El ruedo ibérico anda sin brújula

Domingo 19 de mayo de 2013

Subía en el ascensor el jueves 24 de abril con dos trabajadores del Senado. El trabajador se condolía de la derrota del Real Madrid contra El Dormunt. La víspera también había caído el Barça contra el Bayern. Y se condolía el hombre porque en lo único en lo que España era puntera comenzaba a caer y nada menos ante una Alemania que nos aprieta la garganta un día sí y el otro también. La Sra. le escuchó y le contestó flemáticamente. «No te preocupes por eso. Preocúpate por el paro que hoy nos dicen que ya estamos en los 6.200.000». El sentido común frente al pan y circo, en un día en que el Instituto Elcano había hecho pública una encuesta sobre como veían los alemanes a los españoles y el resultado no hablaba precisamente bien de la Marca España. “Corruptos, ociosos, conservadores, poco serios”. Curiosamente ese día aparecía también la reclamación de Grecia a Alemania por la invasión de los nazis a su país en el inicio de la segunda guerra mundial. Cada uno cuenta la Feria según le va.

Ese día también era pública la imagen de Xose Manuel Beiras enfrentándose a Núñez Feijoo en el Parlamento gallego porque este le había recordado a Jorquera el zapatazo del icono gallego. Y también un diputado de ERC que mientras preguntaba se quitaba la corbata y la chaqueta para enseñar una camiseta contra los desahucios. Lo primero había sido una demasía, lo segundo, una manera como otra de llamar la atención. La mayoría absoluta del PP no deja margen para que las voces de Pulgarcito se oigan en la gran piscina del Congreso y hay que hacer uso de estas marginalidades que no van con el parlamentarismo.  Mala cosa es que en lugar de la palabra tengamos que comenzar a hacer números de prestidigitación para que nos hagan mínimamente un poquito de caso.

Ese día también habíamos hablado en el senado de la situación colonial que habían dejado Bélgica y Francia en la zona del Congo y los Grandes lagos. Niños soldados, mujeres violadas sistemáticamente, pobreza, racismo, explotación en una de las zonas más ricas del mundo en momentos en los que no se hablaba más que del atentado de los hermanos chechenos en Boston con la pérdida de tres vidas humanas y numerosos heridos. Un hecho rechazable y lamentable pero cubierto hasta el exceso por todos los medios y ese día cuando bajé a la tribuna comenté este hecho. «Mañana verán ustedes que ningún medio se hará eco de una situación infinitamente más grave que la de Boston. No verán ni una línea en la prensa, ni un segundo en los medios y todo porque son negros y porque son pobres frente a la situación de un país y de un estado como el de Massachusetts, blanco y rico. Si queremos arreglar las cosas, lo menos que se podía hacer es conocer de qué va el mundo». Efectivamente, ni una línea.

En el Senado cuando se discute una Moción se puede intervenir en nuestro caso en euskera. Yo lo hago. Me traducen mis palabras y aunque machaco nuestro viejo idioma aprovecho la oportunidad para que en aquel hemiciclo se oiga al idioma más viejo de Europa cuyo origen se desconoce. Generalmente los senadores del PP no se ponen el pinganillo de la traducción simultánea. Por eso cuando terminé de mostrar en euskera nuestra postura ante la situación africana y comprobar que me quedaba la mitad del tiempo y ante la importancia del tema les dije: «habida cuenta que veo que la mayoría de ustedes no se han puesto el auricular de la traducción, esto me indica dos cosas. O que saben ustedes el euskera o, la peor constatación es que no les interesa absolutamente nada ni el euskera, ni lo que podamos decir sobre la situación de injusticia en África por lo que se lo voy a decir en castellano para lograr, aunque sea, la mitad del cometido». Y les solté la parrafada en castellano, en una Cámara que es teóricamente de representación territorial.

Y es que esa semana había comenzado con la noticia de que el PSOE propiciaba la conversión del Senado en verdadera Cámara de representación territorial dejándola en noventa senadores y estando formada por representantes de los gobiernos autonómicos. Escándalo mayúsculo pues ese mismo día a las doce nos reuníamos bajo la presidencia de Pio García Escudero la ponencia que estudia la reforma del senado apostando por nuevas funciones, aunque no de reformas constitucionales. Llevamos un año en eso y el PSOE tiene dos ponentes: Joan Lerma ex presidente de Valencia, y J. M. Antich de Baleares que habían quedado colgados de la brocha, desautorizados, y sin saber que decir.

Esa tarde tuve la oportunidad de hablar con un veterano socialista quien me dijo que el de la brillante idea senatorial y la forma de hacerlo público fue de Ramón Jauregui. Este hombre, que no se enteró de la existencia del Gal y eso que era el delegado del Gobierno, siempre me ha parecido un histérico y mucho más en momentos de dificultad. Al parecer se hacía eco de algún borrador de trabajo escrito por los andaluces que al parecer son los que mandan actualmente en el PSOE.

Un PSOE que con este tema, la irrupción de la candidatura de Eduardo Madina, la petición de Pérez Rubalcaba de retirar los billetes de quinientos euros, la asunción de iniciativas de IU, y un cierto desnortamiento la daban a la política española una gran sensación de improvisación e inseguridad.

 

2 comentarios en «El ruedo ibérico anda sin brújula»

  1. Es bueno saber, al menos, que hay algún trabajador en el senado. Dirá usted, señoría, de la Casa Real, pero…pensar en lo que nos costará a todos el senado y los sueldos de sus señorías e imaginarse que están hablando en euskera «machacado» (como bien admite) de la situación en El Congo…pues, eso nos lo podíamos ahorrar.
    Y no porque la situación en Africa no tenga su importancia (probablemente sea más grave que los temas con los que nos enzarzamos a menudo) sino porque a uno la da la sensación que la parrafada bilingüe que haya podido soltar usted (y las demás señorías) en la cámara alta sobre el congo, ante un desganado y pasota auditorio, no sirve absolutamente para nada más que para llenar horas tontas y justificar sus sueldos.
    Y para eso, no.

  2. Señor Anasagasti. He esperado algunos días ya que no sé con qué periodicidad entre usted en su propio blog. Pero veo hoy que hay una nueva entrada por lo que entiendo que ha entrado usted y no ha tenido a bien hacer público mi comentario (salvo que se trate de un tema técnico pero como es la primera vez y con otros blogs de este mismo medio no ocurre lo mismo, pues entiendo que es decisión suya).

    Mire, en este medio hay bloggeros que permiten comentarios. Y los permiten en el sentido que sean. Incluso críticos y muy críticos con sus posturas y sus personas (supongo que sólo eliminan aquellos insultantes o malsonantes en exceso). Una veces responden en los mismos términos y otras no, pero no censuran las críticas.

    En otros blogs directamente se dice que no existe la opción de hacer comentarios. Bueno; es respetable.

    Pero lo que no es de recibo es permitir exclusivamente los comentarios favorables. Dime mucho (o sea, poco) de quien actua así. Y más con las lindezas que suelta usted al personal en su blog. Debiera usted se capaza de recibir críticas en el mismo tono que usted emplea hacia otros.

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