Miércoles 26 de diciembre de 2012
En el discurso de navidad del año pasado fue noticia que el rey dijera que la Justicia es igual para todos, aunque no lo sea para él y para su hija Cristina. Pero semejante obviedad democrática tuvo su interés.
Este año, ni eso.
No habló en ningún momento de corrupción cuando él con su elefante, Díaz Ferrán con su cárcel, el Instituto Noos y su yerno a punto de juicio, Jaume Matas en la picota, el caso Madrid Arena rebotando, Pepiño Blanco en el disparadero, Rato en el banquillo… y tantos casos que han llevado a España a la situación actual. De ahí que un comentario sobre este evidente caos, no hubiera estado mal, Pero ha preferido hablar de la Política con mayúsculas cuando carece de la mínima credibilidad para hacerlo tras sus 35 años en la opacidad más absoluta y sin que su esposa hoy, de un duro por él.
Me ha vuelto a llamar la atención la sumisión del PSOE a esta patética figura. Trinidad Jiménez tiene de socialista lo que Pablo Iglesias de lagarterana. Oírle comentar el discurso le parecía a uno escuchar a una marquesa glorificar el discurso de un rey absoluto. De auténtica vergüenza. Pero escucharle a Oscar Rodríguez del PSE criticar al PNV por criticar el discurso del rey le hace a uno pensar que la renovación del socialismo en Araba la tiene Txarli Prieto y no esta nueva juventud antirrepublicana. De pena.
EI discurso del rey fue una sarta de lugares comunes dichas por un señor sin la menor credibilidad. Una figura tan extraña como la de un rey solo puede justificarse en base a la ejemplaridad y este rey carece totalmente de ella. De ahí que el año que viene por lo menos ETB no lo transmitirá y el PSOE y el PP, los vertebradores de España con la herencia dejada por Franco, seguirán alabando vaciedades y lugares comunes. Nada nuevo bajo el sol. Solo una traición más del socialismo a sus milicianos que murieron hace 75 años gritando ¡Viva la República!.