Dos días en Madrid

Miércoles 28 de marzo de 2012

Hemos tenido Pleno este martes y este miércoles. Y casi todo ha girado en torno a la reforma laboral y a la huelga general de hoy. Iniciativas para que se retire, respuestas del Gobierno sobre los cinco millones de parados. Y una entrada triunfal el miércoles del Senador Javier Arenas. Pantalón blanco, chaqueta azul. Como si viniera a Puerto Banús. Y los suyos puestos en pie, aplaudiéndole y los del PSOE, abucheándole. Mal candidato. Ganando, pierde. Como Ibarretxe hace tres años. Las matemáticas. Pero ha sido el primer aldabonazo a un PP crecido, sobrado y prepotente.

Y Rajoy en Seúl. Nadie sabe a qué ha ido, pero sí que ha estado tres minutos con Obama. Me exaspera ese servilismo hacia el poderoso. Estoy seguro que le preguntamos a Obama el nombre y apellido de Rajoy y ni lo sabe. Pero ha sido portada de los medios españoles. Sigue existiendo un cierto papanatismo.

Hace 14 años, Josu Jon Imaz, Joseba Egibar, Ricardo Ansotegi, Xabier Albistur y yo, estuvimos en Cuba. Hacía una semana acababa de estar Juan Pablo II. Dijo aquello de que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Y estuvimos con Fidel cinco horas en el palacio de la Revolución. Estaba muy impresionado de la visita del Papa y nos habló de los jesuitas vascos que le habían formado. Y este martes y miércoles ha estado Benedicto XVI. Me da que como balance se puede decir que mejor no hubiera ido. Cuatro tópicos, y no recibir a las Damas de Blanco. Eso de la sabiduría de la diplomacia vaticana me lo como yo con aceitunas. Cuatro cardenales alejados de la realidad. Pasando por todo, bendiciendo una situación injusta y no diciendo las verdades del barquero. Mejor se hubiera quedado en Roma. Una decepción.

Y un pleno con gran presencia nuestra. Lo inició Zubia preguntándole a Gallardón sobre las medidas que pensaba adoptar el Gobierno para a corto plazo evitar la filtración de los sumarios. Lore Leanizbarrutia preguntó sobre cómo piensa el Gobierno celebrar el año internacional de las cooperativas. Cazalis, que fue con traje mil rayas, le preguntó a la Ministra de Sanidad, Ana Mato, sobre las medidas previstas por el Gobierno ante el veto de la Comunidad de La Rioja en relación a la atención médica a pacientes de Euzkadi. Le contestó dándole una noticia.

Y sigue siendo curiosa la frialdad del PP en relación con Amaiur. Al Senador Alberto Unamunzaga, la Ministra de Trabajo, Fátima Sáez, le salió por peteneras cuando éste le planteó una Interpelación en relación a las reivindicaciones que se han planteado con la huelga general, convocada en Euzkadi. Y a la Senadora Amalur Mendizabal, el Ministro Gallardón le contestó casi con un monosílabo cuando ésta le inquirió sobre si las víctimas de la guerra civil y dictadura iban a seguir con los mismos instrumentos de atención e información que le destinaba el Estado a través de su oficina tras la supresión hecha por el actual Ministro de Justicia. Juegan a la indiferencia.

Pero la bronca se produjo casi a las 10 de la noche, cuando la Senadora de UPN, Salanueva con el Senador del PP navarro, Palacio, siguiendo instrucciones de Jaime Ignacio del Burgo, plantearon una Moción venenosa para apoyar el parcial estudio histórico de Navarra y de España con ocasión de la conmemoración del VIII Centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa, y el V Centenario de la Conquista de Navarra y de su incorporación, tras las bulas falsas de Fernando El Católico, al Reino de Castilla. Puro antinacionalismo y puro antivasquismo. Le dijo a la representante de Amaiur que fuera de Navarra con sus injerencias, como si Amaiur fuera una fuerza extraña a Navarra, pero la bronca la tuvo con nuestra Senadora Lore, que le cantó las cuarenta y les pidió no manipularan la Historia y de pasada le recordó que había perdido hasta Caja Navarra, y le recordó la figura de Irujo.

El miércoles Rut Martínez tomó postura sobre una Moción catalana para el mantenimiento del empleo de las personas con discapacidad que tienen especiales dificultades para su inserción laboral. También ante la iniciativa socialista en relación con la reforma laboral ante un PP que en cien días ha perdido medio millón de votos.

Pero el éxito de la mañana lo tuvo Cazalis. Logró que a su Moción, todos los Grupos de la Cámara le presentaran una enmienda posibilista y sacó adelante su trabajo para instar al Gobierno a que se tome en serio determinadas medidas en relación con la investigación de los hechos denunciados en el caso de “los niños robados”. Incluso la Portavoz del PP, Rosa Vindel, alabó su trabajo.

Yo terminé la jornada con una Moción sobre el comercio de armas. Era una declaración institucional del Parlamento Vasco convertida en Moción y que en febrero había leído la Presidenta del Parlamento Vasco, Arantxa Quiroga, que un funcionario ministerial había aguado presentado como del PP, una enmienda de sustitución que la dejaba irreconocible. Logramos el apoyo de la Cámara, pero el PP la tumbó. Y le saqué los colores al Senador del PP, antiguo líder de Unió Valenciana, que dejaba en pésimo lugar a sus compañeros del País Vasco. Y luego dicen que son los que vertebran España.

Y hubo un debate interesante. El actual alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que en su día fue ministro de Interior y Justicia, instó al Gobierno a no plantear la reconsideración del presente sistema de elección y funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial. Belloch, a quién saludé en pasillos y le dije que le había salido su vena de juez en Bilbao, le apoyó Joseba Zubia. El PP quiere reformar el sistema para darle un inusitado poder a la judicatura conservadora. Lo que faltaba. Y tienen mayoría para hacerlo.

Y hubo mucho más. Y mucho trabajo. Pero nula prensa. Y eso que eran temas de actualidad.

Mataron al tigre y se asustaron con la piel

Martes 27 de marzo de 2012

La Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico, fue una ley orgánica aprobada por las Cortes Generales el 30 de julio de 1982 merced un pacto suscrito entre el PSOE y la UCD.

El Gobierno Vasco, la Generalidad de Cataluña, CIU y Partido Nacionalista Vasco contestaron con la presentación de un recurso de inconstitucionalidad por considerar que los Estatutos, normas integrantes del bloque de constitucionalidad, no podían estar limitados por una ley estatal.

Eran aquellos años de extraordinaria agitación política y de asesinatos continuos de ETA. En 1980, casi cien. Pero también de poner en pie un estado autonómico y de transferir poder desde la administración central a ese nuevo invento que se iba haciendo paso a paso y a golpe de coyuntura.

En 1975 muere Franco. En 1976 empieza débilmente la transición. En junio de 1977 se celebran las primeras elecciones democráticas. En 1978 se forma el Consejo General Vasco y se aprueba la Constitución que hablaba de nacionalidades y regiones. En 1979 se aprueba el estatuto de Gernika y vuelve el lehendakari Leizaola del exilio. En 1980 se elige el primer Parlamento Vasco de la historia y Carlos Garaikoetxea es elegido Lehendakari. El 23 de febrero de 1981, se produce el golpe de estado de Tejero y se aprueba la Loapa.

¿Por qué?.

Al inicio de la transición política, en el estado español, solo había dos demandas de autogobierno claras y acreditadas. La catalana y la vasca. La gallega no tenía por detrás un partido nacionalista gallego fuerte que reivindicara que en junio de 1936 Galicia había plebiscitado su estatuto. De ahí que a pesar de esto, las tres nacionalidades, las tres naciones que en tiempos de la República habían accedido a la Autonomía, se les nombrara como «nacionalidades históricas» siendo su vía de acceso a la autonomía distinta a lo que se consideraron regiones. Nadie en su sano juicio aquellos años hubiera pensado que Murcia y mucho menos Madrid iban a ser autonomías con parlamento, tribuna, televisión, himno y bandera. Nadie. Absolutamente nadie. No existía semejante demanda y su identidad estaba implícita en la española. En todo caso se buscaba una mera descentralización administrativa como le dijo Felipe González a Xabier Arzalluz sobre Andalucía. “Andalucía puede funcionar con una mancomunidad de Diputaciones. Ni Cádiz, ni Huelva, ni Almería, ni Córdoba, ni Málaga, pueden ver a Sevilla. ¿Para qué vamos a complicarnos la vida?», le dijo. Y era verdad. Pero aquí, como en todo, saltó la liebre de la política de partido y aprovechando la debilidad de Suárez y el referéndum andaluz elevaron el listón y se equipararon a las históricas a pesar de haber tenido que hacer un auténtico fraude electoral ya que Almería no votó la autonomía andaluza. Pero el fin justificaba los medios. Debilitar a Suárez.

La clave nos la dio el ex ministro de defensa y ex presidente de Castilla La Mancha José Bono, cuando le invité a presentar en el 2010 mi libro «Extraños en Madrid». Dijo esta evidencia:

«Lo del café para todos fue un error que sin embargo, se puede corregir». «El café para todos fue una salida pero no una solución. Se llegó a esa salida porque cuando acabó la dictadura el ejército no estaba dispuesto a que la Constitución reconociera el derecho al autogobierno del País Vasco y de Catalunya. Para evitar una posible sublevación se les dijo a los militares que lo mismo que se le iba a reconocer a vascos y catalanes se reconocería también al resto mediante la formación de distintas comunidades autónomas».

Ese fue al núcleo germinal de la Loapa. Un ejército atacado por ETA, un nacionalismo democrático que llegaba al poder en 1980 y desde allí gobernaban un ejército golpista agazapado y que­riendo poner en marcha las facultades que le daba el artículo 8 de la Constitución en relación a la unidad de España, una UCD rota en mil pedazos, un socialismo ansioso de llegar al poder pasando por todo, una situación económica delicada y un proceso autonómico que estaba yendo más allá de lo diseñado. Ese era el contexto.

Con este caldo de cultivo en enero de 1981, el presidente del gobierno Adolfo Suárez dimite de su cargo por presiones del rey al que no quería complacer para que nombrara al general Alfonso Armada como segundo jefe de estado mayor y en el Congreso se juntan dos golpes de estado en ciernes. El llamado “blando” que quería un gobierno de concentración sin nacionalistas para reconducir el proceso, el llamado «golpe de timón» de Tarradellas y, el “duro” con Tejero y Milas del Bosch como máximos responsables entre otros.

Las responsabilidades de este golpe palaciego no llegaron a ser penadas de manera legal.  El juicio de Campamento fue un apaño para que no se tocara la trama civil y los encausados, pocos, no estuvieran mucho tiempo en la cárcel. Pero aquel intento, al que se le añadía el malestar de una parte de UCD, de AP y del PSOE en relación al proceso autonómico iniciado el año anterior dio como resultado y de la mano de UCD y del PSOE, una ley que pretendía embridar fundamentalmente a las nacionalidades históricas: la famosa Loapa, que este mes de julio cumplirá treinta años.

Calvo Sotelo trata de maniobrar

Leopoldo Calvo Sotelo, tras aquel infausto 23-F fue elegido presidente del gobierno, pero estaba muy debilitado fundamentalmente por la crisis de su propio partido y por el cúmulo de retos que tenía ante sí  como el asunto de la colza, su intención de dar entrada a España en la Otan, el terrorismo de ETA y el tratar de atajar cada día una fuga en su equipo. Y, a tal efecto, Calvo Sotelo se reunió con Xabier Arzalluz y, Martín Villa, el verdadero impulsor de la Loapa, lo hizo junto al posteriormente asesinado Manuel Broseta y Marcelino Oreja se reunieron en la finca Campanillas con Mario Fernández, Pedro Luis Uriarte y Marcos Vizcaya. Pero la posición de Xabier Arzalluz, antes del Alderdi Eguna de aquel año 1981 fue muy clara y así lo manifestó:

«Calvo Sotelo me propuso que nos sentáramos a estudiar una política de realizaciones de largo alcance. Por mi parte -dijo Xabier Arzalluz- le mostré mis recelos porque la experiencia con la UCD no ha sido positiva. Así le recordé como antes de la investidura, tuvimos una entrevista con Martín Villa, Pérez Llorca y Pío Cabanillas, en la cual no conseguimos que los acuerdos ya cerrados en la Comisión mixta de transferencias, que aún no estaban formalizados, se garantizaran”.

Las presiones del sector martinvillista, uno de los grupos más interesados dentro de UCD en que el tema de la LOAPA siguiera adelante, no salieron a relucir en la conversación que mantuvieron en Madrid Calvo Sotelo y Arzalluz, pero éste si indicó que «me parecía paradógico que este tema fuera dirigido, fundamentalmente por un ministro cuyo punto de vista sobre las autonomías estaba demasiado claro. Pero ésto, es sólo una anécdota comparada con el pacto, UCD-PSOE. Lo que conocemos es únicamente la punta del iceberg, porque según se desprende de unas declaraciones que ha efectuado Txiki Benegas a la revista «Cisneros», han llegado a negociar el cupo. Si también lo han negociado, ¿Qué pintamos aquí?. Cuando en un tema vasco le dan la representatividad al PSOE que en Madrid será oposición, pero aquí no es nada, y si el Concierto Económico es un acuerdo de gobierno a gobierno qué pinta la representación del Gobierno Vasco, si este ya ha sido pactado entre dos partidos. De todas estas cuestiones deduzco que han pactado también la ley de régimen local y sospecho que han hablado de la modificación de la ley electoral que tiene como fin constituir un bipartidismo que elimine sobre todo del juego político a los partidos nacionalistas».

El debate Martín Villa-Mario Fernández

No se puede hablar de la Loapa sin dejar de mencionar uno de sus hitos. El 21 de octubre de 1981, Martin Villa cometió uno de los mayores errores de su vida. Era ministro de Administración Territorial y le retó a Mario Fernández que era consejero de Trabajo y presidente de la Comisión Mixta de Transferencias del Gobierno Vasco a un debate en televisión española que lo moderaría Joaquín Arozarena. En aquellos tiempos había mucha más democracia televisiva. Y Arozarena, en su informativo Al Cierre, les dio la palabra. En mala hora para el ministro, pues Mario Fernández se lo comió crudo. Aquello fue como el partido del Athletic con el Manchester.

Los dos interlocutores, como señaló Mario Fernández al terminar el diálogo, no lograron pasar del artículo segundo de la LOAPA y de la cuestión de su necesidad y justificación constitucional. El proyecto de ley era imprescindible para el Gobierno central, pero inconstitucional para el Consejero Vasco. Martín Villa se refirió con insistencia al “sinnúmero de ambigüedades” presentes en los estatutos ya vigentes, y dijo que se debían “al predominio del  sentido político sobre el sentido común, en el momento de su elaboración. Esta circunstancia es explicable, en el caso del texto del de Guernica, por la actitud reticente de los vascos ante la Constitución”.

Mario Fernández le replicó que el Gobierno autónomo comprendía necesidad de interpretar ambigüedades en materia autonómica, pero negó que la LOAPA fuera el instrumento adecuado para conseguirlo.

A raíz de una alusión del consejero vasco al carácter pactado del Estatuto vasco, Martín Villa afirmó que ésta era una ley orgánica que afectaba a todos los españoles, incluidos los vascos y defendió el derecho de los dos partidos mayoritarios, UCD y PSOE, a alcanzar compromisos que luego fueran convertidos en ley por las Cortes Generales, donde reside la soberanía. Dirigiéndose a su interlocutor y al Gobierno autónomo del que formaba parte, aventuró: “Quizá ustedes no se dan cuenta de esto”. Puro estilo de la mafia.

Para Mario Fernández, en los casos citados se trataba de materias reconocidas expresamente por la Constitución, pero lo que pretendía la LOAPA era abrir otras posibilidades, ajenas a lo que establecía de forma expresa la ley fundamental, como en el caso de Sanidad.

En el momento de las conclusiones, Fernández apuntó que la LOAPA tendía a impedir a las comunidades autónomas el desarrollo de la legislación básica que les reconocía la Constitución, y dijo que Martín Villa no había sido capaz de indicar en qué artículo de aquélla se apoyaban los artículos uno y dos de la ley. Este manifestó que el debate continuaría en el Parlamento, aunque estaba convencido de que los dos partidos mayoritarios, que pactaron la LOAPA, no admitirían enmiendas contrarias a los objetivos políticos que les guiaron, como cortar ambigüedades en los estatutos y reducir colisiones entre el Gobierno central y los autónomos.

La Loapa  inconstituciónal

Toda la lucha política de 1981, más la de 1982 dieron sus frutos porque la pelea ya no era solo con los vascos, sino también con los catalanes. El 14 de mayo de 1982, la CRIDA DE LA SOLIDARITAT convocó una manifestación que logró una movilización en Barcelona de 350.000 personas.

La Crida había aglutinado en su entorno a todo el arco parlamentario en defensa de la lengua, de la cultura y de la nación catalana pero en las movilizaciones contra la Loapa los socialistas catalanes no participaron.

Todas estas luchas y el ambiente creado dieron como resultado que el Tribunal Constitucional negara el 13 de agosto de 1983 el carácter orgánico y armonizador de la Loapa, declarando inconstitucional 14 de los 38 artículos de dicha ley. Con la parte que se salvó del naufragio se aprobó, bajo mandato de Felipe González, la ley 12/1983 de 14 de octubre, llamada del Proceso Autonómico, pero desprovista de carácter armonizador y orgánico.

Fue una gran victoria política, pero el centralismo derrotado, se dijo a sí mismo: «Hemos perdido esta batalla, pero la Loapa y su espíritu siguen vivos y los aplicaremos”. Y si no que se lo pregunte al Lehendakari Ibarretxe cuando fue a reformar el estatuto de Gernika a Madrid.

La Ley de transparencia se marca como límite la Casa del Rey

Lunes 26 de marzo de 2012

El anteproyecto de Ley de Transparencia del que el viernes pasado dio cuenta el Consejo de Ministros marca la Casa Real como límite de acceso a la información. «No es una Administración pública», contestó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a la pregunta de si el Ejecutivo dará a conocer el patrimonio y las asignaciones a la Familia Real, que sí proceden del presupuesto público.

La vicepresidenta respondía así a una petición aprobada esta misma mañana por el Parlamento de Navarra. El pleno regional instaba al Gobierno de Mariano Rajoy a que en el proyecto de Ley de Transparencia incluyese «los mecanismos legales que resulten oportunos» para conocer «la distribución de la cantidad percibida por el Rey con cargo a los Presupuestos del Estado, para el sostenimiento de su familia y Casa, incluyendo rentas y salarios».

La propuesta que la propia Sáenz de Santamaría presentó en junio, antes de comenzar a formar parte del Gobierno, solo hacía una referencia explícita a la Casa Real. También era para limitar pero, tal como indicaba el documento, era para poner cotas a la información que pudiera resultar un perjuicio para «las comunicaciones oficiales con la Familia Real y su Casa».

Estamos pues ante lo de siempre. Superprotección a una Casa Real que si hubiera tenido ese mínimo de transparencia seguramente no hubiera tenido en su seno el escándalo de Iñaki Urdangarin.

Por otra parte eso de que la Casa Real no es administración pública no sirve como excusa. Tampoco lo son el Congreso, el Senado y el Tribunal de Cuentas y todos y cada uno de sus gastos los tiene usted en la página web de cada institución.

A dinero público, ojo público menos para el rey. Como en el siglo XIX. Como con Franco. Nada nuevo.

Pierde el PP, ganaGriñan, Pepiño demuestra su falta de visión, IU sube y Caja Navarra desaparece

La noticia del día, es la pérdida de Andalucía por parte del Partido Popular. Ganando pierde. En un análisis rápido solo decir que una de las claves del por qué no gobernará el PP es su candidato Javier Arenas quien por cuarta vez se queda a la puerta del palacio de San Telmo. Este señor no aceptó debatir con los candidatos del PSOE y de IU porque el hombre iba sobrado. Basó su campaña en el demérito del PSOE, en los Eres, en el chofer que iba a comprar cocaína y en cosas así sin vender un proyecto propio. Conozco a Arenas desde siempre y le veo cada semana en el Senado. Siempre va con un séquito y te saluda como saludaría el Papa. Ese hombre no vive en la realidad. Y se acaba de comprobar.

El ganador ha sido el actual presidente, Griñán. Y el perdedor, Pepiño Blanco, el difunto Pepiño, que quería unir las elecciones andaluzas con las generales. José Antonio Griñán se negó porque no quería que la debacle socialista le arrastrara y como se ve ha acertado.

Y sube lU. Diego Valderas tiene ahora la oportunidad para decirle a Griñán que saque las vacas de la cuadra, limpie la cuadra y vuelva a meterlas para hacer un gobierno limpio y honesto, sin corrupciones y Eres corruptas. Y por lo que se ve es la fuerza ascendente ya que en Asturias también ha puntuado. En tiempo de crisis, los muertos resucitan, y en Euzkadi, Mikel Arana parece que levantará cabeza a costa del PSE.

Las elecciones en Asturias han deparado el resultado esperado. Gana el Partido socialista pero no le dan los votos para gobernar. Y Cascos y su antigua mano derecha, Mercedes Fernández «Cherines» van a tener que entenderse. El PP ha demostrado desde el inicio una falta de visión política de nota. Sobre todo Cospedal. Se cargó a su antiguo secretario general y ahora va a tener que gobernar con él. Cosas de la política.

Doble derrota electoral del PP a los cien días de la llegada de Rajoy al gobierno en un día en el que viaja a Seúl para mendigar un saludito de Obama y en el día en que Banca Cívica, con la Caixa y Caja Navarra, se convierten en la primera banca de España con una Caja Navarra, fundada en su día por Don Manuel de Irujo. ¿Resultado?. Con un 1,87 haciendo el ridículo por no querer acercarse a aquella fórmula ganadora de lo vasco-navarro. Ni cabeza de ratón, ni cola de león. La inanidad total. Y el PSN apoyando ésta indignidad.