Miércoles 18 de abril de 2012
Lo peor que puede hacer España es amenazar a un peronismo envalentonado. Este tipo de mafias se crecen en la confrontación y mucho más con la «madre patria”. No en baldela Sra. Kirchneres amiga de Chávez y hoy el rey no le podría decir como le dijo en Chile aquello de «¿por qué no te callas?». Hoy lo sacarían de la sala a trompadas. Nunca mejor dicho.
El martes estuve enla Comisión MixtaCongreso-Senado parala Unión Europea.Al secretario de estado le leí lo que había dicho al respecto: » Argentina se convertiría en un apestado internacional si materializa la nacionalización de YPF”.
No me dijo nada. Y por la tarde nos vino al senado el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel Margallo. LLevo ya tres comparecencias con él y le he cogido el truco.
No tolera que nadie le cuestione, hace gala y se jacta de su parlamentarismo pero antes de comparecer en comisión se ha paseado por Faes, desayunos, Foros ABC y demás, contesta lo que le da la gana de lo que le preguntas y si puede utiliza la ironía para descalificarte.
Al ministro le recordé la ponencia que hicimos en la pasada legislatura estudiando la situación jurídica de las empresas españolas en América Latina. Allí se hablaba de los riesgos de la situación argentina. Con mucha prepotencia me contestó que lo había leído. Sin embargo no había dicho nada de él. Y cuando le dije que siempre ofrece las puertas abiertas de su ministerio, pero se comprueba que eso es solo una fórmula para quedar bien, porque han pasado casi seis meses de las elecciones y hoy es el día en el que no conocemos ni a su secretario de estado. Se nota, frente a la manera de proceder de Moratinos, que la mayoría absoluta, más bien absolutísima, la han interiorizado de muy mala manera. No se dan cuenta que esa mayoría es la foto de un día, la del 20 de noviembre, y el resto es perder posiciones y sobre todo que no hay enemigo pequeño.
Y en ese diálogo que tuve con él llegó a decirme que a veces soy divertido. En la réplica le contesté que como él ya que por la mañana había dicho rodeado de periodistas que Argentina, con la nacionalización de YPF, se había dado un tiro en el pie y que aquello seguramente no habría divertido demasiado a su admirado rey.
Creo que le pegué en la boca del estómago con este argumento ya que pidió excusas diciendo que no tenía segundas intenciones su comentario (el tiro de Froilán) y que para disipar dudas, dijo que él es monárquico desde los 16 años. Tan inteligente para acabar en vasallo de su majestad cazadora.
Toda esta rancia derecha es muy poco presentable. En el ABC, este miércoles, todo eran loas hacia la reina. La buena señora había sido criticada por haber tardado cuatro días en visitar a su augusto esposo y cuando fue a saludarle había estado quince minutos. Se visualizaba que de amor tórrido y familiar, nada y que la buena señora está harta del cazador de elefantes, que por cierto, Raúl del Pozo en su columna escribía que matar a un elefante es como matar a un ser humano. Y Juan Carlos, fortuitamente lo había hecho en Estoril con su hermano Alfonso a los 8 años, por lo que jamás debería de haber vuelto a usar un arma en su vida.
En ABC hoy le dedican a darle empalagosos lametazos a la reina, “la torre más alta (…) la cuadratura perfecta de un círculo”, según Jaime González. “Imponente, sobrada de dignidad y talento (…) coraje, inteligencia, sentido del deber”, dice Melchor Miralles. Y es que fíjense, si no hay más que verla, hasta “se quedó a almorzar con su marido hospitalizado a quien visitó durante tres horas”, qué detallazo, que aprendan las esposas españolas que, es hospitalizar a sus maridos y venga juerga todo el día sin ir a visitarles. Y el atuendo, ni les cuento. “Por la ropa que vestía -pantalón, chaqueta y camisa de tela vaquera, muy informal- parecía más bien la de cualquier esposa que visita a su marido”. Sin corona ni nada, que se presentó. Todo un ejemplo, sí señor.
Argentina aparte de petroleo,gas, ganaderia, industria alimentaria importantisima…tiene una de las reservas de metales raros mas importantes del mundo. Que no les toquen mucho las narices que van a perder mas, por otra parte aqui se deberia hacer lo mismo y recuperar todas las empresas que privatizaron por 4 duros, o algunas se pagaron con los beneficios que daba la empresa, estos es si la empresa daba 300 millones de euros la vendieron por 900 millones a pagar en años, asi que la ivan pagando con los propios beneficios que iva dando la empresa que les daban, o sea que se la regalaban a cambio de los beneficios de esa empresa de unos años. Nacionalizacion de bancos, sector energetico, telecomunicaciones….ya.
Me da la impresión de que los españoles han comenzado a entender el enorme error que cometieron cuando en medio de la hecatombe supusieron que la derecha furibunda de Mariano, Margallo y compañía van a restaurar el hueco abolengo hispano, cuando en realidad sólo el PP sólo puede desnudar la pobreza, precariedad y desazón en la que están inmersa la nación española, dueña del sistema político más corrupto de occidente y de una sociedad hipnotizada por los créditos fáciles, las hipotecas a 30 años y las noticias del corazón. Las amenazas del gobierno del PP a los argentinos (que no podrán cumplir porque no tienen cómo) son alimento vital para el populismo justicialista, nada debe querer K con más ganas que un enemigo de medio pelo (como es la España intervenida) a los que poder humillar . En cuaquier caso, los chinos ya se están posicionando para hacer churrasco de la vaca muerta
Otra cosa, en nombre de las mujeres, de los griegos y de la dignidad humana, la reina debería divorciarse del cazador de elefantes y ponerle una demanda por daños morales. Sólo recibe agravios. La aparición de Corinna zu Sayn-Wittgenstein en todos los medios como «amante» oficial del Rey nos retrotrae a las monarquías absolutas cuando ni siquiera las formas debían ser guardadas. Eso se llama maltrato psicológico y está penado por las leyes del Estado Español. Que la reina aguante parece más un esfuerzo por no perder las prebendas que otra cosa y demuestra, también, su escaso talante moral.
Ver a toda esa colección de lameculos monárquicos es de risa