Sábado 9 de febrero de 2013
La noticia de que Volgogrado se llamará otra vez Stalingrado, durante seis días del año, para conmemorar a José Stalin no puede ser tomada ligeramente por los hombres que aman la libertad, la democracia y los derechos humanos, PORQUE UNA COSA ES LA IDEOLOGIA BASADA EN LA IGUALDAD Y OTRA MUY DISTINTA LA DICTADURA DE UN PROLETARIADO SIN PROLETARIOS Y AL SERVICIO DE UN ZAR INHUMANO Y ASESINO COMO STALIN.
Los crímenes de Stalin son hartamente conocidos. Se estima que cerca de 40 millones de personas murieron para permitir que la revolución, es decir él mismo, se mantuviera en el poder. Entre ellos los ejecutados por «delitos políticos (1 millón)», los deportados y exiliados, así como los enviados a campos de trabajo. Hubo18 millones que llegaron a los “Archipiélagos de Gulag” para nunca regresar con vida. Además están las hambrunas provocadas que mataron a millones. Entre ellas la de Georgia (1932-33) con 7 millones de muertos “al cortar los suministros de elementos básicos con el deseo de erradicar el espíritu de independencia del estado georgiano”. O lo que pasó en la primavera de 1933 cuando murieron cerca de 25.000 personas al día, por los procesos de colectivización forzada en Ucrania, lo que ha sido señalado como genocidio.
Pero la historia se repite -“una vez como comedia y otra como tragedia”, decía Marx-, en Cambodia en los años setenta el Khmers Rouges- Partido Comunista Camboyano-, exterminó entre dos y tres millones de personas, en otro experimento comunista orientado a eliminar las ciudades. Claro sin olvidar los miles de muertos de la revolución cubana, el paredón contra los “gusanos”, es decir, opositores al régimen, y el exilio cubano.
Tras la caída del Muro de Berlín, cuando se creyó en “el fin de las ideologías”- como escribió Fukuyama – y con ella el fin del comunismo, descubrimos que ellos vuelven a reverdecer y con ellos sus experimentos, que han traído tanta muerte y destrucción.
Es increíble saber que el Partido Comunista (PC) ruso duplicó en votación, en 2011 llegando a sacar el 20% de los votos para diputados. El año pasado Letonia se unió a Bielorrusia y Moldavia como países de la antigua Unión Soviética donde los comunistas ganan las elecciones. Este año en Ucrania el PC saca 15% de los votos triplicando su votación.
El caso más patético sucede en Venezuela, donde muchos de los que fueron derrotados en el pasado, ahora están usufructuando el poder: “experimentando” y fracasando. Por cierto, el PC criollo crece aportando 10% de los votos de la reelección de Chávez.
¿En qué hemos fallado los demócratas, que no hemos podido desmontar esa ideología, que tanto daño ha hecho a la humanidad? Claro que ella apela a los sentimientos más bellos de solidaridad del hombre, pero solo para montar una nefasta maquinaria que termina con la libertad y la democracia en nombre de la emancipación del pueblo.
Hay que repensarse globalmente. No es juego.