Jueves 8 de noviembre de 2012
En el PP están asombrados de la falta de reflejos de la alcaldesa Ana Botella, en relación con lo ocurrido en el complejo deportivo Madrid-Arena que costó, la semana pasada, la vida a cuatro chicas jóvenes. Visitó a las familias, pero se fue de puente con su marido el gran jefe de FAES.
Convocó una rueda de prensa para avalar a sus concejales cuando se comienza a ver que las irregularidades de la empresa que organizaba el concierto juvenil y el exceso de gente parece han sido las causas de la tragedia así como la negligencia del Ayuntamiento.
Y las gentes de la Comunidad de Madrid del PP son muy críticas de la actuación de sus compañeros en el Ayuntamiento. Por lo bajo todos critican a la alcaldesa, por ser quien es y por reaccionar tan mal. Públicamente le justifican. Pero, a nada que uno observe lo que está pasando se observa que Doña Ana, no tiene reflejos políticos, no da la cara, no toma medidas, avala a su gente sin argumentos, y carece de esa vis que tenía Esperanza Aguirre por lo que la comparación surge en detrimento de la esposa de Aznar.
De haber elecciones ahora, el PP no lo pasaría nada bien. Y es que en las ocasiones es cuando se conoce a las personas y la Sra. Botella ha demostrado en esta primera oportunidad que está ahí por ser la esposa de Aznar y no por su valía política. Todo muy lento y mal.
Todo demasiado lento está siendo también el acuerdo entre el PP y el PSOE a la hora de presentar un proyecto de ley o un decreto ley que haga frente a los dramas que todo el mundo ve como consecuencia de los desahucios que se vienen produciendo con especial intensidad desde hace dos años a esta parte. Ancianos, familia, niños en la calle y teniendo además que seguir pagando una casa, que ya no es suya. Al final se llegará a un acuerdo, pero lo irritante es la lentitud en abordar algo tan sangrante a pesar de que todos digan de boquilla que no es de recibo la dureza bancaria ni soportar imágenes de tanto drama innecesario. Todo muy lento y desesperante.