ellos eran conscientes de la imposibilidad de competir con estaciones tan potentes como la BBC, Radio París o Radio España Independiente pero «tampoco se trataba de eso». Radio Euzkadi era una pieza más del engranaje en la estrategia antifranquista de desprestigio del régimen, un arma para combatir la «desinformación» de la población vasca. «Es más -decía- el ser escuchado en algún punto de Euzkadi ya era un triunfo. Luego las noticias se transmitían de boca en boca».
Radio Euzkadi, “Gure Irrati Ixilla” -como la llamaban ellos-, estuvo emitiendo en Iparralde desde diciembre de 1946 hasta 1954 cuando Francia sucumbió ante las presiones procedentes de la dictadura, y dejó de «hacer oídos sordos» y ordenó el cierre de la emisora. Ocho años de esfuerzos y dificultades, de continuas interferencias franquistas, pero, a pesar de todo, «uno de los mayores éxitos de la resistencia vasca al franquismo”.
Muy cerca de Iñaki andaba por ahí un larguirucho de 1,84, con cara de buena gente, al que los vascos de París, en broma, llamaban “el sepulturero” porque acudía a todos los funerales de los vascos cuyas esquelas veía en el periódico. Tras la ceremonia daba el pésame a la familia en nombre de la Delegación. Era Ramón Agesta, un irundarra, que había dejado su pueblo en llamas en plena ofensiva militar para trabajar en unos incipientes servicios de información.
Curiosamente este servicio de información del PNV se lo encargó el presidente del EBB a cuatro jóvenes, los cuatro hijos de aduaneros en Irún. Los hermanos Mitxelena y los hermanos Agesta. Y el primer trabajo fue acompañarle al diputado Telesforo de Monzón a Barcelona a comprar armas. Llamaron al taxista Cándido Arruabarrena y allí se fueron. En todo caso el comienzo oficial del Servicio fue a mediados de septiembre, poco después de la pérdida de Irún, cuando Pepe Mitxelena y su hermano Juan José les llevaron a los hermanos Agesta al comienzo de la ría de Bayona, después de decirles que iban a un servicio de absoluta confianza del PNV. Allí, entre algunos algunos barcos de pesca y de recreo se hallaba un atunero, el Domayo, llegado de Bilbao con el capitán Vicente Artadi y en él iban a servir de enlace entre la ría de Bayona y los puertos de Gipuzkoa primero y de Bilbao después y una vez proclamada la autonomía vasca en Madrid y elegido el gobierno Aguirre en Gernika, fueron adscritos al Gobierno Vasco. Con Otamendi, técnico de comunicación por radio con el barco y con Burgaña, responsable de la embarcación se les unieron Cándido Etxeberria y Cecilio (Koiki) Zarranz radiotelegrafista al que llamaban Marconi. Ese fue el equipo inicial viviendo en el barco hasta que un día apareció el suegro del Lehendakari Aguirre, Don Constantito Zabala, y al verles bastante desastrados habló con su yerno el lehendakari y como consecuencia de aquello se alquiló una villa en Bayona, Villa Mimosas y allí se instalaron como refugiados. Además de los viajes, confeccionaban un boletín que lo pasaban a la agencia Savas Internacional.
En aquella villa tuvo su despacho D. Jose Miguel de Barandiarán en donde recibía refugiados a los que les preguntaba sobre lo que habían vivido denunciando la represión franquista en distintos medios y en el Vaticano.
Todo esto al sacerdote eibarrés Don Poli Larrañaga le extrañó tanto que quería saber lo que hacían aquellos jóvenes a los que solo les veía en misa pero no alternando con la gente y por eso les pusieron el nombre de “los tenebrosos” y con este nombre funcionaron aquellos años hasta el final. Daría para una novela. ¿Y qué hacían ?. Recoger información y procesarla sobre todo lo que le pudiera interesar al gobierno vasco. Por ejemplo. En Biarritz y alrededores vivían muchos aristócratas españoles esperando la entronización de Don Juan de Borbón y en el otro extremo los prohombres del carlismo favorables a la figura del príncipe Alfonso Carlos de Borbón y Austria, estos en la Junta de Guerra Carlista que residían en la villa Nachoenea en San Juan de Luz. De ellos obtuvieron información de las diferencias entre carlistas y alfonsinos con los franquistas. ¿Como lo hicieron?. Muy sencillo. Cándido Etxeberria, «Sukalde», se hizo con una red de chicas vascas de servicio doméstico que le daba cuenta de todos los tejemanejes. Pero también seguían de cerca las actividades de los agentes franquistas, como las del comandante Troncoso quien consiguió repatriar un submarino o las del comandante Ibañez, jefe de fronteras de Irún.
En Villa Mimosas se entrevistó Juan de Ajuriaguerra con los negociadores italianos que dieron lugar al Pacto de Santoña, que trataba de salvar lo que quedaba del ejército vasco, volviendo éste a la boca del lobo y a ser condenado a muerte y seguir la suerte de los suyos encarcelado durante seis años.
Mimosas fue cerrada cuando, tras pasar por allí un periodista inglés, apareció en París Soir la fotografía de la villa en primera página diciendo que era el centro de maquinaciones contra el régimen franquista.
No hay espacio para narrar historia tan intensa. Encerrado en Gurs, aparece en Londres tras la peripecia de montarse en un barco polaco y allí vive hasta 1947 cuando Pepe Mitxelena les llama para reactivar el Servicio que se instala muy cerca de la Av. Marceau en la Rue Quentin Bauchart que dirigía Pedro Beitia. En mayo de 1959 el lehendakari Aguirre consideró que el Servicio había ya cumplido su misión y paulatinamente la media docena de “tenebrosos” que actuaban en Quentin Beauchart fueron buscando salidas personales. Ramón Agesta en la embajada de Venezuela en París.
En 1948 había formado en Marceau el Consejo Federal del Estado español del Movimiento europeo así como trabajado en ELA y escrito mil artículos bajo el seudónimo de Armandegui. Fallecido el dictador volvió a Irún con Claire, su querida esposa, donde ha vivido rodeado del respeto y del cariño de todos los que le conocieron.
Tengo de él muchas cartas y relatos de aquellos años. Ojalá tuviéramos una Imprenta Nacional Vasca para editarlos. Es parte de nuestra historia reciente y de nuestra identidad.
Ya quedan muy pocos mohicanos. Se nos están desvaneciendo en la niebla. Pero nos dejan el recuerdo de una generación de oro cuyo recuerdo se alarga, como crece la sombra, cuando el sol declina.