Viernes 28 de diciembre de 2012
Me ha gustado mucho hoy la portada de DEIA publicando con gran despliegue la fotografía de la Selección de Euzkadi, la primera, la de 1936. Existió, se llamó así, tuvo hombres y mujeres que la siguieron, marcaron un hito, ganaron y perdieron, sostuvieron la llama cuando tenían todo en contra. Y se llamaba EUZKADI.
Entiendo que el alcalde de Donosti Juan Carlos Eizaguirre la llame la Selección de Euskal Herria. En él se juntan dos negatividades. No sabe absolutamente nada de la historia vasca y es un antisabiniano de manual porque la definición de lo vasco en clave política no la hizo Josu Ternera, sino Sabino Arana en 1895, y eso para él y para su mundo es algo inadmisible. Por eso, como un adolescente, niega a su padre. Y se queda tan pancho porque sabe que será jaleado por todos los malas leches e incultos que no toleran que el abertzalismo no naciera en 1960. Ni que en 1936 el gobierno de Aguirre pusiera en marcha la Selección vasca EUZKADI. De ahí la belleza de la foto y la buena lección de historia sensata y llamativa con la que nos han regalado DEIA el día de hoy.¡Zorionak Deia!.
Hoy el comentario ocioso del día ha sido la noticia puesta en marcha por Basagoiti pidiendo que los Lehendakaris no vivan en Ajuria Enea. Se podía haber acordado hace tres años y medio cuando con sus votos Patxi López llegó al Palacio de Invierno de los Vascos demócratas. O que le diga a Obama que no viva en La Casa Blanca, ni a Hollande que no viva en El Eliseo, ni a Rajoy que viva en La Moncloa. Todos estos palacios son símbolos del poder de ejecutivos democráticos. Tienen su costo. Normal. Y hay que pagarlo. Lo que le pasa a Basagoiti es que no quiere que los vascos tengamos un poder institucional vasco y que sea visible. De hecho, en plena discusión estatutaria, se nos impidió llamarles a los ministros, ministros y hubo que llamarles Consejeros. Los ministros eran los de Madrid. Los otros, el poder devaluado. De ahí que les encantaría que el Lehendakari viviera en una barriada o en un adosado. Eso si, solo el Lehendakari. Un presidentillo para Vascongadas.
Finalmente, he estado hoy en la misa por Jon Zubizarreta, fallecido en Caracas hace seis meses. Su viuda con sus cuatro hijos han venido desde Venezuela para enterrar sus cenizas en Euzkadi. A la tarde ha sido la ceremonia religiosa en la capilla románica de la Universidad de Deusto.
Ha oficiado Mikel de Viana, un cura vasco-venezolano que ha pronunciado un sermón muy emotivo y muy bien dicho. Ha glosado a una generación excepcional que trabajó, marcó pautas, fue fiel a sus convicciones, luchó por su familia y por Euzkadi y además quiso a Venezuela.
Jon Zubizarreta era un clásico del Centro Vasco y sus hijos Jon Peli, Bego, Javier e Iker, asiduos a Euzko Gaztedi con los que convivimos aquellos años de esperanza. Y la misa me recordó todas aquellas vivencias con aquellas familias que eran un poco prolongación de la tuya. Su aita, futbolista, burukide del EBB, activista, fue una referencia del nacionalismo vasco del PNV en tiempos de la República. De ahí que tras la guerra pudieron rehacer su vida en aquel país tropical donde ha fallecido. G.B.
Mañana sábado veremos jugar en Anoeta a la Selección de Euzkadi. Mal que le pese al alcalde donostiarra.