El pleno del Senado terminó el miércoles por la noche, tuve que elegir entre Atxaga y Guatemala y elegí esto último. Con el grupo con el que viajamos en enero a este país cenamos en el restaurant cubano de la calle El Prado para preparar una serie de estancias en cursos de verano de jueces y fiscales guatemaltecos que trabajan en condiciones muy duras en aquel país pero que nos dan la lección de ir haciendo justicia. Esta semana se ha iniciado el juicio contra el dictador Efraín Ríos Montt, y este dato es muy importante. Aquí Franco se murió en la cama y está enterrado en el Valle de los Caídos. Y me quedé asimismo para estar este jueves a las nueve en el desayuno que el Ritz había organizado el Fórum Europa para conocer lo que iba a decir el portavoz de Ciu en el congreso, secretario general de Ciu y viejo amigo J. A. Durán y Lleida.
Tenía la novedad que lo presentaba Miquel Roca, alguien poco visto últimamente en Madrid y uno de los tres ponentes constitucionales que quedan vivos. En poco tiempo, Fraga, Cisneros, Solé Tura y Peces Barba se los ha llevado la historia y los que quedan miden mucho sus palabras y sus apariciones.
La sala estaba llena, super llena. Día de lujo. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría, el ministro de exteriores Margallo, el presidente del Tribunal Constitucional, diputados y senadores, embajadores y diplomáticos, Florentino Pérez y empresarios de todo tipo.
En mi mesa saludé a Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, otro ponente constitucional, Pedro Azpiazu, y la adjunta a la Defensora del Pueblo Concepción Ferrer.
Empezó Roca, diciendo que él es el pasado y a ver qué hacia un tipo como él en un lugar como ese. Valoró a Durán, recordó la transición y terminó diciendo que la democracia es pacto y que las cosas no pueden seguir así.
Y tomó la palabra Durán. Buen discurso general hablando del cinismo de la política española, y de la necesidad de puentes. Roca recordaba que para que un puente se asiente tiene que haber orillas. Hay otra frase más redonda. Los puentes se construyen sobre los ríos, no sobre los océanos. Y los hay sobre aguas turbulentas. Analizó Europa, la economía, la necesidad de apostar por la industria que produce servicios, por reformas estructurales, y al final abordó la cuestión catalana, pasando por encima, solo nombrándola de la crisis sistémica de la corrupción española, de la de la Casa Real remitiéndolo todo a los jueces para su resolución.
En el asunto catalán sin romper el discurso en relación a ERC ha bordeado la necesidad de recuperar la relación con Madrid considerando Madrid como el estado y no ahondando en el abismo creado. Criticó veladamente a Margallo cuando éste pone el ejemplo de Kosovo vinculándola con Catalunya para al final pedir diálogo. Las preguntas han incidido en lo mismo: Oriol Pujol imputado, reunión del gobierno de la Generalitá, para pedir relaciones con Madrid, déficit, financiación, y volver a mantener la vieja relación advirtiendo que la consulta catalana estaría dentro de la ley en el mismo día en el que Salmond, en inteligencia con Cameron, ponía como fecha del referéndum escocés el 18 de setiembre del año que viene.
Todo políticamente correcto y aplaudido por la audiencia del Ritz. El moderador que acababa de estar en Roma en la entronización del Papa Francisco le ha preguntado por éste y nos ha aludido a nosotros como democristianos. Unió y PNV allí presentes.
Al final he saludado a Miquel Roca. «Hola Miquel, siempre lo mismo». Ha sonreído. He saludado asimismo al portavoz adjunto de Durán, Pera Macia, a los diputados Xuclá, Campuzano, Inma Riera y al del PSC Alex Sáenz Yubero. Estaba también Manuel Chaves y viejos rockeros así como muchos periodistas que han visto en el desayuno de hoy un intento de flexibilizar en algo el duro enfrentamiento actual entre Barcelona y Madrid. Veremos que dice a todo esto ERC pues como ha dicho una de las preguntas, cuando estuvo Mas no había tanto ministro ni tanto poder fáctico madrileño.
Veremos si ambas partes toman nota, si a Mas le ha gustado o no este desayuno, si ERC lo critica y si el gobierno toma buena nota de lo dicho por Durán el día en el que Salmond tranquilamente anunciaba su referéndum. Todo un símbolo.