Por fin se hace justicia con el Alcalde de Gernika

Lunes 11 de junio de 2012

Ya era hora se hiciera justicia con un hombre de bien, que luchó por su pueblo y denunció a través de los micrófonos de Radio Euzkadi la destrucción de su Villa costándole aquello persecución y una vida difícil.

Gracias a gernikeses sensibles asociados a “Gernikazarra” y a su nieta Deunore,la Villaen el 75 aniversario del bombardeo cuenta con un busto del alcalde. Un busto en el que se le ve y no es una de esas clásicas chapuzas seudo artísticas que hay que interpretarlas y cuyos autores han contado con el pago en dinero real y no en abstracciones.

Memoria perpetua al alcalde olvidado

Gernika-Lumo honra a José de Labauria, primer edil durante el bombardeo, inaugurando un busto

Por: Iñigo Alberdi

“Si algún valor tiene el juramento que pueda prestar como alcalde y como cristiano, juro ante Dios y ante los hombres que la destrucción de Gernika fue obra exclusiva de la aviación extranjera». Con esta valiente declaración en los días en los que la mentira oficial trataba de imponerse, José de Labauria hizo saber al mundo, el 4 de mayo de1937 através de Radio Emisora Bilbaína, la masacre que días antes había sembrado de muerte su localidad.

Han pasado 75 años y hasta ahora no se había reconocido la figura de un hombre que asumió la responsabilidad de presidir el Ayuntamiento de Gernika cuando, en pleno acoso de los sublevados, sus antecesores abandonaban el cargo. Labauria, afiliado al PNV, accedió a la alcaldía dos meses antes del bombardeo, al ser elegido por los 13 ediles.

El 26 de mayo, un mes después de los actos de conmemoración del aniversario del ataque aéreo, se colocó un busto en la calle Don Tello que en adelante desagraviará la figura de un gran abertzale y euskaltzale, al que se debe el haber sido el primero en colocar la ikurriña en el mástil del ayuntamiento, el 17 de enero de 1937.

En su breve pero histórico mandato asumió con el mayor acierto que le permitieron las trágicas circunstancias las labores de organización de la defensa del pueblo, tomando decisiones como suspender el mercado aquel lunes, además de los partidos de pelota, lo que a buen seguro permitió salvar más de una vida.

Con la entrada de las tropas fascistas abandonó Gernika para siempre. «No quiso volver nunca más. Él decía que, tras la destrucción, esa no era su Gernika», evoca su nieta Deunore, que no pudo conocer a su abuelo. «Murió en 1945. Estuvo preso en la cárcel de Larrínaga en Bilbao tras haber estado refugiado en Iparralde y preso en Vigo. Fue liberado porque tenía un fatal cáncer de estómago, pero no volvió a Gernika». Sus progenitores le hicieron llegar que Labauria «había sido capitán de marina mercante y eso marcó su forma de ser, muy recto y responsable, y tal vez eso le hizo dar un paso adelante y asumir la alcaldía».

En el acto de descubrimiento del busto, Deunore tuvo un especial recuerdo para su tía, con la que compartía nombre, ya que «siempre reivindicó la figura de su padre para darle la importancia que merecía. Más si cabe tras la publicación del libro de Gordon Thomas en el que se le acusaba de no haber hecho nada».

La nieta de quien fuera alcalde de Gernika-Lumo en su día más trágico agradeció la labor del escultor Xebas Larrañaga, «porque se ha implicado mucho y ha hecho un buen trabajo», así como de la asociación de historia Gernikazarra, impulsora del homenaje. «Quizá no se hubiera podido hacer antes, porque han obtenido informaciones que hace unos años no se hubieran podido conseguir. Pero ellos han puesto todo su empeño», reconoció.

Desde ayer, la figura de José de Labauria observa erguida y orgullosa la renacida Gernika que él no pudo ver, y los nuevos gernikarras podrán recordar al alcalde que con su coraje dio la cara por su pueblo.

Los Intocables

Domingo 10 de junio de 2012

Fue una serie de televisión muy seguida. Eliiot Ness, policía de Chicago, decidió acabar con la mafia y de eso se trataba. Es también el nombre de una casta de parias enla India. Peroel nombre es equívoco, ya que en éste caso es la capa más menesterosa de la población.  Y de ahí su intocabilidad. Y existe también un tercer grupo de Intocables, pero esto es así porque no se les puede tocar ni con el pétalo de una ro­sa.

En el estado español son tres. El rey, el poder judicial, y la gran banca. Treinta y cinco años de democracia, y no hay manera de que estos mundos opacos rindan cuenta a la ciudadanía.

Mariano Rajoy prometió en su campaña electoral que el Parlamento, Congreso y Senado, serían el eje central de su política de transparencia. Y dijo más: no mentiría, siempre diría la verdad y daría la cara.

Han pasado casi seis meses de mandato y que es tiempo suficiente para analizar cómo van las cosas. Y van como siempre. Con opacidades, mentiras, argumentos infantiles para la ciudadanía, uso apisonadora del poder de la mayoría, ningún diálogo, palo y tentetieso.

Para Mario Draghi la gestión de la crisis de Bankia es un modelo de cómo hacer las cosas de la peor manera posible. El presidente del Banco Central Europeo, con un lenguaje más claro que el de Rajoy demostró no tener pelos en la lengua cuando criticó en Bruselas la gestión de la antigua, Caja Madrid y acusó a las autoridades y al Banco de España de «subestimar el problema» y acabar así encareciendo la solución. En Bankia, en efecto, se pasó de 4.500 millones a 12.000 millones y finalmente, y sin decir nunca como, a un total de 23.500 millones. A juicio de Draghi «esa es la peor manera posible de hacer las cosas, porque al final todo al mundo acaba haciendo lo correcto, pero al coste más alto posible».

Ante esta situación nos encontramos que el presidente del Banco de España, dimite y calla, de momento, y dice que por responsabilidad. Y Rodrigo Rato, ex director del FMI, y gran factótum del nacimiento de Bankia, no comparece porque el PP lo impide. Dicen que es mejor. ¿Para quién?. Desde luego no para la credibilidad de la política y del propio presidente del Gobierno. Rato es uno de los intocables y ante esto, el fin del silencio, justifica los medios de una incómoda comparecencia. Topamos conla Gran Banca, sus banqueros y sus hipermillonarios sueldos y prebendas. Y sus inmensas chapuzas.

Carlos Dívar es el presidente del Consejo General del Poder Judicial y por tanto del Tribunal Supremo. Bueno, pues este señor fue acusado por uno de los miembros del Consejo General del Poder Judicial de gastar dinero público en sus veinte desplazamientos privados a Marbella. Siete de sus compañeros le denunciaron por hacerlo.

Reconozco que para mí fue una sorpresa. Tenía de él la imagen de una persona virtuosa, seria, profesional y responsable. Y sin embargo, amparado en su cargo que nos recordó «es para ejercerlo las 24 horas del día» tenía una doble vida de lo más cómoda y bien financiada. Y se quiso compareciera en el Parlamento para dar explicaciones. Pero inmediatamente terció el ministro de Justicia, Ruiz Gallardón diciendo que vetaría la comparecencia. «Vivimos en un momento ciertamente delicado, donde la fortaleza de nuestras instituciones y el normal funcionamiento de las mismas es un factor determinante para la superación de la crisis en estos momentos en España». Es decir, vale todo. Presentada una denuncia, en veinticuatro horas, el Tribunal Supremo, presidido por Dívar acordó no admitirla a trámite y archivarla. La misma le achacaba un presunto delito de estafa, apropiación indebida o malversación de caudales públicos, penados con cárcel e inhabilitación. Pero nada de esto ocurrirá. Carlos Dívar es miembro dela Judicatura, y por tanto es uno de los nuestros, y carpetazo al asunto.

El rey como se sabe, según el artículo 56-3, es inviolable y su persona no está sujeta a responsabilidad. Pero la presión de la opinión pública, por lo menos en este caso, ha logrado que en un pasillo nos dijera, tras el affaire de Botsuana: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Eso es todo. En mi caso solo he logrado que me admitan a trámite una pregunta parlamentaria demandando información sobre como el rey pudo firmar los decretos de nombramientos de embajadores, estando malherido en aquel país. Y es que ni se respetan las formas.

Estamos pues ante tres instituciones intocables La jefatura del estado, el poder judicial, y la banca. No me extraña pues que ante semejante ejemplaridad pública, surjan movimientos que deseen poner patas arriba todo el sistema. Los culpables son los que prometen transparencia, parlamentarismo y asunción de responsabilidades en campaña electoral, y hacen exactamente todo lo contrario. Y que no se olviden, que la democracia es un régimen de opinión pública y de estar todo el día rindiendo cuentas.

 

Visitamos la Clínica del Igualatorio en Zorrotzaurre

Viernes 8 de junio de 2012

Bueno, algunos dicen que eso no es Zorrotzaurre sino Deusto. Pero la clínica está ahí y dentro de poco lindará con la ría ya que se abrirá el canal. El caso es que por gestiones del senador Cazalis, el viernes, diputados y senadores visitamosla Clínicadel IMQ. Digo bien el dato en masculino ya que las senadoras Rut y Lore y la diputada Arantza, no pudieron venir. Y fuimos Joseba Zubia, Cazalis, Erkoreka, Azpiazu, Esteban y quien ésto escribe. Somos los que aparecemos en esta simpática foto obtenida en la sala de espera de los chavales. Vimos pintado un elefante en la pared y nos sentamos para posar y que ustedes lo vean.

El caso es que José Andrés Gorritxo, director del Igualatorio y Jon Tarpon, director dela Clínica IMQ, junto con dos colaboradores, nos dieron cuenta previamente de cómo funciona un Igualatorio en un sistema donde la sanidad pública y privada conviven y han de obtener recursos para su funcionamiento. Gorritxo, es hombre de amplísima experiencia en este mundo habiendo trabajado en  Catalunya en el Valle de Hebrón y comenzado a trabajar en este mundo con Andoni Monforte en el Consejo General Vasco y siguiendo con los Consejeros Aguirre y Larrañaga.

Desde el copago, hasta aquel informe Abril Martorell (donde Gorritxo se ocupó del sistema hospitalario), a las horas de trabajo de los médicos, la funcionarización de la medicina, la industria médica, el copago en Europa, las leyes sanitarias y muchas más cosas fueron el primer punto de la visita. Gorritxo lo sabe todo de ese mundo. Y luego visitamos la clínica que nos dejó boquiabiertos. IMQ se ha transformado y reorganizado durante más de 75 años para dar la mejor asistencia a sus clientes. Hoy es la aseguradora sanitaria líder con más de 315.000 asociados.

El edificio recién inaugurado el pasado 26 de abril  es el buque insignia de un proyecto total sobre una parcela de9.000 m2, con seis pisos de altura y tres de sótanos. Ha costado 85 millones de euros y sus arquitectos han sido Carlos Ferrater y Alfonso Casares. Luis Domínguez ha sido el arquitecto local. Uno se ha ocupado del exterior y otro del interior habida cuenta de su experiencia en organización hospitalaria.

Urgencias, hospital de día, radioterapia, UCI, quirófanos, material sanitario de punta, salón de actos, área infantil, escultura de Larrea, colores blancos y grises y habitaciones individuales con unas vistas inmejorables a Deusto, Olabeaga, San Mamés… Fantásticas. Y por treinta euros al día, una suite.

Me ha gustado que las habitaciones sean todas individuales, con sofá cama para el acompañante, televisión y una mesa de trabajo, como si fuera la habitación de un hotel. También que tratan que el paciente pase el menor tiempo enla Clínicay que esté acompañado siempre por su familia que le quita la angustia de esos momentos de tensión y si en lugar de tumbarlo pueden hacer el trabajo en una especie de sofá, mejor, porque le quita dramatismo a esos momentos de cierta angustia. Y es lógico. Esta clínica está hecha en el 2012 con toda la experiencia hospitalaria acumulada en generaciones. Antes a los acompañantes se les trataba muy mal. Salas de espera inmensas y cargadas de gente y todo órdenes colegiales: «usted no se mueva de aquí».

Le he preguntado a Gorritxo por lo que hicieron en aquel Consejo General Vasco, organismo preautonómico. Y me ha dicho que fundamentalmente prepararlo todo para cuando, puesto en marcha el primer Gobierno Vasco en 1980 poner todo lo programado en funcionamiento pues las cosas estaban ya preparadas, incluso el nombre de Osakidetza que nació entre Gorritxo, Larrañaga y un asesor de Euskaltzandia.

Una visita muy interesante y una buena idea para saludar a quienes trabajan en ella. No tanto para ir como paciente. Pero si pasa algo, nada mejor que ésta Clínica del IMQ.