Jueves 20 de junio de 2013
En su día informé del viaje que una delegación de diputados y senadores, de todos los partidos, hicimos a Guatemala el mes de enero y de cómo estuvimos con la Fiscal General Claudia Paz.
A raíz de aquel viaje y sabiendo que la Fiscal iba a viajar a Madrid y Salamanca este mes de junio nos movimos por estos lares para que la Fiscal fuera reconocida en su trabajo por las instancias políticas y judiciales del estado español. El trabajo continuo y arriesgado de Claudia Paz y de la Fiscalía y los Jueces de Alto Riesgo es algo digno de ser reconocido por su valentía y por lo que ellos dicen: que el pueblo guatemalteco sepa que la justicia debe ser igual para todos y confíen en ella.
Este miércoles le recibimos en el Congreso y el presidente del mismo, Jesús Posada, nos atendió amablemente en su despacho. Le regaló un plato con una reproducción de una de las pinturas del frontispicio del hemiciclo. La Fiscal fue acompañada por la embajadora de Guatemala que tras cuatro años deja Madrid para otro destino. La embajadora se despidió oficialmente de Posada. Fue una amable conversación.
Por la tarde tuvimos una reunión con la Fiscal y movimientos ciudadanos en el Intergrupo de Derechos Humanos. Ese día en el Congreso había decenas de reuniones de todo tipo, además del Pleno.
La reunión esa tarde fue muy interesante. La Fiscal nos relató cómo funciona la Justicia en su país, cómo tratan de combatir la impunidad, el juicio a Efraín Ríos Montt, y de cómo accedió a la Fiscalía. Aitor Esteban le preguntó por las bases jurídicas que sostienen del por qué el Tribunal Constitucional anuló la sentencia contra el general el mes pasado y yo le hice una pregunta sobre la inexistente carrera judicial en Guatemala que les deja a los jueces en una situación de gran fragilidad. Otros de los allí presentes le inquirieron sobre aspectos varios y ella contestó con gran conocimiento de lo que hablaba y con una gran dulzura en su voz. Una mujer de gran valía.
Fuera, en pasillos, entre los dos edificios, había varios periodistas fumando, desganados y mirando quien pasaba. Les dijimos quien era la Fiscal pero a ninguno se le ocurrió hacer una noticia sobre su presencia, sus dificultades y su trayectoria. Y eso que estaba allí invitada por los Grupos de la Cámara. Posteriormente otros periodistas fuera del Congreso siguieron esta importante visita que está teniendo repercusión en su país. Una vez más me confirma la poca curiosidad periodística que circula por las venas de algunos de los periodistas del congreso (no de todos) y que solo cubren lo epidérmico, la espuma de la cerveza, el gin tonic, escándalos y escandalitos y sin embargo que pase ante ellos una Fiscal de la categoría de Claudia Paz no les mueve absolutamente a nada. Falta aquel periodismo de calle y humano, un periodismo de raza. Y así está como está todo patas arriba. La anécdota se eleva a categoría y la categoría se rebaja a la nada.
Hacía tiempo no iba por el Congreso. Al salir nos saludó sin muchas ganas Pere Macías, portavoz adjunto de CIU a quien le esperaba un Audi en la verja de salida, en la puerta de San Jerónimo, en lugar de en el estacionamiento. Sinceramente nos causó una pésima impresión. Y entiendo que la gente se cabree por estas cosas. Y Peré Macías es un buen parlamentario, experto en transportes, pero sin darse cuenta cae en la rueda nefasta de estos gestos que caen tan rematadamente mal.
Volviendo a la Fiscal.
Su viaje ha sido atendido magníficamente por la Fiscalía General del Estado, tanto por Torres Dulce como por Rosa Morán, Fiscal de Sala.
Hemos cumplido con la Fiscal pero queda asimismo el reconocimiento de la valiente judicatura de aquel país compuesto mayoritariamente por aguerridas y muy capaces mujeres. Doctor sentencia contra militares machistas por mujeres e indígenas para este tipo de gentuza es lo peor de lo peor y de ahí la valentía y la impotencia de su trabajo. Pero el tipo de periodismo que denunció eso le da igual.