La marca España y el Instituto Elcano

Viernes 30 de noviembre de 2012

Este martes pasado compareció en la Comisión de Asuntos Exteriores el presidente del Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa. Había sido su Director en tiempos de la mayoría absoluta de Aznar.

De su intervención, que fue correcta y con buena dicción, me llamaron la atención tres cuestiones. Que se excluya, a los partidos nacionalistas y a IU del Patronato. Que haya elegido a Rafael Estrella, un auténtico bucanero político, como su vicepresidente y que la imagen que nos enseñó de la Marca España, era la bandera española con el toro de Osborne en su mitad.

Tras su intervención le comenté esas tres cuestiones. Su respuesta fue antológica. “Ustedes nunca van a gobernar España”. “No sabía nada de Rafa Estrella”, aunque lo nombró, y “lo que identifica en la actualidad a España, guste o no, es el toro Osborne”.

Éste fue el diálogo:

Ahora voy a dar la palabra, por si quieren hacer alguna precisión, a los distintos portavoces y, en primer lugar, por el Grupo Vasco del Senado, tiene la palabra el señor Anasagasti.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, presidente.

Conozco el Instituto Elcano desde el año 2001 cuando me relacioné con el ex ministro Eduardo Serra, en la segunda legislatura del presidente Aznar, el mismo que ayer nos dijo que los nacionalistas somos malos gobernantes cuando gobernamos con el Partido Popular en la primera legislatura del presidente Aznar. En aquella oportunidad le mostré mi extrañeza con algo que usted ha reiterado hoy aquí al señor Serra y, además, usted se ha jactado de ello y es que es un planteamiento bipartidista. La Constitución española no dice que esta sea una democracia bipartidaria, sino que es una democracia parlamentaria. Yo estoy aquí, en representación de un partido político. Decir que solo pueden estar en el Patronato el PP y el PSOE me recuerda que se nos excluyó desde el principio, Eduardo Serra lo hizo de una manera militante y usted ha dicho que los cimientos de aquel mal planteamiento que se hizo en el año 2001-2002 siguen vigentes. Yo creo que no es correcto pero, bueno, esa es la política que ustedes siguen. Bipartidaridad. Usted entenderá que reconozca que el Instituto Elcano es un gran instituto, que hace un buen trabajo -en la comparecencia del anterior presidente, Suárez Pertierra, en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos, hizo una exposición que usted ha ampliado de manera notable-, es decir, que el Instituto ha avanzado de una manera muy importante, pero yo no lo siento mío. Entenderá que no lo sienta mío y tampoco siento mío el hecho de que usted, cuando habla de la Marca España, ponga la bandera española con un toro. Yo estuve el sábado pasado en el partido del Real Madrid contra el Athletic, que nos dieron una buena paliza, y daba la casualidad de que todos los ultrasur estaban con la bandera española con un toro. Oiga, ponga usted, por ejemplo, en la bandera a Juan Sebastián Elcano, la imagen de Juan Sebastián Elcano, que era de Getaria, dio la vuelta al mundo y es un personaje que, además, da el nombre al instituto, pero no ponga un toro. Yo no me siento, en absoluto, identificado con lo que usted ha planteado y me imagino que habrá gente aquí que no se sienta identificada con ese toro. Me parece un tremendo error que se plantee de esa forma. Usted también ha dicho que ha sido una decisión suya que el vicepresidente sea el señor Rafael Estrella. Ante eso, le tengo que decir que, a mi juicio, es un error. A pesar de que, tanto el presidente de esta Comisión como yo mismo, conozcamos al señor Rafael Estrella desde hace muchos años, tengo que recordar que el año pasado el presidente del Senado, Javier Rojo, viajó a Argentina, cuando el señor Estrella era embajador de España en Buenos Aires, y el maltrato que dio a aquella delegación el señor Estrella originó una protesta formal de este Senado y una amonestación por parte de la ministra Trinidad Jiménez al señor Estrella. Es decir, la sensibilidad del señor Estrella, en relación con el Foro Parlamentario Iberoamericano, es nula y, por lo tanto, que usted se jacte de que el señor Estrella es un “gran profesional”, pues a su manera de entender será así, pero a nuestra manera de entender un trabajo serio no lo es. Simplemente le apunto aquella protesta formal de esta casa hacia la conducta del señor Estrella.

Dicho esto, no tengo mucho más que añadir, sino fundamentalmente plantearle dos temas que sí me gustaría tocar. Usted conoce la existencia del Foro de Biarritz. El Foro de Biarritz, a pesar de que en este año no se va a reunir, se suele reunir o bien en Biarritz o en un país americano -el año pasado fue en República Dominicana-, porque cada vez las autoridades francesas están más interesadas en potenciar el Foro de Biarritz. ¿Usted no cree que con el tiempo el Instituto Elcano puede convertirse también en una especie de foro? Porque el Foro de Biarritz existe y va a tener cada vez una mayor dimensión y, en cambio, el Instituto Elcano, a mi juicio, tiene un papel que abarca muchas áreas pero no tiene esa presencia de un foro plural y un foro que tenga una dimensión también social y política como puede tener el Foro de Biarritz. En segundo lugar, usted ha dicho que, entre las asignaturas pendientes, queda la de una mayor vinculación al Parlamento. Usted sabe que en este Senado hay una Comisión de Asuntos Iberoamericanos que surge en el año 1977 como consecuencia de que los viejos republicanos veían que España solamente miraba a Europa y dejaba de mirar a América y se creó esa Comisión de Asuntos Iberoamericanos y, como consecuencia de aquel planteamiento, surge el Foro Parlamentario Iberoamericano, que se ha reunido en Cádiz. Estuvimos allí y, la verdad, mi conclusión después de haber asistido a ese foro es que no hay un seguimiento de lo que se acuerda y la presencia en este tipo de foros no tiene la menor incidencia. Sabemos que hay un Secretariado de Asuntos Iberoamericanos, la SEGIB, que realiza un buen trabajo, pero estos foros están languideciendo y me gustaría saber su opinión si, en ese intento de vincular más al Parlamento con el Instituto Elcano, ustedes contemplan la posibilidad de hacer un seguimiento de estos temas, porque existen estos temas, estos asuntos, pero quedan siempre como tiros al aire y, al final, se hacen reuniones, se viaja, se aprueban una serie de mociones, pero luego no tienen la menor plasmación en la vida práctica. Finalmente, también cuando usted habla de la vinculación al Parlamento, no estaría nada mal que tuvieran ustedes una vinculación mayor a los medios públicos; es decir, a la Radiotelevisión Española, que es un ente público no es un ente privado y que compite con las televisiones públicas y, si algo puede hacer el Instituto Elcano es tener un espacio propio en un medio público en donde se expliquen aspectos de la política internacional, y no solamente de política internacional, porque usted ha hecho una distinción muy clara entre lo que son las relaciones internacionales y la política exterior, es decir, tomar postura porque hay muchas noticias que aparecen en los medios de comunicación y luego desaparecen. ¿Qué está ocurriendo en estos momentos en Libia? Nadie sabe lo que ocurre en Libia. ¿Qué ocurre en Guinea? Nadie sabe lo que ocurre en Guinea, o en Cuba con la posición común europea, o en Haití; es decir, hay temas que aparecen en los medios como consecuencia de un incidente o de una noticia que se produce en ese momento, pero luego desaparece y ese es un trabajo de seguimiento que sería muy bueno lo hicieran y que igual el Instituto Elcano, a través de los medios públicos, de una manera muy pedagógica pudiera, de alguna forma, hacerse presente en la opinión pública española.

Muchas gracias, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Anasagasti

El señor PRESIDENTE DEL REAL INSTITUTO ELCANO (Lamo de Espinosa Vázquez de Sola): En primer lugar, mi agradecimiento por sus palabras de elogio hacia el Instituto Elcano, que las recibo a título institucional y no personal y que transfiero, por tanto, a todos los que han tenido responsabilidad en la dirección del instituto a lo largo de estos años y también, por supuesto, a los analistas y a los investigadores. Creo que casi todos los que han intervenido han recogido bien -y me alegro también mucho por ello- la necesidad de buscar mecanismos de colaboración más estrechos. El senador Sabaté lo ha mencionado más expresamente, ¿cómo mejoramos las relaciones? Creo que nuestra idea no es tanto el que mejoremos la relación cliente-proveedor, sino que seamos clientes y proveedores todos porque nosotros tenemos mucho que aprender de lo que son los problemas diarios y, por lo tanto, mis investigadores y analistas tienen mucho que aprender de la proximidad con la realidad y, en ese sentido, tenemos que trabajar para servirnos mejor los unos a los otros. Creo que el asesoramiento que esta Comisión o los congresistas pueden prestar a su vez -y que ya lo hacen en ocasiones en los grupos de trabajo, lo señalé anteriormente- para nosotros es de extraordinaria importancia. ¿Cómo podemos mejorar esas relaciones? Bueno, creo que lo primero es una mejor información de las agendas mutuas y, especialmente, de lo que es la agenda parlamentaria. Nosotros vamos siempre tarde, nos llega frecuentemente la información tarde y, por lo tanto, no podemos en ese sentido adelantarnos a las urgencias o a las necesidades y prever lo que puede ocurrir en unos meses y, por consiguiente, esa información sería fundamental ¿Cómo hacemos esa información? Habría que ver en concreto cómo se articula.

En segundo lugar, por supuesto, yo creo que sí podemos prestar un asesoramiento de carácter técnico, no necesariamente político, para muchos temas que requieren unas tomas de decisiones complejas y que requieren información. Un asesoramiento, datos, lo que sea y eso, efectivamente, desde el Instituto Elcano, estamos en condiciones de hacerlo y lo haríamos encantados. Quiero decir, de entrada, que entendemos que es parte de nuestra tarea, de nuestra responsabilidad, estar al servicio del Congreso, del Senado y, por consiguiente, lo vamos a hacer con toda honestidad y con la máxima disponibilidad. Por tanto, que quede eso claro de entrada.

Se han formulado muchas sugerencias, muy relevantes, de las que tomo nota. Trataré de comentarlas todas ellas -no sé si podré hacerlo-, empezando por las observaciones del senador Anasagasti. Le diría que es cierto que desde el principio el instituto se diseñó con una orientación bipartidista, sobre el entendimiento doble de que la política exterior es política necesariamente del Gobierno y de que, en este momento, en el Gobierno de España solo podrían existir o gobiernos Socialistas o gobiernos del Partido Popular, con alianzas o no pero, básicamente, ese tipo de gobiernos y, por lo tanto, el instituto se pensó con ese carácter bipartidista. Debo decir que tampoco se cambió posteriormente, es decir, quienes después del periodo fundacional han tenido responsabilidad en eso, tampoco lo han cambiado y lo han mantenido con esa orientación. Hay otro elemento adicional que, en su momento, se planteó y se pensó y es el riesgo de que representación política más clara y más rotunda llevara como consecuencia una posible parcelación de la actividad del instituto, como dicen los italianos. Esto para ti, esto para nosotros, un 20%, un 10%, que es un riesgo, como hemos visto, que ha ocurrido en numerosas ocasiones. Eso, gracias a Dios, se ha conseguido evitar y jamás se ha planteado ningún comentario sobre la ideología o sobre las posibles vinculaciones políticas de ninguno de los analistas o de ninguno de los investigadores; eso no ha ocurrido nunca. Lamento haber traído el toro con la bandera; es una ironía, llevo muchos años investigando los temas de la imagen de España y me presto a dar una charla aquí, cuando a la Comisión le interese. Sé perfectamente lo fuertemente estereotipada que está la imagen de España y la presencia dominante que hay de la fiesta de los toros y del toro, de modo que la bandera con el toro es el icono estereotipado más fuerte y más marcado de este país. No es que me identifique con eso, todo lo contrario, llevo muchos años tratando de que la imagen de España pase por otros derroteros que no son los clásicos, pero esa es la realidad y los estudios nuestros lo ponen de manifiesto una y otra vez y, por lo tanto, nada me gusta más que el símbolo de Elcano y me paso la vida contándolo en el extranjero porque nadie lo conoce. Todo el mundo sabe quién es Magallanes, pero cuando le preguntas a una audiencia extranjera, ¿saben ustedes quién es Elcano?, no tienen ni la más remota idea y tengo que explicarles que es un marino vasco que fue el primero que dio la vuelta al mundo y, por tanto, es un símbolo de la colonización y esa es la razón por la que lo tenemos en el Instituto Elcano, de modo que eliminaré el toro. Yo lo presento como una ironía de una imagen estereotipada que tenemos que solventar. Desconocía lo que me informa acerca de Rafael Estrella, tomo buena nota de ello. Ha hecho algunas sugerencias interesantes. ¿Podríamos tener un foro como el Foro de Biarritz? Podríamos, no digo que no. Se ha pensado en varias ocasiones, tiene su coste y tiene su riesgo también porque puede acabar centrando demasiado las energías del instituto, sobre todo si este no es grande, como es el caso. En este momento, creo que no tenemos tamaño suficiente para poder asumir la realización anual de un foro importante, pero es una idea interesante y, desde luego, no hay que descartarla y, quizá, el Instituto Elcano debería tener algún producto icónico más fuerte. No lo tenemos en este momento, no hay un icono, la gente no identifica a Elcano con un producto claro como, por ejemplo, se identifica a Freedom House con los informes anuales sobre la libertad en el mundo, como se identifica a Transparency International con los informes de corrupción internacional, etcétera. No tenemos eso, a lo mejor es bueno no tenerlo pero, en fin, podría ser interesante y recojo esa sugerencia. Iberoamérica ha salido por varios sitios, ha salido la política de cumbres, la política multilateral. Lo que puedo decir es lo siguiente: hablaba antes de que los informes Elcano son los únicos documentos en los que el instituto toma posición, como tal instituto. El primero de esos -se hizo hace ya muchos años- era sobre América Latina y, básicamente, una de las ideas centrales era que deberíamos caminar desde la política de cumbres multilateral -sin abandonarla, por supuesto, porque tiene su enorme relevancia- hacia una articulación de agendas bilaterales mucho más fuertes con algunos aliados estratégicos especialmente importantes. De hecho, en el programa de este año -como comentaba anteriormente- se han identificado dos países claves que pensamos que son centrales y estratégicos para España: uno es Brasil, no necesita más explicación. Brasil es la mitad de América Latina, es un gigante, es uno de los que es un país que ya juega en primera división, que nos ha pasado claramente, está por encima de nosotros, con el que, además, tenemos una posibilidad importante de triangular sur-sur con África. Las relaciones de Brasil con el África exportuguesa son muy importantes, ahí hay una relación transatlántica nueva, que está creciendo mucho; el comercio sur-sur está creciendo mucho y tenemos a Canarias ahí, la posibilidad de que Canarias se proyecte en esa dirección. Por lo tanto, nos interesa mucho Brasil, sin duda alguna, aparte, por supuesto, del volumen enorme de inversiones españolas en este momento. El segundo es México. México es el gran país hispanohablante, esto es algo que los españoles tenemos que interiorizar, son 100 millones de habitantes, con un crecimiento demográfico espectacular; serán 120 o 130 más 40 o 50 en Estados Unidos. Hablamos de los latinos, pero nos olvidamos que dos terceras partes de los latinos, de los llamados hispanos, son mexicanos y se sienten mexicanos. Por lo tanto, tiene a su vez esta penetración: Río Grande asaltado por los aires; América Latina está penetrando en Estados Unidos y la vía de penetración, la vía de latinoamericanización de Estados Unidos es, sin duda alguna, México. Creo que, para nosotros, es un país clave y es un país de extraordinaria importancia y queremos trabajar mucho en potenciar esas agendas bilaterales, lo cual no significa menospreciar otras; hay países muy importantes -Colombia, Perú, Chile, por supuesto, lo ha sido-, pero quiero resaltar que nos parece que es muy importante esa línea de trabajo. Me señalaba la conveniencia de trabajar con los medios públicos, lo recojo. Evidentemente, trabajamos con los medios públicos. Lo que no hemos tenido todavía es un programa específico o una participación regular, constante y ordinaria en algún programa precisamente porque queremos, justamente, ser objetivos y participar con todos y no tener monopolios de comunicación. Pero, sin duda alguna, los medios públicos serían el elemento más importante. Sobre Europa… Bueno, antes de eso, sobre el giro al Pacífico de América Latina, creo que este es un tema fundamental, es un tema fundamental en este momento, no solamente de América, América del Norte y del Sur, todo el mundo, en definitiva, está pivotando hacia el Pacífico. Estados Unidos está pivotando hacia el Pacífico a toda velocidad, Obama es un producto y una consecuencia de eso, de un cambio en los Estados Unidos, un país mucho más multicultural, mucho más abierto hacia oriente en cuyo ADN genético cultural no figura Europa, un presidente que es el primer presidente de los Estados Unidos que casi no tiene nada que ver en su trayectoria, en su genealogía, con lo que es Europa, el primero. Yo escribí hace tiempo que era, más o tanto como el primer presidente afroamericano de los Estados Unidos, el primer presidente asiático de los Estados Unidos. Nacido en Honolulu, criado y educado en Indonesia, descubre que es negro, entre comillas, cuando llega por primera vez a Harvard. En fin, ahí está pasando algo muy importante y está pasando también en el sur. Ya hay más comercio transpacífico que transatlántico y, lógicamente, los países de América Latina se vuelcan en esa dirección. De ahí, como decía, la relevancia de esta conexión sur-sur transatlántica a la que aludía anteriormente o también la posibilidad -que estamos estudiando todos por lo demás- de restablecer el viejo galeón de Manila, es decir, llegar a Asia no por la ruta de la seda sino cruzando los dos mares y utilizando a América Latina un poco como trampolín. Esto está por ver que acabe funcionando. En todo caso, Asia está muy lejos, para España siempre ha estado muy lejos y no tenemos trayectoria ni historia allí. África está mucho más cerca y no digamos América. Europa es la gran incógnita, señalaba el senador Muñoz Alonso, de mi preocupación por Europa; publiqué hace poco un libro que se llamaba justamente Posteuropa con la idea de que Europa debería reconstruirse en un mundo en el que ya hemos entrado, que es un mundo posteuropeo. Europa después de Europa era el título. Creo que, en este momento, el proyecto europeo está pasando muy mala temporada, no le veo capacidad de reacción en el medio plazo, creo que debemos tener una enorme preocupación por ello y eso me lleva a una conclusión que, en algún trabajo he avanzado, y es que España tiene que apostar todo lo posible por la articulación de una política exterior europea y de un sistema de seguridad europeo, sin duda alguna. Somos muy pequeños y para nosotros eso es fundamental, pero no debemos de confiar en que una de esas dos cosas vaya a existir en el medio plazo y, por lo tanto, tenemos que ser, en ese sentido, muy escépticos y buscarnos, en cierta medida, alternativas a la no existencia de esa política exterior europea y de esa política de seguridad europea. La realidad es que, en este momento, no está funcionando -lo vemos a diario- y, por el contrario, hay un proceso de renacionalización y de distanciamiento creciente con lo que es el proyecto europeo. Ojalá eso revierta en el corto plazo, pero esta es la realidad en este momento.

En fin, podríamos seguir comentando sobre los escenarios internacionales, pero no voy a hacerlo. Creo que quizá la característica de los últimos diez años para lo que es la construcción de una política exterior española, consensuada, bipartidista -en todo caso, me gustaría que el señor Anasagasti sí se sintiera partícipe del Instituto Elcano y le invito a que nos visite cuando sea-, la construcción de esa política, es un problema muy complejo porque todos los parámetros históricos sobre los que se ha construido la política exterior, desde la transición e incluso desde el tardofranquismo, han variado sustancialmente, 360 grados. Europa es distinta, el Mediterráneo es distinto, América Latina es distinta, Estados Unidos es distinto, la guerra fría ha desaparecido, estamos entrando en un mundo claramente postoccidental, estamos cambiando radicalmente los parámetros y va a ser difícil construir una nueva política exterior, pero ese es el reto y confío en que los representantes de los ciudadanos españoles sean capaces de hacerlo y, desde luego, cuentan sin duda alguna con la colaboración sincera y honesta del Instituto Elcano.

Muchas gracias.

El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señor presidente.

Sí conozco el Instituto Elcano. Cuando fui miembro del Congreso de los Diputados hicimos una visita al instituto, a su edificio, estuvimos allí una mañana. Conozco y he participado también en un planteamiento que hicieron ustedes en relación con los programas electorales de los partidos políticos sobre política exterior y participé en aquella oportunidad explicando el del PNV y participé en algo también que es una petición que nos hizo el anterior presidente, Suárez Pertierra, en relación con la financiación del Instituto Elcano, concretamente unas gestiones para que Tecnalia sufragara y estuviera presente. Por eso mismo, le dije al anterior presidente que si nuestra esponsorización es buena, también tendría que ser buena nuestra presencia y el argumento que usted me dice de que nunca gobernaremos España, la verdad es que es una argumentación rara y excluyente pero, en fin, vuelvo a insistir en que creo que es un pensamiento excluyente y creo que en política exterior, en general, los partidos nacionalistas hemos tenido una conducta en estos treinta y pico años de manera absolutamente solidaria porque así son los derechos humanos. Por lo tanto, lo sigo viendo y, sobre todo, cuando dentro del patronato están los expresidentes. Me gustaría saber cuántas veces el presidente Aznar, el presidente González, el presidente Zapatero, han estado presentes en reuniones del patronato, pero, bueno, me parece muy bien que estén los expresidentes pero también que no solamente sea una apuesta bipartidista sino que sea una apuesta plural, porque si estamos en un Estado que es plural, pues lógicamente el Instituto Elcano y, además, llamándose Elcano, que fue el primero que dio la vuelta al mundo, porque usted sabe que muchas veces se dice con una cierta frivolidad que el nacionalismo se cura viajando. Pues mire, Elcano, seguramente con ese criterio, el pobre se hubiera quedado en Getaria.

Muchas gracias.

 

Un comentario en «La marca España y el Instituto Elcano»

  1. «Ustedes no van a gobernar NUNCA en España».
    Claro, lo que ocurre es que los nacionalistas vascos NO QUEREMOS GOBERNAR EN ESPAÑA, SINO QUE ESPAÑA N O GOBIERNE EN EUSKADI.
    Este Sr y otros como el tienen un problema muy serio de identificación y entendimiento.
    Por cierto, ¡menudo anagrama!
    Complejo de metrosexual no tendrá, no.
    Sentido del ridículo, tampoco,

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